Autor: Dr. Juan Moisés de la Serna

  • ¿Qué porcentaje de acoso escolar se produce hoy en día?

    ¿Qué porcentaje de acoso escolar se produce hoy en día?

    Uno de los grandes problemas que pueden vivir en épocas tempranas los más pequeños es el buylling escolar, con las consecuencias que ello tiene sobre la salud.

    Acoso escolar

    El buylling o acoso escolar se ha convertido en algo «normal» dentro de la escuela, a pesar de las campañas de concienciación al respecto, primeramente para denunciarlo, y luego para crear mecanismos para evitarlo, tanto a nivel académico e incluso a nivel judicial.
    Aunque lo más evidente puede ser la agresión física, hay muchas modalidades de buylling más incluyendo insultos, bromas, amenazas, poner motes y difundir rumores entre otros.
    Pudiendo ser el buylling una actitud o conducta por parte de uno o varios compañeros de clase, dirigida hacia otra a la que convierte en objeto de insultos y vejaciones.
    Una circunstancias que van más allá del malestar escolar, y que transciende a la salud del pequeño, pudiendo observarse la presencia de enfermedades psicosomáticas ya desde muy temprana edad.
    Un porcentaje que según la población en donde se ha analizado puede ir desde el 8 al 46 %, pero ¿Cuál es la incidencia del buylling escolar entre la población India?



    Acoso escuela

    Esto es lo que trata de descubrirse desde el Instituto Universitario de Ciencias Médicas Krishna (India) según un reciente estudio publicado en International Journal of Health Sciences and Research.
    En el estudio participaron 400 niños escolarizados, 200 varones y 200 niñas entre 8 y 14 años. A cada uno de ellos se les preguntó con una entrevista semi-estructurada basado en un cuestionario estandarizado para detectar buylling escolar denominado Olweus Bully/Victim Questionnaire, de ahí se extrajeron dos grupos, aquellos que sufrían buylling o lo habían sufrido en el último año y los que no.
    A todos ellos se les pasó un cuestionario para evaluar los niveles de salud y de ansiedad a través del instrumento estandarizado KIVPA.
    Los resultados muestran un alto nivel de buylling ya que de entre los 400 participantes, 136 lo habían sufrido en el último año, de los cuales 77 eran niños y 59 niñas.
    Analizando el tipo concreto de bullying se observó cómo la agresión física directa fue la más común llegando al 60% de los casos, seguido de los insultos (37,5%) y los rumores (28%).

    Acoso colegio

    Entre los síntomas experimentados por los pequeños, estaba el dolor de estómago (24%), depresión (23%), dolor de cabeza (20%), y ausencias frecuentes de la escuela (18%).
    De todos los que sufría buylling únicamente el 24% habían informado a sus padres o profesores sobre su situación.
    Aunque el estudio está muy localizado y no se pueden extraer a otras poblaciones, es importante poner en evidencia los altos números de alumnos afectados, las distintas formas de expresarse, así como el bajo porcentaje de denuncia de los afectados.

  • ¿Se pierden emociones en las fases avanzadas del Párkinson?

    ¿Se pierden emociones en las fases avanzadas del Párkinson?

    En ocasiones el público en general conoce más las enfermedades por las consecuencias en sus fases avanzadas, tal y como sucede con la enfermedad del Párkinson.

    Parkinson

    Al ser el Párkinson una enfermedad neurodegenerativa con el tiempo, los efectos se van a ir poco a poco agravando, que avanza desde los primeros síntomas del Estadio I, con ligeros movimientos en sola una parte del cuerpo, arrastrando un poco los pies, empezando a mostrarse los primeros síntomas de rigidez. En el Estadio II empieza a inclinarse la persona hacia adelante, se empiezan a producir alteración del equilibrio y con dificultades para iniciar movimientos (bradicinesia). En la fase III y IV se complican los síntomas dificultando el equilibrio y en el andar. Hasta llegar a la última fase del Estado V, en donde la dependencia es máxima necesitando a una tercera persona para realizar cualquier actividad de la vida cotidiana, pasando la persona buena parte de su tiempo sentado o tumbado debido a sus temblores constantes.

    A medida que la enfermedad avanza las opciones del tratamiento del párkinson se reducen, empezando por el tratamiento farmacológico y rehabilitador hasta el quirúrgico. De entre estos últimos se pueden distinguir entre las reversivas como la estimulación cerebral profunda, frente a las irreversibles, que incluye cirugía en donde se intervienen ciertas partes del cerebro.

    Sobre estas intervenciones quirúrgicas la palidotomía es la más común, donde se realiza una incisión en globo pálido del cerebro, intervención que por otro lado se ha observado que tiene consecuencias emocionales en los pacientes intervenidos, luego ¿La intervención quirúrgica en el cerebro del paciente con Parkinson acarrea cambios emocionales?


    cmilXPVoNCc https://youtu.be/cmilXPVoNCc

    Emocion parkinson

    Esto es precisamente lo que trata de averiguar una reciente investigación desde el Hospital de Santa María (Portugal) publicado recientemente en la revista científica Parkinsonism & Related Disorders.
    En el estudio participaron 30 pacientes a los cuales se les realizó una intervención quirúrgica para tratar las fases avanzadas del párkinson.
    A todos ellos se les realizó un estudio previo y un seguimiento de un año tras la intervención en donde tenían que responder a un cuestionario estandarizado para detección de emociones denominado Comprehensive Affect Testing System (CATS) donde se evalúan 7 emociones básicas en tareas de reconocimiento de rostro y 4 sobre el lenguaje (prosodia). Los resultados muestran que no existen cambios significativos entre los datos obtenidos antes y después de la intervención quirúrgica.
    A pesar de lo cual se comenta que se habían observado a sintomatología de apatía o depresión en 6 de los participantes antes de la intervención, y que luego el número se amplió a 14 después de un año de la intervención. Lo que sin duda debería ser objeto de estudio el por qué en un año se ha duplicado el número de personas con sintomatología depresiva, y si esto se corresponde con una evolución «normal» de la enfermedad o es producto de la intervención quirúrgica.

    Avance parkinson

    Como carencias del estudio destacar que no se ha llevado a cabo ningún grupo control con el que comparar la evolución de la enfermedad a lo largo del tiempo, y que tampoco se ha realizado una evaluación exhaustiva del estado de ánimo del paciente ni antes ni después de la intervención quirúrgica.

    Debido a las limitaciones del estudio no se pueden generalizar los resultados hasta que no se amplíe el número de participantes, se incluya un grupo control y se analice la evolución del estado de ánimo de los pacientes participantes a los que se les ha sometido a una intervención quirúrgica como medida de afrontar la fase más avanzada de la enfermedad de párkinson.

  • ¿Sabes si tu hijo tiene un riesgo alto de sufrir depresión?

    ¿Sabes si tu hijo tiene un riesgo alto de sufrir depresión?

    Una de las preocupaciones más importantes de los padres es con respecto a la salud de sus hijos, sobre todo la salud mental, cuando ellos mismos lo han sufrido.

    Depresión en la familia

    Los padres que han sufrido algún tipo de psicopatología suelen tener mucho miedo de que sus hijos puedan pasar por lo que ellos mismos han pasado, tanto en lo que se refiere a la enfermedad, el diagnóstico y el tratamiento.
    Aunque no todas las enfermedades mentales tienen un elevado índice de heredabilidad, el porcentaje de casos en que un hijo pueda expresar un psicopatología aumenta en el caso de que alguno de los padres lo haya sufrido. Las causas, si no se explican por una base genética lo hacen por el ambiente, en este caso el ambiente familiar en donde se desarrolla el pequeño, el cual puede haber sido «testigo» de los episodios agudos de la enfermedad de alguno de sus padres lo que les puede haber servido de «modelo»; igualmente la forma en que una persona que sufre una psicopatología puede que no sea la más indicada y «sana» para su hijo, todo lo cual puede generar el germen sobre el que cimentarse una futura psicopatología por parte del pequeño cuando este crezca.
    Tal y como se ha observado en el caso de padres que sufren de trastornos de ansiedad o de depresión mayor, donde se ha observado un incremento significativo de padecer estas psicopatologías por parte de los hijos. Es decir, los hijos de los padres ansiosos muestran mayores niveles de ansiedad incluso llegando ser patológico, e igualmente con un estado deprimido que llega a transformarse en un trastorno de depresión mayor, pero ¿hasta que punto puede un padre advertir la presencia de su misma sintomatología en su hijo?



    Depresión en los hijos

    Esto es lo que se ha tratado de responder con una investigación realizada desde el Departamento de Psicología Clínica y Psicopatología, Universidad de Groningen; el Centro Médico Universitario Leiden (Países Bajos) y el Centro Médico Universitario VU (Amsterdam) cuyos resultados han sido publicados en el 2014 en la revisa científica BMC Psychology.
    En el mismo participaron 25 padres que habían sufrido un trastorno del humor unipolar o de ansiedad y con hijos entres lo 8 a 18 años.
    A todos ellos se les administró una entrevista semiestructurada sobre diversas cuestiones de su manera de educar y de la salud psicológica de sus hijos.
    Los resultados informan que pesar de que los padres consideran que ofrecen la misma calidad en el cuidado y atención de sus hijos que cualquier otro padre, están más preocupados por la presencia o no de la sintomatología que ellos han sufrido como parte de su psicopatología.
    Casi todos los padres coinciden en que sus hijos deberían de recibir atención especializada en cuanto surgiesen los primeros síntomas que pudiesen señalar que podían padecer su misma enfermedad mental, como medida preventiva y para evitar que se agravase.
    Especialmente polémico fue el punto sobre si contarían a sus hijos que ellos mismos han sufrido una psicopatología.
    Aunque el estudio es pionero en poner en evidencia los temores de los padres que han sufrido una psicopatología, el escaso número de participantes y el realizar una entrevista de forma semi-estructurada no permiten obtener conclusiones extrapolables al respecto. A pesar de ello hay que reconocer la ausencia de cursos orientados hacia éste colectivo, que les ayude en su tarea de crianza de sus hijos, para que sepan identificar correctamente los primero síntomas de sus propias enfermedades y con ello que mitiguen el miedo que ellos tienen sobre la salud psicológica de sus hijos.

  • ¿Se pueden cambiar emociones al cambiar las palabras usadas?

    ¿Se pueden cambiar emociones al cambiar las palabras usadas?

    ¿Se pueden cambiar emociones al cambiar las palabras usadas?
    Las emociones influyen a diario en nuestra forma de pensar y actuar, es por ello que la intervención terapéutica se centra en tratar de cambiar las emociones.

    Desde que se descubrió el sistema PNIE, psiconeuroinmunoendocrino, en donde se conoce la relación entre los distintos sistemas del organismo, donde lo psicológico va a tener una influencia directa en las neuronas, en el sistema inmune y en el endocrino; e igual le pasa desde los otros sistemas hacia lo psicológico. A partir de los descubrimientos con respecto al sistema PNIE se ha podido adentrar en el entendimiento del origen y tratamiento de determinadas enfermedades a las que hasta ahora no se tenía un diagnóstico claro, como en el caso de las enfermedades psicosomáticas.
    El componente psicológico está formando tanto por la forma de pensar, sentir y actuar, las cuales a su vez están interrelacionados, de ahí que nuestra forma de pensar influye en nuestra forma de sentir y actuar, e igualmente sucede desde el mundo de las emociones y su relación con las otras dos, pero ¿hasta qué punto se pueden modificar las emociones para afectar a la forma de pensar?

    rxnyrSIvIYE https://youtu.be/rxnyrSIvIYE

    Esto es precisamente lo que trata de averiguarse desde la Universiad de Leuven (Bélgica) recientemente publicado en la publicación científica Frontiers in Psychology.
    En el estudio participaron 63 alumnos universitarios, los cuales tuvieron que superar una prueba estandarizada Checklist for Symptoms in Daily Life (CSD), además no tenían que tener ningún diagnóstico físico o psiquiátrico, ni estar tomando medicamentes como ansiolíticos, antidepresivos o betabloqueadores.
    Los participantes tenían que ver unas imágenes las cuales debía de clasificarlas según sus emociones, en positivas o negativas. Además de realizar la tarea encomendada, se evaluó la frecuencia cardíaca y un cuestionario de auto-control.
    Los resultados informan sobre un cambio significativo de los pensamientos, al pasar por una condición de manipulación de las emociones de los participantes.
    Los autores destacan la facilidad con la que se cambian las emociones y que eso repercute rápidamente en la forma de pensar y con posterioridad en las conductas. Esto tiene una aplicación directa en el campo de la psicoterapia donde se puede trabajar con las emociones de las «etiquetas» de salud, y con ello combatir las enfermedades psicosomáticas.
    Sin llegar a estos extremos, ya Víctor Frank quien desarrolló la logoterapia, apuntaba sobre el cambio de vida de la persona con un cambio de dialogo, que se va interiorizando y que cambia la forma de pensar.

    A pesar de las evidentes diferencias entre el trabajo de investigación y la psicoterapia basado en la palabra como en el caso de la logoterapia de Victor Frank, el estudio valida las bases del segundo, ya que en ambos casos se trata que las palabras, modificadas de forma positiva, cambien la forma de pensar y sentir del paciente.

  • ¿Se puede prevenir la anorexia o la bulimia en la infancia?

    ¿Se puede prevenir la anorexia o la bulimia en la infancia?

    Uno de los grandes «males» de nuestra sociedad son los trastornos de la alimentación que provocan anorexia, bulimia u obesidad, ¿Pero cuándo se empieza a formar?

    Anorexia infancia

    Algunos autores atribuyen que es la consecuencia «lógica» de un exceso de disponibilidad de la alimentación, en referencia a la obesidad, no siendo tan fácil de explicarse por los mismos motivos en el caso de la anorexia o la bulimia, ya que a pesar de la disponibilidad la persona se niega a comer o a engordar.
    En estos casos los autores optan más por la presión social y los cánones de belleza autoimpuestos como el origen de estos trastornos, pero ¿Cuándo se inician?
    En países del «primer mundo» se ha observado cómo cada vez se producen estos trastornos de la conducta alimenticia a edades más tempranas, llegándose a considerar en alguno de ellos, la obesidad infantil un problema de salud nacional; en cambio la anorexia o la bulimia parece estar más relacionado con la pre-adolescencia y la adolescencia.
    Pero no hay que olvidar las graves consecuencias que sobre la salud va a tener el haber sufrido alguno de estos trastornos, así la obesidad infantil puede provocar problemas físicos de huesos, articulaciones, dificultad para respirar, problemas cutáneos o diabetes; en el caso de la bulimia o la anorexia, alteraciones cardiovasculares, gastrointestinales, debilitamiento óseo, alteraciones hormonales y hasta amenorrea (pérdida de la menstruación en mujeres), sabiendo además que en los casos más graves puede llevar al niño o al joven al ingreso hospitalario de urgencias. Además el padecer uno de estos trastornos de la conducta alimenticia puede además tener consecuencias negativas como una baja autoestima, al sufrir el aislamiento y la discriminación por parte de sus iguales, ¿Pero se puede hacer algo para prevenirlo o evitarlo?



    Bulimia en infancia

    Es lo que trata de averiguarse desde la Universidad de Leuven (Bélgica) recientemente publicado en la revista científica Frontiers in Psychology.
    En el estudio participaron 183 pequeños entre los 7 y 12 años, de los cuales el 49% eran niñas. A la mitad de los participantes, se les pasó por la condición de pre-exposición a la alimentación disponible, mientras que a la otra mitad no se les hizo nada, grupo control.
    La fase de pre-exposición consistió en que formasen palabras de dulces, a la vez que los tenían disponibles para su consumo, pero el experimentador estaba presente, por lo que ninguno de ellos comieron.
    Con posterioridad se realizó una fase de prueba donde se les dejaba a los pequeños comer lo que quisieran, mientras se les pedía que evaluasen tres características de los mismos.
    Los resultados informan que los niños que han sido pre-expuestos a la tentación de comer dulces en la fase de prueba muestran mayor autocontrol y comen menos dulces que los del grupo control.
    El estudio que se basaba en investigaciones previas que indicaban que los niños/as que habían sido pre-exposición a la comida, como forma de «educar» el auto-control.

    Anorexia y bulimia infancia

    Uno de los resultados más notables a la vez que desconcertantes, es que el efecto de pre-exposición fue válido únicamente entre los niños, no existiendo diferencias en cuanto al número de dulces consumidos entre el grupo de pre-exposición y control en el caso de las niñas.
    Aunque el objetivo del estudio no es de índole clínico, los resultados abren una puerta para incorporarlo en la prevención de trastornos de la alimentación como la obesidad, quedando fuera de sus resultados los casos de anorexia o bulimia que no se regirían por la disponibilidad de la alimentación tal y como se comentó en la introducción del estudio. Igualmente quedan fuera del estudio la aproximación que indica que entre las principales causas de la obesidad infantil se encuentra en el sedentarismo y la falta de actividad físicas desde pequeño, lo que hace que no se «queme» lo que se come.

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