¿Sabías que el consumo de tabaco es la primera causa de muerte evitable en el mundo?, ocasiona alrededor de 5 millones de defunciones anuales, el mismo número de fallecimientos que causan, juntos, el sida, la malaria y todas las enfermedades infantiles prevenibles.
Artículo escrito por Dª. Diana Julieth Garnica Salazar, estudiante de la Corporación Universitaria Minuto de Dios (Colombia) gracias al acuerdo de colaboración con dicha institución representada por la docente Dª. Nancy Jiménez.
Relación entre el tabaco y la salud
Aunque estas cifras sean alarmantes en cuestión de salud física, se ha subestimado el daño que puede hacer el consumo de tabaco sea fumado o masticado, en la salud mental de las personas, se ha asociado con la disminución en el coeficiente intelectual, daños neuronales, trastorno por déficit de atención con hiperactividad, depresión, trastorno de bipolaridad, trastornos para dormir y de alimentación.
Esto es precisamente materia de estudio y recientemente se han encontrado en informes como, “HOJA DE CENIZA sobre el tabaquismo y la salud mental” que el 40% de los fumadores activos padecen alguna psicopatología, este estudio también señala que en el caso de la depresión, puede estar en el origen a la adición al tabaco, al observar un incremento en este tipo de pacientes, también entre las causas de las demencias como la enfermedad de Alzheimer, el consumo de tabaco incrementa en un 50% las posibilidades de sufrir de demencia.
Otros estudios realizados por “Profesor Mark Weiser del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Tel Aviv” señalan que las personas que fuman en comparación a las que no, poseen un coeficiente intelectual más bajo en promedio de siete puntos menos, aunque este estudio mostró una conexión entre el consumo de tabaco y un coeficiente intelectual más bajo, no mostró que fumar provocara daños cerebrales directos, sin embargo, una investigación dirigida por “Debapriya Ghosh y Anirban Basu del Centro Nacional de Investigación Cerebral de la India” parece indicar una conexión distinta entre el consumo de tabaco y el daño cerebral, los resultados de sus pruebas, mostraron que la nitrosamina NNK, un pro cancerígeno comúnmente encontrado en el tabaco, promueve el desarrollo de una enfermedad inflamatoria del cerebro que «provoca daños neuronales subsecuentes». Los investigadores sugieren que la nitrosamina NNK ocasiona que los inmunitos del cerebro ataquen a las células sanas en lugar de a las células dañadas o enfermas.
https://youtu.be/6_GSf82lFNk
Vídeo Recomendado: 03 Drogas y cerebro: Tabaco y Alcohol
Tabaco y mortalidad
La comunidad mundial de salud pública, a través de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha expresado mucha preocupación por las tendencias alarmantes en el consumo de tabaco y las enfermedades que se le atribuyen. Al 20 de septiembre de 2007, 150 países han ratificado el Convenio Marco para el Control del Tabaco (FCTC), que prevé que los países que lo han ratificado tomen serias medidas contra el consumo de tabaco a través del aumento de impuestos al tabaco, prohibición de publicidad y promoción del tabaco, prohibición de fumar en lugares públicos y lugares de trabajo, implementación de advertencias para la salud eficaces en los envoltorios de tabaco, mejoramiento al acceso a tratamientos y medicamentos para dejar de fumar, regulación de contenidos y emisiones de productos de tabaco y eliminación del comercio ilegal de productos de tabaco.
#FelizJueves El consumo de tabaco tiene una finalidad, y es la muerte. #15Jun #TROPAANTIDROGAS #TROPA Pic.twitter.com/1OSofdYtSQ — Dir.Mpal. Antidrogas (@DMA_Ccs) 16 de junio de 2016
Tabaco y Salud Mental
Hay que recordar que los efectos nocivos afectan directamente al consumidor, pero indirectamente a las personas con las que convive, de ahí que se hayan regulado los espacios cerrados, para evitar la influencia conocida del tabaco en los «fumadores pasivos» o simplemente personas que se sientan al lado o viven con el fumador.
A pesar de ello, y de los esfuerzos de muchos países, todavía no se ha conseguido «erradicar» esta adicción, debido a que existen importantes intereses económicos detrás, de ahí que cuando un gobierno apruebe una ley más restrictiva sobre el consumo o la publicidad del tabaco rápidamente reciba denuncias por parte de las tabacaleras o las distribuidoras para frenar dichas medidas en los tribunales.
A pesar de todo este «juego económico» lo que hoy en día es innegable son los efectos negativos del tabaco en el cerebro, siendo estos de peores consecuencias cuanto antes se inicie su consumo.
Desde aquí mi agradecimiento a Dª. Diana Julieth Garnica Salazar, por su recuperar un planteamiento en ocasiones olvidado sobre la importancia de la prevención del consumo de tabaco debido a sus efectos nocivos en el consumidor, y a Dª. Nancy Jiménez, docente de la Corporación Universitaria Minuto de Dios (Colombia).