El Alzheimer, es una enfermedad progresiva, que va incapacitando a la persona que lo sufre, de ahí la importancia de conocer qué factores facilitan su avance.
Avance en la enfermedad de Alzheimer
Una de las mayores preocupaciones entre las personas que tienen en su casa un paciente al que se le ha detectado la enfermedad del Alzheimer es saber cuánto de rápido va a ir evolucionando la enfermedad.
Algo que hasta ahora se desconocía, tal y como sucede en el origen o el tratamiento de ésta misteriosa enfermedad de la que gracias a las nuevas investigaciones vamos conociendo cada vez un poco más.
El Alzheimer se define como una enfermedad neurodegenertativa crónica, esto quiere decir que poco a poco se van a ir perdiendo facultades y habilidades tanto psicológicas como físicas, siendo la más evidente en una primera etapa la pérdida de la memoria que suele ir acompañado de desorientación.
Los tratamientos actuales se están centrando en detener el avance de la enfermedad, o por lo menos relantizarlo, sabiendo que si se consigue se posibilita al paciente de más tiempo de vivir con calidad e independencia, ya que ésta enfermedad va progresivamente llevando a la persona a la dependencia total.
El siguiente paso, una vez conseguido detener el avance de la enfermedad es aplicar los avances de las nuevas técnicas en regeneración neuronal que permitan revertir los efectos producidos, algo que todavía está en fases muy iniciales de estudio, con las investigaciones con células madres.
Pero igual de importante es comprender cómo detenerlo, como aprender qué factores son los que hacen que evolucionen hacia un progresivo deterioro, ya que si se conocen estos se podrán establecer mejores estrategias que persigan «controlar» los efectos de estos facilitadores del avance, reduciendo así sus efectos.
Etapas Alzheimer
Al menos así lo cree un grupo de científicos de la Universidad de Fundan (China) junto con el Centro de Investigación Traslacional del Hospital Universitario de Kyoto y la Fundación para la Innovación y la Investigación Biomédica (Japón) publicado recientemente en la revista Plos One.
Un total de 165 pacientes, 108 mujeres y 57 hombres, diagnosticados con Alzheimer participaron en el estudio a los cuales se les administró el cuestionario estandarizado del Mini-Mental con el que evaluar el estado cognitivo global del paciente, a los cuales también se les administró una batería neuropsicológica completa en donde se evaluaban cinco dimensiones: memoria, habilidad visoespacial, lenguaje, función ejecutiva y atención.
Además se tuvieron en cuenta los datos relativos a la edad, género, nivel educativo e historial médico, especialmente la hipertensión, diabetes, hiperlipidemia (altos niveles de lípidos en sangre), problemas del corazón (insuficiencia cardíaca congestiva, infarto de miocardio o angina de pecho), problemas cerebrobasculares, caídas y artritis.
Se realizó un seguimiento del paciente a los dos años y medio de media desde la primera evaluación para conocer el progreso de la enfermedad.
Los resultados muestran un deterioro progresivo en de la memoria en todos los pacientes, siendo éste especialmente fuerte en la habilidad visoespacial, la función ejecutiva y la atención. Produciéndose un deterioro más rápido de las funciones cognitivas cuanto antes aparezca la enfermedad.
Un análisis de sangre ayuda al diagnóstico del #alzhéimer en etapas tempranas Https://t.co/Y1GltCziIr — Abuelos Miranda (@Miranda_Abuelos) 8 de septiembre de 2016
Novedad Alzheimer
Con respecto a las diferencias hombre-mujer, las mujeres mostraron una evolución más lenta en el deterioro de la memoria que los hombres, algo que señalan los autores del estudio sin entrar a valorar posibles teorías explicativas al respecto.
Un resultado sorprendente fue el encontrar que aquellas personas que habían tenido mayores niveles educativos perdían las habilidades visoespaciales más rápidamente frente a los que tenían un nivel educativo inferior.
Igualmente el tener antecedentes familiares de hipertensión y de enfermedades vasculares se asocian con un desarrollo más rápido del deterioro cognitivo.
Una de las limitaciones del estudio ha sido con respecto a la medida de evaluación, donde en algunos casos se realizó pasado uno año, mientras que en otros trascurrieron más de cinco, siendo la media de casi dos años y medio. Que para próximas estudios realizar un seguimiento más pormenorizado, pero a todos los pacientes en el mismo tiempo, al año, a los dos años…
El estudio permite comprender en qué factores se ha de prestar especial atención a la hora de intervenir con los pacientes con Alzheimer, tratando así de compensar el mayor deterioro que sufren, de forma que se le pueda proporcionar una mayor calidad de vida durante más tiempo.