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  • ¿Cómo afecta al desarrollo los Traumas Infantiles?

    ¿Cómo afecta al desarrollo los Traumas Infantiles?

    Un Trauma puede ser expresado mediante una lesión, contusión o herida que se provoca en el alma de una persona, causando diferentes cambios de actitudes con respecto al funcionamiento normal.

    Artículo escrito por Dª. Bibiana Andrea Camargo Martínez, estudiante de la Corporación Universitaria Minuto de Dios (Colombia) gracias al acuerdo de colaboración con dicha institución representada por la docente Dª. Nancy Jiménez.

    Definiendo el trauma en la infancia

    Un Trauma puede variar evidentemente dependiendo de la gravedad, aunque en la mayoría de los casos la noción de Trauma se relaciona con una herida o lesión que deja algún tipo de secuela, ya sea esta física, moral, emotiva o de trastornos conductuales, es por esto que recientes estudios nos revelan que:

    Las alteraciones neurobiológicas como consecuencia de abusos infantiles, no solo aumentan la posibilidad de padecer trastornos mentales en la adultez sino que también aumentan las posibilidades de padecer trastornos orgánicos futuros, así como alteraciones conductuales. Los abusos y abandonos infantiles son posibles acontecimientos traumáticos para cualquier niño, y son mucho más frecuentes de lo que se piensa. Según el centro de Salud Mental Infantil del Colegio Universitario de Londres1, cada año entre el 4 y el 16 por ciento de los niños de los países occidentales industrializados sufre Malos tratos corporales y 1 de cada 10 sufre abandono o sobrecargas psíquicas extremas.” (Pardo, 2014)

    Como madre que soy, tengo muy presente que los Hijos son la razón más grande que nos motiva a vivir cada día, pero muchas veces dejamos que los problemas ocupen más de nuestros pensamientos, descuidando en algunas ocasiones a nuestros niños, sin saber que problemas los aquejan en su entorno , además de saber cómo le afectan mis problemas, lo que muchas veces se traduce en un Comportamiento antisocial, resultado del abandono, el mal trato bien sea nuestro o ajeno y el abuso, arrojándolos a un mundo de desafíos constantes que a su corta edad no entiende, lo que deja grandes vacíos y Traumas emocionales a futuro que pueden afectar en forma significativa su personalidad.


    Vídeo Recomendado: Diálogos en confianza (Familia) – Ira, agresividad y estrés en adolescentes (19/05/2015)

    Consecuencias del trauma infantil

    Los niños expresan sus sentimientos y reacciones de formas distintas, generando diversos tipos de comportamiento. Según (psicodiagnosis.es, 2016):

    “Las conductas agresivas, de oposición, desobedientes o desafiantes se encuentran a menudo en la población infanto-juvenil como parte de un desarrollo evolutivo «normal”, las pistas nos las tiene que dar la frecuencia, magnitud y perseverancia en el tiempo de la conducta en cuestión en función de la edad del niño”.

    Esto significa que se tendrá que reconocer y aceptar que algunos niños reaccionarán de una manera distinta, ya que su entorno de crianza no fue el mismo que el de los demás. Algunos comportamientos pueden dar la sensación de que el infante-adolescente trata de alejarse evadiendo los cuestionamientos de los demás, mientras que otros se sentirán tristes y molestos en algunos momentos y en otros casos, actuarán como si nada hubiese sucedido. Los niños suelen confundirse con respecto a lo ocurrido y a sus propios sentimientos.
    No todos tienen reacciones inmediatas; algunos tienen reacciones que aparecen luego de algunos días, semanas y hasta meses después y algunos nunca tienen una reacción pero se puede reflejar en una etapa más adulta.
    En el último Censo de niños maltratado que se hizo en Colombia se muestra:

    “Un análisis acumulado de los procesos de protección en curso hasta marzo de 2015, cuatro motivos representaron el 45,4 %, es decir, casi de la mitad de los mismos: maLtrato infantil (21,2%), Violencia sexual (13,5%), Abandono (5,7%) y Consumo de sustancias psicoactivas (5%), en este sentido, el número de procesos por maltrato infantil vigentes hasta la misma fecha fue de 20.268”. (El pais .com.co , 2016).

    Es importante que se valoren los niños para prevenir en un futuro errores en su personalidad, no solo por ellos sino también por todas las personas ya que estos individuos crecen con conflictos y es por esta razón que se crean vandalismos y un impacto social negativo afectando el desarrollo humano y también el de un país entero.

    ¿Cómo afecta el trauma infantil al cerebro?

    Aunque parece evidente la relación entre un comportamiento inadecuado del menor e incluso del adulto y una vivencia traumática de pequeño, no se da en todos los casos.
    Hay que tener en cuenta que las diferencias individuales, la personalidad y factores como la resiliencia va a permitir a unos pequeños «sobrellevar» la situación traumática mientras que otros se «quiebran».
    A destacar, que cuando estos traumas se producen en el desarrollo va a hacer que este pueda «desviarse» mostrando comportamientos inadecuados, agresivos o violentos.


    Todas estas «desviaciones» del comportamiento van a acompañar a la persona durante toda su vida si no hace por «enderezarse», o recibe ayuda terapéutica en la que trabajar los sentimientos y emociones que le originó aquella situación traumática del estrés.
    Tal y como se ha mencionado en el artículo, el tipo de trauma puede provenir tanto por una acción como por una omisión, la ausencia de un progenitor puede ser «devastador» para el desarrollo emocional del menor.
    Es por tanto muy importante, cuidar al pequeño en su desarrollo evitándole en la medida de lo posible estas situaciones de altos niveles de estrés.

    Desde aquí mi agradecimiento a Dª. Bibiana Andrea Camargo Martínez, por su testimonio y el trabajo aquí expuesto sobre la importancia del cuidado del menor para prevenir consecuencia futuras, y a Dª. Nancy Jiménez, docente de la Corporación Universitaria Minuto de Dios (Colombia).

    Referencias sobre traumas infantiles:

    Pardo, D. T. (2014). Abuso Infantil: Secuelas Físicas Y Psicológicas en la Adultez. CONOCIMIENTO, COMPRENSIÓN Y EXPLICACIÓN HUMANA, 19.
    psicodiagnosis.es. (2016). TRANSTORNOS DE LA CONDUCTA. PSICOLOGIA INFANTIL Y JUVENIL , 1.
    El pais .com.co . (2016). Cifras de maltrato infantil son vergonzosas y aterradoras: Icbf. El pais .com.co , 1.

  • Entrevista a Dª Virginia Mora sobre el trauma

    Entrevista a Dª Virginia Mora sobre el trauma


    Entrevista a Dª. Virginia Mora. Psicóloga de la Red de Puntos Municipales del Observatorio Regional de la Violencia de Género de la Comunidad de Madrid. Experta en Violencia y Trauma. Fundadora de Iptra (Instituto Psicoterapia y Trauma).




    – ¿Qué es el trauma?

    Ante un acontecimiento estresante o una situación de naturaleza excepcionalmente amenazante o catastrófica (catástrofes naturales, accidentes, atentados terroristas, agresiones, malos tratos, abuso o agresión sexual, tortura, secuestro etc) vivido ya sea de forma directa o indirecta, se produce en las víctimas un sentimiento de miedo intenso, indefensión, amenaza y pérdida de control que tendrá unas consecuencias traumáticas en la persona que lo sufre.
    Cuando ha ocurrido un episodio único, el trauma o daño psicológico habitualmente cursa en fases. En una primera fase hay una primera reacción de sobrecogimiento y embotamiento generalizado, que se caracteriza por lentitud en las reacciones y mecanismos de negación. Es lo que se denomina estado de “shock”. En una segunda fase, aparecen fuertes reacciones emocionales de dolor, rabia, impotencia, culpa, miedo que alternan con periodos de profunda tristeza y abatimiento. Por último, pueden aparecer las reexperimentaciones del suceso de forma espontánea o ante estímulos relacionados. Estas reacciones pueden dar lugar al Trastorno de Estrés Postraumático.
    Cuando la situación de violencia está cronificada en el tiempo, como ocurre en el abuso sexual o maltrato infantil y en la violencia de género, las víctimas pueden presentar alteraciones en la personalidad en cuanto a su capacidad para relacionarse y a su propia identidad. Esto es lo que se ha denominado Trauma complejo.
    Es importante señalar también que, en ocasiones, puede ocurrir un daño psicológico ante situaciones que aparentemente no son traumáticas pero que la persona las vive como tal debido a sus propias características personales, momento evolutivo, consecuencias para su vida etc.

    – ¿Por qué se produce el trauma?

    El trauma o daño psicológico ocurre a consecuencia de que el suceso negativo que ha experimentado la persona desborda su capacidad de afrontamiento y de adaptación. Cuando nos enfrentamos a una situación que nos genera de forma abrumadora dolor, miedo, vergüenza, indefensión o pánico bien sea por su intensidad, por el momento vital en el que ocurre o porque no exista posibilidad de defenderse o de huir de la situación que nos daña, el sistema de defensa de nuestro organismo puede verse colapsado y no es capaz de procesar adecuadamente lo ocurrido ni de elaborar una respuesta de control. Debido a lo cual, el sistema de defensa se mantiene en un inadecuado estado de alerta permanente que va a provocar que ante cualquier estímulo relacionado con la situación traumática se disparen las mismas reacciones a nivel fisiológico, cognitivo, comportamental y emocional que se pusieron en marcha ante el acontecimiento traumático.


    Vídeo Recomendado: Identifica y supera un trauma psicológico

    – ¿Qué relación existe entre la violencia y el trauma?

    Si cualquier experiencia traumática hace que la víctima se cuestione conceptos fundamentales como que el mundo es un lugar lo suficientemente seguro, el valor positivo de uno mismo como persona y el sentido de la vida, en los casos en los que el daño ocurre provocado por otro ser humano de manera intencionada y violenta, las consecuencias traumáticas son mucho más graves.

    – ¿Por qué a unas personas que sufren violencia se traumatizan y otras no?

    La mayor o menor repercusión psicológica de una conducta violenta va a depender de varios factores. Por un lado, depende de la vulnerabilidad tanto psicológica como biológica de la persona, que se refiere a un desequilibrio emocional preexistente a la situación traumática y a contar con un umbral más bajo de activación psicofisiológica. En estos casos, el impacto de la violencia va a ser mayor y/o más incapacitante.
    También la duración e intensidad del suceso violento y el significado que se dé al mismo va a influir, así como que el incidente concurra con otras experiencias negativas actuales o pasadas. Un insuficiente apoyo familiar y/o social y utilizar estrategias de afrontamiento inadecuadas van a empeorar la sintomatología postraumática.
    Por otro lado, existen personalidades más resistentes al estrés y por tanto a la traumatización, que se caracterizan por tener un adecuado control de las emociones, valoración positiva de sí mismo, estilo de vida equilibrado y contar con apoyo social entre otras características. Es a lo que nos referimos cuando hablamos de las capacidades de resiliencia o resilientes de una persona, la capacidad de los seres humanos sometidos a los efectos de una adversidad, de superarla e incluso salir fortalecidos de la situación.

    – ¿Son más sensibles los pequeños a sufrir traumas?

    Indudablemente, los niños y las niñas tienen menos recursos de afrontamiento ante una situación traumática y por ello son más vulnerables ante una vivencia violenta. Muchos adultos piensan equivocadamente que los niños no son conscientes de lo que ocurre, que se adaptan rápidamente, que no sienten la pérdida…, sin embargo, las consecuencias del trauma en los niños pueden ser más graves que en un adulto. Lo que pasa es que el reflejo del daño psíquico en los niños no es igual que en los adultos y por ello puede pasar desapercibido, síntomas disociativos, somatizaciones, irritabilidad, aislamiento, comportamientos disruptivos..
    Tal como señala Judith Herman, si en un adulto el trauma provoca un daño en la estructura de personalidad, en la infancia la forma y la deforma.
    En cualquier caso, la repercusión de un evento traumático en un niño y la repercusión en su vida va a depender principalmente del apoyo y la contención que le presten sus figuras de referencia (madre, padre u otros adultos significativos).


    Vídeo Recomendado: Cómo superar un trauma

    – ¿Qué consecuencias futuras tiene el trauma?

    Las consecuencias psicológicas en la vida adulta de un trauma en la infancia son difíciles de predecir con exactitud, pero, sin duda, todo acontecimiento traumático ocurrido en la vida de un niño o una niña provoca una “herida psíquica” que puede incidir o activarse de nuevo en la adultez.
    Que aparezcan consecuencias negativas en el futuro va a depender de si existen más traumas previos, haber sufrido malos tratos en la infancia o si la persona presenta un trastorno de personalidad. Habrá también un peor pronóstico cuando la persona haya sido revictimizada porque la exposición haya sido continuada en el tiempo (es el caso de la violencia familiar, abuso sexual infantil, secuestros prolongados…), o que hayan ocurrido diferentes situaciones traumáticas a lo largo de su desarrollo, que la sintomatología postraumática haya sido intensa o de carácter disociativo, como por ejemplo, amnesia psicógena.

    – ¿Cómo se trata el trauma?

    La intervención psicológica con las personas que han sufrido un trauma va a depender en gran medida del enfoque y abordaje terapéutico que utilice cada profesional.
    Diferentes autores especializados en trauma como Pierre Janet, Van del Kolk o Herman, establecen la necesidad de abordar la intervención por fases.
    En una primera fase de Estabilización, el objetivo será la reducción o eliminación de sintomatología postraumática. Se trata de dotar a la persona de recursos y herramientas para la regulación y autocontrol emocional, aprendizaje de estrategias de afrontamiento y fortalecimiento de sus recursos personales. En definitiva, tiene que ser una fase de empoderamiento.
    En una segunda fase nos centraremos más en una intervención sobre el hecho traumático. Se trata de superar la fobia al recuerdo, procesando adecuadamente lo vivido de tal forma que pueda ser “engranado” en la narrativa biográfica de la persona. La memoria traumática suele estar fragmentada, sin narrativa, con recuerdos sensoriales de gran impacto y sin integración. El objetivo por tanto es integrar. En esta fase pueden utilizarse técnicas como el EMDR (Eye Movement Desensitization and Reprocessing) que están demostrando una gran eficacia en el abordaje del Trastorno por Estrés Postraumático y otros trastornos derivados de una situación traumática.
    Finalmente, se trata de consolidar la integración, facilitar el duelo y reconectar a la persona de nuevo con su ambiente consiguiendo una adaptación óptima a su vida diaria y en sus relaciones interpersonales.




    Desde aquí mi agradecimiento a Dª Virginia Mora, Psicóloga Sanitaria. Experta en violencia y trauma, por habernos acercado al mundo del trauma.

  • ¿Qué consecuencias tiene sufrir abusos en la infancia?

    ¿Qué consecuencias tiene sufrir abusos en la infancia?

    Un estudio de la Universidad Libre (Países Bajos) analiza las consecuencias en las relaciones sociales de los adultos tras sufrir abusos en la infancia.
    El abuso infantil es uno de los acontecimientos más traumáticos tanto para el que lo sufre como para sus familiares una vez que se descubre.

    Abusos en la infancia

    El pequeño que carece de una estructura psicológica adecuada, no llega a entender el por qué de la situación y debe vivir con una situación tan dramática que en muchos casos puede marcarle en sus relaciones sociales.
    Dependiendo de la edad del menor, los adultos, una vez que el menor crece, se deciden por contarle o no lo acontecido durante su infancia.
    A pesar de esta decisión, las consecuencias van a permanecer ahí mientras el pequeño, ahora convertido en adulto, no se enfrente y afronte adecuadamente.

    Una realidad, la de los abusos en la infancia, que va a marcar de forma decisiva a la víctima. Así se ha reportado que las personas que sufrieron abusos durante la infancia van a mostrar unos menores niveles de autoestima, con mayores casos de depresión y de trastorno de estrés post-traumático.
    Incluso algunos estudios lo relacionan con alcanzar menores metas educativas y con problemas de delincuencia durante la adolescencia, pero ¿Qué consecuencias tiene en la relaciones futuras sufrir abusos en la infancia?



    Maltrato infantil

    Esto es lo que se ha tratado de averiguar desde la Universidad Libre (Países Bajos) cuyos resultados han sido publicados en la revista científica Crime Science.
    En el estudio participaron 910 víctimas de abusos en la infancia, cuyo listado fue extraído de los informes de la policía, de hechos acontecidos entre 1980 a 1985.
    El 73,8% de los casos era a mujeres, y la edad en que sucedió el abuso fue alrededor de los 12 años. Siendo en el 46,3% de los casos un abuso repetido.
    Los resultados significativos en cuanto a las consecuencias en las relaciones como adultos de estas personas que han sufrido abuso en la infancia son:
    – Se produjo una maternidad temprana, de tres años de anticipación en comparación con el resto de la población holandesa.
    – Con una anticipación en cuanto al matrimonio e incluso divorcios en comparación con la población general.
    – Igualmente tuvieron más hijos que la población general.
    Siendo significativamente más elevado los datos anteriores cuando los abusos lo sufrieron mujeres frente a hombres.

    Trauma infantil

    Hay que tener en cuenta que los resultados anteriores sólo contemplan las relaciones en función del número de hijos, matrimonios y divorcios, y no en cuanto a otras variables, como el número de parejas, o la estabilidad en el tiempo con ellas, todas ellas a tener en cuenta para comprender la verdadera incidencia de los abusos en la infancia.
    Una de las limitaciones del estudio es que la población masculina está escasamente representada, luego los resultados obtenidos pueden variar si se incorporan nuevos sujetos a la muestra. Esto es debido a que existe una mayor conciencia de denuncia en el caso de las niñas que de los niños, algo que en los últimos años se ha intentado corregir por parte de las autoridades.
    Otra de las limitaciones en cuanto a el tiempo transcurrido desde el abuso, unos 33 años de media, lo que implica que la persona ha tenido tiempo para aprender a sobrellevar y a superar las consecuencias del abuso; si esta medida se hubiese realizado a los diez años o menos, seguramente los resultados serían más «catastróficos» y notables.

    A pesar de las limitaciones comentadas con anterioridad, hay que tener en cuenta que el abuso en la infancia va a tener un importante efecto en la vida futura de sus víctimas.
    Aspecto que hay que se tratado desde las instituciones, más allá de facilitar la denuncia, y de crear mecanismos de «sanción» al agresor. Hay que realizar una verdadera inversión en un tratamiento integral de la persona, que le ayude a superar las secuelas que este abuso pueda generar, y con ello, facilitando que pueda llevar una vida los más «común» posible.
    Igualmente en dicho tratamiento habrá que incluir a los familiares más próximos con los que convive, ya que estos van a influir en el normal desarrollo de la persona, si aprenden a comprender la situación que ha sufrido y cómo pueden ayudar al respecto.

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