Cuando hablamos de Alzheimer, a veces olvidamos que es una enfermedad dentro del grupo denominado de las demencias con sus propias características.>
Demencia y Alzheimer
Tradicionalmente se ha asociado la enfermedad del Alzheimer con la pérdida de memoria, pero ni es el único síntoma ni es el primer en aparecer, ya desde hace unos años que se ha descubierto de que los cambios emocionales que a veces se pueden confundir con depresiones asociadas a la edad, son los primeros síntomas que experimentan estos pacientes.
Con posterioridad la memoria se muestra como la más evidente, a pesar de que al paciente le cueste aveces reconocer su problema, debido a que va «rellenando» las lagunas de memoria, formando «falso recuerdos» y fabulaciones, para dar cierta coherencia a su propio discurso, llegándose la persona a creerse lo que dice. Lo que no debe confundirse con las mentiras, ya que en los pacientes de Alzheimer no existe una intención de engañar a la otra persona, tergiversando y manipulando la realidad, simplemente la persona es incapaz de acordarse de los acontecimientos y trata de superar su situación mediante invenciones que llega incluso a creerse.
Son numerosos los factores implicados en el empeoramiento de esta enfermedad, a lo que además hay que tener en cuenta que en la mayoría de los casos se produce en personas de avanzada edad, siendo considerado a partir de los 60 años la edad de inicio medio, lo que hace que además tenga que sumar muchos de los factores que perjudican la calidad de vida de los ancianos, es decir, se unen en el enfermo las dos condiciones, la reducción de capacidades debidas a su avanzada edad que se refleja en un enlentecimiento cognitivo y motor, junto con la pérdida progresiva de habilidades que se inicia por la memoria, pero que va avanzando a otras funciones lo que puede llevar a la incapacidad total del paciente.
Pero además en el grupo de las demencias además del Alzheimer se encuentran la enfermedad de Pick, la demencia por cuerpos de Lewy, en el grupo denominado como demencias primarias. Aunque también existen otras demencias denominadas secundarias, cuyos efectos son consecuencia de sufrir otras enfermedades, como problemas vasculares, hipotiroidismo, deficiencias en vitamina B6 o tumores entre otros.
Las investigaciones actuales se suelen centrar en las causas del Alzheimer, así como en los factores que favorecen su aparición y avance, para tratar de detener esta enfermedad neurodegenerativa que va provocando una pérdida progresiva de habilidades y capacidades que lleva a la persona a ir poco a poco perdiendo su independencia, requiriendo de otras personas para cada vez más funciones.
Pero además de la presencia del Alzheimer se puede complicar con la aparición de otras patologías tanto físicas como psicológicas, entre las más habituales de las físicas se encuentran aquellas relacionadas con alteraciones cardiovasculares, pero ¿Es la enfermedad de alzheimer la peor de las demencias posibles?
Demencia y Alzeimer
Esto es precisamente lo que se está investigando desde el Instituto Karolinska, el Hospital Universitario Karolinska (Suecia), el Hospital Universitario Stavanger (Noruega) y Centro de Investigación Internacional y Hospital Universitario Santa Ana (República Checa) publicado recientemente en la revista científica Alzheimer’s Research & Therapy.
Los investigadores comentan sobre la existencia de cierto desconocimiento por parte de la población general pero también de grupos de investigación con respecto a otras demencias, especialmente con la de los cuerpos de Lewy, considerado como críticamente más complicado y que requiere de mayor atención por parte de familiares y cuidadores, y para comprobar su gravedad han propuesto analizar los factores que influyen a la enfermedad de Alzheimer frente a la demencia por cuerpos de Lewy.
En el estudio participaron 9.795 pacientes, siendo el 60% hombres y el resto mujeres, con una edad media superior a los 70 años, donde el 93,5% tenían diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer y el restante de demencia de cuerpos de Lewy, todo ellos procedentes del Registro Nacional de Pacientes de Suecia entre los años 2007-2012.
A todos los participantes se les realizó sucesivos diagnósticos buscando la presencia de otras psicopatologías aplicando el cuestionario estandarizado sobre demencias denominado International Classification of Diseases version 10 (ICD 10), donde además se constata la presencia o no de depresión, ansiedad, trastorno del comportamiento, trastorno afectivo bipolar, problemas de sueño, hemorragias cerebrales, epilepsia, migrañas, accidentes cardiovasculares o dolor de cabeza entre otros.
Los resultados muestran diferencias significativas con peores resultados para los pacientes con demencia con cuerpos de Lewy frente a los que tienen la enfermedad de Alzheimer, donde los primero suelen tomar significativamente más medicación, además de sufrir significativamente mayor incidencia de depresiones, migrañas y derrames cerebrales.
Todo ello va a hacer que se incrementen los efectos negativos sobre los efectos de los pacientes con demencia de cuerpos de Lewy tanto en la salud física y mental.
Las #demencias, y el #Alzheimer siendo la más predominante entre ellas, son un problema mundial que nos afectarán a tod@s. #FinAlz #EndAlz pic.twitter.com/Hq1iRuF4br
— PABLO A. BARREDO (@Diario1Cuidador) 14 de mayo de 2017
Demencias Alzeimer
Cabe destacar la escasa participación de mujeres en el estudio, ya que investigaciones previas han puesto de manifiesto la mayor incidencia de estas psicopatologias entre mujeres, debido a su mayor esperanza de vida, por lo que los resultados pueden ser considerados sesgados, pendiente de nuevas investigaciones.
También comentar la desigual proporción de pacientes con demencia de cuerpos de Lewy que han participado en el estudio, de un escaso 6,5% frente al 93,5% de pacientes con la enfermedad de Alzheimer, lo que a pesar de haber mostrado diferencias significativas puede afectar en los resultados; así como la edad avanzada de los participantes, donde en algunos casos llevan más de diez años sufriendo la enfermedad, lo que estaría condicionando la interpretación de los resultados, pues se trataría sólo de diferencias en fases avanzadas de la misma, aspecto que por otra parte no recoge la investigación, como es la edad de inicio de la misma o la fase de gravedad en la que se encuentra cada paciente, fundamental para poder comprender mejor aún los resultados.
Igualmente el haber centrado el estudio en una única población, la sueca, hace que los resultados tengan que ser corroborados en otras poblaciones, antes de poder concluir al respecto, debido a que se trata de una población con unas características muy definidas en cuanto a nivel socioeconómico, educativo, de alimentación e incluso de esperanza de vida que no se repite en otras poblaciones.