Etiqueta: depresión

  • ¿Existe relación entre la depresión y el nivel económico?

    ¿Existe relación entre la depresión y el nivel económico?


    Se han investigado muchos factores que podrían estar favoreciendo o protegieron a la persona de sufrir una depresión, y en caso de padecerlo superarlo.

    Prevalence of selected chronic conditions, Puerto Rico 2013

    La red social de apoyo ha sido una de las estimadas como fundamentales tanto a nivel preventivo como para favorecer su recuperación, en caso de caer en depresión.
    Igualmente se conoce que existen otras circunstancias que pueden favorecer la depresión, como es la ruina económica, una pérdida afectiva e incluso del trabajo, etc.
    Estos pueden ser desencadenantes que pueden quedar en un período razonable de duelo, o cronificarse y convertirse en una verdadera depresión mayor.
    Hay que tener en cuenta que la depresión cuenta con tres componentes, el afectivo, el comportamental y el cognitivo, factores que están estrechamente interrelacionados de forma que se llega a autoalimentar formando un círculo vicioso difícil de romper sin ayuda terapéutica especializada.
    En cuanto al caso de este tercero, los pensamientos se vuelven catastróficos, pesimistas y sin solución a la situación actual.
    Pero cuando una persona esta expuesta a una realidad desfavorable, los pensamientos catastróficos coinciden con su realidad, por lo que sale reforzado sus pensamientos y con ello favorecerá la aparición de la depresión, entonces ¿Existe relación entre la depresión y el nivel económico?

    Puerto Rico Department of Health

    Eso es precisamente lo que se puede responder gracias a un reciente informe publicado por el departamento de Salud del gobierno de Puerto Rico, desarrollado durante el 2013 y presentado recientemente.
    En el mismo se analizan distintos factores que pueden estar influyendo en la presencia de la depresión, el cual ha sido realizado dentro de un proyecto más amplio para detectar conductas de riesgo entre la población según el programa The Behavioral Risk Factor Surveillance System (BRFSS).
    Para ello se realizó una encuesta telefónica a una muestra 6.000 habitantes que representa el 0,21% de la población total, todos ellos mayores de dieciocho años, mayoritariamente hispana (98,5%), siendo el 64% mujeres y el 36% hombres.
    Igualmente se recogieron los datos por tramos de edad, el nivel educativo de los participantes y sus ingresos económicos.

    Centers for Disease Control and Prevention

    Los resultados muestran que las personas en el tramo de los 45 a 54 años y los 55 a 64 años, son los que más sufren depresiones, llegando a niveles del 25.7% y 30.7% respectivamente, muy por encima de los niveles de los más jóvenes entre 18 a 24 años del 5.9%.
    Igualmente muestran que las personas que tienen menos estudios (sin escolaridad terminada) presentan mayores niveles de depresión, frente a los que finalizaron los estudios universitarios, presentando un 21.3% frente al 14,4% respectivamente.
    El informe separa a los encuestados en seis tramos en función de sus ingresos económicos, siendo los que más sufren depresión los ingresos inferiores a 15000 dolares con un 23,2% frente a los que tienen ingresos mayores a 75000 dolares, con un 9,2%.
    Una de las limitaciones de este estudio, y característico de la forma de recoger datos a través del teléfono, es que quedan excluidas ciertas poblaciones que por un motivo u otro no disponen de línea telefónica, y por tanto queda sesgado el estudio, al dejar parte una parte de la población sin investigar.
    Otra de las limitaciones del estudio, es que los resultados no distingue entre el tipo de depresión que padece, ya sea depresión mayor o distimia.

    L6WbVcAkVbo https://youtu.be/L6WbVcAkVbo

    Los datos tal y como están presentados no permiten realizar comparaciones entre grupos, que permitan por profundizar más en las diferencias encontradas entre los grupos en función de las variables analizadas.
    A pesar de las limitaciones anteriores, hay que rescatar la importancia de los resultados al mostrar el perfil de aquellas personas que están más expuestas a sufrir depresión, el bajo nivel educativo, una edad entre los 45 a 64 años y unos escasos ingresos económicos.
    Por el contrario, las personas que parecen estar más protegidas de sufrir depresión son los jóvenes entre los 18 a 24 años, los que tienen estudios universitarios, y los que ganan entre 35000 a 49999 dólares, y más de 75000 dolares.
    Por tanto respondido a la cuestión inicial, parece que sí existe relación entre la depresión y el nivel económico, pero esta no es una relación directa, de a más dinero menos depresión, tal y como se comprueba entre los que ganan entre los 50000 a 74,999 dolores que sufren un porcentaje de depresión similar al de niveles anteriores, en concreto asemejándose a los que cobran entre 25000 a 349999 dolares.
    Aunque el estudio no entra en valoraciones teóricas sobre las explicaciones al respecto, parece lógico pensar que la preocupación por la carencia de dinero puede ser determinante, así como el acceso a una mayor y mejor cantidad de recursos que podrían prevenir y paliar la aparición de los primeros síntomas de la depresión.

  • Entrevista a D. Bernardo Ruiz Victoria sobre adicciones

    Entrevista a D. Bernardo Ruiz Victoria sobre adicciones


    Entrevista a D. Bernardo Ruiz Victoria, Psicólogo Clínico, quien nos introduce al difícil mundo del tratamiento de adicciones, presentando su innovador programa denominado Programa Victoria.




    – ¿A partir de qué edad se puede diagnosticar con adicción?

    En mi experiencia he encontrado casos de adicción al alcohol, y a otras substancias, a partir de los 15 años, aunque siempre hay que evaluar los casos individualmente para sacar conclusiones.

    – ¿Qué consecuencias tienen las adicciones?

    La principal consecuencia de la adicción, independientemente de la substancia de que se trate, es la progresiva pérdida de libertad del sujeto. La persona adicta va viendo como cada vez le cuesta más trabajo controlar su propia conducta, lo cual le produce sentimientos contradictorios, de culpabilidad, de impotencia, etc. Una lucha interior que es una constante fuente de ansiedad y de sufrimiento.
    Otras consecuencias son el progresivo deterioro de la vida familiar, del rendimiento laboral, aislamiento social, trastornos de ansiedad o depresión, conducta violenta, etc.
    Aparte de esto están las consecuencias sobre el propio organismo debido al abuso de la substancia que se trate, y que pueden variar mucho de unos individuos a otros, y en función de las diferentes substancias consumidas, pero que en todos los casos representan un daño creciente a la salud, tanto en el plano orgánico como en el psicológico.
    En resumen, la adicción daña de una forma progresiva la salud, el bienestar interior, la vida social y familar, el rendimiento laboral y, en definitiva, hace a la persona que la padece y a quienes le rodean, profundamente infelices.

    – ¿Cuáles son las principales dificultades para dejar las adicciones?

    La mayor dificultad está en reconocerse a uno mismo como víctima de la adicción.
    El proceso adictivo se basa en dos pilares fundamentales: la mentira y la soberbia.
    La mentira comienza en el momento en el que el sujeto adicto atribuye sus problemas a otras causas. La persona tiende a pensar que no es el alcohol lo que está dañando su vida, sino que las cosas le van mal por cualquier otro motivo.
    La persona se deja engañar por los mensajes ambiguos y equívocos que se pueden encontrar en medios de comunicación o en la sociedad en general, por ejemplo, que beber alcohol moderadamente es bueno para la salud. De ahí se saca la errónea conclusión de que uno bebe siempre moderadamente – «yo bebo como todo el mundo, lo normal» – y cuesta mucho reconocerse como bebedor abusivo, y mucho menos como adicto.
    Otra mentira, o más bien autoengaño, es la de afirmarse a si mismo o a otros cosas como «yo lo puedo dejar cuando quiera», «yo no soy alcohólico» o «yo lo controlo». Dado que uno siempre conoce a personas que, aparentemente, beben o consumen más cantidad, o sufren peores efectos y consecuencias, el autoengaño conduce a la autojustificación – «yo no soy como Fulano» – y por lo tanto puedo seguir bebiendo, o consumiendo drogas porque «yo se controlarme». Y suma y sigue.
    También la mentira llega un momento en que lleva al sujeto a intentar engañar a los demás fingiendo que bebe, o consume, menos de lo que en realidad hace. Puede directamente negarlo cuando se le pregunta, o bien minimizarlo diciendo, por ejemplo – «solo he tomado una» – o alegar que se encuentra perfectamente, que cumple en su trabajo, o recurrir a cualquier otra justificación.
    Otras veces el sujeto «pasa a la clandestinidad», es decir, empieza a beber o consumir a escondidas, a solas, o en lugares diferentes a los que frecuenta en su vida social «normal», con la vana pretensión de que de esa manera logrará engañar a las personas que le conocen y que, probablemente, ya han empezado a preocuparse por él y tal vez a recriminarle su comportamiento.
    Todos estos comportamientos, consecuencia de la mentira y el autoengaño, tienen como resultado que la persona sigue empeorando en su adicción.
    En cuanto a la soberbia, se manifiesta en los pensamientos que tiene el sujeto adicto en relación a su capacidad de controlar o superar su adicción sin ayuda de nadie.
    Cuando se hace evidente que el problema existe, frente a la familia por ejemplo, la persona adicta tiende a creer, y a proclamar, que solo es una cuestión de fuerza de voluntad y determinación personal, y que si se lo propone, dejará de beber, o de consumir drogas, por si mismo. De ahí vienen las promesas, que al no ser capaz de mantener en la práctica, conducen de nuevo a la mentira y al autoengaño. Y vuelta a empezar.
    Tanto la mentira, como la soberbia, dificultan mucho que el paciente de los pasos que resultan fundamentales para superar el problema:
    1.- Reconocer que existe una adicción
    2.- Aceptar que es necesaria una terapia para superarla

    – ¿Cómo surge el Instituto Detox y a quién va dirigido?

    El Instituto Detox es un equipo profesional especializado en el tratamiento de las conductas adictivas, el alcoholismo y otras adicciones. Su actividad va dirigida a todas las personas afectadas de una u otra forma por los problemas derivados del abuso y dependencia del alcohol y otras drogas, ofreciendo servicios profesionales de tratamiento y prevención para individuos, familias, instituciones públicas y empresas de todo tipo.

    – ¿Qué serivicios ofrece el Instituto Detox?

    El principal de todos es el Programa Victoria, que es un método terapéutico original, fruto de años de estudio, trabajo e investigación, para tratar la adicción y sus consecuencias. El lema del Programa Victoria es «Aprender a Vivir sin Adicción».
    También ofrecemos servicios de Prevención para el mundo de la empresa, orientados a evaluar tempranamente los casos de riesgo de abuso o dependencia del alcohol y de otras drogas, y aplicar un método de intervención preventiva que ayude a corregir los hábitos de abuso cuando todavía es posible, remitiendo a las personas adictas al Programa Victoria para completar su tratamiento y superar la adicción.
    Otros servicios que ofrecemos son, por ejemplo, asesoramiento a instituciones públicas sobre políticas de actuación en el ámbito de las adicciones, formación para profesionales de la salud, padres, educadores, etc.



    – ¿Qué pecularidades tiene el Programa Victoria?

    El Programa Victoria tiene varios rasgos diferenciales que lo hacen único:
    1.- Todos los pacientes que participan en él comienzan la fase residencial de la terapia a la vez, lo cual permite estructurar los contenidos terapéuticos de una forma lógica y secuencial y abreviar mucho el tiempo de tratamiento. De este modo conseguimos que la duración sea tan solo de 10 días.
    2.- El tratamiento se realiza en un hotel, no en un hospital psiquiátrico, ni general. Tampoco en una comunidad terapéutica. El hotel está siempre ubicado en un lugar tranquilo, alejado de centros urbanos y ambientado de forma que invite a la relajación y a la introspección.
    3.- El grupo de pacientes es muy reducido, máximo ocho personas en cada ocasión, lo que permite un trato muy individualizado y personalizado, con un acceso directo e inmediato a los terapeutas, que siempre están disponibles durante los diez días de terapia residencial. No solo en las sesiones formales de terapia sino también en las comidas y en los ratos libres.
    4.- Las técnicas terapéuticas que conforman el Programa Victoria se combinan de una manera única para maximizar su efecto positivo. Los componentes principales son los siguientes:
    4.1.- El ABC de la conducta adictiva. Enseña los conceptos del análisis funcional de la conducta aplicándolos al caso particular de las adicciones de los pacientes de cada grupo.
    4.2.- Terapia de Rechazo. Técnica terapéutica basada en los principios del condicionamiento clásico para asociar mental y emocionalmente las bebidas alcohólicas, y otras substancias objeto de adicción, con sensaciones negativas y desagradables, para cambiar así el paradigma mental y dejar de percibirlas como algo atractivo y tentador, y en su lugar sentirlas como algo negativo, desagradable y merecedor del más profundo de los rechazos.
    4.3.- Técnicas de Autocontrol Emocional. A través de la Relajación, la Visualización y los Pensamientos Positivos, los pacientes aprenden a manejar los estados de ánimo negativos que han sido desendadenantes de su conducta adictiva, preparándose así para prevenir las recaídas.
    4.4.- Documentales y Películas. Mediante el visionado y comentario de diferentes materiales audiovisuales los pacientes tienen la oportunidad de identificarse con otras personas que han padecido problemas de adicción similares, de expresar sus propios sentimientos, de tomar conciencia de las situaciones que han vivido, etc.
    4.5.- Lecturas y Trabajos Individuales. Los pacientes reciben un material de trabajo personal que van elaborando y completando día a día y que les ayuda a fijar los conocimientos que van adquiriendo en las distintas sesiones terapéuticas y a consolidar los cambios de actitudes y de conducta.

    – ¿Qué exito tiene el Programa Victoria?

    Es difícil dar unos datos fiables sobre el éxito terapéutico de cualquier tratamiento para la adicción, dado que depende mucho del tiempo transcurrido para valorar la evolución de los pacientes.
    En nuestro caso estamos enormemente satisfechos de los resultados obtenidos, a pesar de que existen recaídas en un número que siempre resulta doloroso para los terapeutas por mucho que sea inferior a lo que se reseña en la literatura científica seria sobre la materia.
    Hace unos años, un estudio independiente realizado por el Dr. Joaquín Bedia de los Servicios Médicos de Lagun-Aro (entidad encargada a la sazón de la asistencia médica de los cooperativistas del Grupo Mondragón) que nos había enviado muchos pacientes al Programa Victoria, hizo un seguimiento a casi un centenar de pacientes una vez que habían pasado entre 5 y 8 años de su tratamiento y encontró solamente un 6 % de recaídas confirmadas. Más de un 67 % de los pacientes seguían sin beber, un 2 % habían fallecido y sobre el resto no se pudieron recabar datos por diferentes motivos.




    Desde aquí mi agradecimiento a D. Bernardo Ruiz Victoria, por habernos acercado al mundo del tratamiento de las adicciones y a su innovador programa Victoria del Instituto Detox.

  • ¿Existe una epidemia de ansiedad en Chile?

    ¿Existe una epidemia de ansiedad en Chile?


    Los trastornos de ansiedad se han convertido en la actualidad en una señal de identidad entre los países desarrollados, pero ¿Hasta qué punto está presente en Chile?

    Big Data y Salud

    En este segundo post se plantea la cuestión de dónde encontrar Big Data relacionados con el ámbito de la salud, si bien podemos trabajar con nuestros propios datos de investigación, éstos serán escasos en número, y difícilmente superarán el centenar de participantes
    Big Data supone miles, cientos de miles, e incluso millones de datos de participantes, y de cada uno de estos se pueden tener a su vez otros cientos de datos de información. Lo que supone trabajar con una base de datos de millones de variables y entradas.
    Para lo cual hay que adaptar las estadísticas y análisis para una cantidad ingente de datos, por lo que se han creado nuevas herramientas estadísticas que tendrán que hacer frente a una base de datos de millones de entradas. Igualmente las empresas más tradicionales han tenido que adaptar sus paquetes estadísticos a esta gran cantidad de datos tal y como le ha pasado a IBM con su producto SPSS Statistics.
    Pero volviendo al tema de los datos, como investigador he trabajado con estudios de caso único en el que se analizaron distintas variables de un solo sujeto; con grupos de 8 a 16 personas, sobre todo para el análisis de la actividad cerebral mediante resonancia magnética funcional; y con grupos de clase de cientos de personas para análisis comportamentales de tendencias.
    Pero cuando hablamos de miles o millones de datos es difícil que un investigador pueda recabar tanta información por sí mismo, de ahí la importancia de los repositorios de datos. Actualmente están surgiendo repositorio es donde se comparten de forma libre los datos de una determinada temática para ser consultados y reutilizados por los investigadores, pero incluso estos son limitados en el número de participantes que incluyen.

    Open Data y Salud

    Otro movimiento recientemente establecido en la mayoría de los países es lo que se denomina el Open Government, es decir, los datos del gobierno abierto. En el caso del Gobierno español ha habilitado una página donde acceder a millones de datos de información sobre sus ciudadanos, el gasto que realizan y numerosa información sobre infraestructura, número personal, etcétera. Igualmente algunas comunidades autónomas están llevando esta política que se considera de mayor transparencia, ya que permite conocer qué está sucediendo en cada país o provincia.
    Si bien es cierto que existe una limitación en cuanto a los repertorios de los distintos gobiernos, y es que normalmente ofrecen información sesgada y estructurada en una temática concreta, una fotografía de cómo está la cuestión en un momento determinado. Con lo que podemos conocer, por ejemplo, el número de semáforos de una ciudad en el 2009, pero si ese repositorio no se actualiza esa imagen que nos ofrece rápidamente quedará obsoleta y sin sentido.


    Vídeo Recomendado: OMS posicionó a Chile como el país con mayor consumo de alcohol en la región

    En mi ámbito de interés, que es el de la salud, me he encontrado con grandes dificultades para acceder a este tipo de información por parte de los gobiernos ya que suelen centrar la información que ofrecen en el número de hospitales disponibles, número de camas por habitante, número de personal sanitario, número de farmacias, y un largo etcétera, pero en el ámbito de la salud mental que es en el que estoy trabajando, desde Big data apenas he podido hallar ningún repositorio y si la había estaba ya desfasado.
    De ahí la necesidad de contactar directamente con los organismos responsables de los gobiernos en el área de la salud mental, para preguntar si tenían repositorio es que se pudiesen utilizar. La respuesta de los distintos departamentos estadísticos y de salud ha sido muy desigual, desde países relativamente pequeños que me informaban sobre que no existe este tipo de estadística y por tanto no me la podían ofrecer, a aquellos que me remitían a sus informes anuales de salud donde presentan análisis y estadísticas globales, sin posibilidad de acceder a los datos para poder trabajar con ellos.

    Open Data Chile y Salud Mental

    Resaltar la gran colaboración ofrecida por el gobierno de Chile en su apuesta por el Open Govern de Chile, desde donde me han facilitado el repositorio sobre la salud mental de sus habitantes en concreto en lo que respecta a los trastornos de ansiedad.
    Los trastornos de ansiedad, con los del estado de ánimo, como la depresión mayor, son de las psicopatologías más frecuentes de las sociedades modernas, muy por delante de otras más graves como el caso de la esquizofrenia.
    Algunos cálculos han estimado que el número de casos de personas que padecen trastornos de ansiedad llega al 17,2% en Estados Unidos, viéndose incluso superado por otros países como en el caso de España, que se estima que está alrededor del 13.8% (Ver artículo de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés del 2013 titulado Epidemiología de los trastornos de ansiedad).
    En realidad, y tal y como se menciona en el articulo citado, estos datos son estimaciones sobre una muestra de la población, empleando una simple regla de tres, si en cien habitantes hay diez pacientes que sufren trastornos de ansiedad, en el total de la población, supone el 10%. ¿Pero qué pasaría, si fuésemos capaces de obtener el número de pacientes que acuden a consulta por un trastorno de ansiedad?, ya no tendremos que realizar ninguna extrapolación, sabríamos exactamente en esa población cuántos pacientes hay.
    Esto es precisamente lo que permite el Big Data, evitar tener que hacer extrapolaciones estadísticas que pueden ser más o menos acertadas, y obtener el dato bruto y exacto del número de paciente de cada psicopatología.
    Es cierto que pueden darse casos de pacientes no diagnosticadas, es decir, aquellos que no acuden a consulta, o que no reciben el diagnóstico correspondiente. Con esa salvedad, podemos afirmar que el Big Data en el caso de Chile, ofrece el dato exacto del número de usuarios que han acudido a cada uno de los centros sanitarios de la red chilena de salud, por trastornos de ansiedad.


    Mapa de la distribución de los casos de Trastornos de Ansiedad en Chile

    Trastorno de Ansiedad en Chile: un ejemplo de Big Data y Salud

    En el mapa de la parte superior a estas líneas realizado gracias a la inestimable colaboración de Cartodb se puede ver la incidencia de este trastorno separado en regiones y por fechas, aunque los datos están extraídos por cada ciudad e incluso por cada centro médico, en cuanto al número de pacientes que han acudido, para que sea más didáctico en este post se han presentado por regiones.
    Además el Gobierno abierto de Chile ha recogido estos datos año tras año, desde el 2012, superando así una de las limitaciones, la referida a la foto fija que ofrecían otros repositorios, que rápidamente se quedaban anticuados y desactualizados, lo que permite ahora poder ver en evolución del trastorno de ansiedad en cada región.
    Pulsando sobre cada una de las fechas, se puede observar cómo regiones que con anterioridad mostraban unos índices de trastornos de ansiedad más reducido han ido incrementándose en el breve período de cuatro años.
    En un primer análisis descriptivo se puede informar de que se ha producido un incremento del número de pacientes con trastornos de ansiedad, en todas sus regiones, aunque en la región de Arica y Parinacota se ha producido una disminución en el último año, y en Tarapaca se ha producido un estancamiento en el número de pacientes atendidos.
    Por el contrario en algunas regiones se ha llegado casi a triplicar, como en la zona Metropolitana de Santiago, con un incremento de 2,85% en cuatro años, pasando de 2.7196 pacientes en 2010 a 7.7734 en 2013; o en la región de Antofagasta con incremento similar del 2,81%, pasando de 1.575 en 2011 a 4.431 en 2013, o en la región de Valparaiso, con un 2,5%, que pasa de 5.881 casos en 2011 a 15.091 en 2014.
    Con respecto a las estadísticas, informar que el porcentaje global de casos reales de trastornos de ansiedad en Chile en 67.025 casos el 2010 suponen un 0,39% de la población total de 17.066.142 de chilenos, y de 168.381 casos en el 2012 supone un 0,96% de la población total de 17.444.799 de chilenos (datos poblacionales obtenidos directamente del Instituto Nacional de Estadísticas de Chile), de mantenerse este incremento de 0,57% cada dos años, en el 2020 supondrá un 2,85% de la población estimada de 18.896.684 de chilenos, es decir, habría 538.555 habitantes con trastornos de ansiedad todavía muy por debajo del 17,2% de EE.UU. y del 13.8% España.

    Limitaciones de Big Data y la Salud Mental

    Quizás una de las limitaciones más evidentes del estudio, es precisamente que sólo se recogen datos de los cuatro últimos años, sin incluir el 2014 que todavía se está procesando, además en el primer año de recogida de los datos hay varias regiones que no aportan datos al respecto, por que la serie es incluso más pequeña para ser analizada.
    Por lo que siendo conservador, y aplicando el último porcentaje fiable del 2012 del 0,96%, aplicando ese mismo porcentaje a la población prevista del 2020 tendríamos un total de 181.408 chilenos que sufrirán trastornos de ansiedad. Luego se puede afirmar, que lejos de existir una epidemia de ansiedad en Chile, en este país se goza de buena salud mental en lo que se refiere a trastornos de ansiedad.
    Al trabajar con poblaciones enteras, como es en este caso, va a haber una gran cantidad de variables que no se tienen en cuenta, por ejemplo, por que en una región se haya producido un decremento del número de casos de pacientes con trastornos de ansiedad, no tiene porque indicar que esos pacientes se han curado, o que en esa población se está realizando algún tipo de programa preventivo para evitar aparición, puede que haya explicaciones de tipo migratorio, produciéndose un trasvase de pacientes de unas regiones a otras.
    En este post únicamente se han mostrado resultados globales por regiones, pero los datos permiten crear perfiles de usuarios, en función del género y la edad de los pacientes, y el detalle de la información abarca tanto la ciudad de procedencia de los datos, e incluso el centro hospitalario de atención sanitaria, es decir, se puede conocer el perfil de los usuarios por cada centro sanitario y comprobar dónde se producen incrementos significativos de nuevos casos con los que tomar decisiones administrativas como reforzar el número del personal sanitario que atiende ese centro.


    Desde aquí mi agradecimiento al Gobierno de Chile por haber atendido mis requerimientos de datos sobre salud mental y felicitarle por su labor en su política de Gobierno Abierto.

  • ¿Es posible detectar la adicción a internet en jóvenes?

    ¿Es posible detectar la adicción a internet en jóvenes?

    Actualmente es difícil encontrar un estudiante que no use habitualmente internet para sus labores o para ocio, por ello puede sufrir adicción a internet.

    Internet y jóvenes

    Cada vez la incursión de las nuevas tecnologías se realizan a más temprana edad, prácticamente desde los primeros años de vida, nuestros hijos ahora disponen de tablets, y con unos años más tienen su propio smartphone, con acceso a internet.
    Hoy incluso en las escuelas se fomenta el uso de las nuevas tecnología, a través de las tablets en sustitución de los libros, además de que el profesor usa su pizarra electrónica todo ello conectado a internet, donde se diseñan materiales de consulta específicos para las clases.
    Pero cuando uno empieza con internet, no existe limitación en su uso, sobre todo cuando se adentra uno en los juegos o en las redes sociales, una actividad que cada vez va requiriendo de mayor tiempo, hasta que sin saber cómo se puede llegar a desarrollar un adicción, con todas las consecuencias negativas tanto en el desempeño académico, como en lo que respecta la socialización con sus iguales por parte del joven, y en algunos casos además conlleva cierto desatención personal que se puede mostrar con desaliño y falta de higiene.
    Todo ello se considera como expresión propia de una adicción comportamental, que ha de ser superada con intervención de un especialista, y que en muchos casos requiere como primera medida corta todo acceso del menor a internet, tal y como se haría con otro tipo de adicciones, pero ¿Es posible detectar la adicción a internet en jóvenes?



    Adicción e Internet

    Esto es precisamente lo que tratan de analizar desde la Universidad Payame Noor (Irán) cuyos resultados han sido recientemente publicados en la revista científica International Journal of Behavioral Research & Psychology.
    En el estudio participaron 380 estudiantes, 194 chicas y 186 chicos, todo ellos cursando en el instituto.
    Se planetaron tres objetos de estudio, el primero, determinar hasta qué punto los jóvenes estudiantes sufren adicción a internet, el segundo, comprobar si esa presencia de adicción se relaciona con el nivel de sinceridad que expresa dentro de la familia, y por último si existen diferencias entre género en las dos anteriores.
    Para ello se empleó el cuestionario estandarizado Internet Addiction Test (IAT) para evaluar el nivel de adicción a internet de los jóvenes, y uno creado al efecto para evaluar el nivel de sinceridad en casa de los participantes.
    Los resultados informan de que los chicos experimentan significativamente un mayor nivel de adicción a internet que las chicas.
    Igualmente el nivel de falta de sinceridad intrafamiliar aumente a media que lo hace la dependencia a internet, y por tanto se expresa significativamente en mayor medida en los chicos frente a las chicas.
    Por lo que es posible detectar la adicción entre los chicos simplemente observando el nivel de sinceridad de estos en la familia, cuando empieza a buscarse escusas o a inventar motivos, puede ser un buen indicativo para sospechar que el joven puede estar empezando a sufrir adicción a internet.
    Regla que no se puede aplicar a las chicas, ya que estas, a pesar de sufrir menores niveles de adicción a internet, cuando lo hacen, no se expresa con una menor sinceridad dentro de la familia, lo que a su vez hace más difícil su detección y por ello su intervención para que lo supere.
    Esto indicaría que los chicos son más sensibles a sufrir este tipo de adicción relacionado con las nuevas tecnologías, lo que va a repercutir negativamente en la calidad de la convivencia familiar, al tratar de «esconder» su adicción.


    Adicción, Internet y Jóvenes

    Todo ello se puede emplear para establecer programas de prevención entre los propios estudiantes, para que desarrollen herramientas con los que enfrentarse a la adicción a internet, e incluso entre los padres, para que estos tengan claros los primeros síntomas de la adicción para poder intervenir cuanto antes.
    Aunque los resultados son claros, se precisa de más investigación para poder alcanzar conclusiones al respecto, ya que se trata de un estudio focalizado en una población con características específicas, no encontrándose el país entre los 10 primeros a nivel de numero de usuarios de internet, empleado a diario por un poco más de la mitad de la población actual (53,3 %), muy por detrás de países como Noruega, Islandia, Países Bajos, Suecia o Dinamarca, todos ellos por encima del 90 %, según datos recogidos por Internetworldstats

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  • Entrevista a Dª. Laura Gersberg, Directora General en Equipo Argentino de Toxicomanías

    Entrevista a Dª. Laura Gersberg, Directora General en Equipo Argentino de Toxicomanías


    A continuación transcribo entrevista realizada a Dª. Laura Gersberg, quien nos habla sobre su labor contra las Toxicomanías.




    – ¿Qué son las Toxicomanías?

    Las toxicomanías como su etimología indica es la compulsión irrefenable del uso de sustancias.

    – ¿Han variado en los últimos años las sustancias asociadas a lasToxicomanías?

    Si han variado, han mayor uso de acuerso a las estadísticas de uso problemático de sustancias legales como las benzodiazepinas, el alcohol, tabaco, al menos en Argentina, así lo indican las estadísticas, luego cocaína y marihuana. A la vez existen con mucho menos uso, drogas de diseño que hace 20 años no estaban en circulación, y la Pasta Base de Cocaína, cuya incidencia es escasa pero sus daños enormes.

    – ¿Qué perfil tienen las personas afectadas por Toxicomanías?

    Desde mi posición, no generalizo, puede ser una ama de casa o un hombre de negocios tanto como un adolescente, el problema para mí no es la sustancia sino la persona que por personalísimas y singulares razones se acerca y vincula problemáticamente a una sustancia inerte que no pide ser consumida

    – ¿Existen más personas en los últimos años afectados por Toxicomanías?

    Posiblemente,la expansión haya sumado usuarios, debido a la estrategia y el marketing de narcotráfico

    – ¿Qué consecuencias tiene las Toxicomanías en la vida de los afectados?

    Las consecuencias son múltiples y dependen de la persona, la sustancia, el back up alimentario, la edad, el medio familiar y social. Si se trata de personas que además presentan trastornos psiquiátricos ó devienen psicosis tóxicas y transitorias oir el mismo consumo. Lo que es claro es que ningún consumo, legal o ilegal (no lo diferenciamos, ponemos el acento en lo compulsivo) es inocuo y con diferencias significativas en cuento al daño en cada uno.


    Vídeo Recomendado: VIDA Y ESTILO TVNL DR HUERECA TOXICOMANIA

    – ¿Qué tratamientos tienen las Toxicomanías?

    Nosotros trabajamos con un encuadre y dispositivo integral que incluye equipo multidisciplinario, desintoxicación médico-farmacológica y en los casos que es posible, internaciones domiciliarias, todo el personal actuante es graduado universitario y especializado en esta patología.




    Desde aquí mi agradecimiento a Dª. Laura Gersberg, Directora General en Equipo Argentino de Toxicomanías por habernos acercado a una realidad de su trabajo contra las Toxicomanías.

  • ¿Cuántas persona con enfermedad crónica sufren depresión?

    ¿Cuántas persona con enfermedad crónica sufren depresión?


    Cuando uno se siente mal, por sufrir una enfermedad crónica, va a provocar en su estado de ánimo pudiendo llevarle a sufrir una depresión.

    La relación entre la salud física y la mental hace tiempo que dejó de estar en discusión. Cuando la persona sufre un mal físico, va a tener un efecto directo sobre su estado de ánimo, y este sobre el resto de los ámbitos de la persona, incluida su forma de relacionarse consigo mismo y con los demás.
    Pero cuando aparecen los síntomas de la depresión la situación empeora, ya que los efectos que estos tienen sobre la salud son importantes, al reducir la calidad de vida de la persona, con una disminución del estado de ánimo, pero también del sistema inmunitario, lo que permite entrar al paciente en un círculo vicioso.
    Cuanto peor está físicamente, peor se siente psicológicamente, y cuantos más síntomas depresivos y más graves son, su cuerpo va a responder peor y por tanto en vez de facilitar la recuperación va a perjudicarla.
    Las consecuencias de este círculo vicioso es un agravamiento de la sintomatología, empeorando la calidad de vida de la persona, haciendo que sea menos tolerante a lo que le sucede y con ello que tenga un peor pronóstico, en comparación con otra persona que no tenga asociado estos síntomas depresivos.
    De ahí la importancia de detectar los primeros síntomas de la depresión, para poderlo tratarlos para que no avancen. Una de las dificultades al respecto es precisamente en el tratamiento, ya que en ocasiones el farmacológico es incompatible con la enfermedad crónica, por lo que habrá que centrarse exclusivamente en el psicológico, pero ¿Cuántas personas que sufren una enfermedad crónica tienen depresión?


    https://youtu.be/x3vFL6hmdo0

    Esto es precisamente lo que tratar de dar respuesta con una investigación el Departamento de Enfermería de Salud Comunitaria, Colegio Universitario Al Farabi; la Facultad de Enfermería, la Universidad de Jordania; la Faculta de Enfermería, Universidad del Rey Saud y el Centro de Cáncer del Rey Hussein (Jordania) recientemente publicado en el 2014 en la revista científica Psychology.
    Para el estudio participaron 806 pacientes, el 45% mujeres y el resto hombres. Todos ellos venían padeciendo una enfermedad crónica como mínimo desde los seis últimos meses, ya fuesen estas una diabetes tipo II, artritis reumatoide, enfermedades cardiovasculares, cáncer o enfermedades pulmonares.
    Se excluyeron del estudio quienes ya tenían historial de problemas de salud mental previos.
    Se emplearon seis cuestionarios previamente traducidos al árabe, el Multidimensional Scale of Perceived Social Support para analizar la percepción de apoyo social de los pacientes, el Beck Depression Inventory-II (BDI-II) para evaluar la presencia de síntomas depresivos, el Psychological Stress Measure (PSM) para evaluar los niveles de ansiedad, el COPE Inventory para evaluar el manejo del estrés, el Life Orientation Test (LOT-R) para los niveles de optimismo y el Satisfaction with Life Scale para los niveles de satisfacción con su vida.
    Los resultados indican la mitad de los pacientes con enfermedades crónicas muestran síntomas depresivos, de ellos el 27% son leves y el 31% moderados.
    Igualmente estos pacientes muestran bajos niveles de optimismo en la mitad de los casos, con una habilidad moderada para el manejo del estrés, a pesar de lo cual cuentan con niveles elevados de satisfacción con su vida, niveles moderados de estrés, y bajos niveles de percepción de apoyo social.
    Hay que recordar que estos resultados han sido obtenidos mediante cuestionario contestado por los propios pacientes, de ahí que algunos resultados sean mejores de lo que cabría esperar como con la satisfacción de la vida o los niveles de estrés.
    Una de las limitaciones del estudio es precisamente la población objeto de estudio, es decir, únicamente se tuvieron en cuenta los pacientes de una población muy concreta como eran los habitantes de Jordania, un pueblo con una cultura, religión e idiosincrasia muy particular, lo que hace se precise de nueva investigación al respecto para poder comprobar si los resultados se mantienen en otras poblaciones.
    Igualmente el haber reunido dentro del grupo de pacientes con diagnósticos de enfermedades graves tan dispares, y con tan diverso pronóstico, como el de diabetes junto con el de cáncer, puede haber afectado a los resultados.
    Sería mejor escoger un único grupo de enfermos crónicos y observar el número de ellos que padecen síntomas depresivos, ya que la información obtenida al respeco tendría mayor validez ecológica.

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