Una de las circunstancias más difíciles para el personal sanitario es detectar a tiempo la depresión post-parto.

Aunque se ha avanzado mucho en cuanto a los cursos preparatorios al parto sobre la toma de conciencia de los cambios que va a experimentar la mujer, eso no parece ser suficiente para evitar la aparición de la depresión post-parto.

Depresión post-parto

Tal y como su nombre indica, la depresión post-parto, es un estado de ánimo decaído, con escasa concentración, con falta de energía, irritabilidad, problemas para conciliar el sueño e incluso pueden aparecer ideas suicidas, y todo ello surge al poco de dar a luz.
Acompañando a la depresión post-parto, suele presentarse pensamientos psicóticos, en lo que se conoce como psicosis post-parto, pensamientos que separan a la mujer de la realidad, presentando alucinaciones y cambios bruscos en el estado de ánimo, lo que en ocasiones puede requerir ser hospitalizada.
Una de las principales dificultades es que cuando la mujer se encuentra en este estado, normalmente no se da cuenta de las consecuencias de sus actos y difícilmente va a solicitar ayuda para ello, poniendo así en riesgo su propia vida y la de su bebé, pero ¿Se puede prevenir la depresión post-parto?



Depresión postparto

Esto es lo que ha tratado de responderse desde la Computer Science Unit, Department of Physical Sciences, Al-Hikmah University, Ilorin, Nigeria, junto con la Computer Science and Engineering Department, Obafemi Awolowo University, Ile Ife (Nigeria), cuyos resultados han sido publicados en la revista científica International Journal of Computer Science and Software Engineering (I.J.C.S.S.E.).
Para ello ha desarrollado un software en donde se recoge información de la madre, la cual es analizada para extraer el porcentaje de riesgo de padecer psicosis post-parto.
De los componentes de la depresión post-parto los investigadores se han decantado por detectar la presencia de psicosis post-parto como elemento predictivo de la propia depresión post-parto.
El software está diseñado para ser aplicado a la madre en cinco momento diferentes coincidiendo con el momento de recibir la vacuna el menor según el calendario usado en Nigeria.
Esto es, de cero a dos semanas; a las seis semanas; a las diez semanas; a las catorce semanas; y a los seis meses después de haber dado a luz.
Es decir, mientras se atiende al menor, se le va a realizar un test de diez preguntas a la madre para evaluar la existencia de síntomas que puedan hacer sospechar la presencia psicosis post-parto.
Según los autores, los beneficios de esta herramienta son evidentes, tanto para la salud de la madre como para la del menor, posibilitando que intervenga lo más rápidamente posible un especialista de la salud cuando así se requiera.

Depresión posnatal

A pesar de explicar el proceso para la creación del cuestionario y de cómo este ha sido implementado informáticamente, el estudio no informa sobre que se haya realizado ningún ensayo a una muestra que garantice que la herramientas está evaluando correctamente lo que indica.
Tampoco menciona que dicho test haya sido contrastado con otros instrumentos estandarizados empleados para evaluar la presencia de episodios psicóticos, con lo que refutar su validez.
Ni siquiera menciona en qué casos funciona y en cuales no, por lo que es difícil su aplicación práctica sin conocer estos datos.
Contando con las limitaciones anteriores, si efectivamente el software funciona es un importante paso para la detección temprana de síntomas de la psicosis post-parto y con ello de la depresión post-parto.

Experto Colaborador:




Formal de selección temprana para la depresión postparto no es sólo la mejor práctica, pero también muy factible con una breve medida de cribado estructurada. La Escala de Depresión Postnatal de Edimburgo (EPDS) es una de 10 ítems, cuestionario autoadministrado que se ha demostrado que la proyección de valores a las 4-6 semanas después del parto cuando se administra 2-3 días después del parto.
Teniendo en cuenta en este intervalo antes de tiempo después del parto, EPDS ayuda a predecir la depresión posparto, lo que permite la iniciación de los esfuerzos de prevención secundaria que se centran en la reducción de la prevalencia, así como la duración de la enfermedad.