Evolución Interactiva del Concepto de Cleptomanía en el DSM y CIE

Evolución Interactiva del Concepto de Cleptomanía en el DSM y CIE

¡Atención! La Cleptomanía, como trastorno psiquiátrico específico, ha experimentado una evolución conceptual significativa a lo largo del tiempo. Desde ser considerada simplemente un comportamiento delictivo hasta ser reconocida como un trastorno del control de impulsos con componentes psicológicos complejos, la comprensión de la Cleptomanía ha cambiado sustancialmente desde el siglo XIX hasta la actualidad.

1952 – DSM-I

No se menciona específicamente la Cleptomanía. Los comportamientos relacionados se clasifican dentro de los «Trastornos de personalidad sociopática».

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En el DSM-I, publicado en 1952, no existía una categoría específica para la Cleptomanía. Los comportamientos de robo compulsivo se consideraban principalmente como actos delictivos y se incluían dentro de la categoría más amplia de «Trastornos de personalidad sociopática». Esta clasificación reflejaba una comprensión limitada de los aspectos psicológicos subyacentes al robo compulsivo, enfocándose más en el comportamiento antisocial que en la naturaleza impulsiva del trastorno.

1967 – CIE-8

La Cleptomanía se incluye dentro de la categoría de «Trastornos de personalidad y otros trastornos mentales no psicóticos».

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La CIE-8, publicada en 1967, incluyó la Cleptomanía dentro de la categoría más amplia de «Trastornos de personalidad y otros trastornos mentales no psicóticos». Aunque reconocida como un trastorno específico, la comprensión de la Cleptomanía seguía siendo limitada. Se la consideraba principalmente como un problema de comportamiento asociado a trastornos de personalidad, reflejando la influencia persistente de las teorías psicodinámicas en la conceptualización de este trastorno.

1980 – DSM-III

Se introduce la Cleptomanía como un trastorno específico dentro de los «Trastornos del control de impulsos no clasificados en otra parte».

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El DSM-III, publicado en 1980, marcó un cambio significativo al introducir la Cleptomanía como un trastorno específico dentro de la categoría de «Trastornos del control de impulsos no clasificados en otra parte». Esta clasificación reconocía por primera vez la naturaleza impulsiva y compulsiva del robo en la Cleptomanía, distinguiéndola de actos delictivos simples o asociados a otros trastornos mentales. Se establecieron criterios diagnósticos específicos, incluyendo la incapacidad recurrente de resistir los impulsos de robar objetos que no son necesarios para el uso personal o por su valor monetario.

1992 – CIE-10

La Cleptomanía se clasifica dentro de «Trastornos de los hábitos y del control de los impulsos».

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La CIE-10, publicada en 1992, clasificó la Cleptomanía dentro de la categoría de «Trastornos de los hábitos y del control de los impulsos». Esta clasificación alineaba la Cleptomanía con otros trastornos caracterizados por la dificultad en resistir impulsos o tentaciones para realizar actos perjudiciales. La CIE-10 proporcionó criterios más específicos para el diagnóstico, enfatizando la tensión creciente antes del acto, la gratificación o alivio al cometer el robo, y la ausencia de motivación por ganancia personal o venganza.

1994 – DSM-IV

Se mantiene la clasificación de la Cleptomanía dentro de los trastornos del control de impulsos, con criterios diagnósticos refinados.

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El DSM-IV, publicado en 1994, mantuvo la Cleptomanía dentro de la categoría de trastornos del control de impulsos. Los criterios diagnósticos se refinaron, incluyendo la incapacidad recurrente de resistir los impulsos de robar objetos innecesarios, la tensión creciente antes de cometer el robo, el placer o alivio durante el acto, y la especificación de que el robo no se realiza para expresar ira o venganza y no es en respuesta a ideas delirantes o alucinaciones. Se enfatizó también que el comportamiento causa malestar significativo o deterioro en áreas importantes de la vida del individuo.

2013 – DSM-5

La Cleptomanía se reclasifica dentro de la categoría «Trastornos disruptivos, del control de los impulsos y de la conducta».

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El DSM-5, publicado en 2013, reclasificó la Cleptomanía dentro de la nueva categoría de «Trastornos disruptivos, del control de los impulsos y de la conducta». Esta reclasificación agrupó la Cleptomanía con otros trastornos caracterizados por problemas en el autocontrol del comportamiento y las emociones. Los criterios diagnósticos se mantuvieron similares a los del DSM-IV, pero se enfatizó la importancia de distinguir la Cleptomanía de otros trastornos que pueden involucrar el robo, como el trastorno de conducta o el trastorno antisocial de la personalidad. También se reconoció la posible comorbilidad con trastornos del estado de ánimo y de ansiedad.

2018 – CIE-11

La Cleptomanía se mantiene en la categoría de «Trastornos del control de los impulsos», con énfasis en los aspectos compulsivos.

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La CIE-11, publicada en 2018, mantuvo la Cleptomanía dentro de la categoría de «Trastornos del control de los impulsos». Esta clasificación enfatiza los aspectos compulsivos del trastorno, describiendo un patrón persistente de falta de resistencia a impulsos intensos de robar objetos. La CIE-11 también destaca la importancia de la excitación antes del acto y la gratificación o alivio durante o inmediatamente después de cometer el robo. Se hace hincapié en que el diagnóstico no debe hacerse si el robo ocurre exclusivamente en el contexto de otro trastorno mental o es mejor explicado por otros factores, como la necesidad económica o un trastorno de conducta.

2022 – DSM-5-TR

Mantiene los criterios del DSM-5 con actualizaciones menores en el texto y ejemplos.

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El DSM-5-TR, publicado en 2022, mantiene los criterios diagnósticos para la Cleptomanía establecidos en el DSM-5, pero incluye actualizaciones en el texto descriptivo y los ejemplos. Esta revisión incorpora nueva investigación sobre la prevalencia, los factores de riesgo y el curso del trastorno. Se proporciona orientación adicional sobre el diagnóstico diferencial, enfatizando la importancia de distinguir la Cleptomanía de otros trastornos que pueden involucrar el robo, así como de actos delictivos no relacionados con un trastorno psiquiátrico. El DSM-5-TR también destaca la necesidad de considerar factores culturales y contextuales en la evaluación de comportamientos relacionados con el robo, y reconoce la posible relación de la Cleptomanía con otros trastornos del control de impulsos y trastornos adictivos.

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