El botox está de moda, así se puede desprender teniendo en cuenta el número creciente de personas que lo usan.
Cada día se incrementan más y más el número de tratamientos médicos en busca de esa imagen tan deseada, obtenida mediante intervenciones quirúrgicas o inyectando botox (toxina botulinica); con la firme convicción de que eso nos hará más felices, al vernos más jóvenes y tener mejor presencia ante los demás.
Desde hace unos años, dentro de la Psicología existe una controversia relacionada con el mundo de las emociones, al tratar de distinguir qué es primero, si la respuesta fisiológica de la emoción o la sensación que se provoca. Esto es, algunos autores defienden que nuestro cuerpo expresa una emoción y que la persona lo capta y lo siente. Las emociones provendrían de fuera a dentro; otros autores en cambio, defienden que las emociones se originan en el interior y que se reflejan en nuestro organismo, es decir que van de dentro a fuera.
Los primeros autores, que defienden el modelo de fuera a dentro, invitan a realizar ejercicios conscientes por expresar la emoción que «queremos tener»; de forma que si queremos estar contentos, únicamente debemos poner una sonrisa en nuestra cara durante todo el día, y esos músculos se encargarán de hacer comprender al cerebro nuestra alegría.
Los autores que defienden el modelo de dentro a fuera, consideran que no podemos expresar algo que no sintamos, convirtiéndose así, nuestro organismo en el reflejo de nuestro interior. Gracias a ésta aportación se realizan estudios de detección de emociones basados en rasgos faciales y comportamentales de la persona, empleando para ello cuestionarios como el F.A.C.S. (Facial Action Coding System).
Pues bien, una vez conocida ésta distinción, entramos al fondo del asunto de éste artículo, ¿el Botox nos hace más felices?
Lotus Carroll / Foter.com / CC BY-NC-SA
En principio el botox nos satisface una necesidad de aparentar una mejor imagen, pudiendo conseguir algunos «beneficios secundarios» como la aceptación social, un contrato de trabajo, en el caso de que se trabaje para un medio audiovisual,…
Pero un estudio realizado por la University of Wisconsin informa de los efectos contrarios del botox. No se trata de un estudio médico sino psicológico, publicado en el Psychological Science.
En dicho estudio se analiza la empatía que muestran personas que han sido sometidas a botox frente a otras que no lo han usado.
La tarea consistió en leer un texto cargado emocionalmente, y tras finalizarlo responder lo antes posible sobre cuál es la emoción que contenía dicho texto.
Para ello se emplearon tres tipos de textos, de alegría, tristeza y enojo.
Si el botox (único factor diferenciador entre los dos grupos de estudio) no tiene incidencia en las emociones, no se encontrarían diferencias en los resultados.
Pues bien, el citado artículo informa de que existe una notable diferencia a la hora de identificar las emociones negativas de enojo y tristeza, mientras que en la de la alegría no hay diferencias, ¿Qué significa ésto exactamente?
Teniendo en cuenta que el botox se pone en aquellas zonas de expresividad de las emociones negativas, que son las que provocan esas marcas a modo de surcos tan característicos; es «comprensible» y esperable, que si nos atenemos a la primera aproximación de las emociones de fuera a adentro, no podamos sentir aquello que no podemos expresar, es decir, el botox impediría que «sintiésemos» con la misma intensidad emociones negativas.
¿Pero cómo sabemos que la lectura del texto tiene que provocarnos una emoción?
Debido a un fenómeno denominado «embodied cognition», cuya traducción sería algo así como cognición corpórea o encarnada, sabemos que para poder identificar emociones de otros, o en éste caso de un texto, utilizamos microexpresiones faciales que nos facilitan ésta labor empática.
En cambio, si tenemos botox, ésta cognición corpórea o encarnada no se va a producir correctamente, de modo que vamos a ser «más torpes» para identificar aquellas emociones involucradas con los músculos afectados por el botos (emociones negativas).
https://youtu.be/eu9OvaUZGsE
En definitiva, el botox sirve para dar apoyo a la teoría sobre las emociones que defiende un modelo de fuera a dentro, a la vez que nos avisa de los efectos no deseados sobre nuestra vida íntima, afectando a cómo somos capaces de percibir las emociones en los demás, lo que nos lleva a reaccionar de una determinada manera.
Bibliografía Recomendada:
Havas, D.A. y cols. (2010). Cosmetic Use of Botulinum Toxin-A Affects Processing of Emotional Language. Psychological Science
Fernández, A.M. y cols. (2007). Expresión y reconocimiento de emociones: un punto de encuentro entre evolución, psicofisiología y neurociencias. Revista Chilena de Neuropsicología.
Fernández, R.A. y cols. (2006). Toxina botulínica para uso terapéutico. Revista Médica Universitaria.
Última modificación: 28/10/2013
Comentarios
3 respuestas a «Botox y Felicidad»
Que tal
Es muy bueno este artículo, ya que en todo tiene razón, sin embargo hay personas que efectivamente deseamos no solo dar una imagen a los demás sino a nosotros mismos, al menos para mí es así, pues en realidad hace mucho que me arreglo para mí, si le gusta a mi esposo que bueno, sino, pues ya tendrá dos trabajos. Este ha sido un proceso que me llevo tiempo y algunas lecturas de auto reconocimiento, reconocerme es lo mejor que he logrado hacer. Cuidarse en vital no solo para mantener una imagen exterior, sino para estar sano del cuerpo y la mente, de lo no ser así estaría uno podrido por dentro. Al ser una mujer que me someto a tratamientos con botox sé que habrá un momento en que ya no me las pondré por que mi cuerpo ya no reaccione, sin embargo lo aprovecho con gusto y me cuido para saber que hice lo posible para sentirme bien. Lo que recomiendo siempre es analizarse si este tipo de tratamientos es bueno para mí, dónde, cuándo y quién y ver la economía ya que por ahorrarse unos pesos no vale la pena arriesgarse, la paciencia es la mayor de las virtudes, a mi ver. Les dejo este sitio ya que creo tal vez les interese
http://www.hiperbaricadelvalle.com/botox/index.html
Asegúrense de que hagan lo que hagan luchen por algo en que ustedes crean, por ustedes y para ustedes.
Saludos y felicidad
Muy buen y extenso comentario, en realidad resalta que «en exceso» puede acarrear una serie de cambios en la forma de relacionarnos, debido a que se reduce la capacidad de percibir y expresar emociones, lo que no quiere decir que sea «bueno o malo», es sólo un dato procedente de un estudio sobre emociones.
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