Principales Teorías sobre el Trastorno Delirante

Teorías sobre el Trastorno Delirante

Teorías sobre el Trastorno Delirante

El trastorno delirante se caracteriza por la presencia de uno o más delirios persistentes y bien sistematizados que duran al menos un mes. A diferencia de otros trastornos psicóticos, las personas con trastorno delirante no suelen mostrar un deterioro significativo en otras áreas de la función mental. A continuación, se presentan las principales teorías que explican este trastorno.

Teoría Cognitiva

La teoría cognitiva sugiere que el trastorno delirante se desarrolla debido a sesgos y distorsiones en los procesos cognitivos. Las personas con trastorno delirante interpretan de manera errónea los eventos cotidianos, otorgándoles significados personales y exagerados. Estos pensamientos distorsionados son la base de los delirios y están alimentados por creencias rígidas que la persona no cuestiona.

Teoría Neurobiológica

La teoría neurobiológica propone que el trastorno delirante está relacionado con disfunciones en ciertas áreas del cerebro, particularmente en los circuitos dopaminérgicos. Un exceso de actividad dopaminérgica en el sistema mesolímbico puede llevar a interpretaciones erróneas de la realidad, contribuyendo a la formación de delirios. Estudios por imágenes han mostrado anomalías en áreas cerebrales responsables de la percepción y el pensamiento racional.

Teoría Psicodinámica

Desde una perspectiva psicodinámica, el trastorno delirante se interpreta como una forma de defensa ante conflictos internos y sentimientos inaceptables. Los delirios, según esta teoría, son una manifestación simbólica de deseos o temores reprimidos. Freud sugirió que los delirios de grandeza o persecución pueden ser intentos del inconsciente de restaurar el autoestima dañado por experiencias tempranas o relaciones conflictivas.

Teoría Genética

La teoría genética plantea que existe una predisposición hereditaria para desarrollar trastornos delirantes. Las personas con antecedentes familiares de trastornos psicóticos o afectivos tienen un mayor riesgo de desarrollar este trastorno. Aunque la genética no lo explica todo, se ha encontrado que la vulnerabilidad heredada juega un papel importante en la aparición del trastorno.

Teoría de Estrés-Vulnerabilidad

La teoría de estrés-vulnerabilidad sugiere que el trastorno delirante se desarrolla cuando una predisposición biológica o psicológica se activa por factores estresantes. Estos factores pueden incluir eventos traumáticos, aislamiento social, o problemas emocionales no resueltos. La combinación de vulnerabilidad y estrés ambiental contribuye al inicio de los delirios.

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