El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que implica un deterioro progresivo de las funciones, de ahí la importancia de la detección temprana.
Sintoma Alzheimer
A pesar de que el «síntoma» más «evidente» es la pérdida de memoria, ya que eso provoca tanto problemas en quien lo padece, sino también entre sus familiares, que ven cómo, poco a poco, la persona va dejando de ser independiente, necesitando cada vez más ayuda y atención para realizar las tareas que antes podía hacer sin mayores dificultades.
Las causas de ésta enfermedad todavía se están investigando, habiéndose encontrado indicios tanto de una base genética heredada, como por ser consecuencia de un estilo de vida poco saludable, con falta de ejercicio moderado y una alimentación inadecuada, así como una creciente inactividad mental, por falta de implicación social, factores que de realizarse habitualmente parecen prevenir ésta enfermedad, retrasando su aparición.
Las consecuencias es un deterioro progresivo de todas las funciones del cerebro que se produce por la aparición y proliferación de placas seniles y ovillos neurofibrilares en el cerebro, lo que se va a expresar en problemas de memoria que llegan a hacer dependiente a la persona para las tareas más sencillas, incapacidad de planificar y resolver problemas, desorientación con respecto a dónde se encuentra o a lo que iba a hacer, confundiendo «recuerdos» del pasado con la vivencia actual, dificultades para comunicarse y entender el mundo que le rodea cuando la enfermedad avanza, todo ello asociado con cambios en la forma de pensar y actuar que se refleja en cómo se relaciona con los demás, pudiéndose mostrar ansiosos, depresivos, irritables o confundidos.
Previo Alzheimer
El tratamiento del Alzheimer es todavía de paliativo, es decir, la administración de fármacos especializados va dirigidos a tratar aquellos síntomas que provoca la enfermedad, pero sin esperar una recuperación, sino retrasar la evolución de la misma, así como la intervención en terapias como la de habilidades sociales u ocupacional busca reforzar las habilidades personales, para en la medida de lo posible, se mantenga autónomo y no sea tan dependiente de los familiares para su vida cotidiana. Sabiendo que cuanto antes se detecte antes se puede intervenir y con ello se proporciona más años de vida y con mejor calidad tanto al paciente como a sus familiares.
De ahí la importancia de una detección temprana, aspecto que ahora se está investigando en la búsqueda de nuevos «marcadores» que sirvan para un diagnóstico incluso antes de que empiecen a manifestarse los primeros síntomas de pérdida de memoria. Algo que hasta hace unos años era impensable pero que ahora se puede llega a anticipar desde casi ocho años antes.
Al menos así lo afirma un reciente estudio realizado por conjuntamente por la Universitätsspital Basel (Suiza), University of Cambridge, (Inglaterra), The City University of New York (EE.UU.) y University of Applied Science Koblenz (Alemania) publicado en Journal of Alzheimer’s Disease.
El estudio realizado sobre 58 participantes, de los cuales la mitad desarrollaron Alzheimer, mientras la otra mitad mantuvieron sus capacidades cognitivas intactas, ambos grupos extraídos de un mayor de 825 pertenecienes al estudio longitudianl sobre el envejecimiento de BASEL. A los participantes se les administró diferentes pruebas, para con a continuación determinar, cual de todas ellas podía ser indicio de un desarrollo posterior del Alzheimer.
Microglía y Alzhéimer: activación de microglía previa al inicio del Alzheimer https://t.co/QQGiljr6X3 pic.twitter.com/9DsqnOozw5
— J.L. Gómez Palomares (@jlgomezp) 12 de abril de 2017
Futuro Alzheimer
Los resultados indican que en el 60% de los casos se puede determinar la futura aparición de ésta enfermedad de forma prematura, hasta ocho años antes de que aparezca, entre ellas: Autoreportes de sobre antecedentes médicos, cambios en los estados de ánimo y memoria; desempeño en pruebas de inteligencia en adultos (WAIS) en los items de diseño de bloques; y errores y repeticiones en pruebas de lenguaje.
Una amalgama todavía poco clara, que permite por una parte dar cuenta de que es posible predecir y con ello poner los medios necesarios para evitar que avance la enfermedad de Alzheimer, aunque todavía deja en evidencia que queda mucha investigación al respecto, para conseguir diseñar una única herramienta que permita ésta detección temprana.