La Glicina es un aminoácido no esencial y neurotransmisor que participa en la inhibición de señales neuronales en el sistema nervioso central, especialmente en la médula espinal y el tronco encefálico.

La fórmula química de la Glicina es C2H5NO2. Es el aminoácido más simple, compuesto por un grupo amino (-NH2) y un grupo carboxilo (-COOH), y es el único que no tiene un carbono quiral.

La Glicina fue aislada por primera vez en 1820 por el químico Henri Braconnot al hidrolizar gelatina. Desde entonces se ha identificado como un neurotransmisor y componente clave en diversas funciones biológicas.

La Glicina se sintetiza en el cuerpo a partir de la serina mediante la enzima serina hidroximetiltransferasa. También se puede obtener de la degradación de la colina y la treonina.

La Glicina es degradada principalmente por la enzima glicina descarboxilasa, que la convierte en dióxido de carbono (CO2) y amoníaco (NH3) en las mitocondrias de las células.

La Glicina actúa sobre dos tipos de receptores: receptores de glicina inhibitorios (GlyR) y receptores de NMDA, donde actúa como coagonista junto con el glutamato, facilitando la excitación neuronal en ciertas condiciones.

En los receptores de glicina, la Glicina actúa como un neurotransmisor inhibitorio, promoviendo la entrada de iones cloruro en la célula, lo que resulta en una hiperpolarización y disminución de la excitabilidad neuronal.

La Glicina desempeña un papel crucial como neurotransmisor inhibitorio en la médula espinal, regula el tono muscular, y también participa en la síntesis de proteínas, colágeno, y la hemoglobina.

Alteraciones en la señalización de la Glicina están relacionadas con trastornos del movimiento como la hipereplexia, así como con enfermedades neurodegenerativas como la esclerosis lateral amiotrófica (ELA).

La Glicina se utiliza como suplemento para mejorar el sueño, reducir la fatiga y mejorar la función cognitiva. También se investiga como tratamiento adyuvante en condiciones como la esquizofrenia y la isquemia cerebral.

Como neurotransmisor inhibitorio en el sistema nervioso central, la Glicina modula la excitabilidad neuronal, ayudando a regular el tono muscular y las respuestas reflejas en la médula espinal.

La Glicina juega un papel importante en la regulación del tono muscular, inhibiendo las señales motoras en la médula espinal, lo que permite el control fino del movimiento muscular.

La Glicina es un componente del colágeno, una proteína importante para la integridad de los tejidos conectivos y las mucosas del sistema digestivo, lo que ayuda en la cicatrización y protección gástrica.

La Glicina puede mejorar la calidad del sueño al reducir la temperatura corporal central y aumentar la sensación de relajación, facilitando el inicio y la calidad del sueño profundo.

La Glicina está involucrada en la regulación de la neurotransmisión en el sistema nervioso central y se ha estudiado por su potencial para mejorar los síntomas de la esquizofrenia y la depresión cuando se usa como tratamiento adyuvante.

La Glicina puede interactuar con medicamentos que afectan la neurotransmisión, incluidos los agonistas y antagonistas de los receptores de NMDA, y algunos fármacos antiepilépticos.

La Glicina tiene propiedades neuroprotectoras debido a su acción en los receptores NMDA, lo que podría ayudar a reducir el daño neuronal en condiciones como el accidente cerebrovascular isquémico.

La Glicina juega un papel importante en el metabolismo del cuerpo al participar en la síntesis de creatina, glutatión y hemoglobina, sustancias clave en la producción de energía y la defensa antioxidante.

La Glicina modula la transmisión del dolor en la médula espinal, actuando como un inhibidor de la señalización nociceptiva, lo que puede reducir la percepción del dolor, especialmente en estados inflamatorios.

La deficiencia o alteración en la señalización de la Glicina se ha asociado con trastornos neurológicos como la hipereplexia, que causa respuestas exageradas a estímulos sensoriales y trastornos de la coordinación motora.