Categoría: Autores de libros de psicologia

En esta sección de Novedades en Psicología escria por el Dr. Juan Moisés de la Serna, se incluyen las últimas presentaciones por parte de sus autores de las obras literarias relacionadas con la Psicología y las Neurociencias.

  • Presentación del libro «Piensa como un hombre, siente como una mujer»

    Presentación del libro «Piensa como un hombre, siente como una mujer»

    Piensa como un hombre, siente como una mujer: Entrevista completa a Dª. Rosetta Forner, pionera en España del Coaching con PNL quien nos presenta su último libro titulado «Piensa como un hombre, siente como una mujer»




    Sinopsis
    En Piensa como un hombre, siente como una mujer, Rosetta Forner te descubre cómo piensan REALMENTE los hombres para que puedas conquistar a quien te propongas.
    Tanto si has conocido al hombre de tus sueños, como si prefieres ir de flor en flor, este libro te ofrece la información que ellos JAMÁS te contarán.

    A continuación transcribo entrevista con Dª. Rosetta Forner, autora del libro «Piensa como un hombre, siente como una mujer», quien nos presenta su libro, y nos acerca al mundo de la conquista de pareja y del amor.

    ¿Cómo surgió la idea de Piensa como un hombre, siente como una mujer y cuál es su objetivo?

    Respuesta:Porque estaba escribiendo ‘Piensa como una mujer, actúa como un hombre’, pero no me acababa el tema porque acaba de escribir y publicar otro libro sobre mujeres (Las reinas son del planeta que les da la gana y las damiselas son de venus, Zenith), y de repente, en pleno proceso creativo se me ocurrió hacer la versión sobre hombres pero planteado desde un punto de vista publicitario (soy ex publicista), plantear al ‘hombre’ como ‘un producto’ y hacer tipologías de hombres en base a su conducta y actitudes vitales. Y, lo más divertido es que se me ocurrió hacer hablar al producto y contar acerca de sí mismo. El objetivo es mostrar a las mujeres que ‘no todos los hombres son iguales’, hay muchas tipologías de hombres, así como enseñarlas a conocerlos mejor y seducirlos o conquistarlos, aprendiendo desde el conocimiento del producto a hacer estrategias para alcanzar el objetivo de ‘conquistar’ a un hombre de una tipología determinada.

    ¿Para quién va dirigido Piensa como un hombre, siente como una mujer?

    El público objetivo principal son las mujeres. Y el secundario, los hombres pues a ellos les va bien conocerse desde otro ángulo, y ver qué estrategias se pueden hacer para conquistarlos.

    ¿Para qué edades son indicadas Piensa como un hombre, siente como una mujer?

    Todas las edades, porque el amor no tiene edad. Y, más que edad, para esas mujeres que están hartas de no conquistar al hombre en el que se han fijado, o a esas a las que los hombres se las resisten, a las decepcionadas, y a las atrevidas.

    ¿Qué es el amor?

    La vida, la energía que mueve el mundo y da alas al alma. La esencia de la que estamos hechos. Eso que permite hacer milagros, sin amor no existirían los milagros, empezando por el de la Vida misma. El amor permite ver el alma de alguien, y hacerle sentir la fuerza de la conexión que nos une a todos, esa fina hebra de luz divina que nos entrelaza. El miedo nos vuelve ciegos a ella, el amor la desvela.

    ¿Existe un concepto diferente de amor para el hombre y la mujer?

    Es obvio que sí, que la sociedad se empeña en separarnos en vez de reunirnos en seres humanos. Por eso, en mi opinión no debería haberlo, pero lo hay aunque ello no se ajuste a la realidad del alma, si se acomoda a la realidad del ego o del yo humano. Las mujeres, sobre todo las que aún viven en la etapa de la adolescencia independientemente de la edad que tengan, creen que el amor son ‘velas y cenas románticas, besos y te quieros’ (el falso romanticismo que nos vende Hollywood, y los libros ‘de novela romántica-erótica’ que tanto éxito están teniendo pues pintan a un hombre guapo, maravilloso, al que una mujer redime, y tiene una relación erótica pero muy intensa y romántica… nada más alejado de la realidad cotidiana de la media de la gente). Los hombres, en el fondo, también quieren que les amen como las mujeres, pero no consideran tan importante eso de las velas y las cenas románticas, para ellos puede ser muy romántico un paseo por el campo…

    ¿Existe el amor duradero?

    Sí, claro que existe, pero hay que currarse la relación, el compromiso, además de relacionarse con alguien que le hable a nuestra alma, que sepa amarnos, y que sepamos amar. Que estemos dispuestos a tener una relación donde se sume, y no se entre ‘restando partes o aspectos de nosotros mismos’. Una relación duradera no es posible si las personas sólo quieren ‘tener pareja’ o ‘tapar un hueco emocional’ o ‘cumplir con el plan de la sociedad: ‘hay que tener `pareja’, o si no se está dispuesto a aceptar que la vida de pareja en nada tiene que ver con las películas de Hollywood, o con las fantasías de la inmadurez. La vida en pareja requiere mucho amor, compromiso, sinceridad, generosidad… y realismo. Si el amor se cuida puede durar para siempre, pero tiene que emerger del alma no de la necesidad egoísta e impregnada de miedo del ‘ego’.

    ¿Existen distintas formas de alcanzar el amor por parte del hombre y de la mujer?

    No creo, porque el alma (la psique), en mi opinión, no tiene género. Cada ser humano es único y tiene su manera personal e intransferible pero no por ello incompatible d ‘alcanzar el amor’. Creo que alcanzar el amor se logra desde el alma, y ‘ésta’ carece de género, afortunadamente.

    ¿Es el hombre más infiel por naturaleza?

    No. Actualmente, hay muchas mujeres que consideran que ser infieles es sinónimo de estar liberadas. Las hembristas (mujeres machistas) han copiado los comportamientos machistas disfuncionales. La infidelidad no tiene que ver con el género sino con la madurez, los principios y la escala de valores de cada persona. Hay quien en vez de ser valiente y separarse, pone parches que no parchean nada. Las relaciones o matrimonios infelices no se solucionan con infidelidades aunque disimulen la ‘soledad en pareja’ de cara a la galería.

    ¿Existen distintos tipos de hombres?

    Muchos, aunque yo sólo he establecido trece tipologías en el libro a modo de ‘guía’ por el universo masculino.
    1- EL HOMBRE FERRARI (maravillosa carrocería, fantástico motor, pero su precio es altísimo).
    2- EL HOMBRE OSCAR (triunfador, conquistador, orientado a metas y a ganar. Le interesan los resultados, la fama, el éxito, el ganar).
    3- EL HOMBRE JINETE (sale a la carrera en cuanto puede, y mientras tanto montando pasa el tiempo y conquistando trofeos)
    4- EL HOMBRE DODOT (hogareño, familiar, padre adorable)
    5- EL HOMBRE CAJA DE HERRAMIENTAS (manitas, práctico, buenazo, atento, hombre de su casa, introvertido, a veces calzonazos… que por no discutir se aviene a lo que le diga su mujer).
    6- EL HOMBRE YOGURÍN U HOMBRE ‘DANONE’ (dedicado a su físico, a pasear su palmito, y quiere mujeres ídem de cuerpazos).
    7- EL HOMBRE FÚTBOL (amigo de sus amigos, le van las cervezas y las reuniones con sus amigos y sus parejas).
    8- EL HOMBRE PC (mentalidad ingenieril y práctica, analiza, es de fiar, tiene programas sólidos y con antivirus).
    9- EL HOMBRE LIBRO (intelectual, valora las ideas, adora leer, aprender, si viaja es para conocer mundo y diversas culturas),
    10- EL HOMBRE NEW AGE (espiritual, practica Yoga, Taichi, Reiki, es vegetariano…)
    11- EL HOMBRE MAQUINILLA DE AFEITAR (‘usar y tirar’ y puede que en ambas direcciones).
    12. EL HOMBRE ‘CHIQUILÍN’ (infantil, irresponsable, adorable, necesitado de mamá en vez de esposa)
    13- EL HOMBRE ‘AHSTON ALIAS EL GIGOLÓ O ‘HASTA QUE TRIUNFE, TE USARÉ’

    ¿Existen distintos tipos de mujeres?

    En mi libro LA MALDICIÓN DE EVA (Planeta) establecí varias tipologías, a saber: LOLITA SIN PIRULETA, MAMÁ DE GUARDERÍA, HECHICERA NOVATA, MANTIS EJECUTIVA, SIN BRAGAS Y A LO LOCO, MARICAPRICHINES…
    De hecho a las mujeres las divido en dos grandes categorías: las inmaduras o ‘damiselas de diadema floja’ y las ‘reinas’ o mujeres de madura psique. A partir de esta ‘genérica clasificación’, se pueden establecer diferentes tipologías según se basen en unas variables u otras, la mitología, las conductas…

    ¿Existe un tipo de hombre más adecuado para un tipo de mujer?

    Depende de cada persona, es como en el caso de los coches: unos modelos se adaptan más a un tipo de personas que a otras, o viceversa. Empero, en base al nivel de satisfacción de muchas mujeres, éstas no parecen saber elegir bien, o no se fijan, o parten de la premisa ‘todos son iguales’, y por eso siempre eligen ‘mal’. Aunque el ‘elegir mal’ no deja de ser la oportunidad de sanar lo que ‘no funciona en el interior de esa mujer’, y si sana esa ‘deficiencia’, seguramente acabará por fijarse en un hombre aducuado para ella.



    ¿Existe un tipo de hombre más adecuado para una edad de la mujer?

    No. No creo en eso de un tipo de hombre ‘más adecuado’… Empero, en general, lo conveniente para una mujer –o cualquier ser humano- es un buen hombre, un ser humano íntegro, y viceversa. Empero, la inmadurez, el no saber qué prefiere nuestra alma… nos hace relacionarnos, a hombres y a mujeres, con personas que, a veces, no son saludables para nuestra alma, o sea, que no son convenientes. La inmadurez y el hambre emocional propicia malas elecciones de pareja, a cualquier edad.

    ¿Qué hace que las parejas sean duraderas?

    Es imprescindible que haya amor, y además que se acompañe de madurez, integridad, sinceridad, compromiso, y voluntad tanto de estar juntos como de construir juntos vida en común. Asumiendo que no siempre será ‘un jardín de rosas’, y que habrá días de lluvia, de tormenta, y algún que otro ‘tifón’. Las relaciones duraderas parten de bases realistas y se van acomodando o transformando a medida que pasa la vida y en función de las circunstancias. Esto es válido para la vida en general, aquellos que sobreviven son los que mejor saben adaptarse a las circunstancias y desde ahí las hacen trabajar a su favor.

    ¿Están fundamentadas las afirmaciones del libro Piensa como un hombre, siente como una mujer?

    Por supuesto. Llevo muchos años observando y analizando al ser humano, me fascina el alma humana.

    ¿Cómo se supera un desamor?

    Eso lo explico en mi libro LA REINA QUE DIO CALABAZAS AL CABALLERO DE LA ARMADURA OXIDADA (RBA). El desamor se supera aprendiendo a amarse, y curando las heridas que nos ha dejado esa ruptura. Si una persona se dedica a curarse las heridas, se mima, procura aprender de la ruptura, no se culpabiliza, no se estanca en la herida o en un no aceptar la ruptura, aprenderá a amarse más y saldrá fortalecida de la experiencia. Empero, la mayoría de la gente en vez de curarse las heridas, se lanza a echarse ‘sal en la herida emocional’ en forma de ‘ir de cama en cama de olvidable desconocido’, o hinchándose a comer o a beber… o una combinación de conductas autodestructivas o como poco, nada recomendables. Lo mejor es empezar por aceptar la realidad y en vez de culpabilizarse, analizar la situación cuando se tenga la suficiente perspectiva. Y, mucho automimo, mucho auto cuidado y ‘mimos para el alma’.

    ¿Cómo saber si es tu pareja adecuada?

    Previamente hay que conocerse uno/a misma. Saber cuáles son nuestros innegociables, y negociables. Saber cómo nos gusta que nos amen, es fundamental. Lo mismo que averiguar y sincerarnos en el ‘de lo qué pido en una relación, ¿qué ofrezco?”. Desde ahí se pueden hacer preguntas y observar. Además, no hay que conformarse con la opción menos mala, hay que apostar y aspirar por la relación ideal, esa que con alguien que le ‘hable a nuestra alma’.

    ¿El libro Piensa como un hombre, siente como una mujer da pistas de cómo conquistar a un hombre?

    Más que de conquistar a un hombre, acerca de cómo conquistar a una tipología de hombre, lo cual es muy diferente. Sin embargo, para poder establecer una estrategia, es necesario analizar y averiguar, cómo poco, a qué tipología pertenece el hombre al que se quiere conquistar. Sin conocimiento del otro, no se puede establecer una estrategia. El que se tenga éxito o no, depende de muchos y variados factores, algunos de ellos en constante cambio.

    ¿Qué objetivo se puede alcanzar siguiendo las indicaciones de Piensa como un hombre, siente como una mujer?

    Como poco darse cuenta la mujer de si hacía o no estrategias, y de por qué se le han resistido los hombres hasta la fecha, lo cual ya sería un punto de partida sensacional. Y, si después de conocerse más, y haber averiguado una información ciertamente interesante sobre los hombres, aprende a crear estrategias, y se atreve a ponerlas en práctica, e incluso tiene éxito y conquista, eso será fantástico. Pero lo mejor de todo, será que se haya replanteado aspectos de sí misma, de su estilo de conquista, y de su visión del hombre y de la pareja.

    ¿Está trabajando en un nuevo libro?

    Siempre estoy con algo nuevo. Ahora tengo tres proyectos a la vez, tres libros muy diferentes entre sí.




    Desde aquí aprovecho para reiterar mi agradecimiento a Dª. Rosetta Forner, pionera en España del Coaching con PNL, autora del libro «Piensa como un hombre, siente como una mujer» quien nos ha presentado su obra adentrandonos en la complicada tarea de lograr la pareja ideal

  • Presentación del libro «Heridas en el corazón. El poder curativo del perdón»

    El valor del perdón: Entrevista completa a D. Javier Schlatter Navarro, Médico Psiquiatra en Universidad de Navarra, quien nos presenta su último libro titulado «Heridas en el corazón. El poder curativo del perdón»

    Ficha del libro:
    Título: “Heridas en el corazón. El poder curativo del perdón”
    Editorial Rialp
    Colección de bolsillo.
    ISBN: 978-84-321-4327-4
    Año de publicación: 2013
    Nº Páginas: 160
    PVP 13 €, en papel.

    A continuación transcribo entrevista completa a D. Javier Schlatter Navarro, quien a través de su última obra titulada “Heridas en el corazón. El poder curativo del perdón” nos desvela la importancia de perdonar y vivir sin rencores..

    ¿Cómo surgió la idea de Heridas en el corazón. El poder curativo del perdón y cuál es su objetivo?

    “Heridas en el corazón” es un proyecto que llevaba madurando varios años. La experiencia diaria de la consulta te brinda conocer de primera mano innumerables situaciones de daño o traumáticas, y las diferentes respuestas de la persona ofendida. El conocimiento de la persona es algo que nunca deja de sorprender por su enorme riqueza y capacidad. Una de las realidades que pertenecen a ese tesoro es la posibilidad de perdón. El perdón transforma al que lo concede, al que lo recibe, y a la relación entre ambos. No sólo supone muchas veces un empezar de nuevo, sino que puede conllevar una superación de la situación anterior a la ofensa.
    En todo caso, el detonante para escribir el libro fue la combinación sorprendente de dos consultas muy distintas. En una, se trataba de un matrimonio que llevaban veinte años casados. Ella acababa de enterarse que él le había sido infiel en una ocasión poco después de la boda. Tras una primera consulta solicitaron ayuda terapéutica y venían ese día para comenzarla. Antes de empezar, ella quiso entrar sola, y me dijo que no podía, que se sentía incapaz de perdonarle y convivir con él. Al rato pasó él, que decía entender el disgusto de ella pero que ese había sido su único error y lo reconocía, a la vez que decía “creo que tengo derecho a ser perdonado”. Al rato se habían marchado sin un cambio de postura de ella, y yo, frustrado. Días antes, atendí a una señora de edad avanzada que venía por un cuadro de insomnio. Al realizar la historia, me contó que cuando tuvo su cuarto hijo, su marido la dejó de improviso. Ella intentó que volviera sin éxito. Afortunadamente, tenía recursos económicos y capacidad de pelea, y sacó a los hijos adelante. Veinte años después le llamó él, diciéndole que estaba en los últimos meses de su vida por un cáncer. La mujer con la que había convivido esos años le había dejado porque no soportaba verle morir. Esta señora le acogió en su casa, con el enfado de algunos hijos ya mayores, y afirmaba que no sólo le atendió hasta la muerte, sino que le había perdonado de corazón.
    El libro es un análisis del perdón como fenómeno con un lenguaje al alcance del gran público. Abarca diversos puntos de vista (psicológico, fenomenológico, cultural, social, etc.), haciendo especial hincapié en el perdón como proceso y en las características que lo facilitan, tanto en la persona ofendida como en la que pide perdón. No es un libro de autoayuda, pero sí se parece a un mapa que señala el recorrido de la persona que quiere perdonar, reforzado con ejemplos y citas de diversos autores. Por último, incluye los beneficios sobre la salud mental y física que produce en las personas que se benefician del perdón.

    ¿Se puede perdonar sin olvidar?

    Sí. En principio, el perdón auténtico, completo, tiene como manifestación el olvido del dolor; no lógicamente de lo acontecido ni del daño que se produjo. Estaríamos hablando de un olvido emocional que supone que ha desaparecido el odio o rencor que produjo la ofensa; un olvido afectivo que me permite recuperar la situación afectiva previa a la ofensa; y conductual que me lleva a tratarle como si no hubiese existido la ofensa. En todo caso, no todo perdón es completo y eso no invalida que sea perdón ni lo falsea. En este sentido, puedo perdonar a alguien y a la vez no querer que la relación sea la misma que era antes de la ofensa, o puedo sentir que estoy perdonando pero todavía notar el dolor. Es más, hay procesos de perdón que duran toda una vida, aunque la persona tenga deseos de perdonar del todo.
    Si detrás de la conocida frase “perdono pero no olvido” hubiera una decisión de no querer olvidar el dolor eso dificultaría o imposibilitaría el perdón; si se trata de afirmar que pese a que quiero perdonar no consigo olvidarlo, estaríamos en la situación ya mencionada, y por tanto sería un proceso de perdón no concluido.
    Por último, como proceso, al inicio del perdón no solo no olvido sino que tengo que afrontar la realidad del daño y del dolor, y la posible intención del ofensor, para poder perdonarle.

    ¿El perdón es algo que aprendemos de pequeños, o sabemos por naturaleza perdonar?

    Entiendo que el perdón es una capacidad natural con la que todos nacemos, pero que hemos de cultivar. En este proceso de aprendizaje intervienen además de algunas características de la propia personalidad (capacidad de empatía, flexibilidad cognitiva, sensitividad interpersonal,…), haber convivido en un hogar en que la actitud de perdonar y ser perdonado formara parte del día a día, así como haber disfrutado de un apego seguro. Posteriormente, las experiencias positivas o negativas de perdón, refuerzan nuestra actitud o la dificultan. Como excepción, las personas con personalidad antisocial o disocial – aún desconocemos en qué grado desde su nacimiento-, carecerán en mayor o medida de esta sensibilidad al perdón. Las personas con rasgos obsesivos, paranoides y narcisistas, también tendrán por distintos motivos dificultades menos marcadas para el perdón.

    ¿Cuáles son los efectos positivos del perdón?

    Al sufrir una ofensa, el dolor tiende a generar una respuesta en parte defensiva, de protección, y en parte ofensiva, de devolver el daño con otro daño, que, de hacerlo, convertiría al ofendido en ofensor. Al perdonar nos liberamos del lazo que nos une al daño, a la ofensa, y al ofensor al que tendemos a identificar con dicha ofensa. Al perdonar, renunciamos al deseo de venganza y al resentimiento, emociones negativas de las que también nos liberamos. Las personas necesitamos vivir en el tiempo, mirando hacia delante, mientras que el resentimiento y el deseo de venganza nos atan al pasado, nos llevan una y otra vez al “lugar del crimen”. Por parte del que pide perdón, dar este paso le ayuda a superar su culpa, y vencer si lo hubiera el remordimiento. Ambos se benefician del restablecimiento de la relación, y en ocasiones de un fortalecimiento de la misma. El perdón enriquece al que lo concede y dignifica al que lo recibe. Como decía J. Burggraf “el perdón más que para conceder es para compartir”. En lo referente al bienestar y la salud mental, perdonar disminuye la patología mental, especialmente la reactiva, disminuye la necesidad del consumo de psicofármacos, y aumenta el umbral y tolerancia al dolor.

    ¿Cuáles son los efectos perniciosos de no perdonar?

    A la persona ofendida que no quiere perdonar, solo le cabe la escapatoria de vengarse del daño o confiar en que el paso del tiempo cicatrice la herida. La venganza ya vimos que genera más venganza y dolor. No hacer nada por sanar la herida puede cronificar el círculo vicioso del daño-dolor, y generar un resentimiento perdurable en el tiempo. La infelicidad suele ser más por el resentimiento o rencor, que por el propio dolor de la ofensa. Estas emociones negativas producen también un aumento de sustancias (adrenalina, cortisol, o testosterona entre otras) que, de manera mantenida, pueden tener un efecto tóxico sobre el sistema cardiovascular, o de disminución de las defensas, por ejemplo. También en cuanto a la salud mental podrían ocasionar reacciones de ansiedad, o depresión, o de tipo conductual, por ejemplo con disminución del control de impulsos o diversas adicciones en un intento de “narcotizar” el dolor emocional.

    ¿Existe alguna formula de perdonar o basta con decir lo siento?

    El perdón, que muchos entienden como una manifestación de amor, tiene tantas expresiones como el mismo amor. El modo de pedirlo dependerá de las claves del lenguaje de los interesados, cuando son personas que se conocen. En este sentido puede bastar una mirada, un abrazo, y por supuesto unas palabras de arrepentimiento, que siempre ayudan. Cuando la relación no es tan cercana, tampoco se puede decir que haya una fórmula pero sí que interesa que la persona exprese su arrepentimiento, que empatice con el ofendido y manifieste de algún modo que entiende que esté dolido y que comprendería que no le pudiera perdonar, que le diga que no lo hará más, que le dé si es posible alguna garantía al respecto, y que deje a la persona ofendida con la libertad para que la relación posterior sea la que ella quiera. En todo caso, y especialmente entre personas que se quieren, ayuda mucho, puede ser decisiva, una manifestación de afecto como conclusión.

    ¿Qué pasa si a la persona a la que le pides perdón no lo acepta?

    Indudablemente esto dificulta –en ocasiones de manera notable- que el proceso de perdón se complete en la persona que ha causado la ofensa. Pero no lo impide. Lo principal en la persona que pide perdón es el arrepentimiento: su dolor por haber causado el daño, y su decisión de no hacerlo de nuevo en el futuro. Todo esto es posible sin la concesión del perdón. No hay que olvidar que el perdón es una decisión libre y que por tanto esta posibilidad que señala no es infrecuente.

    ¿Hay que pedirse perdón a uno mismo?

    La mayoría de los autores sostienen que el perdón, en su sentido auténtico, solo te lo puede conceder otra persona, y no uno mismo. Personalmente, pienso que se usa esta expresión para significar otras realidades, como el arrepentimiento cuando entiendo que he actuado mal y, probablemente, la aceptación de mis limitaciones cuando es algo que no he conseguido; en este último sentido sería más propio hablar de “quererse” o aceptarse que “perdonarse”.

    ¿El perdón escusa la responsabilidad?

    – ¿El perdón escusa la responsabilidad?
    La responsabilidad hay que valorarla, como dice la propia palabra, como respuesta ante alguien o ante algo. Cuando pido perdón estoy afrontando y reconociendo mi responsabilidad en la ofensa. Por tanto, lejos de excusarla, el perdón la supone; de hecho es una manifestación razonable de responsabilidad, en la medida que el ofendido lo espera, y que puede aliviar su dolor y recomponer una relación previa, si fuera el caso. En todo caso, si la ofensa es merecedora de alguna pena o castigo, no elimina esa responsabilidad ante la justicia. El perdón no desprecia ni elimina la justicia, cuenta con ella y la sobrepasa.

    ¿Se puede perdonar a una persona que no tengas delante o que ha fallecido o que desconoces su identidad?

    Se puede, aunque si falta el arrepentimiento del ofensor es más difícil perdonar. Esta situación exige una mayor “inversión” por parte del que perdona, que ha de asumir una cierta benevolencia o ignorancia en el ofensor, o sencillamente poner toda su capacidad de comprensión, generosidad y afecto –si es el caso-, para convertir un daño contra mí que no me he merecido en una expresión de perdón hacia el otro que no se la merece por lo hecho. En todo caso, toda persona es más grande que su culpa. Por último, la capacidad de amar de una persona puede conseguir lo que humanamente parece imposible de sanar.

    ¿El mundo sería mejor si hubiese más personas que practicasen el perdón?

    Estoy convencido de eso, y pienso que todos tenemos experiencia al respecto. Perdonar y pedir perdón nos hace mejores personas. El perdón es una fuerza expansiva, como el amor, se contagia, y genera “lugares seguros” en personas que se relacionan. En esto se parece al agradecimiento. Cuando alguien te agradece algo o te pide perdón, tú mismo te sientes más inclinado a agradecer y pedir perdón. Tiene un efecto emocional de tipo “viral” que repercute positivamente en el ambiente que le rodea.

    ¿Está trabajando en un nuevo libro?

    Desde hace años, me gusta tener varios proyectos a la vez, de manera que “pacíficamente” pueda incorporar contenidos y experiencias, y esperar que uno de ellos madure para lanzarme a la fase de redacción. Ahora tengo un proyecto avanzado de un libro más de tipo autoayuda con un contenido psicoeducativo que permita una base más sólida en el cambio sobre el perfeccionismo. El tiempo dirá.

    Desde aquí mi más sincero agradecimiento a D. Javier Schlatter Navarro, Licenciado en Medicina por la Universidad de Cádiz. Realizó la especialidad de Psiquiatría en la Clínica de la Universidad de Navarra. Doctor en Medicina por esa universidad en 2002 con la tesis “Patrones de función monocitaria como marcadores biológicos de la Distimia y del Episodio Depresivo”. Subdirector del Departamento de Psiquiatría y Psicología Médica. Profesor asociado de la asignatura de “Psicología”. Ejerce su labor asistencial en la sede de la Clínica de la Universidad de Navarra en Madrid. Autor de “La ansiedad. Un enemigo sin rostro” (Ed. Eunsa, 2003), “Supera la ansiedad y el estrés en tu vida diaria” (Ed. Everest, 2005), y “Ser felices sin ser perfectos. Estrategias de cambio para un anancástico” (Ed. Eunsa, 2010). Así como diversos artículos y monografías de carácter científico, por habernos adentrando en el conocimiento de la Educación de la mano de su última obra titulada “Heridas en el corazón. El poder curativo del perdón”.

Este sitio web utiliza cookies para mejorar la experiencia del usuario y ofrecer servicios personalizados. Al continuar navegando en este sitio, aceptas el uso de cookies. Puedes obtener más información y configurar tus preferencias en nuestra   Política del Sitio.

error: Content is protected !!