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  • ¿Puede la música beneficiar a los adictos en tratamiento?

    ¿Puede la música beneficiar a los adictos en tratamiento?

    Una de las problemáticas con respecto a las terapias de la adicción es que no existe un tratamiento que permita beneficiar a los adictos.

    Por lo que se han desarrollado distintas estratégicas terapéuticas en función del tipo de adicción, teniendo en cuenta que además de la adición fisiológica hay que tratar también la adicción psicológica, esto es el componente psicológico de la adicción que aumenta el riesgo de recaídas.
    El lugar donde vivimos o trabajamos, la disponibilidad de acceso a la sustancia o conducta adictiva, e incluso las personas con las que nos relacionamos, van a ser indicativos de activación de una serie de costumbres y hábitos que se suelen acompañar a dicho comportamiento.
    Es por ello, que muchos programas de desintoxicación lo primero que hacen es romper con esas «señales» tanto laborales como sociales, en donde la persona se siente cómoda e inicia su comportamiento aditivo.
    La separación de familiares y amigos, evitar que pase por lugares donde tiene acceso a su sustancia o comportamiento adictivo son fundamentales para prevenir la «tentación» y por tanto van a beneficiar a los adictos a que vayan perdiendo esas costumbres.
    Igualmente es importante la intervención psicológica para que la adicción no cambie, y consuma ahora una nueva sustancia o genere un nuevo comportamiento adictivo, enfrentando y afrontando la problemática del adicto, y enseñándole estrategias y habilidades para afrontarlo, se ayuda a que la persona sea más consciente de sus limitaciones y necesidades, así como que sepa demandarlo y expresarlo adecuadamente, sabiendo qué puede o no esperar de los demás, y cuál es el método más correcto de reaccionar ante la frustración en caso de conseguir aquello que quiere.
    Toda un intervención en la vida de la persona para cambiar su concepción de sí mismo y de la relación que entabla con su medio ambiente, con lo que darle herramientas para afrontar la vida con nuevos ojos que haga que no tenga que recurrir a la adicción como vía de escape o de evitación de asunción de la realidad que vive.



    Esto es precisamente lo que se trata de investigar desde la
    Universidad de Marburg, la Universidad Justus Liebig Giessen y la Universidad Internacional de Psicoanálisis de Berlin (Alemania) recientemente publicado en la revista científica Research Journal of Drug Abuse.
    En la investigación participaron 190 pacientes de los cuales 28 eran adictos a sustancias y el resto servirían de grupo control.
    A todos ellos se les administraron las siguientes pruebas: un inventario sobre el uso habitual de música (inventory for the assessment of activation and arousal modulation through music – IAAM), una escala de autoconcepto (self-concept inventory – SKI) y una sobre la funcionalidad global de la persona (Global assessment of functioning- GAF).
    Se analizaron las diferencias significativas entre los adictos y el grupo control encontraron diferencias significativas en cuanto a la funcionalidad, mostrando un menor nivel significativo los adictos. Con respecto a la música, los adictos escuchaban significativamente más música para relajarse o concentrarse, o cuando estaban bajo los efectos de las drogas, pero esta música además era significativamente más elevada que en el grupo control.

    Los resultados son una primera aproximación al uso terapéutico de la música en el tratamiento de la adicción aunque no tiene suficientes sujetos para poder concluir adecuadamente.
    Falta todavía realizar una investigación a respecto para poder comprobar si se producen mejoras o no el tipo de música que escucha.
    Igualmente el volumen de la misma que ha resultado significativamente diferente debe de ser explorado para comprender qué papel juega.

  • ¿Qué factores pueden motivar la adicción al ejercicio?

    ¿Qué factores pueden motivar la adicción al ejercicio?


    Uno de los riesgos que puede conllevar la asistencia habitual al gimnasio es cuando la motivación por la salud se convierte en adicción al ejercicio.

    La vigorexia

    La vigorexia o adicción al deporte es una situación más común de lo que se puede pensar y que afecta lo mismo a hombres y mujeres, por el cual la persona no puede dejar de practicar deporte, todos los días a cualquier hora.
    Como cualquier adicción conductual, esta puede surgir en cualquiera que practique deportes, pero donde las motivaciones que lo guían varían con el tiempo, dejando de ser algo sano para cuidarse o mantener en forma, a ser un comportamiento autoalimentado donde se produce una necesidad de practicar deporte por sí mismo.
    Como adicción que es, esto va a involucrar gran parte del tiempo de la persona con vigorexia, lo que puede también suponer un riesgo en el ámbito social y económico, pasando horas y horas en el gimnasio a diario, limitando así sus posibilidades de salir con alguien y de mantener una relación de pareja duradera, ya que se está más preocupada por el deporte que por otro asunto.
    Todo el mundo entiende de los beneficios para la salud de realizar algo de deporte diario, y que es importante mantener cierto nivel de regularidad en su práctica.
    Cuando alguien es un profesional el número de horas y la intensidad de los ejercicios se incrementa, sobre todo cuando se acerca alguna prueba o competición, reduciendo la intensidad el resto del año.
    Pero la vigorexia va más allá de la práctica del deporte para mantenerse sano o para ganar alguna competición, en esta adicción desaparece la finalidad última, para ser el propio deporte el fin, cada vez dedicando más tiempo, más esfuerzo, incluso cuando pone en riesgo la estabilidad de las relaciones sociales, familiares e incluso laborales de la persona que lo padece; pero no queda ahí la adicción, también ocupa buena parte del pensamiento, comprándose revistas especializadas, artículos deportivos y hablando con todos del mismo monotema, tanto que incluso llega a cansar.
    Quizás la situación más evidente de que se sufre esta adicción es precisamente cuando no se puede practicar deporte algún motivo, ya sea una lesión de la cual debe reposar o por trasladarse temporalmente a otro lugar, en esos momentos se sufre «el mono», es decir, esa intensa necesidad de practicar deporte sea como sea y donde sea, y si no afecta emocionalmente a la persona, pudiendo expresar su ansiedad que puede llevar a desesperación e incluso con mal humor, pero ¿Qué factores pueden motivar la adicción al ejercicio?


    Vídeo Recomendado: Obsesión por cuerpo musculoso e ingesta de vitaminas son señales de vigorexia- Andina

    Vigorexia y salud

    Esto es precisamente lo que se trata de investigar desde la Universidad de Mesina (Italia) publicado en el 2014 en la revista científica Journal of Addiction.
    El estudio se inició con 150 participaron deportistas amateurs, pero sólo lo completaron 120 de ellos, 69 hombres y 51 mujeres, que realizaban ejercicios en los gimnasios de la zona a los cuales se les administraron tres cuestionarios para rellenar, el primero sobre el riesgo de la persona de sufrir vigorexia a través del cuestionario estandarizado denominado Exercise Addiction Inventory (EAI), el segundo donde se evalúa el nivel narcisismo de la persona con el Narcissistic Personality Inventory (NPI) y el tercero donde se evalúa el nivel de autoestima del participante a través del Coopersmith Self-Esteem Inventory (SEI). Igualmente se recogieron datos socioademográficos, así como sobre la frecuencia de uso de las instalaciones deportivas.
    Los resultados indican que la mitad de los varones que participaron en el estudio estaban en riesgo a padecer vigorexia, mientras este porcentaje se elevaba a un 60% en el caso de las mujeres, evidenciando una mayor exposición de estas a la adicción al deporte.
    Se encontraron resultados significativos en cuanto a los días de asistencia a los gimnasios en función de la mayor o menor exposición a la vigorexia, a los niveles de narcisismo y a la autoestima.
    Donde a mayores niveles de exposición a vigorexia y mayores niveles de narcisismo se acompañan de una mayor asistencia y asiduidad a la práctica deportiva en gimnasios. Igualmente una baja autoestima se relaciona con un mayor asistencia a gimnasios.


    Vigorexia y emociones

    El estudio por tanto concluye que altos niveles de narcisismo y bajos de auotestima son los que están poniendo en riesgo a la persona a sufrir adicción al deporte, y lo que se refleja en un aumento del número de días de uso de las instalaciones deportivas.
    El estudio no contempla por que sería difícil de analizar el ejercicio que puede realizarse fuera de dichas instalaciones, y tampoco evalúa los pensamientos tan característicos de las personas que sufren adicción comportamental, claros exponentes de la vigorexia.
    Igualmente se relacionan las variables con el resultado de un cuestionario sobre sensibilidad a la vigorexia, pero no se realiza un seguimiento de los participantes para comprobar si efectivamente en un plazo razonable de unos meses o un año, la persona con baja autoestima, y con alto narcisismo acaba desarrollando la adicción al deporte, lo cual daría mucho más validez a los resultados.
    Igualmente la media de edad de los participantes con una media de 29 años, hace pensar que estos participantes pueden variar sus tendencias en función de otros factores no analizados como la posición social, el trabajo que desempeñan, la familia que tiene,… ya que todos ellos van a tener una u otra influencia en la persona, siendo esta influencia distinta a medida que la persona va madurando y adquiriendo nuevas responsabilidades.
    Aunque los resultados parecen claro en cuanto a la relación existente, hay que tener en cuenta que han sido obtenidos de una población relativamente pequeña, pero muy localizada en un país con una cultura e idiosincrasia propia como es la italiana, por lo que se precisa de nueva investigación para determinar si estos mismos resultados son extensibles a otras poblaciones.

  • ¿Cuántos sufren el trastorno del espectro alcohólico fetal?

    ¿Cuántos sufren el trastorno del espectro alcohólico fetal?

    Uno de los problemas más importantes para la salud es cuando estos se producen a edades tempranas como en el caso del trastorno del espectro alcohólico fetal.

    Se trata de la consecuencia de un embarazo donde la madre ha ingerido alcohol, lo que ha puesto en riesgo la salud del bebé aún no nacido, y cuyas consecuencias en algunos casos se van a arrastrar el resto de su vida.
    Entre las consecuencias físicas que debe de «arrastrar» toda su vida, se encuentra, características faciales anormales, bajo peso y estatura, problemas en el corazón, riñones o huesos, dificultades en la visión o en la audición.
    Con respecto a las consecuencias psicológicas y conductuales, las cuales requieren de una intervención temprana, con lo que tratar de «corregir» sus efectos están, hiperactividad, dificultad para mantener la atención, dificultades en el aprendizaje, problemas de memoria, problemas de coordinación, retraso en el lenguaje, e incluso retraso en la inteligencia.
    Como vemos, unas consecuencias tan importantes no sólo implican un importante gasto para las familias, si no que también para la administración, de ahí la importancia de saber lo más exacto posible el número de afectados dentro de una población determinada.


    https://youtu.be/lGRgWSepmCA

    Vídeo Recomendado: Trastorno del espectro alcohólico fetal en el colectivo de los niños adoptados en Europa del Este

    Esto es precisamente lo que trata de averiguar conjuntamente con una investigación realizada desde la Universidad de Toronto y el Centro de Salud Mental y Adicciones (CAMH) de Toronto (Canadá), la Escuela Universitaria de Medicina de Dakota del Norte (USA) y la Universidad Técnica de Dresden (Alemania), cuyos resultados han sido publicados en el 2014 en la revista científica Child Youth Care Forum.
    El estudio busca cuantificar el número de casos de trastornos del espectro alcohólico fetal en una población tan heterogénea como es la canadiense de más de 35.000.000 de habitantes, y una vez conocido el número de casos, estimar el coste que estos pequeños van a generar en la administración.
    En este caso se trata de un estudio estadístico, donde no hay participantes directamente implicados si no únicamente, macro cifras que hay que analizar para poder extraer conclusiones sobre los afectados por trastornos del espectro alcohólico fetal.
    Los resultados son cuanto menos preocupantes, debido a una gran presencia de afectados por trastorno del espectro alcohólico fetal en las regiones más al norte de Canadá, pudiendo llegar a 1 de cada 32 niños en los territorios del Noreste, y 1 de cada 41 niños en el territorio de Yukon y en Manitoba. Mientras que las poblaciones menos afectadas fueron las Islas del Príncipe Edward con 1 cada 192 niños y en Ontario con 1 cada 156.
    Estudios previos han calculado que el coste anual para la administración de tener un niño/a que sufren trastorno del espectro alcohólico fetal es de cerca de 2000 dólares canadienses. Lo que en cómputo de todos los casos estimados se estaría hablando de entre 57.9 a 198.3 millones de dólares canadienses al año de los cuales en niños sería entre 36.0 a 123.4 millones mientras que en niñas de 21.9 a 75.0 millones de dólares canadienses.
    Lejos de las grandes cifras, el estudio pone en evidencia una importante tasa de incidencia del trastorno del espectro alcohólico fetal entre su población más joven, sabiendo que las consecuencias físicas van a ser «arrastradas» durante toda su vida, mientras que las consecuencias cognitivas y conductuales requieren de un importante esfuerzo por parte de los profesionales de la salud por «compensar» los efectos de la ingesta de alcohol durante una fase tan sensible como es la del embarazo.

  • ¿Qué factores de personalidad están implicados en la droga?

    ¿Qué factores de personalidad están implicados en la droga?

    Una de las circunstancias más difíciles a las que se tiene que enfrentar una familia es cuando uno de sus miembros es adicto a consumir sustancias como drogas.

    El consumo de drogas

    A parte de las reacciones que cada cual pueda tener dentro de la familia, lo que la mayoría quiere saber es el por qué, una pregunta que trata de responder la ciencia a través de la investigación sobre los aspectos de la personalidad que pueden estar implicados en estas conductas.
    Varios son los factores que se han barajado al respecto, aunque todavía está lejos de descubrirse uno que pueda explicar por qué una persona «cae» en las drogas y otra no, ya que su conocimiento permitiría establecer planes de intervención adecuados, con los que prevenirlo, entonces ¿cuál de los factores de personalidad estarían implicados en el inicio, mantenimiento y recaída de las personas que muestran conductas de adicción?


    Vídeo Recomendado: ¿Por qué las drogas, con el paso del tiempo, cambian nuestra personalidad?

    Personalidad y drogas

    Esto es precisamente lo que trata de descubrir desde la Universidad de la mujer Fatima Jinnah (Pakistan) publicado recientemente en la revista científica Health.
    En el estudio participaron 109 personas entre los 20 y 70 años, con igual número de hombres que de mujeres, de los cuales 40 eran consumidores, 42 habían recaído y 27 lo habían superado según datos obtenidos de un centro de desintoxicación al que acudían.
    Se empleó un cuestionario de personalidad abreviado (EPQR-Short) para analizar los factores de personalidad siguiendo el modelo de Eysenck, quien la divide en tres grandes dimensiones (extroversión, neurotocismo y psicoticismo). Sabiendo que cada uno de nosotros tenemos de estas tres dimensiones, siendo lo que nos diferencia las distintas «cantidades» de cada dimensión. Igualmente se exploró la dimensión de la autoregulación a través de un cuestionario estandarizado (SRQ). Además de los resultados se recogieron los datos demográficos de los participantes.
    Los resultados informan sobre el perfil del consumidor de droga que acude a este centro de desintoxicación, son jóvenes (80%), solteros (60%), con nivel de estudio universitario (33%) y que actualmente están trabajando (77%).
    Con respecto a los factores de personalidad no se encontraron diferencias significativas según el grupo al que pertenecía el paciente, en extroversión y psicoticismo, aunque mostraban puntuaciones elevadas; en cambio se encontró diferencias significativas en neuroticismo, obteniéndose menores puntuaciones entre los consumidores actuales, lo que indica que estas personas se rigen por la inestabilidad y la falta de control de los impulsos.
    Con respecto a la evaluación de la autoregulación no resultó significativa su correlación con el cuestionario de personalidad a excepción del neuroticismo.


    Psicología drogas

    A pesar de recoger datos en cuatro tramos de edad 21-30; 31-40; 41-50; más de 50, el número de participante a partir de los 40 es insignificante (8 y 3 participantes respectivamente) y debería de excluirse del estudio para que no incluir variables extrañas.
    Los resultados se alejan de lo que hasta había reflejado la literatura al respecto, por lo que habría que entrar a evaluar su diseño, y sobre todo la selección de los participantes, ya que es ser voluntario en un centro de desintoxicación sirve de filtro con respecto al resto de los consumidores que no acceden a estos servicios.
    Los datos por tanto, lejos de aclarar la cuestión, cuestiona las investigaciones que ponían el interés en el aspecto de la extroversión como factor fundamental de la personalidad a la hora de iniciar y mantener conductas adictivas.

  • Cambios de personalidad para evitar recaída en alcoholismo

    Cambios de personalidad para evitar recaída en alcoholismo

    La recaída es el problema más importante para aquellas personas que quieren dejar el alcohol. Un reciente estudio analiza el factor de personalidad implicado.

    Uno de los grandes problemas de las adicciones son las recaídas, es decir, volver a la consumir alcohol, en el caso de la adicción a la bebida.
    De hecho en los programas de desintoxicación de Alcohólicos Anónimos se celebran los años que la persona lleva sin beber, como algo excepcional.
    El primer año sobrio, el segundo,… sabiendo que en cualquier momento, puede recaer, aun habiendo pasado años sin probar el alcohol.
    Estudios anteriores afirman que algunos factores de la personalidad pueden ayudar a mantener sin caer en el alcohol durante mucho tiempo, ¿Pero que factores de personalidad sirven para evitar la recaída?


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    En éste estudio recientemente publicado en la revista Psychology, por la Universidad de Montpellier y San Etienne (Francia) se analizaron dos características de personalidad la estabilidad emocional y la capacidad de tener relaciones estables, siguiendo la bibliografía existente que afirmaba que eran precisamente estos dos factores de la personalidad los que se ha comprobado que eran mejor predictores de la ausencia de recaídas en el alcoholismo a lo largo del tiempo.
    En el estudio participaron 144 personas que habían sido tratadas de su adicción al alcohol, 51 de ellas llevaban como media 2 años sin probar el alcohol y el segundo grupo con 93 participantes acababan de desintoxicarse del alcohol.
    A todos se les administró un exhaustivo cuestionario de personalidad para comprobar si existían diferenciase entre ambos grupos, sabiendo que la única explicación de las mismas sería el haber tenido o no recientemente una experiencia cono el alcohol.
    Los datos muestran significativos cambios entre los dos grupos, en neuroticismo, cordialidad y concienciación.
    Los que acababan de dejar el alcohol mostraban significativa niveles más altos de neuroticismo, relacionados con una mayor inestabilidad emocional, con falta de control de los impulsos, con estrés e ideas irracionales.
    Los miembros del grupo que llevaban más tiempo sin beber mostraban más cordialidad, esto es, tenían una mayor tendencia al altruismo, estando dispuesto a ayudar a otros, aspecto necesario para interactuar positivamente con los demás y ayuda a la establecer relaciones sociales duraderas.
    Con respecto a la concienciación, presente en mayor medida en las personas que llevan más tiempo sin probar el alcohol, está correlacionado con mayores niveles de autoestima, con cuidado sobre su imagen personal, actuando desinteresadamente por los demás, lo que va a facilitar establecer relaciones duraderas.
    Estos tres aspectos de la personalidad diferenciados entre los que acaban de dejar el alcohol frente a los que llevan dos años explicarían las diferencias ambas medidas, siendo el grupo de los abstemios de larga duración los que mostraban mayor estabilidad emocional y relaciones sociales estables.
    Aunque como indica el estudio, unos pocos factores no van a determinar un cambio de personalidad total, si lo hace en los elementos implicados en facilitar la estabilidad emocional y las relaciones sociales duraderas, que con anterioridad se ha mostrado que son buenos predictores de la abstinencia a largo plazo, es decir, estos cambios pequeños en algunos factores de la personalidad facilitan que no se produzcan recaídas en el caso de la adicción al alcohol.
    Lo que el estudio no comenta, es si ese factor de protector contra recaídas de personas que han sido adictas al alcohol, sirve para distinguir entre la población en riesgo de ser adicto o no, esto es, si es posible saber fijándonos en estos factores de personalidad si la persona puede ser adicta al alcohol mucho antes de que empiece a beber. Esto sería importante a la hora de poder establecer planes de prevención casi personalizados para la población más sensible por sus rasgos de personalidad, a sucumbir ante éste tipo de adicción.

  • La alexitimia en los problemas psicológicos y las adicciones

    La alexitimia en los problemas psicológicos y las adicciones

    La alexitimia se ha visto que es un factor que acompaña en adultos al consumo excesivo y continuado de alcohol, ¿pero afectará de igual forma a los más jóvenes?

    Joven y Adicciones

    El problema del consumo de alcohol se inicia cada vez temprano en la población, haciendo que sus efectos tanto físicos como psicológicos sean más severos, debido a que el organismo está todavía en etapas tempranas de formación.
    Desde el punto de vista psicopatológico, el consumo excesivo y continuado de alcohol está asociado con desórdenes comportamentales, TDAH, intentos de suicidio, desórdenes del estado de ánimo como depresión o ansiedad, además de desórdenes de la conducta alimenticia como la bulimia, y en los casos más graves la esquizofrenia.

    Entre los elementos que parecen relacionarse con el consumo de alcohol en adultos, está la presencia de alexitimia, como característica de personalidad, definida ésta por la existencia de una inhibición para expresar y compartir con otros las emociones y vivencias personales.
    Estas personas suelen sentirse cohibidos a nivel social, empleando el alcohol como forma de desinhibirse, y relacionarse con sus semejantes, cosa que de otra forma no sería capaz de hacer.
    ¿Pero qué pasa en los jóvenes?, ¿Es la alexitimia un buen predictor de su conducta frente al alcohol a ésta edad?


    https://youtu.be/wkcFrYxtL8o

    Alexitimia y Adicciones

    Estas son las cuestiones que han llevado a realizar un estudio en el Hospital Universitario de Padua (Italia) cuyos resultados han sido publicados en el 2014 en la revista científica Neuroscience & Medicine.
    Para ello se empleó una muestra bastante amplia, de 3556 jóvenes entre los 11 y 18 años, los cuales respondieron tres cuestionarios.
    El primero sobre la escala de alexitimia para niños, el segundo sobre el consumo de alcohol, y por último un cuestionario de autoinforme para jóvenes para detectar la presencia de psicopatologías.
    Los resultados informan de una relación entre estos tres factores, lo que altos niveles de alextitimia haría que los jóvenes estuviesen más dispuestos a consumir alcohol, a la vez que es más probable que aparezcan psicopatologías.

    Alexitimia y Alcohol

    Relación sobre la que ya existía bibliografía en adultos y que apuntaban hacia la misma relación entre el consumo de alcohol y la presencia de la alexitimia como factor de personalidad.
    Pero lo más interesante, a mi entender, a parte de encontrar ésta relación que hasta ahora se desconocía en jóvenes, es que al ser tantos participantes, se pudo realizar un análisis pormenorizado por edad, pudiendo comparar cada parámetro cada año, observando cómo ésta relación entre los tres factores era muy consistente sobre los 11 años, desapareciendo su relación a medida que se analizaban edades superiores.
    Es decir, ésta clara relación entre la alexitimia y el alcohol y la psicopatología, encontrada en los 11 años, no se ha hallado en edades superiores, a medida que se acercan a los 18 años.
    Lo que supone una buena noticia, en el sentido de que a medida que crecemos vamos teniendo más libertad de elegir, sin depender tanto de nuestras tendencias internas.

    Además el desarrollo del joven, tanto a nivel físico como psicológico, parece ser un factor de protección para el desarrollo de psicopatologías provocadas por el consumo excesivo y continuado de alcohol.
    Por su parte, los autores del estudio, advierten de la vulnerabilidad de los más jóvenes al consumo de alcohol y a padecer psicopatologías, cuando tienen altos niveles de alexitimia, defendiendo la necesidad de crear programas especiales de prevención para los más jóvenes que inician en ésta edad los primeros contactos con el alcohol, evitándoles así consecuencias físicas y psicológicas tan importantes.

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