Deteniendo el Alzheimer: Las terapias actuales buscan cómo detener el avance del Alzheimer, un reciente estudio parece haberlo conseguido gracias al omega-3 junto con ácido alfa lipoico.
Alimentación Alzheimer
Uno de los mayores problemas asociados al Alzheimer es que se trata de una enfermedad neurodegenerativa crónica, es decir, si no se hace nada la enfermedad va a ir evolucionando lentamente, afectando a más funciones y áreas del cerebro.
Es por ello que a falta de una cura de ésta enfermedad, los científicos se han puesto a trabajar por detener esa evolución, con lo que poder ofrecer «más tiempo» a la persona, que acompañado de una rehabilitación neuropsicológica específica para la enfermedad, puede ofrecer también mejor calidad de vida.
Los esfuerzos por reducir el avance de la enfermedad se han hecho tanto desde la farmacología cómo por parte del diseño de intervenciones neuropsicológicas donde se trata de enseñar estrategias que compensen las pérdidas provocadas por la enfermedad, principalmente estrategias de memoria que le permitan al paciente llevar una vida independiente y lo más normal posible, ¿Pero es todo lo que se puede hacer?, ¿No hay ningún elemento que se pueda incorporar a la vida del paciente de Alzheimer que pueda ayudar a enlentecer éste proceso?, ¿Ejercicio físico?, ¿Quizás alguna comida?
Prevención Alzheimer
Al menos así lo afirma un estudio realizado por la Universidad de Salud y Ciencia de Oregón, el Departamento del Centro Médico de Asuntos de Veteranos y la Universidad de Washington (EE.UU.) publicado recientemente en Journal of Alzheimer’s Disease.
En el estudio 34 participaron con edades igual o superior a los 55 años con diagnóstico de Alzheimer, a los cuales se les separó en tres grupos, observando la evolución de la enfermedad durante un año.
Al primer grupo se le administró suplementos de ácido grado omega-3 proveniente de concentrado de pescado.
Al segundo grupo se le administró suplementos de ácido grado omega-3, presente de en el pescado junto con ácido alfa lipoico, presente en el brócoli, las patatas, las coles o las espinacas.
El tercer grupo de control, no se le administró sustancia activa alguna, recibiendo únicamente un placebo, manteniendo el procedimiento de administración los grupos anteriores, para poder concluir que de producirse algún cambio no es debido al efecto placebo.
Siendo evaluado antes y después, al final del año a los tres grupos con diversas pruebas neuropsicológicas para comprobar qué efectos provoca.
Los resultados parecen claros al respecto, se produce una reducción en la evolución del deterioro cognitivo cuando se incorpora el consumo de omega-3, pero éste enlentecimiento del avance es mayor cuando se combina el omega-3 con ácido alfa lipoico.
Seminario Japan Fisheries Association #JFA en #SEG17: correlación entre consumo #pescado, mayor esperanza vida y menor incidencia #Alzheimer pic.twitter.com/BookO8H6Dl
— CEPESCA (@CEPESCA) 25 de abril de 2017
Pescado Alzheimer
El haber incorporado un grupo control donde recibían placebo, garantiza que los efectos encontrados se deben precisamente al consumo controlado de las sustancias establecidas, y no a cualquier otro factor no controlado dentro del estudio.
Un resultado esperanzador, pues no sólo corrobora los resultados previos de los beneficios para la salud cerebral del consumo de pescado, del que se tenía constancia de que reducía el riesgo de padecer Alzheimer, actuando así como un protector del deterioro del cerebro, sino que ahora se comprueba que su consumo, aún cuando ya está presenta la enfermedad, reduce la evolución de la enfermedad, aunque se produce un efecto superior cuando el consumo de omega-3 es combinado con el consumo de ácido alfa lipoico.
Tal y como indica los autores, el estudio requiere de un mayor número de participantes para poder considerarse determinante, pero al menos señala el camino por donde investigar, ya que si se comprueba los mismos resultados con nuevas investigaciones estaríamos ante una forma natural de combatir el empeoramiento de la enfermedad de Alzheimer.