Una de las mayores dificultades a la hora de establecer el diagnóstico del Alzheimer es diferenciarlo del envejecimiento normal.
Sobre la enfermedad del Alzheimer
En ambos casos se producen deterioros cognitivos, aunque en la enfermedad de Alzheimer este se mucho antes, pero en las primeras fases de la enfermedad, sus consecuencias pueden pasar desapercibidas para una persona no entrenada en su detección.
De hecho, cuando un paciente acude a consulta, se estima que este puede llevar “sufriendo en silencio” la enfermedad de dos a siete años, pues los síntomas no son tan evidentes como para provocar “molestias” en la convivencia, el cual suele ser el principal motivo de consulta.
En la fase previa al diagnóstico de la enfermedad en donde se produce un Deterioro Cognitivo Leve, es difícil realizar la distinción en personas de edad avanzada, entre lo que se correspondería a una pérdida asociada a los años o los causados por la enfermedad de Alzheimer.
La importancia de la detección temprana de esta enfermedad, es que se ha observado que la intervención temprana ralentiza el avance de la misma, dando “más tiempo” de calidad a la persona.
La enfermedad de Alzheimer, gracias a los avances de los últimos años no se ha conseguido detener su avance en cuanto a la relación de casos y mortalidad.
A pesar de ello, todavía queda mucho por hacer, pues en el 2013 se estaba en un 23,5% de cada cien mil habitantes, mientras que en 1999 esta cifra era únicamente de un 16,5%.
Muchos factores han sido los analizados tanto en cuanto al tratamiento como a la detección temprana de la enfermedad, aunque no todos han resultado igualmente útiles, pero ¿Es posible predecir el avance del Alzheimer por el sueño?
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La relación entre el sueño y el Mal de Alzheimer
Esto es precisamente lo que se ha tratado de resolver con una investigación realizada desde el Department of Liaison Psychiatry y el Department of Neuropsychiatry, Kagawa University School of Medicine, junto con el Department of Psychiatry, Shimane University Faculty of Medicine (Japón) cuyos resultados han sido publicados en la revista científica Journal of Alzheimers Disease & Parkinsonism.
En el estudio participaron veinticuatro pacientes todos ellos con deterioro cognitivo leve diagnosticado, para evaluar la presencia de síntomas propios de la demencia se empleó el Clinical Dementia Rating (CDR) .
A todos ellos se les examinó durante su ciclo de noche mediante el registro de la actividad eléctrica cerebral (EEG) además de la electromiografía (EMG) para registrar la actividad eléctrica de los músculos.
Mediante entrevista semiestructurada se les preguntó a los participantes sobre sus hábitos de sueño y fueron evaluados mediante el Pittsburgh Sleep Quality Index (PSQI) para conocer la calidad del mismo.
Se realizó un seguimiento de dos años para determinar qué participantes habían desarrollado la enfermedad de Alzheimer, y se realizó la comparación de los resultados anteriores en función de que hubiese o no desarrollado la enfermedad de Alzheimer.
Los resultados muestran que el 31% de los participantes habían desarrollado la enfermedad de Alzheimer.
Al comparar ambos grupos se hallaron diferencias significativas en el sueño en función del tiempo y la densidad del mismo, pero únicamente durante la fase de movimientos oculares rápidos (MOR) del sueño .
Esto es, aquellos pacientes que luego desarrollaron la enfermedad de Alzheimer mostraban dos años antes una menor cantidad de sueño MOR y estos de menor densidad, frente a aquellos que no desarrollaron la enfermedad.
¿Cuáles son los trastornos que experimenta el #sueño en un paciente con #Alzheimer? Https://t.co/eHE5iCrPL9 Pic.twitter.com/T6S2im4414 — kNOW Alzheimer (@KnowAlzheimer) 23 de junio de 2016
Efectos de no dormir en la aparición del Alzheimer
Tal y como reconocen los propios autores, el tamaño de la muestra es insuficiente para extraer conclusiones al respecto, igualmente a pesar de haber registros separados entre hombres y mujeres, no se han hecho ningún análisis sobre ello.
Hay que tener en cuenta que el deterioro cognitivo leve es considerado como la antesala de la enfermedad de Alzheimer, ya que un alto porcentaje de ellos la van a desarrollar, tal y como se ha visto, que en más del 30% ha desarrollado la enfermedad en los dos años siguientes.
A pesar de lo anterior el encontrar diferencias significativas entre los pacientes diagnosticados con deterioro cognitivo leve, según el futuro desarrollo en la enfermedad de Alzheimer, hace que se conozcan sobre qué pacientes se han de desarrollar una estrategia de intervención más intensiva, para retrasar en lo posible los efectos de la enfermedad “futura”.
Y todo ello gracias a un estudio tan común y sencillo como la polisomnografía, donde se puede analizar la presencia o no de alteraciones en la actividad cerebral durante la fase del sueño.