Una de las mayores preocupaciones de los profesionales de la salud y familiares es conocer cómo se va a producir el avance del Párkinson.
Sintoma Parkinson
Al tratarse el Párkinson de una enfermedad neurodegenerativa, se va a producir un avance del mismo con el mero paso del tiempo. Es ahí donde se centran los esfuerzos por detener este avance, mientras se trata de descubrir la cura del Párkinson.
Al respecto se han desarrollado varias escalas métricas para evaluar el avance del Párkinson, con lo que saber en qué estadio se encuentra la persona, para así ajustar el tratamiento lo más posible. Para ello se suele emplear la escala de Estadios de Hoehn y Yahr que clasifica a los pacientes en cinco fases según su sintomatología, a cada cual más grave que la anterior, de forma que en la primera se muestran síntomas leves como temblor en alguna extremidad o cambios posturales o de la marcha; mientras que en la quinta y última fase el paciente sufre con el máximo rigor los síntomas del Párkinson como son la invalidez total, sin que pueda mantenerse en pie ni andar, con una total dependencia de una persona para hacerle todo.
El paso de una fase a otra no sólo consiste en un agravamiento de los síntomas, si no en la presencia de síntomas que con anterioridad no se habían presentado, hasta llevar a la persona a la pérdida de la independencia personal y el deterioro de la calidad de vida, pero ¿Se puede predecir el avance del Párkinson?
Enfermedad Parkinson
Esto es lo que afirma haber descubierto un grupo de investigadores de la Universidad de Sídney junto con la Universidad de Nueva Gales del Sur cuyos resultados se han publicado en la revista científica Parkinson’s Disease.
En el estudio participaron 209 pacientes, 144 hombres y 65 mujeres, de 66 años de edad media.
Todos ellos diagnosticados con la enfermedad de Párkinson según los criterios del United Kingdom Parkinson’s Disease Society Brain Bank , clasificados entre las fases 1 a 3 según la escala de Hoehn and Yahr, esto es, entre las etapas leve y moderada de la enfermedad.
Igualmente un neurólogo les evaluó empleando la escala estandarizada MDS Task Force Unified Parkinson’s Disease Rating Scale (MDS-UPDRS), además de entrevistarles uno a uno para conocer qué tipo de tratamiento estaban recibiendo en ese momento.
Todos tuvieron que pasar por pruebas para evaluar la capacidad cognitiva para ello se emplearon National Adult Reading Test para evaluar la capacidad lectora, el Mini-Mental State Examination para evaluar la inteligencia, Trail Making Test A y B para evaluar la atención, el procesamiento viosomotor y el ejecutivo central, el digit span subtest from the Wechsler Adult Intelligence Scale-III para evaluar la memoria de trabajo, el Logical Memory I y II para evaluar la memoria en general, el Controlled Oral Word Association Test phonemic fluency para evaluar la función ejecutiva y el Controlled Oral Word Association Test semantic fluency para evaluar el lenguaje.
También se les administró un cuestionario de autoevaluación sobre la calidad de vida percibida a través del Parkinson’s Disease Questionnaire (PDQ-39), la calidad del sueño a través del Scales for Outcomes in PD-Sleep Scale (SCOPA-S), la calidad en el caminar a través del Freezing of Gait Questionnaire (FOG-Q).
Los resultados muestran que basándose en la sintomatología evaluada mediante pruebas estandarizadas y comparándolo con los resultados de la escala de Estadios de Hoehn y Yahr, se pueden establecer nuevas clasificaciones de los pacientes en función del avance que tendrá la enfermedad de Párkinson. Así se establecen cuatro grupos,
– La enfermedad aparece entre más temprano, que tenían el 45% de los pacientes del estudio.
– La sintomatología está dominado por los temblores, que tenían el 12% de los pacientes del estudio.
– La sintomatología no está dominado por los temblores, que tenían el 23% de los pacientes del estudio.
– La enfermedad avanza rápidamente, que tenían el 21% de los pacientes del estudio.
Avance del Párkinson
Aunque los resultados parecen claros debido al alto número de participantes y de pruebas empleadas, todavía no se puede concluir sobre la evolución del Parkinson en función de la medida en un solo momento.
Si este estudio se vuelve a repetir con los mismos participantes pasados tres o cinco años, se puede comprobar si efectivamente se produce el avance predicho.
Si al final resulta esta nueva clasificación corroborada por nuevos resultados, se abre una vía e trabajo con los pacientes, sabiendo cuáles de ellos van a requerir de una mayor atención, debido a que su avance va a ser más rápido que con el resto.
Algo que también ayudará en sobremanera a los familiares, para saber qué está sucediéndole al paciente, para que se puedan adaptar a la velocidad de los cambios del paciente según esta nueva clasificación de los mismos.