Categoría: Trastorno Bipolar o Trastorno Afectivo Bipolar

  • ¿Influyen los pensamientos en la calidad de vida?

    ¿Influyen los pensamientos en la calidad de vida?


    Si bien nuestros pensamientos pueden llegar a modular cómo nos sentimos en un momento determinado, esto puede afectar en mayor medida cuando se sufre un trastorno como el bipolar.

    Sobre el Trastorno Bipolar

    El trastorno bipolar está caracterizad por cambios frecuentes de humor, en lo que se conoce como episodios maníacos seguidos o no de episodios depresivos.
    Estos cambios de humor van a ir acompañado de cambios en la forma de pensar e incluso de «ser» de la persona, dando como consecuencia un comportamiento distinto en cada caso.
    En el episodio maníaco los pensamientos de grandilocuencia e invulnerabilidad se mezclan con el de una «claridad» de pensamiento que le hace creer «comprender todo».
    En el caso de los episodios depresivos, la intrusión de pensamientos suelen ser del tipo ruina o inutilidad, donde la persona se infravalora y piensa que «no sirve para nada».
    Y todo ello se va sucediendo en un relativo corto espacio de tiempo, de forma que en la misma semana se pueden tener esos grandilocuentes pensamientos seguidos de pensamientos de inutilidad, pero ¿Influyen los pensamientos en la calidad de vida?


    Vídeo Recomendado: Emergencias en Trastorno Bipolar

    Pensamientos en el Trastorno Bipolar

    Esto es lo que se ha tratado de averiguar con una investigación desde la School of Nursing, Southern Medical University (China) cuyos resultados se acaban de publicar en la revista científica Psychiatry Research.
    En el estudio participaron doscientos quince adultos entre 16 a 60 años, de los cuales cien sufrían trastorno bipolar perteneciendo el resto al grupo control.
    A todos ellos se les pasó por una serie de prueba como el Hamilton Depression Rating Scale (HAMD) para evaluar la presencia de sintomatología depresivas, y el Bech-Rafaelsen Mania Rating Scale (BRMS) para determinar la presencia de manías.
    Complementando los anteriores también se les administró el Cognitive Complaints in Bipolar DDisorder Rating Assessment (COBRA) para comprobar la presencia de pensamientos intrusivos; el Montreal Cognitive Assessment scale (MoCA) para analizar su cognición y el Brief version of Quality of Life in Bipolar Disorder (Bref QOL.BD) para analizar su calidad de vida.
    Los resultados muestran que los niveles de intrusión de pensamiento y la calidad de los mismos van a tener una incidencia directa en la calidad de vida del paciente.
    Esto es a mayor presencia de pensamientos intrusivos peor calidad de vida por parte de los pacientes con trastorno bipolar.
    Igualmente unas creencias erróneas sobre su trastorno derivan en una peor vivencia de sus sintomatología.


    Intervención en el Trastorno Bipolar

    Hay que tener en cuenta que el estudio se hace sobre una población muy concreta, la China; e igualmente empleado únicamente cuestionarios como medida.
    Salvando las limitaciones anteriores, se puede observar de la necesidad de realizar una doble intervención entre los pacientes bipolares.
    Primeramente, y quizás lo más sencillo es en cuanto a la información sobre lo que le pasa, tratamiento y evolución.
    De forma que el paciente comprenda cuándo los síntomas remiten o no, y qué consecuencias va a tener en su futuro.
    Esta información va dirigida a disminuir la ansiedad que genera el desconocer lo que pasa, y con ello ayuda a aceptar su situación y a mejorar la calidad de vida del mismo.
    Una segunda, enfocada a la intrusión de pensamientos, donde se ha de trabajar desde el punto de vista terapéutico para normalizar dichos pensamientos, de forma que se consiga que la persona los adapte a la realidad.

  • ¿Cómo vivencian los pacientes con Trastorno Bipolar su psicopatología?

    ¿Cómo vivencian los pacientes con Trastorno Bipolar su psicopatología?


    El trastorno bipolar se caracteriza por cambios continuados de estados de ánimo opuestos..

    El Trastorno Bipolar

    Si bien los pacientes aprenden a vivir con su psicopatología, el resto de las personas de su alrededor deben de entender su situación.
    Algo que asumen bien los familiares, pero que cuesta más aceptar a personas ajenas e incluso a la pareja.
    El repentino cambio de estado, sin previo aviso, o la intensidad de algunos episodios, tanto maníacos como depresivos pueden desconcertar e incluso confundir a las personas próximas.
    Aunque actualmente existen tratamientos específicos para el control de los síntomas, lo que le proporciona un mayor período de tiempo estable, este tratamiento en ocasiones es abandonado por los pacientes.
    El creer que ya se está «curado» o que ya «no los necesita» son los principales motivos que argumentan para dejar la medicación, pero ¿Cómo vivencian los pacientes con Trastorno Bipolar su psicopatología?


    Vídeo recomendado: Psicoeducación en el Trastorno Bipolar | Associació de Bipolars de Catalunya

    Vivencia del Trastorno Bipolar

    Esto es lo que se ha tratado de averiguar desde el Department of Psychology, Kumaun University Campus (India) cuyos resultados han sido publicados en la revista científica International Journal of Sciences & Applied Research.
    En el estudio participaron cuarenta pacientes diagnosticados con trastorno bipolar y cuarenta sin dicho trastorno que actuarían como grupo control con el que comparar.
    Todos ellos tuvieron que rellenar el Dimension personality inventory (DPI).
    Se encontraron diferencias significativas en cuanto a género (mayor incidencia en mujeres); en edad (mayor incidencia entre los adultos de entre 40 a 50 años frente a los jóvenes entre 20 a 30 años).
    No se encontraron diferencias significativas entre la valoración de los pacientes con trastorno bipolar frente al grupo control.


    Implicaciones del Trastorno Bipolar

    Entre las limitaciones del estudio se encuentra el reducido número de participantes y la singularidad de la población objeto de análisis, la india; por lo que se requiere de nueva investigación al respecto antes de poder extraer conclusiones al respecto.
    Hay que señalar que cuando un cuestionario o escala no ofrece diferencias significativas entre los grupos de análisis esto se puede deber a diversos factores entre ellos, que efectivamente no existan esas diferencias entre grupos, pero también puede ser debido a que el instrumento en cuestión no es suficientemente sensible para encontrar esas diferencias.
    De ser así se debería más a un error a la hora de seleccionar el instrumento de medida, que una verdadera ausencia de diferencias.
    Con la salvedad anterior, los autores señalan que el hallazgo es inesperado ya que a diferencia de otras psicopatologías que tiene síntomas menos evidentes, en el trastorno bipolar se da una dualidad de síntomas evidentes para cualquier persona externa.
    Algo que es considerado como «normal» para la persona bipolar.
    Esto podría ser anecdótico, pero está en la base misma del éxito o fracaso de la intervención psicoterapéutica. Si el paciente no siente la necesidad de solucionar su problema, porque realmente no ve un problema en su vida, no va a implicarse en la solución, fracasando así cualquier intervención propuesta.
    De hecho, si el paciente bipolar ve «normal» su comportamiento, ni siquiera acudirá a consulta por ayuda profesional.
    Esto da idea de que la sociedad debe de establecer mecanismos para la detección de estas patologías para ser ella misma, de forma proactiva, quien trate de ayudar a estas personas que por sí mismas no va a pedir ayuda.

  • ¿Existen deficiencias neuronales en jóvenes con Trastorno Bipolar?

    ¿Existen deficiencias neuronales en jóvenes con Trastorno Bipolar?

    El conocimiento de los últimos años sobre el Trastorno Bipolar se ha centrado en controlar los síntomas a través de la psicofarmacología.

    Joven y trastorno bipolar

    La búsqueda por reducir los episodios maníacos ha centrado buena parte de la investigación con respecto al Trastorno Bipolar, sabiendo que cuentan con los avances de otros profesionales, los que se dedican a la investigación de mejores tratamientos para el Trastorno de la Depresión Mayor.

    Una de las características del Trastorno Bipolar es que tiene un origen alrededor de la adolescencia tardía, hecho que va a marcarle como adulto, debido a las consecuencias que va a tener tanto en su vida como en las personas de su alrededor, si no está adecuadamente diagnosticada y tratada.

    Muchos han sido los intentos por descubrir «detonantes» que expliquen por qué se produce el primer episodio maníaco entre los jóvenes, ya que si se descubre la causa se puede tratar de prevenir, pero ¿Existen deficiencias neuronales en jóvenes con Trastorno Bipolar?



    Joven bipolar

    Esto es lo trata de averiguarse desde la Universidad de Stanford (EE.UU.) cuyos resultados se han publicado en la revista científica Journal of the American Academy of Child & Adolescent Psychiatry.
    En el estudio participaron 43 jóvenes entre los 13 a 21 años, 20 de ellos diagnosticados con Trastorno Bipolar I, caracterizado por la presencia mayoritariamente de episodios maníacos; siendo el resto jóvenes sin este trastorno que sirvieron como grupo control con el que comparar.
    Para evaluar el pasado psiquiátrico y la presencia de sintomatología psicopatológica se emplearon dos cuestionarios estandarizados, el Affective Modules of the Washington University in St. Louis–Kiddie Schedule for Affective Disorders and Schizophrenia (WASH-U KSADS) y el Kiddie Schedule for Affective Disorders and Schizophrenia–Present and Lifetime version (KSADS-PL).
    Los mismos cuestionarios fueron pasados por los padres de los jóvenes para analizar si mostraban antecedentes familiares.
    Para evaluar la gravedad de la sintomatología maníaca se emplearon dos cuestionarios más, el Young Mania Rating Scale (YMRS) y el Children’s Depressive Rating Scale –Revised (CDRS-R).
    Se evaluó también el nivel de ansiedad y el nivel de impulsividad a través de Children’s Global Assessment Scale (CGAS) y e Barratt Impulsiveness Scale (BIS-1) respectivamente.
    Finalmente se les administró el self-referent encoding task (SRET), donde debían de recoger durante una semana aquella palabra emocional que lo mejor hubiese definido, evaluando de esta forma la emotividad percibida.
    Todos los datos anteriores fueron conjuntados a una resonancia magnética cerebral, donde se observaban principalmente las áreas asociadas a las emociones, como son las amígdalas.
    Los resultados informan de que los jóvenes con Trastorno Bipolar tienen una densidad menor de conexiones neuronales entre la amígdala y el hipocampo y el giro precentral, y un incremento de conexiones entre la amígdala y el precuña, situada en la parte superior del lóbulo parietal.
    Existiendo una correlación significativamente positiva entre la amígdala basolateral y el hipocampo derecho con el nivel de ansiedad en los adolescentes con Trastorno Bipolar, pero no en el grupo control.

    Cerebro y trastorno bipolar

    A pesar de que los resultados parecen claros en cuanto a las diferencias en la conectividad cerebral entre los jóvenes con o sin Trastorno Bipolar, los autores no adelantan ningún tipo de explicación al respecto, si se trata de algo genético, o producido por unos niveles elevados de ansiedad durante la infancia.
    Regiones que por otra parte, son fundamentales para el normal desarrollo del pequeño, así la menor conectividad con el hipocampo, responsable en buena medida del procesamiento de la memoria, puede informar de cierta vulnerabilidad de este colectivo, a tener problemas de memoria y aprendizaje subsecuentes.
    Igualmente los autores no informan si este podría ser un método válido de diagnóstico temprano, con el que detectar a los jóvenes más vulnerables a padecer Trastorno Bipolar, o si los cambios neuronales, son consecuencia de los episodios maníacos, y no se podrían observar hasta que no surgiesen estos.
    A pesar de lo anterior,el avance en el conocimiento de las diferencias neuronales, permite abrir una nueva vía de trabajo en cuanto a tratamiento psicofarmacológico se refiere, con el que buscar compensar el «anormal» funcionamiento del cerebro entre los jóvenes diagnosticados con Trastorno Bipolar I, sabiendo que la intervención debe ser completada con las sesiones psicológicas orientadas a dar herramientas de manejo del estrés y de la frustración como parte de una estabilización del estado de ánimo del joven, para que tenga menores consecuencias en su vida como adulto.

  • ¿Se relaciona el trastorno bipolar con el post-parto?

    ¿Se relaciona el trastorno bipolar con el post-parto?

    Cuando se piensa en el trastorno bipolar se suele hace en un trastorno del estado de ánimo donde se suceden episodios maníacos con episodios depresivos.

    Bipolar

    A esta sucesión de episodios maníacos y depresivos es a lo que se denomina Tipo I del Trastorno Bipolar. El Tipo II es cuando se producen episodios maníacos leves denominados hipomaníacos, manteniéndose la intensidad de la fase depresiva. Cuando tanto la fase maníaca como depresiva se dan de forma leve se denomina Ciclotimia. Aunque actualmente se está todavía claro sobre el origen de esta enfermedad ni lo que le motiva a «cambiar» de un clico a otro, existen circunstancias que parece favorecerlo, sobre todo está relacionado con el nivel de estrés.
    En la mujer el momento del parte, previo a la maternidad, es donde se producen mayores niveles de estrés que acompaña el esfuerzo físico que ha de realizar para dar a luz a su bebé. Se ha observado cómo estos niveles excesivamente altos de estrés facilita la presencia de cambios de humor que se pueden desembocar incluso en un trastorno post-parto.
    Entre las características del trastorno post-parto se encuentra la presencia de episodios depresivos, junto con síntomas psicóticos expresados en ideas delirantes y pensamientos negativos contra el bebé que acaba de nacer, pero ¿Se relaciona el trastorno bipolar con el post-parto?



    Postparto

    Esto es lo que trata de averiguarse desde la Escuela Universitaria de Medicina de Cardiff y la Universidad de Birmingham (UK), junto con la Universidad Central de Medicina de Rochester (USA), publicado recientemente en la revista científica Journal of Affective Disorders.
    En el estudio participaron 3.345 mujeres que habían sufrido trastorno post-parto. Se excluyeron del estudio aquellos participantes que habían consumido sustancias por vía intravenosa, así como aquellos que mostraban deterioros producidos por adicción al alcohol o a otras sustancias, todo ello tras haber pasado por una entrevista estructurada denominado Schedules for Clinical Assessment in Neuropsychiatry (SCAN).
    Entrevista que sirvió también para determinar la presencia de presencia o no del trastorno bipolar en cada una de sus tipologías, para realizar análisis de correlaciones.
    Los resultados informan de que la primera maternidad es la más complicada relacionándose con un 35% de presencia de Trastorno Bipolar Tipo I y un 46% de Trastorno Bipolar II. Mientras que en el segundo embarazo la tasa bajó al 20,5% en el Trastorno Bipolar Tipo I y un 33% de Trastorno Bipolar II.
    Reduciéndose aún más a partir del segundo embarazo a niveles del 14,6% en el Trastorno Bipolar Tipo I, no obteniéndose datos claros sobre el porcentaje de Trastorno Bipolar II.
    Lo que da cuenta de que los niveles de estrés que disminuyen con la experiencia de la maternidad están directamente relacionados con la presencia del Trastorno Bipolar.

    Postparto bipolar

    Una de las limitaciones de estudio se haya precisamente en la selección de las participantes, ya que hay estudios que muestran la relación entre el consumo de sustancias, sobre todo adicción al alcohol y el sufrir trastorno bipolar, en una cuantía superior a la media de la población general, por lo que se estaría excluyendo casos de interés al incluir este criterio.
    Igualmente y tal y como señalan los autores, los datos fueron recogidos pasado el tiempo, es decir, informando de lo que las mujeres recordaban de los hechos acontecidos, aspecto que va en contra de la validez de los datos obtenidos, ya que el recuerdo ha podido verse cambiado con el tiempo.
    Aunque los resultados parecen claros entre la relación existente entre la situación de estrés que lleva el momento del parto, y la aparición de síntomas relacionados con el trastorno bipolar, el estudio ha dejado algunos puntos sin responder, además de requerir un mayor control sobre todo en la selección de participantes, pero también con el instrumento de medida empleado.

  • ¿Qué riesgos sufre el cuidador de un paciente bipolar?

    ¿Qué riesgos sufre el cuidador de un paciente bipolar?

    Los cuidadores formales o informales del paciente bipolar se ven sometidos a una gran presión, debido a las características propias de la enfermedad.

    Cuidador bipolar

    Hasta que se obtiene en diagnóstico de trastorno bipolar, los familiares, amigos y conocidos pueden sentir que algo no marcha bien con esa persona, pero sin saber exactamente el por qué, ya que el cambio entre episodios depresivos y maníacos son totalmente inesperados y no obedecen a ninguna razón.
    Una vez que se tiene el correspondiente diagnóstico, la pareja, familiares y amigos deben tomar una decisión, y es cómo cuidarlo adecuadamente. Si se trata de un adulto que vive independiente, es mucho más difícil la supervisión sobre el cumplimiento de su ingesta de la medicación en las horas establecidas por el médico especialista. Si este es menor o vive con o a cargo de otras personas, es más fácil este cuidado.
    Una situación que lejos de ser fácil, se convierte en un problema cada vez que hay tomar la medicina, sobre todo cuando el paciente no se «nota» enfermo, y cree que no es necesario, o cuando se encuentra en una fase maníaca, donde se siente tan bien y lleno de vitalidad, que considera irrealmente que él/ella puede controlar los síntomas sin «perjudicar» a nadie, pero ¿Qué riesgos sufre el cuidador de un paciente bipolar?



    Cuidando bipolar

    Esto es lo que ha tratado de descubrirse desde la Universidad Bezmialem Vakif, el Hospital Estatal Başak şehir, el Hospital de Investigación y Docencia Erenköy de Enfermedades Neurológicas y Psiquiátricas, el Hospital de Investigación y Educación de Estambul (Turquía) publicado recientemente en la revista científica Journal of Psychiatry. En el estudio participaron 34 cuidadores de pacientes con diagnóstico de trastorno bipolar siendo el 41% mujeres, con una media de 41 años, frente a otros 37 voluntarios. Todos los participaron rellenaron un cuestionario estandarizado sobre ansiedad, el State and Trait Anxiety Inventory (STAIX I-II), otro sobre el temperamento denominado Temperament and Character Inventory (TCI), otro sobre la percepción sobre el estado de ánimo relacionado con la depresión, denominado Hamilton Depression Rating Scale (HDRS), a lo que se incluyó sus datos sociodemográficos. Los resultados informan de significativas diferencias entre cuidadores y no cuidadores, mostrando los primeros elevados niveles en STAIX I-II, aspecto que como ya se conoce, la ansiedad mantenida en el tiempo va a ser causa de la aparición de forma anticipada de enfermedades psicosomáticas. En el caso de la evaluación del estado de ánimo de la depresión, no existen diferencias significativas entre ambos grupos. Aunque el número de participante es reducido, los resultados son claros en la dirección de que cuidar y convivir con un paciente bipolar provoca un aumento significativo de ansiedad.

    Riesgo bipolar

    Los resultados deben ayudar a poner especial atención sobre los familiares y cuidadores de los pacientes con trastorno bipolar debido a los efectos nocivos que sobre su salud tiene esta labor. De ahí la importancia de contar con un grupo de apoyo a través de asociaciones especializadas en donde compartir sus temores, preocupaciones y dificultades, a la vez que se recibe el apoyo y cariño de sus miembros, los cuales sufren la misma situación en sus casas.

  • ¿Es posible distinguir el Trastorno Bipolar por la sangre?

    ¿Es posible distinguir el Trastorno Bipolar por la sangre?

    Los avances en el diagnóstico, ya sean genéticos o biológicos, permiten un mejor reconocimiento de algunos trastornos como en el caso del Trastorno Bipolar.

    Diagnóstico Bipolar

    Una de las dificultades a las que se enfrenta el profesional de la salud es establecer el diagnóstico diferencial de otras patologías con sintomatología parecida, tal y como sucede al trastorno de depresión mayor y el trastorno bipolar.
    Ambos trastornos encuadrados en los trastornos del estado de ánimo, hacen que la persona sufra una profunda tristeza, con decaimiento del estado a ánimo, pero además puede aparecer pérdida de peso, disrupciones del sueño,… pero no es en esta sintomatología de los episodios depresivos en lo que se distinguen ambos trastornos.
    Los episodios maníacos, son lo opuesto a los depresivos, donde la persona parece llena de energía y de ideas grandilocuentes, sin freno en sus pretensiones y con muy poco juicio de realidad sobre las mismas.
    Es cuando se puede constatar estos episodios maníacos cuando es fácil establecer una distinción clara entre el trastorno bipolar del trastorno por depresión mayor.
    Los investigadores están haciendo un esfuerzo por tratar de encontrar un procedimiento que les ayude a establecer lo más rápidamente posible el trastorno bipolar, ya que una vez establecido se puede poner el tratamiento adecuado.
    Así se está investigando si los antecedentes familiares pueden servir para predecir la futura aparición de dicho trastorno, igualmente se intenta observar episodios de hipomanía, en donde no llega a expresarse «totalmente», pero que puede ser indicativo del trastorno bipolar, pero, ¿Puede un análisis de sangre aclarar la cuestión sobre la presencia de este trastorno?



    Diagnóstico Depresión

    Al menos así lo cree un equipo de la Universidad “Carlo Bo” de Urbino (Italia) que junto con la Universidad S de LU (Suiza) han tratado de averiguarlo, cuyo estudio ha sido publicado recientemente en el Open Journal of Depression.
    Para ello se ha observado cómo en pacientes ya diagnosticado con trastorno bipolar existen una serie de marcadores característicos en la sangre que no se encuentra en los pacientes con trastorno de depresión mayor, en concreto se han fijado en el ácido palmítico, el ácido linoleico y el ácido araquidónico.
    En el estudio participaron 132 sujetos, de ellos 65 tenían el diagnóstico de trastorno bipolar, 40 tenían el de depresión mayor, y los restantes 27 eran sujetos sanos y sirvieron de control.
    A todos ellos se les extrajo sangre, y de ello se extrajeron las plaquetas para su análisis.
    A los resultados biológicos se les administró un método matemático tridimensional construido para distinguir entre ambos tipos de psicopatologías.
    A través esta metodología se pudo distinguir perfectamente entre los paciente de uno y otro trastorno del estado de ánimo.

    Diagnóstico Trastorno Bipolar

    Esto abre las puertas a una nueva forma de diagnosticar, aunque es cierto que hay que tomar ciertas reservas al respecto.
    Aunque el análisis permite distinguir entre el trastorno de depresión mayor y el trastorno bipolar, no sirve todavía para establecer un diagnóstico desde cero, es decir, si viene un paciente, con este método no se puede saber lo que tiene, ya que no se han analizado el resto de psicopatologías para conocer sus marcadores.
    De momento, y sólo ante la duda de ambas psicopatología, puede usarse este método para establecer correctamente el diagnóstico y con ello dar el tratamiento adecuado.

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