Uno de los pasos más importantes de la mujer es cuando se convierte en madre, un estudio analiza cómo afecta a su satisfacción personal y salud psicológica.
El ser humano a diferencia de otras especies animales, tiene un ciclo gestacional de 9 meses, en el que el neonato se va desarrollando dentro de la barriga de la futura mamá, después de muchos registros hoy en día desde la biología y la neurociencia se puede determinar el avance en el desarrollo semana a semana, siendo todas necesarias para afrontar el momento del nacimiento. Eso no quiere decir, que tras el parto, o la cesárea cuando sea necesario, el bebé ya estará totalmente formado, ya que su sistema neurológico va a seguir madurando aún después de cortar el cordón umbilical.
La madre por su parte va a sufrir importantes cambios durante los meses de gestación, en que va preparando a su cuerpo para el parto, tras lo cual debe de pasar el puerperio, en el que reacomodarse los órganos de la madre a la situación previa al embarazado, período que se suele extender de 6 a 8 semanas después de haber dado a luz.
Pero en ocasiones, por problemas en la madre o en el propio neonato, se produce una situación de «embarazado forzado» o cesárea antes de las 37 semanas de gestación, en estos casos se les denomina a los bebés prematuros. Los bebés en estos casos suelen ser de menor tamaño debido a la falta de maduración necesaria que abría tenido si hubiese estado las 40 semanas.
Esta interrupción del proceso normal de desarrollo por parte del bebé hace que los neonatos tenga una serie de características como: piel delgada, con menos grasa corporal, con tono muscular débil, problemas respiratorios debido a que el sistema respiratorio no ha terminado de madurar, con dificultades para succionar y de alimentarse.
Un proceso que no hace sino dificultar en algunos la tarea del cambio de mentalidad de mujer a madre que ha de asumir la recientemente parturienta, proceso que es más «impactante» cuando se es primeriza, es decir, no se tiene experiencia previa tanto del tránsito del embarazado, del parto ni de los sucesivos pasos de crianza. De ahí que sea importante la investigación sobre la salud física y psicológica de la madre, ya que va a ser ella la encargada del cuidado y atención, sobre todo de los primeros meses y años del bebé, hasta que éste vaya adquiriendo habilidades y desarrollo suficiente para ser «independiente».
En un reciente estudio realizado conjuntamente por Università degli Studi di Milano y Ospedale “Luigi Sacco” (Italia) publicado en Terapia Psicológica se analiza longitudinalmente las percepciones sobre la salud física y mental de las mujeres parturientas.
En éste trabajo participaron diecinueve mujeres a las cuales se las encuestó a la semana 22 y 6 meses después del parto, en donde se observó cómo afecta estos cambios físicos y las nuevas demandas como madre en su salud. El trabajo presentado pertenece a un estudio mayor donde se estudia multitud de factores psicológicos y clínicos que tienen que ver precisamente con éste cambio y con la salud de la madre y del bebé, en su adaptación mutua.
En ésta ocasión se les entrevistó a las participantes para preguntarles sobre su satisfacción personal, así como sobre la salud psicológica para evaluar algún elemento que pueda servir de predicción para la presencia de la depresión post-parto, que afecta a una de cada diez mujeres parturientas.
Los resultados muestran un impacto positivo a nivel de satisfacción personal percibida, tanto como madre, como parte de la unidad familiar que ahora tiene un nuevo miembro, sobre todo cuando había recibido el apoyo de su pareja.
Con respecto a la salud psicológica de la madre, no se observó ningún cambio significativo desde la situación previa a tras haber tenido el bebé, por lo que a pesar de los cambios personales, físicos y psicológicos, así como la presión que supone tener que cuidar y atender un nuevo bebé, no parece que esto ejerza ninguna carga «insuperable» que le pueda provocar o desencadenar una alteración significativa en la salud mental de la madre.
Queda todavía sin explicar la presencia de los casos de depresión post-parto debido, probablemente al escaso número de participantes, ya que en un estudio más grande sí se podrían encontrar estas diferencias con respecto a la salud psicológica, antes y después de haber sido madre.