Categoría: Entrevistas cortas a especialistas

En esta sección de Novedades en Psicología escria por el Dr. Juan Moisés de la Serna, se incluyen las entrevistas a destacados investigadores y profesionales de las diversas temáticas de Psicología y Neurociencias, quienes responden a las cuestiones más destacadas de su área.

  • Entrevista a D. Juan Delgado Pérez sobre Gaido para el Autismo

    Entrevista a D. Juan Delgado Pérez sobre Gaido para el Autismo


    Entrevista a D. Juan Delgado Pérez, Socio fundador en Kame Ingeniería Creativa S. Coop y responsable del departamento de calidad de GAIDO quien nos presenta esta innovadora herramienta tecnológica orientada al Autismo.



    – ¿Qué es y cómo surge Gaido?

    GAIDO es una innovadora plataforma software diseñada para ayudar en el día a día a personas con TEA (Trastornos del Espectro Autista), apoyando el trabajo diario de familiares y profesionales.
    La plataforma surge de la necesidad detectada de contar con un conjunto de herramientas visuales que puedan adaptarse a las necesidades reales de las personas con TEA, teniendo a todas las personas que rodea al usuario vinculadas para obtener la mejor coordinación entre ellas y que su evolución sea lo más adecuada posible.

    – ¿A quién va dirigido y cómo funciona Gaido?

    La plataforma está diseñada para que sea usada por las personas con TEA pero sin olvidar la supervisión por parte de los tutores (familiares y profesionales).
    GAIDO combina la última tecnología en desarrollo software con el concepto de “la nube” para conseguir una herramienta de apoyo útil que ayude a disminuir los posibles problemas en el día a día derivados del Trastorno del Espectro Autista. Está preparada para su correcta visualización y utilización en cualquier tipo de dispositivo.
    Para conseguir una plataforma atractiva e intuitiva para los usuarios se ha realizado un estudio exhaustivo de todas las necesidades y peculiaridades que puede llegar a tener una persona con TEA. Para ello se ha contado con un equipo de psicólogas expertas en la materia.
    GAIDO cuenta con dos zonas bien diferenciadas:
    • Zona de usuario: Es lo que ve la persona con TEA y desde donde podrá acceder a los diferentes módulos pensados especialmente para ellos y con los que se consigue desarrollar y estimular su aprendizaje. Como módulo a destacar, se encuentra una innovadora Agenda Visual basada en pictogramas. Toda la plataforma gira alrededor de ella por la gran importancia que tiene la organización y la anticipación de tareas en las personas con TEA. Ha sido diseñada cuidando hasta el más mínimo detalle para conseguir que la experiencia de usuario sea la más adecuada.
    • Zona de tutor: Es la parte gestionada por los familiares y profesionales. Desde aquí se personaliza y configura toda la plataforma para adaptarla a los gustos y necesidades de los usuarios. Este es un aspecto muy importante e innovador ya que se consigue que la plataforma sea realmente útil para las personas con TEA.


    https://youtu.be/B–J5y1nqiQ

    Vídeo Recomendado: ¿Que es GAIDO?

     

    – ¿Para qué tipo de autistas está orientado Gaido y qué mejoras se espera alcanzar de estos?

    GAIDO pretende adaptarse lo máximo posible al mayor número de necesidades que tengas las personas con TEA, por lo tanto, el fin de GAIDO es que sea útil para todas las personas con autismo y apoyar el trabajo de profesionales y familiares.
    Las personas con TEA son muy visuales y deben de tener todo muy bien estructurado. GAIDO pretende reducir el estrés y evitar episodios de ansiedad causados por la falta de planificación o la ausencia de comunicación.
    En muchas ocasiones, la falta de comunicación u organización entre los familiares y los profesionales que rodean a la persona con TEA hace que se frene el avance en su desarrollo y aprendizaje. GAIDO ha sido diseñado para ayudar a solventar este tipo de problemas.

    – ¿En qué campos del desarrollo y en qué medida ha mejora Gaido la vida de los autistas?

    Según COI Autismo, el grupo de psicólogas que asesoran el proyecto, GAIDO mejora el área de anticipación y flexibilidad. En anticipación, son niños que no controlan bien los tiempos ni cómo organizar cada una de las actividades. La agenda visual de GAIDO aporta el que tengan esa anticipación de lo que sucede en su día a día. Y en flexibilidad, en el sentido que pueden abordar los cambios imprevistos que surgen en su vida. También aborda el área de la comunicación tanto a nivel compresivo, de entender mejor que significa cada una de las acciones, como a nivel expresivo, ya sea en comunicación verbal como no verbal por medio de las claves visuales que ofrece GAIDO.

    – ¿Requiere Gaido de un seguimiento por parte de un especialista?

    La plataforma está diseñada para que pueda ser usada por cualquier persona, pero si es cierto, que siempre aconsejamos que esté supervisada por un especialista debido a la importancia del buen uso de las herramientas visuales para el correcto desarrollo del niño/a.


    https://youtu.be/HSdqnZVU9VQ

    Vídeo Recomendado: Entrevista GAIDO

     

    – ¿Qué papel juega la familia del pequeño con autismo con Gaido?

    El papel desempeñado por las familias es de vital importancia, ya que son unos de los responsables directos de la buena utilización de GAIDO. Por medio de la plataforma, los familiares se podrán coordinar entre ellos y con los profesionales, de esta manera, la evolución del niño/a será la más adecuada posible. A partir de dicha coordinación, los familiares podrán preparar la plataforma para que su utilización sea lo más optima posible por parte de usuario.

    – ¿Qué diferencia Gaido a otros softwares de refuerzo orientado al autismo?

    A continuación se nombran los puntos más destacados que hace que GAIDO se diferencie de otras soluciones:
    – Solución integral y escalable. Gracias a su diseño, GAIDO irá sumando módulos a la vez que se van detectando necesidades por parte de los usuarios y tutores.
    – Adaptación a las necesidades del usuario. La plataforma está preparada para adaptarse a las necesidades reales de cada usuario. Su sistema de módulo le permite activar y desactivas las herramientas que se necesiten en cada momento. Y cada módulo adapta sus funcionalidades a cada usuario.
    – Sincronización triangular. Usuario, familiares y profesionales sincronizados y coordinados por medio de la plataforma, consiguiendo el mejor desarrollo y evolución para el usuario.
    – Evoluciona con el usuario. A la vez que el usuario va avanzando en su desarrollo y aprendizaje, GAIDO avanza con él para que su evolución sea la más adecuada posible.
    – Máxima personalización. Cada persona es un mundo. GAIDO se personaliza para conseguir que la plataforma sea mucho más atractiva para el usuario.
    – Adaptable a otros trastornos, síndromes o discapacidades. Por ejemplo, se ha conseguido que GAIDO pueda ser utilizada por personas con movilidad reducida por medio de un pulsador adaptado. Se sigue trabajando en este campo.
    – Acceso a la plataforma sin necesidad de conexión. Por medio de la aplicación para tablet, se puede acceder a la plataforma sin necesidad de estar conectados a internet. Funcionalidad muy demandada, ya que puedes usar GAIDO cuando vas al parque, cuando estás en el pueblo, en el aula, etc. Una vez te conectas a la red, GAIDO se sincroniza para actualizar todos los cambios realizados en la plataforma por otros tutores sincronizados.



    Desde aquí mi agradecimiento a D. Juan Delgado Pérez, Socio fundador en Kame Ingeniería Creativa S. Coop y responsable del departamento de calidad de GAIDO por habernos acercado a lo último en desarrollo tecnológico orientado al Trastorno del Espectro Autista.

     

    Serie ciberpsicología - Novedades en Psicologia

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  • Entrevista a D. Ignacio Calvo Rodríguez sobre el Miedo a Conducir (Amaxofobia)

    Entrevista a D. Ignacio Calvo Rodríguez sobre el Miedo a Conducir (Amaxofobia)


    Entrevista a D. Ignacio Calvo Rodríguez, Psicólogo General Sanitario – Experto en Miedo a Conducir (Amaxofobia), quien nos habla de sobre la Amaxofobia.




    – ¿Qué es el Miedo a Conducir y cuántos afectados hay?

    El miedo a conducir, que también se suele designar como amaxofobia, es una fobia específica de carácter situacional que afecta antes y sobre todo durante el acto de la conducción. No hay demasiados estudios al respecto y a la hora de dar cifras, tan sólo contamos con un estudio del Instituto Mapfre de Seguridad Vial de 2005 y su revisión en 2010 en el que hablan de un porcentaje del 33% de los conductores que padecen el problema desde sus formas leves, evitando algunas circunstancias concretas, a sus formas más graves en las que la persona deja de conducir totalmente.

    – ¿Cuál es la causa del Miedo a Conducir?

    No existe una causa única y el porcentaje de personas que lo padecen a causa del estrés postraumático de un accidente es relativamente bajo con respecto al número de sujetos que padecen el problema. Entre otras posibles causas podemos señalar, haber padecido un ataque de pánico al volante o alto nivel de activación fisiológica asociada a desmayos o pérdida de control. Baja autoestima como conductores. Alto nivel de estrés que aparece durante la conducción como sensación de vulnerabilidad. Notar como fallan los reflejos. Haber padecido algún problema de salud grave y creer que puede volver a ocurrirle durante la conducción. Etc.


    Vídeo Recomendado: La amaxofobia, el miedo a conducir

    – ¿Existen diferencias de por edades o género en el Miedo a Conducir?

    Las diferencias que aparecen en estos estudios tienden a valorar que hay más casos de miedo en las mujeres, en un porcentaje de más de 2 tercios. Si bien es cierto, que aunque pudiese estar ponderado el miedo hacia el género femenino, en mi opinión, también hay un porcentaje de hombres importante que lo padece y las cifras no son representativas, ya que para los varones se hace más difícil reconocer el miedo por su estigma social.

    – ¿Cómo se interviene en el Miedo a Conducir?

    Después de la evaluación individual, ya que nadie manifiesta igual el problema, primero nos encontramos con una fase de psicoeducativa, en la que tratamos de que las personas entiendan en qué consiste su miedo y cómo lo manifiesta su cuerpo y su mente. Una vez entendido el problema, tratamos de dotar a la persona de herramientas para poder hacerse cargo de sus pensamientos distorsionados, técnicas de relajación y focalizacion de la atención, para aprender a regular la respuesta fisiológica y, por último, preparamos un afrontamiento gradual para que la persona vaya llegando al estado de habituación y gane autoconfianza hasta superar su miedo al completo.

    – ¿Durante cuanto tiempo se ha de seguir la intervención en el Miedo a Conducir?

    El tiempo es relativo, ya que hay personas para las cuales su miedo ha comenzado antes de alcanzar suficiente pericia al volante y ésta tendrían que trabajar los aspectos psicológicos pero requerirían de mayor práctica. Otras personas que sí que han alcanzado el manejo total de su vehículo pero padecen el problema, quizá solo necesiten entre 8-10 sesiones. Por último, personas en las que el problema del miedo se solape con otros trastornos de ansiedad, pueden requerir una intervención más prolongada.


    Vídeo Recomendado: Supera tu miedo a conducir

    – ¿Cuáles son las principales dificultades que surgen la intervención en el Miedo a Conducir?

    Desde mi punto de vista, el mayor problema es que la persona no confíe en sus posibilidades y no se atreva a exponerse en solitario, haciendo que las intervenciones previas, como el abordaje con autoescuelas, se queden en puntos de anquilosamiento donde la persona llega a desesperarse.

    – ¿Cuáles son los objetivos alcanzables con la intervención psicológica en el Miedo a Conducir?

    El objetivo final tiene que ser que la persona supere al 100% su miedo, ya que si deja aspectos de la conducción sin afrontar ni superar, como por ejemplo, alcanzar ciertas velocidades en autovías, la persona puede volver para atrás recayendo de nuevo en los miedos del pasado. Si no se entiende el problema y la persona no se atribuye el mérito de la superación, más tarde o más temprano volverán a aparecer los fantasmas.




    Desde aquí mi agradecimiento a D. Ignacio Calvo Rodríguez, Psicólogo General Sanitario – Experto en Miedo a Conducir (Amaxofobia), por habernos acercado a la intervención ante la Amaxofobia.

  • Entrevista a Dª Virginia Mora sobre el trauma

    Entrevista a Dª Virginia Mora sobre el trauma


    Entrevista a Dª. Virginia Mora. Psicóloga de la Red de Puntos Municipales del Observatorio Regional de la Violencia de Género de la Comunidad de Madrid. Experta en Violencia y Trauma. Fundadora de Iptra (Instituto Psicoterapia y Trauma).




    – ¿Qué es el trauma?

    Ante un acontecimiento estresante o una situación de naturaleza excepcionalmente amenazante o catastrófica (catástrofes naturales, accidentes, atentados terroristas, agresiones, malos tratos, abuso o agresión sexual, tortura, secuestro etc) vivido ya sea de forma directa o indirecta, se produce en las víctimas un sentimiento de miedo intenso, indefensión, amenaza y pérdida de control que tendrá unas consecuencias traumáticas en la persona que lo sufre.
    Cuando ha ocurrido un episodio único, el trauma o daño psicológico habitualmente cursa en fases. En una primera fase hay una primera reacción de sobrecogimiento y embotamiento generalizado, que se caracteriza por lentitud en las reacciones y mecanismos de negación. Es lo que se denomina estado de “shock”. En una segunda fase, aparecen fuertes reacciones emocionales de dolor, rabia, impotencia, culpa, miedo que alternan con periodos de profunda tristeza y abatimiento. Por último, pueden aparecer las reexperimentaciones del suceso de forma espontánea o ante estímulos relacionados. Estas reacciones pueden dar lugar al Trastorno de Estrés Postraumático.
    Cuando la situación de violencia está cronificada en el tiempo, como ocurre en el abuso sexual o maltrato infantil y en la violencia de género, las víctimas pueden presentar alteraciones en la personalidad en cuanto a su capacidad para relacionarse y a su propia identidad. Esto es lo que se ha denominado Trauma complejo.
    Es importante señalar también que, en ocasiones, puede ocurrir un daño psicológico ante situaciones que aparentemente no son traumáticas pero que la persona las vive como tal debido a sus propias características personales, momento evolutivo, consecuencias para su vida etc.

    – ¿Por qué se produce el trauma?

    El trauma o daño psicológico ocurre a consecuencia de que el suceso negativo que ha experimentado la persona desborda su capacidad de afrontamiento y de adaptación. Cuando nos enfrentamos a una situación que nos genera de forma abrumadora dolor, miedo, vergüenza, indefensión o pánico bien sea por su intensidad, por el momento vital en el que ocurre o porque no exista posibilidad de defenderse o de huir de la situación que nos daña, el sistema de defensa de nuestro organismo puede verse colapsado y no es capaz de procesar adecuadamente lo ocurrido ni de elaborar una respuesta de control. Debido a lo cual, el sistema de defensa se mantiene en un inadecuado estado de alerta permanente que va a provocar que ante cualquier estímulo relacionado con la situación traumática se disparen las mismas reacciones a nivel fisiológico, cognitivo, comportamental y emocional que se pusieron en marcha ante el acontecimiento traumático.


    Vídeo Recomendado: Identifica y supera un trauma psicológico

    – ¿Qué relación existe entre la violencia y el trauma?

    Si cualquier experiencia traumática hace que la víctima se cuestione conceptos fundamentales como que el mundo es un lugar lo suficientemente seguro, el valor positivo de uno mismo como persona y el sentido de la vida, en los casos en los que el daño ocurre provocado por otro ser humano de manera intencionada y violenta, las consecuencias traumáticas son mucho más graves.

    – ¿Por qué a unas personas que sufren violencia se traumatizan y otras no?

    La mayor o menor repercusión psicológica de una conducta violenta va a depender de varios factores. Por un lado, depende de la vulnerabilidad tanto psicológica como biológica de la persona, que se refiere a un desequilibrio emocional preexistente a la situación traumática y a contar con un umbral más bajo de activación psicofisiológica. En estos casos, el impacto de la violencia va a ser mayor y/o más incapacitante.
    También la duración e intensidad del suceso violento y el significado que se dé al mismo va a influir, así como que el incidente concurra con otras experiencias negativas actuales o pasadas. Un insuficiente apoyo familiar y/o social y utilizar estrategias de afrontamiento inadecuadas van a empeorar la sintomatología postraumática.
    Por otro lado, existen personalidades más resistentes al estrés y por tanto a la traumatización, que se caracterizan por tener un adecuado control de las emociones, valoración positiva de sí mismo, estilo de vida equilibrado y contar con apoyo social entre otras características. Es a lo que nos referimos cuando hablamos de las capacidades de resiliencia o resilientes de una persona, la capacidad de los seres humanos sometidos a los efectos de una adversidad, de superarla e incluso salir fortalecidos de la situación.

    – ¿Son más sensibles los pequeños a sufrir traumas?

    Indudablemente, los niños y las niñas tienen menos recursos de afrontamiento ante una situación traumática y por ello son más vulnerables ante una vivencia violenta. Muchos adultos piensan equivocadamente que los niños no son conscientes de lo que ocurre, que se adaptan rápidamente, que no sienten la pérdida…, sin embargo, las consecuencias del trauma en los niños pueden ser más graves que en un adulto. Lo que pasa es que el reflejo del daño psíquico en los niños no es igual que en los adultos y por ello puede pasar desapercibido, síntomas disociativos, somatizaciones, irritabilidad, aislamiento, comportamientos disruptivos..
    Tal como señala Judith Herman, si en un adulto el trauma provoca un daño en la estructura de personalidad, en la infancia la forma y la deforma.
    En cualquier caso, la repercusión de un evento traumático en un niño y la repercusión en su vida va a depender principalmente del apoyo y la contención que le presten sus figuras de referencia (madre, padre u otros adultos significativos).


    Vídeo Recomendado: Cómo superar un trauma

    – ¿Qué consecuencias futuras tiene el trauma?

    Las consecuencias psicológicas en la vida adulta de un trauma en la infancia son difíciles de predecir con exactitud, pero, sin duda, todo acontecimiento traumático ocurrido en la vida de un niño o una niña provoca una “herida psíquica” que puede incidir o activarse de nuevo en la adultez.
    Que aparezcan consecuencias negativas en el futuro va a depender de si existen más traumas previos, haber sufrido malos tratos en la infancia o si la persona presenta un trastorno de personalidad. Habrá también un peor pronóstico cuando la persona haya sido revictimizada porque la exposición haya sido continuada en el tiempo (es el caso de la violencia familiar, abuso sexual infantil, secuestros prolongados…), o que hayan ocurrido diferentes situaciones traumáticas a lo largo de su desarrollo, que la sintomatología postraumática haya sido intensa o de carácter disociativo, como por ejemplo, amnesia psicógena.

    – ¿Cómo se trata el trauma?

    La intervención psicológica con las personas que han sufrido un trauma va a depender en gran medida del enfoque y abordaje terapéutico que utilice cada profesional.
    Diferentes autores especializados en trauma como Pierre Janet, Van del Kolk o Herman, establecen la necesidad de abordar la intervención por fases.
    En una primera fase de Estabilización, el objetivo será la reducción o eliminación de sintomatología postraumática. Se trata de dotar a la persona de recursos y herramientas para la regulación y autocontrol emocional, aprendizaje de estrategias de afrontamiento y fortalecimiento de sus recursos personales. En definitiva, tiene que ser una fase de empoderamiento.
    En una segunda fase nos centraremos más en una intervención sobre el hecho traumático. Se trata de superar la fobia al recuerdo, procesando adecuadamente lo vivido de tal forma que pueda ser “engranado” en la narrativa biográfica de la persona. La memoria traumática suele estar fragmentada, sin narrativa, con recuerdos sensoriales de gran impacto y sin integración. El objetivo por tanto es integrar. En esta fase pueden utilizarse técnicas como el EMDR (Eye Movement Desensitization and Reprocessing) que están demostrando una gran eficacia en el abordaje del Trastorno por Estrés Postraumático y otros trastornos derivados de una situación traumática.
    Finalmente, se trata de consolidar la integración, facilitar el duelo y reconectar a la persona de nuevo con su ambiente consiguiendo una adaptación óptima a su vida diaria y en sus relaciones interpersonales.




    Desde aquí mi agradecimiento a Dª Virginia Mora, Psicóloga Sanitaria. Experta en violencia y trauma, por habernos acercado al mundo del trauma.

  • Entrevista a Dª Virginia Mora, sobre la violencia

    Entrevista a Dª Virginia Mora, sobre la violencia


    Entrevista a Dª. Virginia Mora. Psicóloga de la Red de Puntos Municipales del Observatorio Regional de la Violencia de Género de la Comunidad de Madrid. Experta en Violencia y Trauma. Fundadora de Iptra (Instituto Psicoterapia y Trauma).




    – ¿Qué es el trauma?

    Ante un acontecimiento estresante o una situación de naturaleza excepcionalmente amenazante o catastrófica (catástrofes naturales, accidentes, atentados terroristas, agresiones, malos tratos, abuso o agresión sexual, tortura, secuestro etc) vivido ya sea de forma directa o indirecta, se produce en las víctimas un sentimiento de miedo intenso, indefensión, amenaza y pérdida de control que tendrá unas consecuencias traumáticas en la persona que lo sufre.
    Cuando ha ocurrido un episodio único, el trauma o daño psicológico habitualmente cursa en fases. En una primera fase hay una primera reacción de sobrecogimiento y embotamiento generalizado, que se caracteriza por lentitud en las reacciones y mecanismos de negación. Es lo que se denomina estado de “shock”. En una segunda fase, aparecen fuertes reacciones emocionales de dolor, rabia, impotencia, culpa, miedo que alternan con periodos de profunda tristeza y abatimiento. Por último, pueden aparecer las reexperimentaciones del suceso de forma espontánea o ante estímulos relacionados. Estas reacciones pueden dar lugar al Trastorno de Estrés Postraumático.
    Cuando la situación de violencia está cronificada en el tiempo, como ocurre en el abuso sexual o maltrato infantil y en la violencia de género, las víctimas pueden presentar alteraciones en la personalidad en cuanto a su capacidad para relacionarse y a su propia identidad. Esto es lo que se ha denominado Trauma complejo.
    Es importante señalar también que, en ocasiones, puede ocurrir un daño psicológico ante situaciones que aparentemente no son traumáticas pero que la persona las vive como tal debido a sus propias características personales, momento evolutivo, consecuencias para su vida etc.

    – ¿Por qué se produce el trauma?

    El trauma o daño psicológico ocurre a consecuencia de que el suceso negativo que ha experimentado la persona desborda su capacidad de afrontamiento y de adaptación. Cuando nos enfrentamos a una situación que nos genera de forma abrumadora dolor, miedo, vergüenza, indefensión o pánico bien sea por su intensidad, por el momento vital en el que ocurre o porque no exista posibilidad de defenderse o de huir de la situación que nos daña, el sistema de defensa de nuestro organismo puede verse colapsado y no es capaz de procesar adecuadamente lo ocurrido ni de elaborar una respuesta de control. Debido a lo cual, el sistema de defensa se mantiene en un inadecuado estado de alerta permanente que va a provocar que ante cualquier estímulo relacionado con la situación traumática se disparen las mismas reacciones a nivel fisiológico, cognitivo, comportamental y emocional que se pusieron en marcha ante el acontecimiento traumático.


    Vídeo Recomendado: Identifica y supera un trauma psicológico

    – ¿Qué relación existe entre la violencia y el trauma?

    Si cualquier experiencia traumática hace que la víctima se cuestione conceptos fundamentales como que el mundo es un lugar lo suficientemente seguro, el valor positivo de uno mismo como persona y el sentido de la vida, en los casos en los que el daño ocurre provocado por otro ser humano de manera intencionada y violenta, las consecuencias traumáticas son mucho más graves.

    – ¿Por qué a unas personas que sufren violencia se traumatizan y otras no?

    La mayor o menor repercusión psicológica de una conducta violenta va a depender de varios factores. Por un lado, depende de la vulnerabilidad tanto psicológica como biológica de la persona, que se refiere a un desequilibrio emocional preexistente a la situación traumática y a contar con un umbral más bajo de activación psicofisiológica. En estos casos, el impacto de la violencia va a ser mayor y/o más incapacitante.
    También la duración e intensidad del suceso violento y el significado que se dé al mismo va a influir, así como que el incidente concurra con otras experiencias negativas actuales o pasadas. Un insuficiente apoyo familiar y/o social y utilizar estrategias de afrontamiento inadecuadas van a empeorar la sintomatología postraumática.
    Por otro lado, existen personalidades más resistentes al estrés y por tanto a la traumatización, que se caracterizan por tener un adecuado control de las emociones, valoración positiva de sí mismo, estilo de vida equilibrado y contar con apoyo social entre otras características. Es a lo que nos referimos cuando hablamos de las capacidades de resiliencia o resilientes de una persona, la capacidad de los seres humanos sometidos a los efectos de una adversidad, de superarla e incluso salir fortalecidos de la situación.

    – ¿Son más sensibles los pequeños a sufrir traumas?

    Indudablemente, los niños y las niñas tienen menos recursos de afrontamiento ante una situación traumática y por ello son más vulnerables ante una vivencia violenta. Muchos adultos piensan equivocadamente que los niños no son conscientes de lo que ocurre, que se adaptan rápidamente, que no sienten la pérdida…, sin embargo, las consecuencias del trauma en los niños pueden ser más graves que en un adulto. Lo que pasa es que el reflejo del daño psíquico en los niños no es igual que en los adultos y por ello puede pasar desapercibido, síntomas disociativos, somatizaciones, irritabilidad, aislamiento, comportamientos disruptivos..
    Tal como señala Judith Herman, si en un adulto el trauma provoca un daño en la estructura de personalidad, en la infancia la forma y la deforma.
    En cualquier caso, la repercusión de un evento traumático en un niño y la repercusión en su vida va a depender principalmente del apoyo y la contención que le presten sus figuras de referencia (madre, padre u otros adultos significativos).


    Vídeo Recomendado: Cómo superar un trauma

    – ¿Qué consecuencias futuras tiene el trauma?

    Las consecuencias psicológicas en la vida adulta de un trauma en la infancia son difíciles de predecir con exactitud, pero, sin duda, todo acontecimiento traumático ocurrido en la vida de un niño o una niña provoca una “herida psíquica” que puede incidir o activarse de nuevo en la adultez.
    Que aparezcan consecuencias negativas en el futuro va a depender de si existen más traumas previos, haber sufrido malos tratos en la infancia o si la persona presenta un trastorno de personalidad. Habrá también un peor pronóstico cuando la persona haya sido revictimizada porque la exposición haya sido continuada en el tiempo (es el caso de la violencia familiar, abuso sexual infantil, secuestros prolongados…), o que hayan ocurrido diferentes situaciones traumáticas a lo largo de su desarrollo, que la sintomatología postraumática haya sido intensa o de carácter disociativo, como por ejemplo, amnesia psicógena.

    – ¿Cómo se trata el trauma?

    La intervención psicológica con las personas que han sufrido un trauma va a depender en gran medida del enfoque y abordaje terapéutico que utilice cada profesional.
    Diferentes autores especializados en trauma como Pierre Janet, Van del Kolk o Herman, establecen la necesidad de abordar la intervención por fases.
    En una primera fase de Estabilización, el objetivo será la reducción o eliminación de sintomatología postraumática. Se trata de dotar a la persona de recursos y herramientas para la regulación y autocontrol emocional, aprendizaje de estrategias de afrontamiento y fortalecimiento de sus recursos personales. En definitiva, tiene que ser una fase de empoderamiento.
    En una segunda fase nos centraremos más en una intervención sobre el hecho traumático. Se trata de superar la fobia al recuerdo, procesando adecuadamente lo vivido de tal forma que pueda ser “engranado” en la narrativa biográfica de la persona. La memoria traumática suele estar fragmentada, sin narrativa, con recuerdos sensoriales de gran impacto y sin integración. El objetivo por tanto es integrar. En esta fase pueden utilizarse técnicas como el EMDR (Eye Movement Desensitization and Reprocessing) que están demostrando una gran eficacia en el abordaje del Trastorno por Estrés Postraumático y otros trastornos derivados de una situación traumática.
    Finalmente, se trata de consolidar la integración, facilitar el duelo y reconectar a la persona de nuevo con su ambiente consiguiendo una adaptación óptima a su vida diaria y en sus relaciones interpersonales.




    Desde aquí mi agradecimiento a Dª Virginia Mora, Psicóloga Sanitaria. Experta en violencia y trauma, por habernos acercado al mundo del trauma.

  • Entrevista a Dª Mª José Botía Fernández, sobre la Psicología Positiva

    Entrevista a Dª Mª José Botía Fernández, sobre la Psicología Positiva


    Entrevista a Dª Mª José Botía Fernández, Directora del Instituto Europeo de Psicología Positiva en Murcia quien nos habla sobre la Psicología Positiva.




    – ¿Qué es la Psicología Positiva?

    La Psicología Positiva se centra en el estudio del funcionamiento humano óptimo. Por tanto incide en dos aspectos muy importantes, lo primero utilizar técnicas con validación empírica y segundo que orientemos el trabajo en lo que nos hace sentirnos bien, porque este foco nos permite construir recursos y habilidades para afrontar situaciones del día a día.
    Los psicólogos no sólo estamos para curar la enfermedad mental, sino que la psicología es una ciencia que conoce y desarrolla técnicas para que las personas sepan encontrar su máximo potencial y equilibrio personal.

    – ¿Cómo surge la Psicología Positiva?

    Tradicionalmente la ciencia psicológica ha dedicado mucho esfuerzo a estudiar los aspectos negativos y patológicos del ser humano (ansiedad, estrés, depresión, etc), dejando de lado a menudo el estudio de aspectos más positivos como, por ejemplo, la creatividad, la inteligencia emocional, el humor, la sabiduría, la felicidad, la resiliencia, etc.
    Martin Seligman, Profesor de la Universidad de Pensilvania es considerado el padre de la Psicología Positiva, junto con Peterson editó un manual sobre aquellas características o fortalezas que en la mayoría de las culturas son valoradas positivamente y que si las utilizamos y prestamos atención, nuestro bienestar se incrementa.
    La felicidad es un concepto sobre el que el ser humano ha pensado desde que tiene conciencia, ya Aristóteles o Platón pensaban sobre lo que hace a las personas felices, así que la Psicología Positiva no es un concepto nuevo, es la respuesta de la Psicología a una necesidad social, que es aportar conocimiento científico sobre el bienestar psicológico.
    En los últimos 15 años la Psicología ha evolucionado mucho y la figura del psicólogo ya no sólo tiene como función la de ayudar a personas que tienen un malestar intenso sino que hemos desarrollado modelos sobre cómo sentirnos más felices. Por tanto el psicólogo ya no sólo es alguien a quien voy a contarle mis problemas, es alguien a quien acudo para crecer y fomentar mi bienestar psicológico.


    Vídeo Recomendado: Entrevista Mª José Botía

    – ¿Qué campos de aplicación tiene la Psicología Positiva?

    La Psicología Positiva tiene un amplio campo de aplicación, en el ámbito de la educación , de empresas, del desarrollo personal, del bienestar. Sirve para desarrollar las emociones positivas, fortalezas, el sentido vital, las relaciones constructivas y el logro de quienes quieran conocerla.
    Puedo ponerte un ejemplo. En el ámbito laboral, conocer mi perfil de fortalezas me permite saber aquello en lo que soy realmente bueno y que además me hace disfrutar, eso hace que me desgaste mucho menos, y al cansarme menos me concentro mejor y me siento más comprometido con lo que hago.
    En nuestros centros desarrollamos diversas actividades relacionadas con el bienestar, tanto de crecimiento personal, gimnasio psicológico, programas de bienestar, formación…etc. Todos los que deseen conocer personalmente nuestro centro pueden realizarlo en esta pagina web y solicitar información sobre nuestras actividades para el desarrollo del bienestar.

    – ¿Qué es la Felicidad?¿Cómo se alcanza la Felicidad?

    Es complejo dar una definición universal de felicidad. Podemos decir que es un estado subjetivo de bienestar y satisfacción general con la vida.
    Para alcanzar esa sensación de satisfacción en nuestra vida, es importante rodearnos de relaciones sociales que sean constructivas, sentir emociones positivas, sentirnos satisfechos con los logros obtenidos y luchar por los que deseamos alcanzar, cuidar nuestra alimentación, hacer deporte y planificarnos placeres en nuestra agenda.
    Martin Seligman habla de cinco componentes que tienen presentes las personas que afirman sentirse felices. Este modelo es conocido por el Modelo PERMA. Positive emotion (Emociones positivas): aumentar las emociones positivas en el presente, pasado y futuro. Engagement (Compromiso): se trata de poner en marcha nuestras fortalezas, aquello que se nos da bien y con lo que disfrutamos, con el objetivo de tener momentos de fluir o flow, esos momentos en los que el tiempo pasa volando cuando estamos comprometidos con una tarea. Relationships (Relaciones positivas): dedicar un tiempo a alimentar las relaciones fomenta una sensación de apoyo y compañía que influye directamente en la percepción de bienestar. Meaning (Significado): referente al significado de vida y el desarrollo de objetivos que van mas allá de uno mismo. El sentido vital relacionado con el lugar y la función que ocupo en el mundo Accomplisment (Logro): establecer metas que nos motive a conseguir. Por supuesto los cinco componentes no son ni exhaustivos ni excluyentes, es decir, que se pueden perseguir diversos objetivos y desde distintos lugares.
    En resumen, se trataría de fomentar actividades placenteras que nos permita desarrollar nuestras fortalezas, hacer cosas con las que disfrutamos, llevar a cabo objetivos que den sentido a nuestra vida y darnos algún placer puntual en nuestro día a día.


    Vídeo Recomendado: Instituto Europeo Psicologia Positiva

    – ¿Depende la Felicidad de características personales o sociales?

    La Felicidad depende de varios factores, como la base genética con la que nacemos, viene ya determinado en nosotros y tiene un peso en nuestra felicidad de un 50%. Luego entrarían también nuestras circunstancias personales, culturales, sociales… todo aquello que nos rodea y que no depende únicamente de nosotros el poder cambiar o no la situación. Este factor tiene un peso de un 10%. Y por último estaría nuestra Voluntad, nuestra actitud, acciones que llevamos a cabo para a pesar de las circunstancias…luchar por lo que deseamos y buscar bienestar en nuestras vidas. Este factor tendría un peso de un 40%. Tenemos en nuestras manos una gran oportunidad de conseguir una vida placentera y significativa .

    – ¿Qué relación existe entre la Psicología Positiva y la Felicidad?

    La Psicología Positiva permite centrarnos en aquellas cosas que hacen que nuestra vida merezca la pena. Focalizarnos en nuestras fortalezas y capacidades personales, hacer aquello que se nos da bien y además disfrutamos, tiene un gran efecto sobre nuestra autoestima y sobre nuestra actitud ante situaciones difíciles a las que nos enfrentamos.




    Desde aquí mi agradecimiento a Dª Mª José Botía Fernández, Directora del Instituto Europeo de Psicología Positiva en Murcia por habernos acercado a la Psicología Positiva.


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  • Entrevista a D. Blas Ramón Rodríguez sobre la intervención en la discapacidad

    Entrevista a D. Blas Ramón Rodríguez sobre la intervención en la discapacidad


    Entrevista a D. Blas Ramón Rodríguez, licenciado en Psicología. Experto en Medicina Psicosomática y Psicología de la Salud. Especialista en intervención psicológica, psicosocial, socioeducativa y sociolaboral en personas con discapacidad.




    – ¿Qué es la discapacidad intelectual?

    La discapacidad intelectual es un término caracterizado por su constante evolución, tanto en su plano comprensivo, como en lo que respecta a su lenguaje, definición y clasificación. El concepto de discapacidad intelectual toma el relevo al de retraso mental por resultar menos discriminatorio y consiste en una serie de limitaciones significativas en el funcionamiento intelectual y en la conducta adaptativa en el entorno en el que se desarrolla la persona afectada. Esta definición que podemos considerar habitual, desde la práctica profesional la hemos de observar desde una perspectiva diferente. La centralidad de todas las acciones relacionadas con las personas con discapacidad en general y con discapacidad intelectual específicamente, se establece en la consideración de que estas personas tienen capacidades diferentes. La intervención psicológica en la discapacidad intelectual pone su foco en las habilidades con las que cuentan en vez de aquellas de las que carecen, para a partir de ellas alcanzar un éxito terapéutico aceptable.

    – ¿Cuáles son las principales demandas de pacientes y familiares con Discapacidad Intelectual?

    Cuando hablamos de intervención psicológica en población con discapacidad intelectual, podemos hacer referencia a dos realidades fundamentalmente: las alteraciones conductuales, trastornos de conducta específicas de esta población, o bien a otro tipo de trastornos psicológicos que no difieren, en realidad, de los que pueden sufrir otras personas del resto de la población, aunque con determinados matices de la realidad concreta del tipo de discapacidad intelectual. Situaciones relacionadas con pobre autoestima, baja tolerancia a la frustración y al estrés, la no aceptación, así como inadecuadas estrategias para afrontar estos conflictos, tanto en personas con discapacidad como en miembros de la unidad familiar o personas muy allegadas. Las secuelas de patología psicológicas de trastorno mental asociadas, los problemas de comunicación y lenguaje, y las dificultades en el desarrollo de habilidades sociales son también demandas de consulta habituales.


    Vídeo Recomendado: Discapacidad

    – ¿En qué consiste la intervención psicológica en la Discapacidad Intelectual?

    Existe debate, o no existe consenso, sobre si las personas con discapacidad son capaces de beneficiarse de las terapias psicológicas individuales. Hablamos de terapias más centradas en el habla y en el análisis de lo que sucede. No existe contraindicación ni evidencia de que una persona con discapacidad intelectual leve o moderada sea incapaz de llevar a cabo con éxito una psicoterapia individualizada, siempre que la persona conozca el propósito de la terapia y esté motivada para llevarla a cabo, ni más ni menos que como le ocurre a casi todo el mundo que acude a los servicios de un psicoterapeuta. Cierto que a días de hoy los tratamientos psicológicos más frecuentemente utilizados con personas con discapacidad intelectual son las terapias conductuales, centradas más en el autoanálisis. El entrenamiento cognitivo, tanto individual como en grupo ha mostrado buenos resultados en estas personas en los casos de trastornos del ánimo, ansiedad, trastorno obsesivo-compulsivo. Pueden ser también de enorme utilidad las terapias familiares, en las que se den pautas a los miembros que conviven con la persona en el hogar. En todas ellas, es muy recomendable que también se trabaje en el hogar o, al menos, en aquellos lugares en los que se den los comportamientos que queremos tratar. El aprendizaje de técnicas de autocontrol es eficaz para el control de comportamientos agresivos y conductas autolesivas.
    Es muy importante que los psicólogos que abordan tratamientos relacionados con personas con discapacidad tengan presente que se trata de un trabajo de carácter multidisciplinar y, en consecuencia, su intervención deber tener en cuenta esta necesidad de abordaje de los problemas que afectan a estas personas, y que es en el marco de esa atención integral donde adquiere importancia la atención psicológica debido a que ésta adquiere su mayor desarrollo en la potenciación del desarrollo y autonomía personal de estos discapacitados.
    Cabe añadir aquí que la intervención psicológica en este ámbito ha de alcanzar a la persona con discapacidad y a todos los que se relacionan con ellas, si bien ya comentamos a la familia, queda por añadir a los cuidadores, monitores y otros profesionales, más desde un plano preventivo-formativo que psicoterapéutico, a fin de que puedan contar con estrategias y herramientas que mejoren su desempeño. El síndrome de Burnout es algo real que se produce especialmente en los profesionales que trabajan con discapacitados severos, principalmente.

    – ¿Cómo se estructuran las sesiones en la intervención psicológica en la Discapacidad Intelectual?

    En la psicoterapia de personas con discapacidad se deben esperar siempre resultados a medio y largo plazo. Para alcanzar nuestros objetivos la psicoterapia con personas con discapacidad intelectual debe estructurarse básicamente como lo hacemos para personas sin discapacidad intelectual en el sentido de su temporalización. Para ello estructuraremos la intervención en sesiones de evaluación que nos permita establecer un plan de tratamiento individualizado (consensuado a partir de un enfoque multi e interdisciplinar), tratamiento con sesiones para casa, ya que la participación familiar es imprescindible, comprende el mayor número de sesiones, y finalmente, sesiones de seguimiento para consolidar los aprendizajes y que el paciente los incorpore definitivamente a su vida diaria. En esta fase, en la terapia con personas con discapacidad, las sesiones no deberán ser tan espaciadas como ocurriría en un seguimiento de la terapia en otro tipo de pacientes.
    Hasta aquí todo es bastante similar a la práctica común con todos sus matices. Sin embargo, en las sesiones con personas con discapacidad suele ser necesario utilizar con frecuencia estilos de comunicación total, capaces de captar toda su atención. Para conseguir este propósito el profesional deberá ser más enfático, capaz de utilizar a la vez varias formas de emisión de un mensaje. Implica la utilización de palabras concretas, frases cortas, posturas y construcciones de comunicación propias del estilo oral o gestual de la persona con discapacidad tratada.

    – ¿Durante cuánto tiempo se ha de seguir la intervención psicológica en la Discapacidad Intelectual?

    Generar en la persona con discapacidad intelectual una percepción positiva de la propia vida puede ser cuestión de poco tiempo o llevar largos meses de trabajo. De igual manera, identificar el estilo de vida y los factores que contribuyen a la conducta problemática, así como valorar las oportunidades de la persona para elegir, decidir y participar en la dinámica del entorno físico y psicosocial, y establecer finalmente una relación positiva con la persona que facilite el éxito de una intervención terapéutica requiere también tiempo. A partir de ahí, los tiempos de la intervención varían en función de las capacidades desarrolladas por la persona con discapacidad. Es, como en cualquier otra psicoterapia, algo variable, pero a diferencia de aquellas la mayoría requieren algunos años de tratamiento. Hay que tener en cuenta que el tránsito de la insolvencia a la capacitación emocional, instrumental y social, apoyada en la construcción de una autocrítica que permita al sujeto dejar de escapar compulsivamente y defensivamente de los problemas que se le plantean, enfrentándolos resolutivamente, es más angosto y largo que en la mayoría de los pacientes que nos visitan en consulta. La construcción del vínculo terapéutico requiere, además, las características y habilidades de autenticidad, aceptación y empatía del profesional han de estar especialmente visibles y accesibles.


    Vídeo Recomendado: Consulta Psicológica de la Persona con Discapacidad

    – ¿Cuáles son las principales dificultades que surgen en la intervención psicológica en la Discapacidad Intelectual?

    En primer lugar hay que hacer referencia a esa frustración generada por las dificultades o los obstáculos que son de difícil resolución para las personas con discapacidad, y que tienen que ver más con las situaciones de discriminación que con las propias capacidades de estas personas. Es decir, lo más discapacitante no es la deficiencia que origina una determinada discapacidad, sino el entorno en el que estas personas se desarrollan, tanto social como, en algunas ocasiones, familiar. Las deficiencias en las condiciones ambientales, en cuanto a carencias de oportunidades, estrategias de enseñanza no ajustadas o el pobre acceso a contextos atractivos para estas personas, son situaciones que aumentan la dificultad del tratamiento psicológico. Hablamos de la asociación entre ambientes deficientes en el ámbito social, laboral, formativo, lúdico y afectivo y conducta problemática de la personas con discapacidad. Por otro lado es indudable el hándicap que suponen las dificultades de adaptación y comunicación de muchas de las personas con discapacidad intelectual.

    – ¿Cuáles son los objetivos alcanzables con la intervención psicológica en la Discapacidad Intelectual?

    Sin duda, la mejora de su autoestima, la adquisición de una mayor capacidad para la toma de decisiones, adquirir mejor confianza en sí mismos, afrontar con más seguridad sus experiencias, aceptar mejor sus actitudes hacia los otros interactuando de forma satisfactoria con ellos, tolerar mejor la frustración generada por las dificultades, la discriminación y otros muchos obstáculos de difícil resolución, disminuir las respuestas defensivas y(/o reactivas, mejorar su capacidad de enfrentar situaciones nuevas con actitudes originales y creativas, o lograr una mayor adaptación al medio y a la realidad que le toca vivir. En los casos en que el/la paciente tenga asociado un trastorno mental, es muy importante actuar para prevenir el abandono del tratamiento, tanto farmacológico como psicoterapéutico consecuencia de un adecuado diagnóstico psiquiátrico-psicológico. Cabe señalar que el tratamiento farmacológico ni es la primera ni es la única terapia.




    Blas Ramón Rodríguez

    Desde aquí mi agradecimiento a D. VBlas Ramón Rodríguez, Psicoterapia en la discapacidad intelectual: individual y familiar en Gabinete de Psicoterapia VIS à VIS, por acercarnos a la realidad de la intervención en en personas con discapacidad.

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