Uno de los problemas de las personas con VIH es que sufren la estigmatización social lo que a veces lleva a desarrollar algunas psicopatologías como la adicción.
El Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) es el causante Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (sida), y está caracterizado por el ataque al sistema inmune de la persona, haciendo que éste quede vulnerable y expuesto sin defensas, de forma que hasta el catarro más pequeño puede poner en riesgo su vida.
Si inicialmente los pacientes con ésta enfermedad solían presentar en un importante número de casos además adicción a las drogas, en los últimos años se ha observado cómo esa tendencia a cambiado, siendo ahora la adicción más extendida entre este tipo de pacientes hacia el consumo de alcohol.
Se ha observado en éstos pacientes un significativo aumento del estrés, lo cual parece estar directamente relacionado con la adicción al alcohol, aunque no queda claro si la persona ingiere alcohol para «calmar los nervios», o es el alcohol el que altera el cerebro aumentando el estrés del paciente.
Algunos teóricos señalan que el estrés sufrido por las personas con VIH no tiene que ver con condiciones internas, si no por la presión externa, sobre todo debido a la estigmatización de la enfermedad, y lo que ello acarrea, lo que provoca la presencia de un estrés crónico.
Pero no sólo el estrés parece estar con un mayor consumo de alcohol, si no también las situaciones contrarias, la depresión, donde investigaciones anteriores han planteado que uno de cada tres personas con depresión tienen problemas de adicción al alcohol.
Entre los pacientes con VIH, alrededor del treinta por ciento sufren depresión aunque sea en estados leves del trastorno, pero ¿Se puede afirmar que exista una relación estrecha entre el padecimiento del VIH y la adicción al alcohol?
https://youtu.be/LOwDfQgQk1g
Es precisamente esto lo que intenta descubrir un reciente estudio realizado por la Universidad Internacional de Florida (EE.UU.) publicado en Journal of Alcoholism & Drug Dependence.
En el estudio participaron 400 pacientes diagnosticados con VIH, que llevan sufriendo entre 2 a 29 años la enfermedad.
De ellos la mitad nunca habían bebido (grupo control), un tercio bebían como mínimo una vez a la semana, y los restantes bebían siete o más veces al día.
A todos los participantes se les evaluó el estado de ánimo, para conocer los niveles de depresión y de ansiedad de los pacientes.
Los resultados informan de una relación significativa entre la depresión y el abuso de alcohol, siendo los que más consumían los que más casos de depresión sufrían.
Iguales resultados se encontraron con los pacientes con VIH que exhibían casi en un noventa porciento problemas de ansiedad.
A pesar de las evidencias que concluyen lo que ya se había señalado desde estudio parciales anteriores, los autores no presentan una explicación causa-efecto, ya que el alcohol modifica el cerebro y con ello la forma en la que éste procesa las emociones.
Por lo que los autores se conforman con exponer los datos y la explicación circular que relaciona el alcohol y los trastornos del estados de ánimo.
Además y tal y como señalan los propios autores del estudio, los resultados no pueden ser generalizables al haberse acotado los participantes a los que vivían en el sur de Florida, siendo necesario nuevas investigaciones antes de dar por establecida esta relación entre el VIH y la adicción al alcohol.
Tanto en el trastorno depresivo como en el trastorno bipolar se producen episodios depresivos pero ¿Cuál de los dos trastornos es más incapacitante socialmente?
Depresion bipolar
Si durante la fase pasiva o depresiva, la persona parece «apagarse», perder el interés por todos y por todo, sin querer relacionarse con los de su alrededor, buscando la soledad y el aislamiento, y en muchos casos sin ganas de salir si quiera de la cama.
En la fase maníaca, exclusiva del trastorno bipolar, se produce todo lo contrario, es decir, se produce una euforia en la persona que le lleva a hacerle creer que puede hacer cualquier cosa, se incrementa considerablemente le apetito así como el realizar actividades placenteras, buscando la compañía de los demás.
Pero volviendo sobre la fase depresiva, ¿Es posible encontrar diferencias entre el episodio depresivo sufriendo en un trastorno por depresión mayor que por uno sufrido por un trastorno bipolar?
Sufrimiento depresion
A esto es precisamente a lo que pretende contestar un reciente estudio llevado a cabo por el Colegio Médico SMS, el Colegio Médico Gubernamental BPS para mujeres, y el Instituto de Ciencias Médicas de Toda la India (India) y publicado en la revista científica Depression Research and Treatment.
En el estudio participaron 96 personas, la mitad de ellas con diagnóstico de trastorno por depresión mayor y la otra mitad por trastorno bipolar.
A todos los participantes se les administró un cuestionario estandarizado denominado Herramienta del rango de deterioro del funcionamiento (Range of Impaired Functioning Tool – LIFE-RIFT) donde se analiza la afectación de los desórdenes de los estados de ánimo en cuatro facetas: el laboral, el de las relaciones sociales, el de satisfacción y el de recreación. Proporcionando la suma total de las cuatro anteriores un índice global de afectación.
En ambos casos, tanto ante el trastorno de depresión mayor como en el trastorno bipolar se encontraron afectados negativamente los cuatro ámbitos de la vida evaluados.
Los resultados indican que no se mostraban diferencias significativas en las facetas evaluadas, aunque sí en el índice global obtenido de sumar las valores de las cuatro facetas.
Los autores del estudio tratan de explicar estas diferencias en función de la disonancia crónica, concepto que hace referencia al desajuste con respecto a lo esperado en las relaciones sociales, siendo ésta más perjudicadas precisamente por que no se sabe qué esperar, pues en una persona con un trastorno depresivo mayor siempre se mostrará de la misma forma y con los que conviven pueden llegar a aceptar e incluso adaptarse a dicha circunstancia, pero los cambios bruscos del trastorno bipolar dificultan esta adaptación, provocando un mayor deterioro social.
Tampoco se encontraron diferencias significativas en cuanto al índice global obtenido ni en función de la edad de aparición del trastorno tanto de depresión mayor como bipolar, ni en función del número de episodios sufridos. Luego el deterioro global sería independiente de estos dos datos.
Sufrimiento bipolar
Tal y como afirman los autores del estudio, aunque los resultados parecen claros, estos deben tomarse en cuenta en función de la cultura propia que comparten todos los participantes, siendo necesario investigación transcultural para comprobar si estos resultados se mantienen en otras latitudes, o presentan otras diferencias significativas.
Los avances tecnológicos han permitido la implantación de las terapias on-line, pero ¿Quiénes son los usuarios que más emplean éste tipo de terapia virtual?
Uno de los avances más importantes en el mundo de la terapia se ha producido cuando ésta se ha abierto a las nuevas tecnologías, facilitando así el contacto entre el paciente y el terapeuta sin necesidad de desplazamientos.
Inicialmente esta apertura a se inició con el uso de los chat privados y los IRCs, los cuales eran bastante lentos e impersonales lo que dificultaba el establecer un adecuado clima terapéutico con el que desarrollar las sesiones.
A medida que la tecnología ha ido evolucionado, con la incorporación te nuevas funcionalidades que han llevado hasta la inmediatez en la comunicación, también lo ha hecho la posibilidad de establecer y desarrollar la terapia, pasando ahora a las sesiones en vivo y en directo a través de videoconferencias como en el caso del uso de skype.
A pesar de ello, para algunos detractores de la incorporación de la tecnología a la relación paciente-terapeuta, la pantalla puede ser demasiado frío e impersonal, en donde se pierde muchas información sobre todo el lenguaje corporal, que ayuda al terapeuta a comprender el estado del paciente.
Pero a pesar de estas reticencias, cada vez son más los usuarios que utilizan éste medio tecnológico para acercarse a consulta, incluso personas que no habían acudido nunca presencialmente, pero ¿cuál es el perfil de los paciente de las terapias on-line?.
Esto es precisamente lo que trata de responder el estudio realizado conjuntamente por la Universidad Nacional de Australia y la Universidad de Camberra (Australia) publicado recientemente en la revista Depresion Research and Treatment.
El estudio analizó el comportamiento en el uso de internet de una amplia población, en concreto de 4758 australiano.
El interés que mostraron éstas personas por mayor tendencia a utilizar la consulta on-line fue en temas relacionados con mejorar el estado general de salud, así como prevenir o tratar la depresión.
El perfil de los usuarios que fue ancianos, mujeres, personas divorciadas o separadas y con niveles educativos altos, que informaron de haber sufrido o estar incurso en depresiones. Quizás uno de los resultados más sorprendentes sea que la edad no parece ser un inconveniente para que los ancianos puedan acceder a terapia on-line, algo impensable hace unos años, cuando uno podría esperar que fuesen los jóvenes más acostumbrados al uso de las nuevas tecnologías los que fuesen los mayores usuarios de éstos servicios.
Igualmente el nivel educativo parece jugar un papel importante, tanto en el uso de los medios masivos de comunicación como en saber sacarle provecho, en éste caso, encontrando al profesional indicado para ayudarle.
Los autores del estudio consideran alentador que quien más necesitan la ayuda terapéutica sean precisamente los que más la buscan a través de internet, ya que son las personas deprimidas las que más acuden a éste tipo de servicio.
Quedan excluido del estudio todas aquellas personas que no tienen posibilidad de conectarse a internet o que carecen de las destrezas mínimas necesarias para entablar una videoconferencia con un terapeuta, lo que puede agravar lo que se conoce como brecha tecnológico, que llevaría además unido una brecha en el acceso a terapia on-line.
Probablemente las personas con más riesgo de exclusión social, debido a unos bajos ingresos y a un menor nivel educativo, estén quedando excluidos de alto tan importante como es la atención especializada para con la salud mental, propiciando así la estigmatización de los más desfavorecidos.
Una de las cuestiones todavía sin resolver con respecto al suicidio es saber si se puede predecir éste ya que así se pondrían los medios oportunos para evitarlo.
Suicido y Psicología
Uno de los acontecimientos más incomprensibles para las familias es cuando uno de sus miembros decide acabar con su existencia. A veces se suele justificar por estar sufriendo algún tipo de problema de tipo económico, sentimental o incluso psiquiátrico, pero lo que es cierto, es que en la mayoría de los casos es imprevisto.
A pesar de que quien comete el acto, en la mayoría de los casos deja por escrito los motivos que le llevaron a conocerlo, en la conocida «nota de suicidio», estos motivos no son lo suficientemente importantes para los familiares que le sobreviven.
Algunas personas, sobre todo los padres o la pareja, se achacan no haberse dado cuenta de los síntomas que preceden a una decisión tan drástica y dramática, pero ¿es posible predecir el suicidio?
Suicido y Personalidad
Es precisamente a ésta cuestión que un grupo de investigadores han realizado un estudio conjunto entre el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente y el Hospital Psiquiátrico Infantil Juan N. Navarro (México) publicado recientemente en Depression Research and Treatment.
En el estudio participaron 233 personas, de las cuales 49 eran pacientes con intentos de suicido que tenían diagnosticado trastorno por depresión mayor o distimia, excluyendo si además mostraba cualquier otra patología a la vez; perteneciendo las restantes 89 al grupo control con el que comparar.
Para ello evaluaron a todos los participantes con un cuestionario amplio estandarizado de 240 preguntas denominado Inventario de Temperamento y Personalidad.
Según la teoría que sustenta este cuestionario, en el Temperamento existe un componente parcialmente hereditario, mientras que la Personalidad se forma por las experiencias sociales y personales del individuo.
Éste cuestionario evalúa siete dimensiones, cuatro de Temperamento (Búsqueda de la novedad, Evitación del daño, Dependencia de la recompensa y Persistencia). y tres de Personalidad (Autodirección, Cooperación, y Auto-trascendencia).
Los resultados analizados en conjunto informan que los padres e hijos con intentos de suicidio comparten características frente al grupo control.
Estas características definitorias son tanto de Temperamento (alta la Evitación del daño y baja Persistencia), como de Personalidad (baja Autodirección y Cooperatividad).
Algo que comenta el estudio, es que los padres comparten las mismas características de personalidad que llevan al hijo/a a tener un intento de suicidio. Como el estudio no contempla el análisis de los intentos de suicidio de sus padres, si es que ha habido, no se puede concluir de que esos factores sean determinantes, ya que en unos casos, como en los padres, las mismas características de personalidad no «desembocan» en intentos de suicidio, mientras que en otros sí, como es en los hijos.
Suicido y Prevención
Hay que tener en cuenta que entre los «supervivientes» de su intentos de suicidio, se suelen referir que no intentaban quitarse la vida, si no que era su forma de llamar la atención o quejarse de las circunstancias que vivían. Por eso, en mi opinión se debe de distinguir entre los que lo intentan y los que lo consiguen, pues puede que detrás existan motivaciones totalmente diferentes. Luego estos resultados del estudio se referirían únicamente a aquellos que lo intentan.
A pesar de ello y dado la gravedad del tema que se investiga, cualquier aportación es bien recibida para comprender mejor los motivos, pero sobre todo para tratar de prevenirlo.
El Alzheimer, es una enfermedad progresiva, que va incapacitando a la persona que lo sufre, de ahí la importancia de conocer qué factores facilitan su avance.
Avance en la enfermedad de Alzheimer
Una de las mayores preocupaciones entre las personas que tienen en su casa un paciente al que se le ha detectado la enfermedad del Alzheimer es saber cuánto de rápido va a ir evolucionando la enfermedad.
Algo que hasta ahora se desconocía, tal y como sucede en el origen o el tratamiento de ésta misteriosa enfermedad de la que gracias a las nuevas investigaciones vamos conociendo cada vez un poco más.
El Alzheimer se define como una enfermedad neurodegenertativa crónica, esto quiere decir que poco a poco se van a ir perdiendo facultades y habilidades tanto psicológicas como físicas, siendo la más evidente en una primera etapa la pérdida de la memoria que suele ir acompañado de desorientación.
Los tratamientos actuales se están centrando en detener el avance de la enfermedad, o por lo menos relantizarlo, sabiendo que si se consigue se posibilita al paciente de más tiempo de vivir con calidad e independencia, ya que ésta enfermedad va progresivamente llevando a la persona a la dependencia total.
El siguiente paso, una vez conseguido detener el avance de la enfermedad es aplicar los avances de las nuevas técnicas en regeneración neuronal que permitan revertir los efectos producidos, algo que todavía está en fases muy iniciales de estudio, con las investigaciones con células madres.
Pero igual de importante es comprender cómo detenerlo, como aprender qué factores son los que hacen que evolucionen hacia un progresivo deterioro, ya que si se conocen estos se podrán establecer mejores estrategias que persigan «controlar» los efectos de estos facilitadores del avance, reduciendo así sus efectos.
Etapas Alzheimer
Al menos así lo cree un grupo de científicos de la Universidad de Fundan (China) junto con el Centro de Investigación Traslacional del Hospital Universitario de Kyoto y la Fundación para la Innovación y la Investigación Biomédica (Japón) publicado recientemente en la revista Plos One.
Un total de 165 pacientes, 108 mujeres y 57 hombres, diagnosticados con Alzheimer participaron en el estudio a los cuales se les administró el cuestionario estandarizado del Mini-Mental con el que evaluar el estado cognitivo global del paciente, a los cuales también se les administró una batería neuropsicológica completa en donde se evaluaban cinco dimensiones: memoria, habilidad visoespacial, lenguaje, función ejecutiva y atención.
Además se tuvieron en cuenta los datos relativos a la edad, género, nivel educativo e historial médico, especialmente la hipertensión, diabetes, hiperlipidemia (altos niveles de lípidos en sangre), problemas del corazón (insuficiencia cardíaca congestiva, infarto de miocardio o angina de pecho), problemas cerebrobasculares, caídas y artritis.
Se realizó un seguimiento del paciente a los dos años y medio de media desde la primera evaluación para conocer el progreso de la enfermedad.
Los resultados muestran un deterioro progresivo en de la memoria en todos los pacientes, siendo éste especialmente fuerte en la habilidad visoespacial, la función ejecutiva y la atención. Produciéndose un deterioro más rápido de las funciones cognitivas cuanto antes aparezca la enfermedad.
Con respecto a las diferencias hombre-mujer, las mujeres mostraron una evolución más lenta en el deterioro de la memoria que los hombres, algo que señalan los autores del estudio sin entrar a valorar posibles teorías explicativas al respecto.
Un resultado sorprendente fue el encontrar que aquellas personas que habían tenido mayores niveles educativos perdían las habilidades visoespaciales más rápidamente frente a los que tenían un nivel educativo inferior.
Igualmente el tener antecedentes familiares de hipertensión y de enfermedades vasculares se asocian con un desarrollo más rápido del deterioro cognitivo.
Una de las limitaciones del estudio ha sido con respecto a la medida de evaluación, donde en algunos casos se realizó pasado uno año, mientras que en otros trascurrieron más de cinco, siendo la media de casi dos años y medio. Que para próximas estudios realizar un seguimiento más pormenorizado, pero a todos los pacientes en el mismo tiempo, al año, a los dos años…
El estudio permite comprender en qué factores se ha de prestar especial atención a la hora de intervenir con los pacientes con Alzheimer, tratando así de compensar el mayor deterioro que sufren, de forma que se le pueda proporcionar una mayor calidad de vida durante más tiempo.
Entrevista a Dª. Pilar Rodríguez Pérez, Terapeuta Ocupacional especializada en neurorrehabilitación y cofundadora del blog Rhbneuromad, quien nos hablará de la Neurorrehabilitación.
A continuación transcribo entrevista a Dª. Pilar Rodríguez Pérez, Terapeuta Ocupacional especializada en neurorrehabilitación y cofundadora del blog Rhbneuromad, quien nos acerca a la labor de la Neurorrehabilitación.
– ¿Qué es la Neurorrehabilitación y con qué población se trabaja?
La Neurorrehabilitación es un proceso basado en la recuperación de las funciones del SNC (Sistema Nervioso Central), tras sufrir un daño o una lesión neurológica. Se trata de conseguir una recuperación neurológica y a la vez funcional, para que la persona pueda desenvolverse en todas o en la mayoría las AVD (Actividades de la Vida Diaria). El objetivo es minimizar las alteraciones funcionales para que tengan la menor repercusión posible en su vida diaria.
Para ello es importantísimo el trabajo en equipo desde todas las disciplinas (medicina, terapia ocupacional, fisioterapia, neuropsicología, psicología, logopedia, trabajo social, enfermería…), para tener una visión holística y completa de la persona, de su contexto y del ambiente donde se desarrolla la patología.
La neurorrehabilitación abarca cualquier daño o lesión neurológica, bien sea un daño cerebral adquirido (Ictus, tumores cerebrales, Traumatismos Craneoencefálicos, Síndrome de Guillain-Barré…), un daño congénito (Parálisis Cerebral, Espína Bífida…), o enfermedades neurodegenerativas (Esclerosis Múltiple, Esclerosis Lateral Amiotrófica, Parkinson, Alzheimer…).
– ¿En qué medida ayuda las nuevas tecnologías a la Neurorrehabilitación?
Vivimos en un mundo en el que las nuevas tecnologías adquieren un papel protagonista y están en continua actualización. Evidentemente, también han llegado al campo de la rehabilitación neurológica de forma muy variada. Nos podemos encontrar robots o videoconsolas que permiten con sus funciones y juegos recuperar o trabajar ciertas funciones, aplicaciones para móviles que permiten mejorar la accesibilidad de la persona discapacitada, programas que mejoran la accesibilidad al ordenador, comunicadores que facilitan la comunicación en personas con dificultades en el habla, tecnologías que permiten el control del entorno (permitir controlar la apertura de una puerta, ventana desde un mismo dispositivo…).
Evidentemente, tendremos que realizar un análisis de estas tecnologías para ver sus ventajas e inconvenientes, y valorar en cada caso la efectividad que puedan tener.
– ¿Cuánto tiempo suele requerir la Neurorrehabilitación?
La rehabilitación neurológica es un proceso que no tiene un tiempo establecido. Si bien, hay estudios que dan una prevalencia de recuperación mayor durante los primeros meses de lesión (como en el caso del ACV), el tiempo de rehabilitación para un paciente con lesión neurológica depende de varios factores, como de la patología y grado de afectación neurológica, de su evolución, así como de la persona y de todos los factores concernientes a ella. Podríamos decir que hay pacientes que requieren un tiempo de recuperación y hay otros pacientes que necesitan rehabilitación durante toda la vida.
– ¿Es más fácil la Neurorrehabilitación cuanto más pequeño sea el paciente? y de ser así, ¿A qué cree que es debido?
La edad es un aspecto a tener en cuenta, muchos estudios a lo largo de la investigación han concluido puede ser un factor pronóstico de la recuperación funcional, sin embargo, ésta no es predeterminante, puesto que depende de otros factores intrínsecos de la propia lesión o enfermedad.
Aunque la edad es un factor a tener en cuenta, la rehabilitación neurológica no es más fácil en pacientes de corta edad. Como ya se ha comentado en el apartado anterior, la rehabilitación dependerá del tipo de lesión y gravedad de ésta, evolución y de la persona en sí.
– ¿Existen diferencias hombre-mujer a la hora de la Neurorrehabilitación?
Hay muchos estudios en los que se han investigado las diferencias cerebrales en función del sexo, también se ha estudiado si la recuperación en ambos sexos es igual o puede ser distinta debido a este factor endógeno. Recientemente Investigadores de la «Wake Forest Baptist Medical Center», en Winston-Salem, Carolina del Norte, han concluido que las mujeres tienen peor calidad de vida después de sufrir un ictus, refiriendo que éstas son más propensas a tener más problemas de movilidad, dolores o depresión, pero lo cierto es que sigue siendo un tema muy estudiado y aún con controversias.
A la hora de tratar, se tiene en cuenta a la persona en sí, aunque pueden existir factores y diferencias entre ambos sexos, muchas veces marcados por las características intrínsecas y genéticas en sí, y otras marcadas por la propia sociedad y cultura (ej: la vida desarrollada antes de la lesión). No obstante esto no son medidas estándar, sino que siempre nos atenderemos a la persona, contexto y ambiente en el que nos encontremos.
– ¿Existen técnicas diferentes de Neurorrehabilitación para cada función que esté afectada?
Existen diferentes técnicas de Neurorrehabilitación, algunas marcadas por las propias disciplinas, conceptos y corrientes. La mayoría de ellas tienen una base neurofisiológica común, y otras son mezcla de distintas corrientes o técnicas que podemos utilizar para conseguir un objetivo en concreto. La elección de la técnica u otra depende de la valoración integral del paciente, esto implica un estudio y análisis de sus capacidades y también de sus limitaciones.
A nivel de Terapia Ocupacional y Fisioterapia, nos basamos en técnicas basadas en el Concepto Bobath, Perfetti, Kabat, Affolter, Mirror Therapy, restricción del lado sano (CMIT), etc. La elección de una técnica u otra, dependerá del paciente y del momento del tratamiento.
– ¿Es más difícil emplear la Neurorrehabilitación para funciones perdidas (adquirido) o para aquellas que provienen de un problema genético?
Podríamos pensar que rehabilitar unas funciones perdidas pueda resultar más fácil que hacerlo cuando las funciones todavía no se han adquirido, puesto que nuestro cerebro ya tenía aprendidas esas funciones, y de alguna manera, tendríamos que (establecer un re-aprendizaje) volver a re-habilitar (como su nombre indica) esas funciones. Sin embargo, en la neurorrehabilitación, tenemos que tener en cuenta varios factores, como son la patología en sí, gravedad, evolución, persona, contexto y ambiente.
– ¿Se suele conseguir la recuperación total del paciente con la Neurorrehabilitación o requiere de un proceso de seguimiento durante toda su vida?
Como ya se ha comentado, el tiempo de rehabilitación para un paciente con lesión neurológica depende de varios factores, como de la patología y grado de afectación neurológica, de su evolución, así como de la persona y de todos los factores concernientes a ella. Podríamos decir que hay pacientes que requieren un tiempo de recuperación (que puede variar de meses a años), pudiendo dejar o no secuelas, mientras que hay otros pacientes que necesitan “un mantenimiento rehabilitador” durante toda la vida.
– ¿Cuál es la principal causa de consulta de Neurorrehabilitación?, ¿Y a qué cree que es debido?
El Accidente Cerebrovascular (ACV) es la tercera causa de muerte en países desarrollados, la primera causa de discapacidad física y la segunda de demencia por seguida del Alzheimer según la OMS, estas patologías que más recursos sanitarios necesitan en nuestro país.
Debido a nuestra experiencia y trabajo en un hospital de agudos, podríamos decir que la patología que tiene más prevalencia en el campo de la neurorrehabilitación es el ACV (Accidente Cerebro-Vascular).
Con esto se concluye la entrevista a Dª Pilar Rodríguez Pérez, Terapeuta Ocupacional especializada en neurorrehabilitación y cofundadora del blog Rhbneuromad, quien amablemente nos ha contestado las cuestiones más interesantes sobre la Neurorrehabilitación.
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