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  • D. Héctor González  nos presenta Volviendo a la normalidad

    D. Héctor González nos presenta Volviendo a la normalidad

    D. Héctor González nos presenta Volviendo a la normalidad
    Entrevista a D. Héctor González Pardo, doctor en Biología y profesor de Psicofarmacología en la Universidad de Oviedo. Es investigador en el campo de la Neurociencia del comportamiento, es co-autor de «Volviendo a la normalidad: la invención del TDAH y del Trastorno Bipolar Infantil» quien habla de su libro.



    Resumen:
    La invención de trastornos mentales se extiende a la infancia. Algunos problemas que tienen los adultos con la atención, la actividad y el humor de los niños están siendo capitalizados por la industria farmacéutica como dianas para la comercialización de medicamentos, sobre el supuesto de que son enfermedades cerebrales. Nos referimos, en particular, al TDAH y al trastorno bipolar infantil de reciente lanzamiento. Educar a los niños es mucho más complicado de lo que se piensa y el comportamiento de algunos supone un reto para su educación.

    A continuación trasncribo entrevista a D. Héctor González Pardo, co-autor del libro «Volviendo a la normalidad: la invención del TDAH y del Trastorno Bipolar Infantil», quien nos habla en profundidad de su obra.

    ¿Por qué de un título tan polémico como Volviendo a la normalidad: la invención del TDAH y del Trastorno Bipolar Infantil?

    Pregunta:- ¿Por qué de un título tan polémico como Volviendo a la normalidad: la invención del TDAH y del Trastorno Bipolar Infantil?
    Respuesta:Nosotros entendemos que estas etiquetas diagnósticas (TDAH y TBI) no tienen validez clínica demostrada y ni siquiera una base neurobiológica.

    ¿Entonces cómo define estas etiquetas diagnósticas de TDAH y TBI?

    – ¿Entonces cómo define estas etiquetas diagnósticas de TDAH y TBI?
    Como mucho, son meras descripciones por parte de los adultos de las conductas «problemáticas» en algunos niños, que ni siquiera alcanzan el estatus de enfermedad o trastorno mental.

    ¿Cómo justifica las alteraciones en el comportamiento de los pequeños con TDAH y TBI y cómo se pueden tratar?

    – ¿Cómo justifica las alteraciones en el comportamiento de los pequeños con TDAH y TBI y cómo se pueden tratar?
    En todo caso entendemos que sí existen problemas de conducta infantiles relacionados con la atención, la actividad motriz, la impulsividad y el estado anímco que deben ser abordados desde todos los ámbitos (educativo, familiar, psicológico e incluso médico) para desenmascar si bajo estos problemas de conducta se encuentra algún otro problema en el ámbito psicosocial (conflictos familares, económicos, maltrato psíquico o físico), educativo (en el ámbito familar o escolar) o médico (problemas visuales, auditivos, neurológicos, endocrinos, etc.). Por tanto no proponemos ningún «tratamiento» en el libro para el TDAH o el trastorno bipolar, ya que no asumimos que sean diagnósticos psiquiátricos o psicológicos válidos.

    ¿Por qué presindir de estas etiquetas de diagnóstico?

    – ¿Por qué presindir de estas etiquetas de diagnóstico?
    No pensamos por tanto, que etiquetar a los niños simplemente con TDAH o Trastorno bipolar infantil (o trastrono de desregulación disruptiva del estado de ánimo en la reciente versión del manual diagnóstico DSM-5) ayude a estos niños, sino más bien lo contrario, ya que estos niños (y sus padres o cuidadores) adoptan un papel pasivo al conformarse con recibir un «diagnóstico» psiquiátrico y muchas veces reciben un tratamiento con psicofármacos, por lo que los niños asumen un papel de enfermos mentales con el estigma social que conlleva. Por tanto, no se buscan explicaciones de ningún otro tipo a su conducta «problemática» bajo el modelo médico de «enfermedad mental» que prevalece en nuestros días.

    ¿Y cómo explica el éxito del tratamiento del TDAH si no se considera una enfermedad como tal?

    – ¿Y cómo explica el éxito del tratamiento del TDAH si no se considera una enfermedad como tal?
    La medicación para el TDAH (principalmente fármacos psicoestimulantes como el metilfenidato y las anfetaminas) aparentemente disminuyen la conducta problemática de estos niños así diagnosticados, al aumentar la atención sostenida, disminuir la conducta problemática en clase y también su actividad motriz excesiva. Sin embargo, a largo plazo estos mismos fármacos no mejoran ni el rendimiento académico ni sus habilidades sociales y no está claro que sus beneficios a corto plazo se traduzcan en un mejor funcionamiento e integración social y familiar, como demuestan varios estudios que se comentan en nuestro libro.

    TZSpfaiwsU0 https://youtu.be/TZSpfaiwsU0

    ¿Y que se puede decir del diagnóstico del TBI?

    – ¿Y que se puede decir del diagnóstico del TBI?
    Por otro lado, el trastorno bipolar infantil es frecuentemente codiagnosticado (los especialistas dicen que es «comórbido») en niños con TDAH y este diagnóstico está en aumento sobre todo en los EE UU. A pesar de que sus criterios diagnósticos basados en la conducta del niño (basado en irritabilidad y «rabietas» frecuentes en niños) son muy discutidos, criticados y diferentes a los del trastorno bipolar en adulto por los especialistas, es un diagnóstico «de moda» que incluso sustituye al de TDAH en muchos casos.
    Se ha propuesto incluso que la medicación psicoestimulante en niños con diagnóstico inicial de TDAH puede dar lugar frecuentemente a estos «síntomas conductuales» asociados con el diagnóstico de TBI, por eso ambos trastornos mentales aparecen frecuentemente asociados.

    ¿Y que hay sobre la eficacia del tratamiento del TBI?

    – ¿Y que hay sobre la eficacia del tratamiento del TBI?
    Los niños con TBI se tratan con fármacos antipsicóticos, que se utilizan en le tratamiento de la esquizofrenia principalmente y cuyos efectos adversos en un organismo aún en desarrollo son nefastos y en muchos casos desconocidos. Los peligros a largo plazo de la mediación para el TDAH también son desconocidos, pero en diversos estudios hay evidencias de cambios en la anatomía y función cerebrales, aparte de alteraciones endocrinas o cardiovasculares preocupantes.

    ¿Están fundadas sus opiniones acerca del TDAH o TBI?

    – ¿Están fundadas sus opiniones acerca del TDAH o TBI?
    En ambos casos (TDAH o TBI), no existen pruebas o «marcadores biológicos» médicos válidos que ayuden a su diagnóstico (análisis de sangre, escáneres cerebrales, pruebas neurológicas, bioquímica, genética) y por tanto su diagnóstico se basa en criterios de observación del comportamiento (casi siempre por padres o educadores, no de los niños) por acuerdo o consenso entre psiquiatras que elaboran los manuales diagnósticos más empleados (DSM o CIE).

    ¿Y los resultados que han llevado a la creación de estas categorías de diagnostico de TDAH o TBI?

    – ¿Y los resultados que han llevado a la creación de estas categorías de diagnostico de TDAH o TBI?
    En nuestro libro analizamos detalladamente y denunciamos la falta de validez y subjetividad de estos criterios conductuales para el TDAH y el TBI propuestos en estos manuales.
    También describimos las tácticas de marketing farmacéutico que influyen en las decisiones de los profesionales sanitarios sobre el diagnóstico TDAH/TBI y su tratamiento principalmente farmacológico al propagar un modelo neurobiológico de ambos trastornos mentales, que favorece el uso de la medicación como si se tratase de una enfermedad neurológica.
    Por último, en nuestro libro damos a conocer estas prácticas de marketing para promocionar el modelo de enfermedad mental acerca del TDAH y del TBI en Europa y los EE UU, así como el uso de la medicación como parte integral del «tratamiento».

    nBwvbs5hrAc https://youtu.be/nBwvbs5hrAc

    ¿Qué efectos provocan estas prácticas de marketing en la población?

    – ¿Qué efectos provocan estas prácticas de marketing en la población?
    Tanto políticos, como padres, educadores y profesional sanitario están asumiendo este modelo médico de los problemas de conducta infantiles, por diversos intereses, no sólo de la industria farmacéutica, que se describen en el libro.

    ¿Qué proponen como alternativa a estas etiquetas diagnósticas?

    – ¿Qué proponen como alternativa a estas etiquetas diagnósticas?
    Como propuesta, nosotros pretendemos que los profesionales sanitarios, educadores, padres y políticos se replanteen la progresiva medicalización o patologización de la conducta infantil, reflexionando acerca de posibles factores sociales e intereses diversos que se esconden detrás de las etiquetas diagnósticas TDAH y TBI.

    ¿Qué alternantiva proponen para los problemas de conducta que pueden mostrar los más pequeños?

    – ¿Qué alternantiva proponen para los problemas de conducta que pueden mostrar los más pequeños?
    Por otra parte, proponemos que estos problemas de conducta se aborden desde un punto de vista abierto, teniendo en cuenta tanto factores psicosociales y médicos reales que puedan explicar estas conductas. La solución a estos problemas de conducta no es fácil, no damos ninguna receta mágica, pero desde luego hay diversas formas de entender estos problemas de conducta que no se basen en asumir un diagnóstico falaz como TDAH / TBI y esperar que una medicación «específica» (no lo es, actúa igual en niños sin esos diagnósticos) nos ayude a solucionar el problema.



    ¿Quiere comentar algo más sobre su obra a modo de conclusión?

    – ¿Quiere comentar algo más sobre su obra a modo de conclusión?
    Todas estas afirmaciones se basan en un análisis detallado de los estudios científicos sobre el tema y la experiencia profesional en el campo de la Psicología clínica, psicopatología y neurobiología de los autores del libro. Se analizan casos reales que varios autores del libro, en los que prevalece el diagnóstico TDAH, que resultaron tener otras causas y se solucionaron por sí solos sin el abordaje clínico usual.

    El libro se puede encontrar en todas las librerías además se puede adquirir directamente a la casa editorial a través de su página web: http://www.alianzaeditorial.es/libro.php?id=3574480&id_col=100508
    Y para contactar con el autor se puede hacer a través de la página de la Universidad de Oviedo: http://grupos.uniovi.es/web/hgpardo

    Desde aquí mi más sentido agradecimiento a D. Héctor González, doctor en Biología y profesor de Psicofarmacología en la Universidad de Oviedo. Es investigador en el campo de la Neurociencia del comportamiento, Co-autor del libro «Volviendo a la normalidad: la invención del TDAH y del Trastorno Bipolar Infantil» quien nos explica las claves de su obra.

  • Descubierto cómo funcionan los niños con TDAH con Inatención

    Descubierto cómo funcionan los niños con TDAH con Inatención

    Los pequeños con TDAH muestran mayor actividad a la vez que una menor atención, es importante saber qué funciones están afectadas para tratarle adecuadamente.

    Los niños ya desde edades muy tempranas pueden mostrar un comportamiento que rápidamente los identifica con ser inquietos, revoltosos e intranquilos, con facilidad para distraerse, en incluso con dificultad para aprender por no poderse estar quietos y atender en clase, lo que normalmente desespera a profesores e incluso a los padres; cuando éste comportamiento se convierte en una situación crónica y mantenida en el tiempo puede que estemos antes un caso de trastorno por déficit de atención, el cual se puede acompañar de hiperactividad o no, definiéndose en cada caso como TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad) o TDASH (trastorno por déficit de atención sin hiperactividad).
    El TDAH se caracteriza por mostrar comportamientos compulsivos, interrupciones en las conversaciones, sin dejar terminar a la otra persona de hablar, con habla excesiva, sin respetar los turnos al hablar ni en el juego, no para de levantarse y correr, y cuando está sentado mueve constantemente los pies.
    El TDASH se caracteriza por dificultades para atender y seguir instrucciones, no terminar las tareas encomendadas, falta de organización en sus tareas, con pérdidas frecuentes de sus pertenencias por no atender dónde lo dejó, y con facilidad para distraerse con cualquier ruido.
    Éste trastorno, aunque se desconoce su causa, suele «desaparecer» gracias al proceso madurativo, aunque en un pequeño porcentaje se mantiene en la vida adulta. Además las personas que lo padecen van desarrollando estrategias «compensatorias» de forma natural que permiten un normal desempeño en su vida tanto académica como laboralmente.
    A pesar de ello, puede ser fuente de conflicto y una carga emocional para los pequeños tanto en el ámbito escolar como en la casa, por lo que la detección temprana es fundamental para poder establecer el diagnóstico adecuado y diseñar el tratamiento específico que el ayude a superar la situación.
    Dentro de la categoría de TDAH se pueden a su vez subdividir en tres categorías, TDAH predominantemente inatento (TDAH-I), TDAH predominantemente hiperactivo (TDAH-H); y TDAH combinado entre inatento e hiperactivo (TDAHC).
    A pesar de los grandes avances que se han realizado, todavía quedan muchos «flecos» por conocer del TDAH, como por ejemplo la cuestión del Ejecutivo Central, como posible causa explicativa de la inatención. El Ejecutivo Central asociado a los lóbulos frontales, hace referencia a la capacidad de la persona de establecer y seguir metas, diseñar y organizar planes, anticipar resultados, todo por lo contrario por lo que se caracteriza un niño con TDAH-I.



    Un reciente estudio llevado a acabo por la Universidad Normal del Este de China (China) y la Universidad de Kyushu (Japón) publicado en Journal of Behavioral and Brain Science aborda ésta cuestión para tratar de comprender la relación entre el Ejecutivo Central y el TDAH-I.
    En el estudio participaron 16 niños diagnosticados con TDAH-I, los cuales no habían recibido medicación en los tres meses anteriores, comparado con otros 21 niños de la misma edad.
    El Ejecutivo Central se evaluó en sus cuatro dominios diferentes: planeación, memoria de trabajo, flexibilidad y respuesta de inhibición, mostrando unas diferencias significativas los resultados de los niños con TDAH-I frente a los control, en planeación y memoria de trabajo e inhibición, pero los resultados de la flexibilidad no resultaron diferentes.
    Esto quiere decir que los niños con TDAH-I tienen cierta inmadurez en el Ejecutivo Central, ya que necesitan mucho más tiempo que el resto en establecer una planeación de funciones, que en muchas ocasiones no llegan a terminar; igualmente se «pierden» con facilidad, «olvidándose» de lo que estaban haciendo, lo que les dificulte que puedan cumplir sus propios planes o las instrucciones de los demás, debido a un escaso rendimiento en la memoria de trabajo; y por último tiene una escasa capacidad de inhibición, lo que implica que cualquier estímulo que se presente va a captar su atención, ya que tiene poca «voluntad» de concentrarse y omitir atención a otros estímulos.
    Éste estudio abre una vía de trabajo para poder distinguir mediante pruebas específicas entre los distintos tipos de TDAH, y en función de eso poder establecer un tratamiento adaptado; igualmente conocer en qué áreas muestra carencias el pequeño permite diseñar intervenciones concretas para paliar o compensar sus carencias, sobre todo en los dominios donde muestran menor «desarrollo» del Ejecutivo Central, de forma que pueda desarrollar una actividad «normal» y mostrar así un desempeño como el resto de sus compañeros.

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