Facebook, Twitter y otras redes sociales se han convertido en parte imprescindible en la vida de los más jóvenes.
Desde que ha irrumpido en la vida de los jóvenes las redes sociales, se ha producido un fenómeno novedoso, el de la adicción a Internet.
Ciberadicción
Si bien el fenómeno de la ciberadicción es reciente, este ha ido evolucionando rápidamente, así los primeros adictos a los videojuegos o a Internet, pasaban horas y horas sin salir de sus cuartos, incapaces de desconectarse de los juegos de rol o de cualquier otro videojuego para sumar más puntos y aumentar en el ranking mundial; como si eso fuese lo más importante de todo.
De estos primeros casos surgió el término del síndrome de “hikikomori”, originariamente identificado en Japón durante la década de los ochenta y noventa. Los jóvenes que lo sufrían, literalmente daban la espalda a la sociedad, y se negaban a interactuar con los demás, si no era a través de las computadoras.
Algo que en ocasiones llevaba a una mala nutrición e incluso al abandono de la higiene personal.
Ejemplo de ello se han observado en mayor o menor grado a lo largo del globo, donde la pantalla del ordenador se convierte en la “realidad” del joven, no existiendo nada más allá fuera de las cuatro paredes de su cuarto.
Actualmente, y gracias a los dispositivos móviles, como las tabletas, ipads, smarthphone o teléfonos inteligentes, ya no es preciso quedarse en casa para estar conectado a Internet.
Además la incursión de las redes sociales ha hecho que las posibilidades de comunicación aumenten, más allá de los videojuegos, o chat de hace unos años, lo que ha traído como consecuencia un incremento del número de casos de adicción a Internet, pero ¿Cuál es el porcentaje de adictos a Facebook?
Adicción a Internet
Esto es precisamente lo que ha tratado de responderse desde el Department of Information Systems y el Department of Educational Foundation and Social Science, Faculty of Education, Universiti Teknologi Malaysia (Malasia), junto con el Department of Computer and Information Technology, Parand Branch, Islamic Azad University, Parand, (Iran) cuyos resultados acaban de ser publicados en la revista científica International Journal of Information and Education Technology.
En el estudio participaron 441 estudiantes universitarios, con una media de 24 años, siendo el 49% mujeres.
A todos se les evaluó mediante la escala estandarizada para conocer el nivel de adicción a Facebook denominada Bergen Facebook Addiction Scale (B.F.A.S.), igualmente se evaluó el nivel de locus de control mediante el Locus of Control (L.O.C.) y el nivel de egoísmo personal mediante Barron’s Ego strength scale; además se recogió información sobre la religión y la procedencia del estudiante.
Los resultados informan que los jóvenes mostraban niveles muy elevados de adicción a Facebook, llegando al 47% de los mismos, esto quiere decir que casi la mitad de los usuarios de Facebook eran adictos a esta red social.
Estos resultados se mantienen a pesar de la procedencia (malasio o no malasio), religión que practicasen (musulmana, cristiana, budista,…) e incluso género de los participantes.
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— Conecta13 (@Conecta13) 15 de mayo de 2017
Adicción a Facebook
Los autores no entran a valorar estos datos ni las implicaciones sobre la salud mental de los jóvenes, ni sobre sus relaciones sociales.
Una de las limitaciones del estudio, es que la selección de los participantes, se realizó entre los usuarios de Facebook, ya que fue ahí donde se publicó la convocatoria, dejando fuera del estudio los estudiantes que habitualmente no usan las redes sociales, por lo que es un importante sesgo.
Igualmente únicamente se ha analizado a la población juvenil que estudia en la universidad, dejando del estudio a todos aquellos que por algún motivo, ya sea familiar o socio-económico no lo hacen.
Por último el decantarse por analizar la red social Facebook, obedece más a un interés personal de los investigadores que a criterios científicos, pues no se ha realizado un análisis comparativo donde se pueda determinar que Facebook es más adictivo que Twitter o que otras redes sociales, para ello sería preciso la incorporación de preguntas sobre el empleo de otras redes sociales y su frecuencia de uso, además de evaluar las adicciones a las mismas.
Por último y teniendo en cuenta las investigaciones que muestran que el comportamiento que expresamos en las redes sociales refleja lo que realmente somos, sería conveniente incluir en el estudio un análisis de personalidad de los participantes.
Dicho lo anterior, es destacable el alto porcentaje de adicción a Facebook entre los más jóvenes, pasando de ser una red social con un fin comunicativo y de interrelación, a un verdadero problema de salud mental, como es la ciberadicción.
Una vez conocido estos datos sería bueno diseñar e implementar campañas de concienciación entre los más jóvenes, tanto sobre los peligros de la ciberadicción, como para que busquen ayuda cuando empiecen a sufrir sus síntomas.