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  • Cambios de personalidad para evitar recaída en alcoholismo

    Cambios de personalidad para evitar recaída en alcoholismo

    La recaída es el problema más importante para aquellas personas que quieren dejar el alcohol. Un reciente estudio analiza el factor de personalidad implicado.

    Uno de los grandes problemas de las adicciones son las recaídas, es decir, volver a la consumir alcohol, en el caso de la adicción a la bebida.
    De hecho en los programas de desintoxicación de Alcohólicos Anónimos se celebran los años que la persona lleva sin beber, como algo excepcional.
    El primer año sobrio, el segundo,… sabiendo que en cualquier momento, puede recaer, aun habiendo pasado años sin probar el alcohol.
    Estudios anteriores afirman que algunos factores de la personalidad pueden ayudar a mantener sin caer en el alcohol durante mucho tiempo, ¿Pero que factores de personalidad sirven para evitar la recaída?


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    En éste estudio recientemente publicado en la revista Psychology, por la Universidad de Montpellier y San Etienne (Francia) se analizaron dos características de personalidad la estabilidad emocional y la capacidad de tener relaciones estables, siguiendo la bibliografía existente que afirmaba que eran precisamente estos dos factores de la personalidad los que se ha comprobado que eran mejor predictores de la ausencia de recaídas en el alcoholismo a lo largo del tiempo.
    En el estudio participaron 144 personas que habían sido tratadas de su adicción al alcohol, 51 de ellas llevaban como media 2 años sin probar el alcohol y el segundo grupo con 93 participantes acababan de desintoxicarse del alcohol.
    A todos se les administró un exhaustivo cuestionario de personalidad para comprobar si existían diferenciase entre ambos grupos, sabiendo que la única explicación de las mismas sería el haber tenido o no recientemente una experiencia cono el alcohol.
    Los datos muestran significativos cambios entre los dos grupos, en neuroticismo, cordialidad y concienciación.
    Los que acababan de dejar el alcohol mostraban significativa niveles más altos de neuroticismo, relacionados con una mayor inestabilidad emocional, con falta de control de los impulsos, con estrés e ideas irracionales.
    Los miembros del grupo que llevaban más tiempo sin beber mostraban más cordialidad, esto es, tenían una mayor tendencia al altruismo, estando dispuesto a ayudar a otros, aspecto necesario para interactuar positivamente con los demás y ayuda a la establecer relaciones sociales duraderas.
    Con respecto a la concienciación, presente en mayor medida en las personas que llevan más tiempo sin probar el alcohol, está correlacionado con mayores niveles de autoestima, con cuidado sobre su imagen personal, actuando desinteresadamente por los demás, lo que va a facilitar establecer relaciones duraderas.
    Estos tres aspectos de la personalidad diferenciados entre los que acaban de dejar el alcohol frente a los que llevan dos años explicarían las diferencias ambas medidas, siendo el grupo de los abstemios de larga duración los que mostraban mayor estabilidad emocional y relaciones sociales estables.
    Aunque como indica el estudio, unos pocos factores no van a determinar un cambio de personalidad total, si lo hace en los elementos implicados en facilitar la estabilidad emocional y las relaciones sociales duraderas, que con anterioridad se ha mostrado que son buenos predictores de la abstinencia a largo plazo, es decir, estos cambios pequeños en algunos factores de la personalidad facilitan que no se produzcan recaídas en el caso de la adicción al alcohol.
    Lo que el estudio no comenta, es si ese factor de protector contra recaídas de personas que han sido adictas al alcohol, sirve para distinguir entre la población en riesgo de ser adicto o no, esto es, si es posible saber fijándonos en estos factores de personalidad si la persona puede ser adicta al alcohol mucho antes de que empiece a beber. Esto sería importante a la hora de poder establecer planes de prevención casi personalizados para la población más sensible por sus rasgos de personalidad, a sucumbir ante éste tipo de adicción.

  • ¿Se mantienen los efectos atencionales del TDAH en adultos?

    ¿Se mantienen los efectos atencionales del TDAH en adultos?

    TDAH: Una de las mayores preocupaciones de los padres con hijos con TDAH es saber si aquello le va a marcar en su futuro.

    Muchas son las dudas que surgen, ya no sólo sobre el tratamiento que deben de seguir, sino sobre las secuelas o consecuencias futuras si es que las hubiese.
    La bibliografía al respecto recoge que los adultos con TDAH son más proclives a sufrir depresión o ansiedad, con deficiencias en las relaciones sociales de calidad, la salud e incluso la autoestima. Fenómenos que todavía no son bien comprendidos, por lo que es importante seguir estudiando al respecto.
    Igualmente se recoge cómo disfunciones presentes durante los primeros años e incluso la infancia desaparecen con el tiempo, gracias al proceso madurativo del cerebro que le permite corregir algunas deficiencias previas.
    Uno de los fenómenos que mejor se conocen con respecto a la atención es el facilitación y el de supresión:
    – Con la clave correcta, se produce una reducción del tiempo de respuesta, ya que el cerebro puede anticipar correctamente la respuesta, dándose la facilitación.
    – Con la clave incorrecta, se produce un aumento en el tiempo de respuesta, ya que el cerebro anticipa una solución no  correcta que debe de rectificar, tardando más en éste proceso, dando lugar a la supresión.
    ¿Pero qué pasará con los adultos con TDAH?, ¿Se manejarán con las mismas claves atencionales?

    Para responder a éste pregunta el Hampshire College (EE.UU.) ha realizado un estudio donde analiza las consecuencias sobre la atención de adultos con TDAH.
    En el mismo participaron 25 adultos con TDAH diganosticado frente a otros 25 control.
    Para evitar los efectos de los medicamentes que pudiesen tomar los adultos con TDAH se les hizo la prueba tras, como mínimo 18 horas después de su administración, con lo que se descarta cualquier efecto favorecedor o de interferencia por parte de la medicación para TDAH.
    El experimento consiste en responder a una tarea atencional donde se le presentaban en la pantalla flechas indicando dónde aparecería el estímulo a señalar lo más rápidamente posible, con la posibilidad de que apareciese también un distractor o señal que no debía de responder. A la vez que realizaban la tarea se les registraba su actividad eléctrica cerebral.

    Los datos informan de una ejecución «normal» en ambos grupos, tanto en la facilitación como en la supresión, en tareas atencionales, tanto en su ejecución como en la actividad eléctrica del cerebro.
    Algo que se había observado en niños con TDAH, que se producía un déficit en la atención.
    Todo ello apoya la idea de que el proceso madurativo, por lo menos para algunas tareas, parece ejercer un fuerte papel correcto, no dejando secuelas en la vida del adulto.

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