En ocasiones los familiares no saben muy bien qué hacer con los pacientes que sufren la enfermedad de Alzheimer, y los mantienen en casa sin salir.
La familia y el paciente de Alzheimer
Son muchas las opciones que se adoptan en función del número de miembros de la familia, la disponibilidad de estos, pero también su poder adquisitivo para poderlos dejar con una enfermera o asistente, o para llevarlos a una residencia.
Cada familia tiene que enfrentarse a esta importante cuestión de qué hacer con el paciente, que sufre una enfermedad degenerativa, y de la que actualmente no hay cura, por lo que los esfuerzos se centran en tratar de retrasar el avance de la enfermedad, proporcionándole la mayor calidad de vida posible.
Si se tratase de un envejecimiento normal, las familias están más concienciadas y preparadas, sabiendo que el anciano requiere de cierto nivel de atención, pero también de autonomía que le permita salir y relacionarse con otras personas especialmente con gente de su edad, y esto lo suelen hacer sobre todo en centros de día, preparados y habilitados para ofrecer diversos servicios con los que entretener y acompañar al mayor, pero también para entrenarles y tratarles en la medida de los posible para que mantengan el mayor tiempo sus capacidades y habilidades intactas.
Es innegable los beneficios de la socialización e incluso de un poco de ejercicio aunque sea de rehabilitación en la salud general de la persona a cualquier edad, pero también en edades avanzadas, pero ¿Es bueno que el paciente de Alzheimer acuda a los centros de día
Centros para pacientes de Alzheimer
Esto es lo que trata de averiguar desde el instituto Tecnológico de la Universidad de Ontario (Canadá) cuyos resultados han sido recientemente publicados en la revista científica Journal of Medical Research.
En el estudio participaron 130 mayores de los cuales 57 sufrían la enfermedad de Alzheimer, siendo los restantes usuarios de centro de día sin esta patología.
De los 57 pacientes de Alzheimer, 28 eran usuarios de centros de día, mientras que los restantes 29 no lo eran.
A todos los participantes se les administró un cuestionario para evaluar su calidad de vida a través de cuestionario estandarizado denominado Quality of Life (QOL), que se ha visto útil también para personas que sufren demencia.
No se encontraron diferencias significativas entre los usuarios de los centros de día, tuviesen o no la enfermedad de Alzheimer. En cambio se hallaron diferencias significativas entre los pacientes que acudían y los que no acudía a los centros de día, siendo significativamente peor la calidad de vida entre los que no acudían.
Entre las carencias del estudio está la clasificación de los pacientes en función de un autoinforme, sin realizarle un análisis neuropsicológico, ni un estudio sobre la gravedad y el avance de la enfermedad, para poder subclasificar a los pacientes en función de si su padecimiento es leve, moderado o grave, ya que ello podría cambiar significativamente los resultados, y sobre todo por que informaría, por ejemplo si el asistir a un centro de día es más beneficioso para un subgrupo que para otro.
#felizviernes objetivos de centro de día, prevenir la progresión de las situaciones deterioro cognitivo #alzheimer Pic.twitter.com/avJfGoKfA6 — Salusmayores (@salusmayores) 16 de septiembre de 2016
Centros de día para pacientes de Alzheimer
A pesar de los resultados significativos hallados, y tal como indican los investigadores, todavía hay que realizar nuevos estudios amplían la muestra de la población analizada antes de poder concluir afirmativamente a la cuestión planteada.
Aunque sí es cierto sobre los beneficios en los escasos participantes, por lo que sería conveniente replantear la finalidad de los centros de día, para que diesen cabida y servicio a estos pacientes, con personal especializado en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer.