La oxitocina es una neurohormona implicada en el componente social de las personas, pero por qué se hayan a niveles elevados en e cerebro de los autistas.
Oxitocina Autismo
Uno de los mayores retos de la ciencia es comprender el funcionamiento del cerebro de los autistas, o como actualmente se denomina de las personas con trastorno del espectro autista, si algunas líneas de trabajo se han centrado exclusivamente en la morfolgogía y distribución de las distintas áreas implicadas en el procesamiento, ya sea sensorial o del lenguaje, otros estudios han tratado de dar cuenta sobre el funcionamiento neuroquímico, tal y como se produce en ésta investigación.
Existen múltiples neurohormonas que regulan el comportamiento de la persona, como son la dopamina, acetilcolina, endorfinas,…, pero sólo unas pocas de ellas se han relacionado estrechamente con el componente social del comportamiento.
Precisamente, es en el componente social donde existe una importante carencia entre las personas diagnosticadas con el trastorno del espectro autista, lo que hace que se «encierren en su mundo» sin querer interactuar con los demás.
La testosterona y la oxcitocina son neurohormonas, es decir, hormonas que produce el cerebro, y que modulan ciertos componentes del comportamiento social.
Así tradicionalmente la testosterona, tradicionalmente se ha asociado con la competitividad, pero también con la agresividad y la lucha entre congéneres para alcanzar mayores estatus sociales, conseguir un mayor número de parejas, o más alimento. Una lucha constante y continua con altos niveles de estrés que va a tener serias consecuencias sobre la salud.
Actualmente se conoce que también la testosterona también regula el comportamiento social de una forma «positiva», favoreciendo la colaboración y la cooperación cuando no existe una situación de amenaza ni competencia.
Por su parte la oxitocina, es denominado como la hormona social, ya que su presencia modula el comportamiento volviendo a la persona más abierta a los demás, con lo que facilita el contacto entre iguales, también se ha relacionado con el componente filial, siendo necesario para el desarrollo del sentimiento maternal o paternal sobre su descendencia. Un reciente estudio también ha relacionado altos niveles de oxcitocina con una mayor fidelidad hacia la pareja, especialmente en hombres.
Con respecto al autismo, existe una teoría determinada de la sobremasculinzación cerebral, que intenta explica la mayor incidencia de casos en niños frente a niñas afirmando que esto es debido a que edades gestacionales el cerebro sufre un incremento de testosteronas, no presente en el resto de los niños sin éste trastorno. Igualmente se relaciona el trastorno del espectro autista con bajos niveles de oxitocina, habiéndose encontrado mejoras significativas en la atención y el desempeño social cuando era administrado mediante aerosol.
https://youtu.be/ATCYqtKQS90
Hormona Autismo
Un reciente estudio realizado por la Universidad Comenius de Bratislava y la Universidad del Sudeste de Nova y publicado en Open Journal of Medical Psychology trata de dar cuenta de las diferencias de las neurohormonas entre niños con y sin diagnóstico de trastorno del espectro autista.
En el estudio participaron 8 pequeños, siete de ellos varones, todo ellos diagnosticados con el trastorno del espectro autista, a los cuales se les extrajo muestras de sangre para su análisis, a la vez que realizaban distintas pruebas neuropsicológicas que valoran el desempeño en distintas tareas ya sean cognitivas, como de desempeño social.
Los resultados indican que los niveles participantes mostraban elevados niveles de oxitocina y que ésta correlacionaba positivamente con la falta habilidad de adaptación a los cambios, es decir, con altos niveles de oxitocina se exhiben un mayor número de comportamientos «inadaptados», lo que hace que sea «rechazado» por sus compañeros, que no «ven bien» un comportamiento inadecuado, facilitando así el aislamiento social característico que sufren algunos pequeños con éste trastorno.
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El estudio adolece de un grupo control, es decir, igual número de pequeños sin el diagnóstico del trastorno del espectro autista con el que poder comparar, así como requiere de un seguimiento, para comprobar que los niveles encontrados tanto de testosterona como oxitocina, no son puntuales, sino que se mantienen a lo largo de la vida del pequeño. Igualmente al carecer de un número suficiente de niñas en el grupo de estudio, no se pueden establecer diferencias de género en cuanto a la oxitocina como ya ha apuntado algún estudio.