Etiqueta: salud

  • ¿Es posible enfermar por las vivencias emocionales?

    ¿Es posible enfermar por las vivencias emocionales?

    El mundo emocional juega un papel destacado en cómo sentimos y padecemos, pero las emociones negativas nos va a hacernos enfermar cuando estas se anquilosa.

    Los sentimientos internos, de activación, como euforia o rabia, van a sobreexcitar al organismo modificando su nivel basal de reposo, haciendo que pensemos y nos comportemos de forma distinta a cómo lo solemos hacer; igualmente sentimientos de desactivación como el duelo o la tristeza, van a reducir la actividad del organismo, modificando igualmente nuestros pensamientos y conducta.
    Modificaciones por activa o pasiva, que pueden acarrear cambios en los niveles de ansiedad, la respiración, el dolor y el tono muscular, lo que a su vez va a tener efectos sobre el ciclo de sueño o el sistema inmunitario, por lo que si se trata de algo transitorio no va a tener mayores consecuencias, pero si éstas emociones se mantienen pueden acarrear problemas psicosomáticos producidos y motivados por el sistema límbico.,
    Así una situación de dolor psicológico (duelo) o depresión, puede desencadenar estados ansiosos puntuales, pero normalmente se caracterizará por un estado decaído, respiración superficial y enlentecida, próxima al de la melancolía, con hipersensibilidad a los estímulos externos, como la luz, los sonidos y también al dolor, sintiéndolos estos como más intensos, estando más sensibles a cualquier “agresión” externa, también se va a perder el interés por cualquier actividad física, mostrando un tono muscular decaído y flácido.
    El sueño se va a ver entorpecido por pensamientos de culpa e inutilidad que acompañan a estos estados, con recuerdos sobre las circunstancias que han motivado ese duelo o depresión, con “rumiación mental” donde se repiten una y otra vez los mismos pensamientos negativos, todo lo cual va a impedir que se duerma bien, perjudicando en cantidad y en calidad el sueño, lo que entre otros va a reducir el funcionamiento del sistema inmune que no va a poder realizar sus funciones durante la noche. Situación que si se mantiene demasiado tiempo va a afectar a todos los órdenes del organismo, empezando por el sistema inmunitario.



    Una emoción de euforia o ira, va a expresarse con altos niveles de estrés, lo que va a proporcionar una “falsa” claridad de pensamiento, sintiendo que “ahora lo entiende todo”, y que puede tomar cualquier decisión sin errar. En estos estados se produce una hiperventilación, aumentando los niveles de oxígeno en sangre, con una respiración acelerada y superficial, donde se da un “estrechamiento” atencional, perdiendo mucha información que en un estado de ánimo normal le puede resultar interesante, descartando todo aquello que no sea “su objetivo”, con reducción de la sensibilidad al dolor, tanto físico como psicológico, con una sobreactivación de la tonalidad muscular, lo que le permite no “estarse quieto” y tener que deambular de un lugar a otro.
    Al tener altos niveles de estrés, el sueño se va a ver perjudicado tanto en cantidad como en calidad, debido a esa sobreactivación, lo que va a reducir la posibilidad de “trabajo” por parte del sistema inmune y con ello recuperarse de las heridas y facilitar el aprendizaje.
    Si se mantiene ésta situación, va a facilitar las infecciones al tener debilitado el sistema inmune, así como generar un agotamiento progresivo de los recursos del organismo, dado los altos niveles de ansiedad y por tanto de colesterol en sangre.
    La atrofia del sistema límbico, va a “descolorear” la vida de la persona, no sólo en el aspecto emocional, sino en todos los ámbitos. Lo que hay que distinguir de las personas con altos niveles de Alexitimia, que van a tener dificultades en relacionarse, en tomar decisiones, en conocer qué siente su propio cuerpo y los demás, lo que le va a convertir en un “incompetente” social, ya que el resto de las personas de su alrededor van a manejarse por claves emocionales, que él va a ser incapaz de “ver” ni de procesar, mostrándose frío y distante.
    Éste tipo de personas van a tener un correcto funcionamiento del sistema límbico, lo que sucede es que no han aprendido a “ponerlo en valor” o simplemente se ha “desecho” de su mundo emocional por considerarlo una “debilidad” o algo inútil.
    La toma de decisiones de éstas personas, sería lo más parecido a las decisiones lógicas, frías y calculadas, las que a todos nos convendrían y que escasamente tomamos, basadas en cálculos de pros y contras, donde aquella columna que más sume, se convierte en la decisión óptima, sin dar pie a la improvisación.
    Son personas que les da lo mismo aprender una receta de cocina, que un libro de derecho, que una novela “rosa”, ya que su vivencia va a ser la misma. Con marcados rasgos de personalidad encuadrados dentro del tipo D, hiperactivas, autoexigentes y con baja autoesitma.
    Pero estas personas lejos de “vivir sin emociones”, como cabría pensar, lo que sufren es una “desconexión” entre el mundo emocional interno y su expresión externa, con lo que el cuerpo se va a convertir en el vehículo a través del cual dar salida a dichas emociones, produciéndose una somatización de las mismas.
    Mostrando una mayor probabilidad de padecer llegar a enfermar psicosomáticamente, como la colitis ulcerosa, úlceras péptidas, trastornos vasculares como hipertensión o cardiopatías isquémicas, además de trastornos del estado de ánimo como depresión y ansiedad.
    Y todo ello precisamente por su incapacidad de darle salida por otros medios, como la palabra, la escritura, o simplemente “rompiendo a llorar”.
    Un reciente estudio realizado por la Banaras Hindu University (India) publicado en SIS Journal of Projective Psychology and Mental Health, analiza la relación entre la salud y la alexitimia. Para lo cual analizaron a 150 adultos donde se evaluaba la alexitimia, la salud mental y las vivencias de emociones positivas y negativas.
    Los resultados indican que altos niveles de alexitimia están relacionados con una mayor probabilidad de enfermar con trastornos psicológicos, explicado en parte, por el componente de anhedonía de la propia alexitimia, con el que se pierde la vivencia positiva de las emociones, favoreciendo de ésta forma mayores experiencias negativas.




  • ¿Sabias que dormir poco pone en riesgo tu salud y además engorda?

    ¿Sabias que dormir poco pone en riesgo tu salud y además engorda?


    Uno de los procesos más sensibles de nuestro organismo es el sueño, el cual de forma natural se rige por un ciclo de ocho horas diarias en los adultos, coincidiendo normalmente con la noche.

    El sueño lejos de ser “un tiempo perdido” tal y como se afirmaba con anterioridad, se considera hoy imprescindible para multitud de procesos, que se producen durante la noche, tanto a nivel psicológico, en cuanto a consolidación de las huellas de memoria, incorporando nuevos aprendizajes, como a nivel biológico, dando tiempo al organismo a los procesos de restauración y recuperación de la salud, sobre todo lo relacionado con el sistema inmune, el cual aumenta considerablemente su actividad en ésta fase de “desconexión” de la conciencia.
    Pero tal y como se ha indicado, éste proceso es muy sensible a los cambios tanto biológicos como psicológicos de la persona. A nivel biológico, el tiempo de sueño necesario para descansar y reponerse va a variar en función de la edad, desde los primeros momentos en que existe un “descontrol” en cuanto al horario y número de horas que duermen los bebés, hasta las ocho horas que se suele instaurar a partir de la infancia y que va a acompañarnos el resto de nuestra vida.
    A pesar de lo cual existen diferencias en cuanto a la manera que dormimos, ya sea en los jóvenes que trasnochan para estudiar o ir de fiesta y que “acumulan” ese sueño para recuperarlo todo seguido, independientemente de que sea de día o de noche; hasta las noches “interrumpidas” de los más mayores, incapaces de conciliar el sueño de ocho horas seguidas, viéndose truncado durante unos minutos en la madrugada, antes de volver a dormir.


    Vídeo Recomendado:

    Hay que tener en cuenta que además puede verse afectado por factores externos que modifican el número de horas o el momento en que se descansa, así fenómenos como el trabajo por turnos y el nocturno, hace que muchas veces, se tenga que estar trabajando cuando los demás duermen.
    En la literatura al respecto se ha constatado, desde hace mucho, los nocivos efectos que sobre la salud se produce al no tener un sueño reparador de calidad y durante la noche, afectando tanto a la capacidad retentiva y de atención, como a nivel metabólico, pudiendo llegar a ser dramático cuando la persona “deja de dormir” durante días, pues ese cansancio acumulado, va a producir poco a poco un colapso en los sistemas del organismo, tanto a nivel psicológico como biológico.
    A todo lo anterior además se le une un factor psicológico, que influye sobre todo en la calidad del sueño, la cual se puede estimar como el “normal” proceso de descanso, desde que se acuesta uno, hasta que se levanta al día siguiente.
    En éste “normal” proceso, la persona va a pasar desde la fase de activación consciente, a una de sueño profundo (no R.E.M.), de ahí a sueño ligero (R.E.M.), y otra vez se recupera la fase de sueño profundo, todo ello en una sucesión a lo largo de la noche hasta que llega la hora de levantarse.

    EN la fase No R.E.M. o No M.O.R. del sueño, no se producen movimientos rápidos oculares, en ésta fase el cerebro está “descansando”, teniendo un sueño profundo y difícil de despertar, cuando se hace, la persona escasamente recuerda lo soñado, siendo normalmente próximo a la experiencia vivida durante el día anterior.
    En la fase R.E.M. o M.O.R. del sueño, se producen movimientos oculares rápidos, y es cuando el cerebro está tan “activo” como cuando se está despierto, produciéndose el sueño paradógico, ligero y fácil de despertar, cuando se hace y se le pregunta sobre el contenido del sueño, éste se suele describir como muy vivido, con gran cantidad de detalles y elementos, aunque con ausencia de “linealidad” tanto temporal como espacial en la argumentación.
    La explicación a esto se encuentra en la desactivación de algunas regiones del cerebro, sobre todo las implicadas con el movimiento de forma que la persona no “actúe” como sujeto dentro de su sueño, realizando los mismos movimientos en su cama, igualmente otras de las áreas desconectadas, son precisamente las que tienen que ver con la “linealidad” argumental espacio-temporal, de ahí la falta de conexión de las escenas y su aparente “sinsentido”.
    Estas fases se van a ir sucediendo a lo largo de la noche, a la vez que se producen los efectos anteriores sobre la salud, debido a la sobreactivación del sistema inmunológico, lo que le permite cicatrizar antes las heridas a las vez que se renuevan las células del organismo, es cuando algunas madres comentan, se produce el “estirón” de sus hijos cuando estos son pequeños y van creciendo. 

    Un reciente estudio de la University of Pennsylvania (EE.UU.) recientemente publicado en Sleep Analiza la relación existente entre la falta de sueño y el aumento de peso, el consumo de calorías y la hora de la comida. Para ello evaluaron a 225 participantes quienes pasaron 5 noches sin dormir, observando su conducta de alimentación 2 días antes y después. Los resultados informan de un aumento de peso entre los que no dormían frente a un grupo control que dormía normalmente, debido a una ingesta masiva de calorías ingeridas principalmente durante la noche.
    Dado lo cual se hace recomendable dormir las ocho horas diarias, tanto por mantener un buen nivel de salud física y psicológica, como por una cuestión estética, evitando así el aumento de peso.
    Algo que ya se había apuntado en estudios anteriores, pero nunca con un resultado tan contundente por el número de participantes, y el estudio del consumo de calorías en los tres momentos de la ingesta, desayuno, comida y cena.
    Bibliografía Recomendada:
    Spaeth, A.M. y cols (2013). Effects of experimental sleep restriction on weight gain, caloric intake, and meal timing in healthy adults. Sleep
    Tirapu-Ustárroz, J. (2012). Neuropsicología de los sueños. Revista de Neurología.
    Idiazábal-Aletxa, M.A. y Aliagas-Martínez, S. (2009). Sueño en los trastornos del neurodesarrollo. Revista de neurología


    Ebook sobre Importancia de Dormir - Catedra Abierta dePsicología y Neurociencias
    Psicología del Sueño  - Novedades en Psicologia
    Ebbok Gratis - CronoBiología: La Biología del Tiempo - La Casa del Libro- Cátedra Abierta de Psicología
    Ebbok Gratis - Psicología del Sueño  - Amazon - Cátedra Abierta de Psicología

  • ¿Por qué nos relacionamos así con la pareja y amigos?

    ¿Por qué nos relacionamos así con la pareja y amigos?

    La figura paterna va a tener una mayor influencia en la etapa de identidad del pre-adolescente, momento que coincide con la fase genital de Freud, y donde se acentúa el Complejo de Edipo, aspecto que debe de superarse para construir una identidad sana, ya que si no, puede ser germen de problemas inconscientes futuros.
    El complejo de Edipo, es un sentimiento de dualidad, entre el amor y el odio, que surge en contra de la figura de autoridad representada por el padre, en el caso del pequeño tiene una ambivalencia ante la admiración y el deseo por ser como la figura paterna, pero con sentimientos de amor hacia la figura materna, mientras que el padre se convierte en un competidor por su cariño y atención, por lo que es una figura a odiar, a él y a cualquiera que intente “acercarse” a su madre. Pero tiene además un sentimiento de admiración, agradecimiento y respeto hacia el padre, de ahí sus sentimientos confrontados.
    Con posterioridad Carl Jung sugirió el concepto del complejo de Electra para la niña frente a la figura de la madre, que aparece en la misma etapa de desarrollo, como generadora de conflictos inconscientes que se deben de superar, para que no queden “secuelas” en forma de enfermedad durante la madurez. En éste caso también se produce una ambivalencia, de amor-odio hacia la madre, de amor hacia el padre, ya que quiere ser la única figura de su atención, para lo cual debe de competir con su madre, de ahí el sentimiento de odio hacia ella y hacia cualquier otra mujer que se le “acerque” al padre. Al igual que en el caso del niño, la niña, siente cariño y agradecimiento hacia su madre, de la cual no “aguanta” que esté cerca de su padre.

    La figura de autoridad representada por el padre va a llevar un proceso inverso al del desarrollo moral del pequeño, en la medida que a mayor capacidad de juicio y moral, sentirá que su padre tiene cada vez menor autoridad, pasando desde los primeros momentos en que “su palabra es ley”, y se debía de acatar sin posibilidad de réplica, a una fase intermedia donde se podía tratar de hacer variar las normas y castigos, negociando, principalmente por la intermediación de la madre, para convertirse únicamente en un referente más dentro de la sociedad que sugiere normas de conducta, pero sin estar envuelto en ningún «halo» de autoridad.
    A pesar de que al final haya perdido casi todo el «valor» autoritario el padre, su figura es fundamental para «marcarle» los primeros momentos, lo que va a ayudarle a conformar la propia moral, en palabras de Freud el superyo, es decir, las reglas sociales interiorizadas que van a servir para regirse en la vida, de forma que sepa qué está bien o mal socialmente hablando.

    Una de las dificultades con las que se encuentra el menor, es cuando no tiene o pierde ese referente de autoridad, ya que en ocasiones, debido a aspectos laborales o de otra índole, el progenitor puede estar fuera de su casa durante horas, días, semanas,…, pero también la pérdida del progenitor por fallecimiento, separación o divorcio va a influir en el menor en lo que se conoce como padre ausente.



    Desde el punto de vista psicoanalítico, la carencia de la figura paterna y con ello de la autoridad, que va a servir para formar el superyo, va a hacer que el pequeño no se vea limitado en el goce, es decir, no hay quien le “regañe”, corrija e indique qué es conveniente y adecuado en cada momento, por lo que se va a regir únicamente por lo que quiere, como lo quiere y cuando lo quiere, lo que de adulto se va a expresar en una “alteración” en la percepción de las relaciones sociales, sintiéndolas como “hostiles” o idealizándolas. En el primer caso, el otro se convierte en fuente de frustración que no le permite hacer lo que ha hecho desde pequeño, lo que ha querido; en el segundo caso, el otro se convierte en fuente de placer para la satisfacción propia, infravalorándose a favor de conseguir lo que quiere del otro.
    Ambas facetas se van a expresar tanto en las relaciones de amistad como con la pareja, donde no se establece una “conexión” sana y fluida, sino que se produce una competitividad por destacar y quedar por encima, en el caso de las relaciones hostiles, mientras que en la idealización, se llega uno a humillar y hacer todo lo que quiera la otra persona, con el fin de que no le abandone.

    Una relación sana y madura entre dos personas, ya sean amigos o pareja, va a implicar cierta cesión de nuestros intereses y deseos, en favor de la otra persona, pero igualmente debe de requerir que la otra ceda a favor tuya. Por ejemplo, si uno quiere ver una película y la otra persona ir al baile, uno debe de ceder, pero en la próxima ocasión debe ser la otra persona quien ceda.

    Hay que tener en cuenta que que una relación sana y estable, además del cariño y la comprensión de la otra persona, va a evitar que suframos enfermedades, ayudando a la adopción de hábitos saludables, lo que se va a traducir en un incremento de la esperanza de vida, lo contrario que una relación conflictiva, que debido al estrés constante va a debilitar el sistema inmune facilitando las enfermedades, así al menos se ha evidenciado en varios estudios a lo largo de estos últimos años, llegándose a proporner modelos de «Familias Saludables como la realizada desde la University of Isfahan (Iran) recientemente publicado en el Journal of Basic and Applied, donde se analizan a 16 familias y 21 parejas, a los cuales se les pasó un extenso cuestionario. Sin duda un importante desarrollo teórico sobre la variables que se han de tener en cuenta, aunque los resultados son válidos para el modelo de vida de la sociedad iraní, hay que realizar más investigaciones en otras culturas para encontrar el «Modelo de Familia Saludable» en cada lugar.

Este sitio web utiliza cookies para mejorar la experiencia del usuario y ofrecer servicios personalizados. Al continuar navegando en este sitio, aceptas el uso de cookies. Puedes obtener más información y configurar tus preferencias en nuestra   Política del Sitio.

error: Content is protected !!