Un reciente estudio dirigido por la Universidad de Hamamatsu (Japón) analiza la existencia de esta relación en 962 embarazadas.
Depresión Post-Parto
Actualmente y tras muchos años de investigación se conoce que existe un la alta incidencia de casos de depresión postparto, esto es, unos sentimientos de tristeza que se experimenta tras haber pasado por el parto.
Si bien anteriormente se desconocía el porcentaje de casos de mujeres afectadas, actualmente se estima que afecta a uno de cada dos casos, aunque existen estudios que indican que este porcentaje puede llegar a ser superior y afectar a siete de cada 10 mujeres que dan a luz.
Aunque no se expresa de la misma forma en todas ellas, así se estima que el 50% de los casos de depresión posparto suelen presentarse de forma moderada y transitoria sus síntomas, esto es existen sollozos, tristeza, incluso irritabilidad e insomnio, pero todos estos síntomas van pasando con los días y meses tras el parto.
En cambio, a un 20% de las mujeres que padecen depresión postparto, se las presenta de forma grave, y en algunos casos con, llegando a ser incapacitante para la madre.
Algo que ya de por sí es grave para la salud de la mujer, pero que en estos primeros momentos también tiene importantes consecuencias para la salud del niño.
Actualmente existen grandes avances asistenciales para qué el pequeño no se vea afectado por el abandono de la madre, por ejemplo a la hora de alimentarse, pero hace unos años, podría suponer un riesgo importante para su salud e incluso para su supervivencia.
De ahí que haya aumentado de forma considerable la concienciación sobre este fenómeno, que para aquellas personas que no estén próximas a la maternidad, puede ser desconocido, e incluso extraños, pero ¿Está relacionada la depresión post-parto con el autismo?
https://youtu.be/Vu5YXgns9wU
Incidencia de la depresión Post-Parto
Esto es precisamente lo que se trata de averiguar en una reciente investigación realizada conjuntamente por el Departamento de Psiquiatría, Universidad de Hamamatsu; el Departamento de Desarrollo Infantil,Universidad de Kanazawa (Japón) y la División de Psicología Médica; King’s College (Inglaterra) cuyos resultados han sido publicados en el 2015 en la revista científica Research in Autism Spectrum Disorders.
En el estudio participaron 962 embarazada, a las cuales se las hizo un seguimiento durante los tres meses siguientes a dar a luz.
Se empleó un cuestionario estandarizado para determinar la presencia de depresión post-parto denominado Escala de Depresión Post-parto de Edinburgh (EPDS), de cuyo resultado se diagnosticaron 15% de casos entre las mujeres que habían dado a luz. Se evaluaron también a las mujeres con respecto al autismo, a través de la escala de Fenotipo Ampliado del Autismo (BPASS).
Investigación Depresión Poast-Parto
Los resultados muestran que las mujeres que tiene síntomas autista, tienen un mayor riesgo de padecer depresión post-parto, y esta relación es más fuerte cuanto mayores sean los sintomas del autismo.
Comentar que el resultado de las mujeres diagnosticas con depresión postparto está muy por debajo de otros estudios que hablan de hasta el 70%.
Una de las limitaciones del estudio, es precisamente la selección de las mujeres, todas ellas dentro de una población con unas características culturales muy definidas como es la japonesa, es por lo que se requiere de nueva investigación para comprobar si los resultados se observan también en otras culturas, para poder concluir que se trata o no de un fenómeno universal.
Un reciente informe científico afirma haber desarrollado una vacuna para el trastorno del espectro autista, lo que ha abierto una gran polémica la respecto.
Modelo animal autismo
El Trastorno del Espectro Autista a día sigue siendo un misterio para la ciencia en muchos de sus aspectos, ya sea a nivel de detección temprano como de intervención, tal es así el desconcierto que despierta que todavía no existe una teoría explicativa al respecto, o mejor dicho existen tantas y todas válidas, que no existe una dominante.
Algunos teóricos se limitan a describir los signos y síntomas del Trastorno del Espectro Autista, otros en cambio tratan de hipotetizar sobre su origen, factores desencadenantes y evolución. Con respecto al este segundo grupo, no se tiene claro el papel genético en el Trastorno del Espectro Autista, siendo esencial para unos, y solo una mínima explicación para otros. Algunos autores tratan de explorar teorías de índole psicológica como la teoría de la mente para dar cuenta de las deficiencias en el saberse poner en el lugar de otros.
Hay autores que defienden que se trata de un problema eminentemente social, ya que es ahí donde muestra las mayores deficiencias, y por tanto donde hay que centrar el tratamiento.
Una dispersión de teorías que obedece a una mezcla de sintomatología diversa con el propio desarrollo del menor y que como consecuencia un retraso en el desarrollo comunicativo, funcional y social del menor.
Un problema complejo que requiere también de una compleja intervención, que en la mayoría de los casos consigue una recuperación parcial de las funciones, sin llegar a una equiparación total del desarrollo del menor con lo que corresponde por su edad.
A todo este caos teórico y práctico con respecto al Trastorno del Espectro Autista también hay grupos que tratan de estudiar sobre el origen del mismo desde el punto de vista genético. Los estudios previos al respecto informan que el riesgo de incidencia es muy reducido, salgo que se tenga un hijo previo con autismo que se eleva entre un 5 a 20%, o que se tenga un mellizo con Trastorno del Espectro Autista que el riesgo asciende a un 90%.
Entonces si no se trata de la herencia, la genética debe de incidir en el desarrollo neonatal para que tenga consecuencias posteriores en el desarrollo, de ser así, y tal y como se hace en otras enfermedades se podría tratar incluso antes de que el pequeño naciese con una «simple vacuna», pero ¿Existe una vacuna para el trastorno del espectro autista?
https://youtu.be/k9SFcxBUk8w
Modelo humano autismo
Esto es precisamente lo que acaba de afirmar desde la Divisón de Desarrollo de Vacunas del Instituto Tecnológico Wyoming (EE.UU.) según se desprende de un reciente informe emitido desde su web.
El estudio realizado en animales en concreto en la mosca Drosophila melanogaster, ha conseguido detectar e incluso reparar los efectos del equivalente a un Trastorno del Espectro Autista.
Tras detectar y aislar las factores implicados genéticamente, que tienen que ver con una mutación en los receptores de la dopamina, se ha conseguido diseñar una vacuna que consigue evitar que se produzcan dichos errores en el desarrollo genético del descendiente, evitando así que surja del Trastorno del Espectro Autista.
Hay que tener en cuenta que al tratarse de un modelo animal, todavía requiere de mucha investigación antes de que se puedan realizar los primeros ensayos en humanos, ya que hay que garantizar que no se produzcan efectos secundarios adversos, con peores consecuencias que el propio Trastorno del Espectro Autista.
Vacuna autismo
Entre los detractores de este avance están aquellos que sospechan de los efectos nocivos para la salud que pueden provocar algunas vacunas, que incluso en el pasado han sido relacionadas con la propia aparición del Trastorno del Espectro Autista. De ahí la desconfianza de una nueva vacuna cure lo que otra estropeó.
Igualmente la concepción del Trastorno del Espectro Autista como algo exclusivamente genético va en contra de todas las teorías psicológicas, sociológicas e incluso del neurodesarrollo planteadas hasta el momento, ya que si se fuese así de simple no se precisaría más de ningún tipo de intervención, ni detección temprana, ni nada de lo que actualmente está establecido y validado para el tratamiento de pacientes con Trastorno del Espectro Autista.
Esto no quita que los resultados sean prometedores, pero habrá que establecer, primeramente si son suficientemente seguros, y segundo, en qué casos sí se puede aplicar la vacuna y cuales no. Ya que parece demasiado precipitado afirmar que con esta vacuna se puede erradicar el Trastorno del Espectro Autista del mundo, como si fuese la enfermedad de la polio o cualquier otra que actualmente se está combatiendo por erradicar.
Un reciente estudio trata de analizar las diferencias en las habilidades sociales existentes entre el autismo y el síndrome de Down.
El síndrome de Down
Uno de los problemas más importantes para pediatras y padres es saber reconocer si el pequeño está teniendo un desarrollo normal o no en comparación con otros niños de su edad.
Pueden ser muchas las circunstancias que pueden provocar deficiencias en el desarrollo del menor, algunas de ellas que parecen solucionarse por sí solas a medida que el pequeño crece y otras que requieren de intervención del especialista tanto para su diagnóstico como para su tratamiento.
Cuando además de la presencia de deficiencias, ya sea en el desarrollo motor, intelectual o de las habilidades comunicativas, si estas van acompañadas de ciertos rasgos físicos característicos pueden dar indicios de estar ante un pequeño con síndrome de Down, diagnóstico que además de sus características destacables puede ser rápidamente diagnosticado por la presencia de una alteración genética en el par 21 donde tiene un cromosoma extra, de ahí que también se le denomine trisomía 21.
Pero que se sufra este tipo de alteración cromosómica con todas sus consecuencias físicas y del desarrollo no evita que pueda padecer en el mismo porcentaje que la población, de otras alteraciones y trastornos, ya sea del desarrollo u de otro tipo.
La dificultad radica precisamente en saber distinguir qué sintomatología corresponde al síndrome de Down y cuáles a otro trastorno, sobre todo cuando este es del desarrollo, donde su característica principal es precisamente un enlentecimiento en avance de las habilidades de control fino motor, del lenguaje, de las capacidades cognoscitivas, o del control de las pocas emociones, tomándose como punto de comparación a los pequeños de su misma edad, pero ¿Puede presentarse el autismo con el síndrome de Down?
https://youtu.be/S1yv5HHZrcA
Journal of Neurodevelopmental Disorders
Esto es precisamente lo que trata de estudiarse desde el Hospital Alto Deba, el Hospital Donostia y la Fundación CITA-Alzheimer Fundazioa (España) cuyos resultados ha publicado en Enero del 2015 en la revista científica Journal of Neurodevelopmental Disorders.
Tal y como se ha comentado en la introducción la dificultad de detectar la presencia de ambos trastornos a la vez es que saber distinguir a cual de lso dos se corresponden los síntomas que muestran los pequeños.
En este caso del síndrome de Down puede que alguno exhiba además de sus rasgos típicos, cierto retraso en el desarrollo del lenguaje y social, lo que puede pasar totalmente desapercibido debido a que muestra retrasos en otras habilidades también, lo que puede estar encubriendo además el padecimiento de un Trastorno del Espectro Autista.
Tal es la dificultad de este segundo diagnóstico que los autores del estudio afirman que no existe hoy en día estadística al respecto sobre la presencia de ambos trastornos del desarrollo presentados a la vez, a pesar de ello han diseñado un estudio para tratar de distinguir los síntomas de uno u otro.
En el estudio participaron 46 personas entre 10 a 21 años, 26 mujeres y 20 varones todos ellos diagnosticados con Trisomía 21, es decir síndrome de Down y específicamente se escogieron aquellos que no tuviesen diagnosticado Trastorno del Espectro Autista.
A todos ellos se les pasaron una serie de cuestionarios como la escala de receptividad social denominada Social Responsiveness Scale (SRS) donde los cuidadores evalúan el nivel de implicación social de los pequeños, el cuestionario de desarrollo social denominado Social Communication Questionnaire-Lifetime (SCQ), para el desempeño social mediante el lenguaje no verbal se usó la Escala Internacional de Ejecución de Leiter denominado Leiter International Performance Scale-Revised (Leiter-R), una prueba de vocabulario denominado Peabody Picture Vocabulary Test, Fourth Edition (PPVT-4).
El hecho de pasar una prueba propia del Trastorno del Espectro Autista a alguien que no lo tiene permite conocer qué items y escalas de la prueba van a mostrarse en la población de los diagnosticados con síndrome de Down y cuáles no.
Son precisamente estos segundos los que van a permitir establecer un diagnóstico en los nuevos casos, ya que de presentarse, se puede decir que además se está sufriendo un Trastorno del Espectro Autista.
Los resultados más destacables muestran resultados significativos en dos subescalas del SRS en concreto en lo que se refiere a cognición social y a manierismos, siendo este segundo movimientos repetitivos como balanceo, luego según los autores son estos los sintomas más importantes a tener en cuenta a la hora de evaluar la presencia del Trastorno del Espectro Autista en pequeños con síndrome de Down
Autismo y Down
Hay que tener en cuenta el reducido número de participantes y el rango de edad tan amplio usado, lo que hace necesario nueva investigación con más sujetos antes de poder llegar a una conclusión válida.
Igualmente la edad mínima de los participantes de 10 años hace que no se pueda emplear como herramienta diagnóstico útil del Trastorno del Espectro Autista, ya que cuanto antes se detecte este antes se puede intervenir.
Experto Colaborador:
Trastorno del espectro autista y el síndrome de Down:
Trastorno del espectro autista – de aquí en adelante llamado trastorno autista – se produce con más frecuencia en los niños con síndrome de Down que en otros niños, pero con menos frecuencia que en otros grupos de discapacidad de aprendizaje.
La prevalencia puede ser tan alto como 5%
A menudo hay reticencia a considerar la posibilidad de la doble diagnóstico de síndrome de Down y autismo. Por esta razón, el diagnóstico es con frecuencia muy retrasado.
Dos razones para el fracaso de diagnóstico del trastorno autista en los niños con síndrome de Down:
1. la noción equivocada de que los niños con síndrome de Down son siempre «alegres» por lo que no pueden ser «autistas»
2. la falta de conciencia del perfil de desarrollo habitual de las personas con síndrome de Down.
De particular importancia es la relativa a la alta prevalencia de los espasmos infantiles.
Los niños pueden mostrar comportamientos típicos del autismo en la infancia y seguir un curso similar al observado en otros niños. Sin embargo, no es raro que la aparezca regresión de las habilidades sociales y de comunicación en la infancia tardía -típicamente entre 3 y 7 años de edad, y a veces tan tarde como en la adolescencia. Esta condición puede ser muy incapacitante.
El diagnóstico es muy importante porque cuando las dos condiciones coexisten, el trastorno autista tiene prioridad en términos de las necesidades educativas y de gestión.
La posibilidad de que se presente el trastorno autista debe ser considerado en cualquier niño en edad preescolar con síndrome de Down que está fallando para hacer progresos esperados en el habla, el lenguaje, la comunicación, las habilidades sociales o de cualquier niño mayor que muestra regresión de estas habilidades.
El diagnóstico diferencial incluye:
• El hipotiroidismo
• discapacidad múltiple profunda y grave
• La privación social
• enfermedad concurrente Mayor
• Audiencia o deficiencia visual
Entrevista a la Federación Autismo Andalucía desde donde nos contestan de las preguntas más importantes y actuales relativas al Autismo.
– ¿Existe un mayor procentaje de casos de Autismo en los últimos años, y de ser así a qué cree que es debido?
No sabemos con seguridad el número de casos que existen en España, ya que no contamos con estudios poblacionales ni censos oficiales.
Sí sabemos que en los últimos años se ha constatado un aumento considerable de los casos detectados y diagnosticados. Es posible que este incremento se deba a una mayor precisión de los procedimientos e instrumentos de diagnóstico, a la mejora en el conocimiento y la formación de los profesionales, o ciertamente, a un aumento real de la incidencia de este tipo de trastornos.
Por ello, manejamos las cifras de estudios epidemiológicos realizados en Europa, que apuntan una prevalencia de aproximadamente 1 caso de TEA por cada 150 nacimientos (en estudios recientes realizados en EE.UU. —CDC, 2012— los datos son de 1 por cada 88).
En ellos se confirma que se presentan de manera más frecuente en los hombres que en las mujeres, (en una proporción de 4:1), y que no existen diferencias en cuanto a su aparición en las distintas culturas o clases sociales.
– ¿Las modificaciones de la calificación del Autismo por el D.S.M. V es beneficioso o no para pacientes y familiares?
No existe una respuesta única a esa pregunta, pero el mayor impacto se prevé en el acceso a los servicios. Uno de los aspectos que ha generado controversia es que la nueva concepción del trastorno (es decir, que se entienda como un único trastorno y que las áreas alteradas se conciban de manera dimensional), puede afectar a la organización y diseño de los apoyos y servicios de atención a las personas con TEA.
Asumiendo que una de las ventajas de ostentar una categoría diagnóstica es el reconocimiento de servicios de apoyo y recursos, con la nueva clasificación surgirán colectivos de personas con alteraciones en la interacción y la comunicación social que podrían quedar en tierra de nadie al no poder justificar de manera certera todos los síntomas necesarios para el diagnóstico. Esto supondría encontrarnos con un amplio número de personas a las que se les podrían negar los servicios de apoyo o bien asignar otros que no sean sensibles a las necesidades de las personas que hasta ahora cumplían los criterios diagnósticos de las diferentes categorías que existían en el DSM-IV-TR. Muchas personas que con el DSM-IV podrían recibir un diagnóstico de TGD van a recibir un diagnóstico según el DSM-5 que no será de TEA, lo que seguramente limite o dificulte su acceso a servicios de apoyo, cuando son personas que tienen importantes limitaciones funcionales asociadas a necesidades de apoyo nada desdeñables.
Pero como propone AETAPI (Asociación Española de profesionales del Autismo), a fin de que ninguna persona con necesidades de apoyo en la interacción y comunicación social se quede sin apoyos, […] creemos que podría ser conveniente que los servicios especializados y orientados a dar apoyo a persona con TEA, puedan ofrecer apoyo a aquellas personas con dificultades en el ámbito de la comunicación social (Trastornos de la Comunicación Social, por ejemplo) u otros trastornos con necesidades de apoyo estrechamente relacionadas con las de las personas con TEA. Para terminar, queremos recordar que aunque las consecuencias de recibir un diagnóstico equivocado pueden ser muy negativas para las personas a las que esto les pudiera ocurrir, no podemos olvidar que el mayor problema con el que se enfrentan el conjunto de las personas con TEA (y sus familias) que sí reciben el diagnóstico es la escasez de recursos de apoyo que especializados y de calidad a lo largo y ancho del Estado Español (Fuentes Biggi, op.cit.).
– ¿Existen diferencias niño – niña en el caso del Autismo?
Los rasgos que definen el autismo son a menudo codificados como culturalmente más masculinos que femeninos, la realidad es diferente. Los últimos estudios del Centro de Control y Prevención de enfermedades de Atlanta, habla de un prevalencia en mujeres de 1:189 y en hombres de 1:42 Las mujeres con autismo experimentan un sentido profundo de distancia tanto de la mayoría de los hombres con el trastorno, así como de los estereotipos de la feminidad. No existen herramientas específicas para identificar el modo en que las mujeres muestran su autismo. Otros factores que juegan a favor de la invisibilidad diagnóstica es la habilidad que estas mujeres con autismo tienen para “camuflar” sus dificultades, y según últimos estudios la menor presencia de intereses restringidos y comportamientos estereotipados.
– ¿Cuáles son los primeros síntomas que deben de atender los padres ante un hijo con Autismo?
No todos los niños presentan todos los síntomas descritos como clásicos y ninguno de ellos es patognomónico o decisivo. Consecuentemente, la ausencia de cualquiera de ellos no es excluyente del diagnóstico de autismo. El desarrollo del lenguaje, en los primeros años de vida, presenta un retraso significativo o características peculiares en una mayoría de personas con TEA.
En niños de alrededor de dos años de edad, los síntomas más frecuentes son: la ausencia de una mirada normal a los ojos; el no compartir interés o placer con los otros; la falta de respuesta al ser llamado por su nombre; el no “llevar y mostrar” cosas a los demás, y el no señalar con el dedo índice.
Actualmente no existe ningún marcador biológico reconocido que permita el diagnóstico de los Trastornos del Espectro del Autismo (TEA). Éste se realiza en base a diferentes indicadores en el desarrollo de la persona que apuntan a una alteración en el mismo, así como a una evaluación específica de su conducta.
La edad de detección varía de unos casos a otros, pero existen una serie de señales de alarma que pueden hacer recomendable una valoración exhaustiva del desarrollo. Éstas son:
* Hacia los 12 meses de edad:
– No balbucea ni hace gestos como saludar con la mano, señalar para pedir alguna cosa o mostrar objetos.
– No reconoce su nombre ni responde cuando se le llama.
* Hacia los 18 meses de edad:
– No dice palabras sencillas.
* Hacia los 24 meses de edad:
– No dice frases de dos o más palabras, que sean espontáneas y no sólo repeticiones de lo que ha escuchado a los demás.
– Tiene dificultades para mantener el contacto ocular cuando se le habla, y no sigue objetos con la mirada.
– No se implica en juegos compartidos, y parece no disfrutar de la relación compartida con otras personas.
De todas formas, si a cualquier edad parece que pierde habilidades que ya había conseguido, como el balbuceo o las primeras palabras, estaría también indicada la valoración de diagnóstico.
– ¿Qué tipo de tratamiento tiene que recibir una persona con Autismo?
Por el momento, no existe ninguna cura para los TEA. Sin embargo, existen factores que van a influir de manera importante en el desarrollo de la persona que los presenta y en su calidad de vida. Los principales son:
– El diagnóstico precoz y la atención temprana que reciba.
– Los recursos educativos y comunitarios adecuados a sus necesidades individuales.
– Los servicios especializados que pueda disfrutar, garantizados a lo largo de toda la vida.
– La red de apoyo social de la que disponga.
La persona con TEA tiene derecho a disfrutar durante todas las etapas de su ciclo vital de intervenciones basadas en la evidencia científica y en el consenso profesional, que incorporen sus intereses y los de su familia y maximicen su desarrollo personal y su calidad de vida.
Los apoyos deben ser individualizados y maximizar las oportunidades de aprendizaje, de inclusión social y de desarrollo personal. También deben dirigirse a la adaptación del entorno social y comunitario, para favorecer su accesibilidad y garantizar la inclusión y la participación de la persona con TEA, y con ello, el disfrute de sus derechos en igualdad de oportunidades.
Es necesario destacar que la persona con TEA sigue desarrollándose y aprendiendo a lo largo de toda su vida. Los rasgos que caracterizan los TEA no desaparecen cuando la persona llega a la vida adulta, aunque sus necesidades sí van cambiando con la edad y el paso del tiempo.
Así, la calidad de vida de la persona y la de su familia van a estar influidas por las posibilidades de acceder cuanto antes a las intervenciones y apoyos adecuados, que se adapten a sus necesidades individuales, y que maximicen sus oportunidades de aprendizaje, de inclusión social y de desarrollo personal, manteniendo todos estos elementos a lo largo de la vida de forma continua y permanente.
Los TEA, por sus propias características definitorias, conllevan un factor de alto riesgo en la exclusión social de las personas que los presentan. El escaso conocimiento acumulado por la sociedad en general y de organismos competentes en la definición de las políticas sociales en relación a los TEA han consolidado las barreras y prejuicios establecidos socialmente, que limitan la autonomía y la participación de las personas con TEA en la sociedad.
Teniendo en cuenta que los TEA afectan de manera fundamental a la esencia social de la persona, y que por esta razón entrañan un desafío especial a la hora de participar de manera activa en la sociedad, es una obligación de todos reconocer que las personas con TEA pueden y deben, ejercer y defender sus derechos de manera activa, proporcionándose para ello los mecanismos, recursos y apoyos necesarios que favorezcan su acceso y participación social, y fomenten su autodeterminación.
– ¿Qué nivel de independencia puede llegar a tener una persona con Autismo?
Hoy por hoy no tenemos una cura para el autismo y su pronóstico, en general, es poco alentador, especialmente si lo que se pretende es hacer desaparecer el trastorno. Los niños con autismo crecen para ser adultos con autismo y conocemos varios aspectos que influyen en el pronóstico. Unos son inherentes a cada caso concreto; así, aquellos niños que tienen una inteligencia – al menos una inteligencia no verbal – normal y adquieren lenguaje a los cinco – seis años tienen mejor pronóstico que quienes no cumplen ambos criterios. Se puede decir que cuantas más capacidades tiene la persona, mejor será su pronóstico, aunque ello no signifique su normal desenvolvimiento en la vida adulta. Así tenemos ejemplos de personas con trastorno de Asperger que han conseguido una vida adulta productiva y personalmente satisfactoria, mientras que otros con el mismo trastorno no lo han conseguido. Otros elementos fundamentales para el pronóstico, dependen de factores externos: cuanto antes se inicie una tratamiento es mejor y si existen recursos comunitarios idóneos, la calidad de vida de las personas con autismo y la de sus familiares es radicalmente diferente.
El no ser capaces de eliminar un trastorno no quiere decir, en modo alguno, que no sepamos cómo ayudarles. Hemos pasado de culpabilizar a los familiares a reconocerles como el principal apoyo de la persona con autismo; hemos pasado de separar al niño de su familia e internarlo en centros u hospitales psiquiátricos a integrarlos en las escuelas y darles las ayudas para que lleven una vida normalizada con todos los demás. Los avances biológicos se han acompañado de una multitud de nuevas técnicas educativas que permiten su progreso y desarrollo. Si se analiza la evolución del conocimiento en estos últimos veinte años, se comprueba que el pesimismo inicial asociado con este diagnóstico ha de ser abandonado. La disponibilidad de redes comunitarias de apoyo para toda la vida, que se adapten personalizadamente a sus necesidades, les permite ahora disfrutar de una vida de calidad, mientras esperamos avances que nos faculten para luchar en la prevención y la cura de estos trastornos.
Desde aquí mi agradecimiento a la Federación Autismo Andalucía por la importante tarea de atención a familiares y pacientes con autismo a labor de información y concienciación que realizan.
Primera parte de la entrevista a D. José Segundo, quien nos habla de las posibilidades de inserción de los afectados por el Trastorno del Espectro Austista en Specialisterne.
– ¿Qué es Specialisterne y cuál es su objetivo?
Specialisterne es una empresa social cuya misión u objetivo principal consiste en ayudar a crear puestos de trabajo para personas con Trastornos del Espectro Autista (TEA) y diagnósticos similares, mediante la divulgación del mensaje de Specialisterne, proporcionando formación y ocupación, diseminando conocimientos y compartiendo prácticas.
La visión de Specialisterne es la de un mundo en el cual las personas tengan las mismas oportunidades en el mercado laboral. Sus valores se basan en el respeto –esfuerzo por crear un ambiente de trabajo que abarque la diversidad y que respeta los requisitos de los individuos, sus necesidades y habilidades-, la adaptación –escuchar, aprender y apoyarse mutuamente-, accesibilidad –compartir conocimientos y experiencias, y colaborar abiertamente con los socios externos- y claridad –cumplir promesas y trabajar con objetivos claros-.
– ¿Qué cursos ofrece Specialisterne?
Specialisterne ofrece formación en TI. Los objetivos de la formación que ofrece Specialisterne son, en primer lugar, facilitar que las personas con TEA y SA puedan adquirir las competencias socio-laborales necesarias para desenvolverse en un entorno laboral y poder así llegar a desempeñar un trabajo dentro de un entorno laboral empresarial, dentro del marco de las TI (tecnologías de la información).
De esta manera, Specialisterne proporciona un Programa de Evaluación y Formación en el campo de las TI, así como también metodologías de trabajo y herramientas de aprendizaje específicas (según necesidades individuales de aprendizaje) para personas con TEA y SA.
Así mismo, dentro de la formación tenemos como objetivo de facilitar estrategias personalizadas mediante planes de trabajo individuales (a través tutorías de seguimiento y sesiones de diálogo estructurado, entre otros) centrados en marcar objetivos específicos y medibles para potenciar el grado de empleabilidad y competencias socio-laborales y técnicas de la persona.
Por otra parte, también proporcionamos la participación de los alumnos en actividades grupales para fomentar la integración grupal con el fin de contribuir a crear un futuro entorno laboral adecuado y potenciar determinadas competencias socio-laborales en un contexto diferente.
¿Cómo surge Specialisterne y cuál es la labor que realizan?
Specialisterne significa en danés, “los especialistas” y es el nombre de la empresa danesa y del concepto original desarrollado por Thorkil Sonne. La marca Specialisterne pertenece a la Specialist People Foundation.
Las diferentes oficinas de Specialisterne de todo el mundo son empresas socialmente innovadoras que aprovechan las características de las personas con TEA como una ventaja competitiva y como un medio para ayudarles a obtener una ocupación. La mayoría de empleados de Specialisterne tiene un diagnóstico dentro del espectro del autismo, y trabajan como consultores en tareas como las pruebas de programas y los procesos de datos.
Specialisterne ofrece un Programa de Evaluación y Formación para personas con autismo, una oportunidad que potencialmente puede cambiar su vida a base de identificar y desarrollar el talento que se puede aplicar en un entorno de trabajo profesional.
https://youtu.be/jrQuFamCJLs
– ¿En qué países tiene presencia Specialisterne?
El proyecto empezó en Dinamarca en el 2004 y fue expandiéndose gradualmente a otros países. Actualmente, Specialisterne tiene presencia en Estados Unidos, Polonia, Irlanda, Suiza, España, Reino Unido, Alemania, Canadá, Noruega, Islandia y Austria. También se está poniendo en marcha en Brasil, Australia e India.
– ¿Cuáles son los logros alcanzados por Specialisterne?
Specialisterne demuestra que las personas con TEA y diagnósticos similares pueden aportar valor al mercado laboral una vez se les proporciona la comprensión y el apoyo que necesitan para poder desarrollarse plenamente.
Specialisterne ofrece una amplia gama de servicios de consultoría a todo tipo de organizaciones de todo el mundo. Nuestros servicios se centran especialmente en las pruebas de sistemas informáticos, conversión de datos, archivo, tratamientos documentales y adquisición de datos.
– ¿Cuáles son los objetivos a alcanzar en un futuro por Specialisterne?
Hacia el 2020, uno de nuestros objetivos es llegar alcanzar un millón de puestos de trabajo.
Desde aquí mi agradecimiento a D. Jose Segundo, Director de Formación en Specialisterne.
Una de las características de quien tiene un trastorno del espectro autista son ciertas limitaciones en cuanto a las relaciones sociales e interpersonales.
Sensiblidad Autismo
El motivo de este retraso comunicativo ha sido atribuido a distintas causas, como por ejemplo ser uno de tantos retrasos madurativos que exhiben este tipo de pacientes.
Otras teorías apuntan que al carecer del suficiente desarrollo de otras habilidades básicas previas, no se puede llegar a un normal desarrollo comunicativo.
Ahondando en esta segunda aproximación, se considera que no sólo se trata de una cuestión de falta de desarrollo por debajo de lo esperable a su edad, mostrando así un retraso comparativo con los pequeños de su entorno, si no que tiene verdaderas carencias más profundas como la incapacidad de una adecuada integración de la información, hipersensibilidad a determinada estimulación y carencia de seguimiento visual, lo que le entorpecería el comportamiento de imitación, tan necesario para comportarnos como otros.
Una de las dificultades a la hora de establecer si el trastorno de espectro autista es un producto genético o ambiental es que la detección de los primeros síntomas suele ser a edades muy avanzadas con respecto a otras patologías infantiles, siendo preciso incluso que pasen algunos años antes de que se pueda establecer un diagnóstico al respecto.
Sobre todo cuando hay que esperar a que surjan muchas de las funciones cognitivas, que esperables a determinadas edades no aparecen en el trastorno del espectro autista.
Por lo que se hace necesario poder desarrollar herramientas que ayuden a adelantar esa edad de diagnóstico con lo poder intervenir lo antes posible. Como vemos son muchas las áreas que pueden ser afectadas en el menor con un trastorno del espectro autista, lo que hace complejo tanto su diagnóstico como su posterior tratamiento, centrado este último en entrenar las habilidades necesarias para mostrar un comportamiento de acorde a su edad, para lo que en muchos casos se inicia con un entrenamiento en el control de capacidades y habilidades muy básicas, sobre las que construir posteriores aprendizajes, pero ¿Tiene el trastorno del espectro autista limitación sensitiva?
https://youtu.be/NNE_KUhcSOM
Limitación Autismo
Esto es precisamente lo que se trata de averiguar desde la Universidad de Valencia y el Hospital de Manises (España) cuyos resultados han sido recientemente publicados en la revista científica Journal of Behavioral and Brain Science.
En el estudio participaron 17 pequeños diagnosticaso con trastorno del espectro autista, según resultados de la aplicación del DSM-IV y del cuestionario estandarizado Autism Diagnostic Observation Schedule-WPS (ADOS-WPS).
Igualmente y actuando como grupo control participaron 18 niños sin diagnóstico de trastorno del espectro autista.
Todos ellos varones de edades comprendidas entre los 6 años.
A los pequeños se les hizo pasar por tres pruebas, la primera relativa de dicotomía lingüística a través del cuestionario estandarizado Consonant-Vowel DL test, donde se evalúa la preferencia del menor por la información escuchada por un oído frente al otro; la segunda sobre la lateralización del menor, donde se evalúa y observa si es zurdo o diestro a través de Luria Manual Laterality Test; por último pasaron por una prueba para evaluar su sensibilidad a los estímulos externos para lo que se empleó una prueba denominada Sensory Profile (SP – 35).
No se encontraron diferencias significativas en cuanto a la elección del canal auditivo preferente, ni en la lateralización (zurdo-diestro) de los pequeños, aunque sí en una hipersensiblización al sonido y a la información vestibular (relacionada con el equilibrio y el control espacial); igualmente fue significativamente superior las reacciones emocionales entre los niños con trastorno del espectro autista. Entre las deficiencias significativas que mostraron se encontró unas escasas estrategias de afrontamiento social, con incapacidades para mantener la atención sostenida, escasa capacidad de interpretar correctamente el lenguaje no corporal y las expresiones faciales de los demás.
Todo esto provoca que los pequeños que tienen un trastorno del espectro autista tengan grandes dificultades para poder atender a los estímulos que se consideran relevantes socialmente, además de mostrar una interpretación inadecuada de los gestos y otros señales que solemos utilizar sobre todo para expresar las emociones.
Deficiencia Autismo
Una de las limitaciones del estudio ha sido a la hora de la selección de los sujetos de estudio, ya que únicamente se contemplan a niños en la muestra, quedando fuera de las conclusiones las deficiencias que puedan mostrar las niñas diagnosticas con trastorno del espectro autista, siendo necesaria nueva investigación al respecto para poder extraer conclusiones al respecto.
Igualmente la edad de elección de los pequeños, de seis años, hace que se desconozca si estas deficiencias pueden observase y registrarse incluso a edades tempranas, lo que sería un factor a tener en cuenta más, a la hora de poder establecer un diagnóstico temprano de este trastorno.
Chatbot de Autismo
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