Evolución del Concepto de Insomnio en el DSM y CIE – Línea de Tiempo y Descubrimientos Clave

Evolución Interactiva del Concepto de Insomnio en el DSM y CIE

1952 – DSM-I

No incluye «Insomnio» como diagnóstico específico. Los problemas de sueño se consideran síntomas de otros trastornos.

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El DSM-I, publicado en 1952, no incluía el insomnio como un diagnóstico específico. Los problemas de sueño, incluyendo la dificultad para dormir, se consideraban principalmente como síntomas de otros trastornos, especialmente de trastornos de ansiedad y depresión. Esta perspectiva reflejaba la visión predominante de la época que consideraba los problemas de sueño como secundarios a otras condiciones psiquiátricas o médicas, en lugar de como trastornos primarios del sueño.

1967 – CIE-8

Incluye «Trastornos del sueño» dentro de «Síntomas y estados mórbidos mal definidos».

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La CIE-8, publicada en 1967, incluía una categoría general de «Trastornos del sueño» dentro de la sección «Síntomas y estados mórbidos mal definidos». Aunque esto representaba un reconocimiento de los problemas de sueño como una entidad clínica, la clasificación era vaga y no proporcionaba criterios específicos para el insomnio. Los trastornos del sueño, incluyendo el insomnio, aún se consideraban en gran medida como síntomas de otras condiciones más que como trastornos independientes.

1980 – DSM-III

Introduce «Trastornos del sueño» como categoría diagnóstica, incluyendo «Insomnio».

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El DSM-III, publicado en 1980, marcó un cambio significativo al introducir los «Trastornos del sueño» como una categoría diagnóstica específica. El insomnio se incluyó como un subtipo dentro de esta categoría. Se definió como una dificultad para iniciar o mantener el sueño, o una falta de sueño reparador, que duraba al menos un mes. Esta inclusión representó un reconocimiento importante de que los problemas de sueño podían ser trastornos primarios y no simplemente síntomas de otras condiciones. Sin embargo, los criterios aún eran bastante generales y no diferenciaban claramente entre diferentes tipos de insomnio.

1994 – DSM-IV

Refina los criterios para el «Insomnio primario» y lo distingue del insomnio relacionado con otras condiciones.

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El DSM-IV, publicado en 1994, refinó los criterios para el «Insomnio primario» y lo distinguió más claramente del insomnio relacionado con otras condiciones médicas o psiquiátricas. Se requería que la dificultad para iniciar o mantener el sueño, o la sensación de sueño no reparador, durara al menos un mes y causara malestar clínicamente significativo o deterioro en áreas importantes del funcionamiento. Esta versión también especificó que el trastorno no debía ocurrir exclusivamente en el contexto de otro trastorno del sueño, trastorno mental o efecto fisiológico directo de una sustancia o condición médica.

1992 – CIE-10

Incluye «Insomnio no orgánico» como categoría diagnóstica específica.

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La CIE-10, publicada en 1992, incluyó el «Insomnio no orgánico» como una categoría diagnóstica específica dentro de los trastornos del sueño. Se definió como una condición de cantidad y/o calidad del sueño insatisfactoria, que persiste durante un período considerable de tiempo. La CIE-10 enfatizó la preocupación por las consecuencias del insomnio durante el día como un criterio importante. También especificó que el trastorno debía ocurrir al menos tres veces por semana durante al menos un mes. Esta inclusión reflejó un reconocimiento creciente del insomnio como un trastorno clínico significativo por derecho propio.

2013 – DSM-5

Introduce el «Trastorno de Insomnio» como diagnóstico unificado, eliminando la distinción entre primario y secundario.

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El DSM-5, publicado en 2013, introdujo cambios significativos en la conceptualización del insomnio. Se eliminó la distinción entre insomnio primario y secundario, introduciendo el «Trastorno de Insomnio» como un diagnóstico unificado. Este cambio reflejó la investigación que sugería que el insomnio a menudo coexiste con otras condiciones de manera bidireccional. Los criterios requieren que los problemas de sueño ocurran al menos 3 noches por semana durante al menos 3 meses, y que causen malestar clínicamente significativo o deterioro en áreas importantes del funcionamiento. El DSM-5 también introdujo especificadores para la duración (agudo, subagudo, persistente) y si el insomnio ocurre con otro trastorno mental o médico.

2018 – CIE-11

Actualiza el «Insomnio» como trastorno independiente, alineándose más con el DSM-5.

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La CIE-11, publicada en 2018, actualizó la conceptualización del insomnio, alineándose más con el enfoque del DSM-5. El insomnio se define como una dificultad persistente con la iniciación, duración, consolidación o calidad del sueño que ocurre a pesar de oportunidades y circunstancias adecuadas para dormir, y que resulta en alguna forma de deterioro diurno. La CIE-11 especifica que los síntomas deben ocurrir al menos varias veces por semana y estar presentes durante al menos varios meses. Al igual que el DSM-5, la CIE-11 no hace distinción entre insomnio primario y secundario, reconociendo la complejidad de la relación entre el insomnio y otras condiciones de salud.

2022 – DSM-5-TR

Mantiene el «Trastorno de Insomnio» con actualizaciones menores en el texto descriptivo.

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El DSM-5-TR, publicado en 2022, mantiene los criterios diagnósticos para el Trastorno de Insomnio establecidos en el DSM-5. Las actualizaciones fueron principalmente en el texto descriptivo, incorporando nueva investigación sobre prevalencia, factores de riesgo, curso del trastorno y consideraciones culturales. Se proporcionó información adicional sobre la presentación del insomnio en diferentes grupos de edad y poblaciones. El DSM-5-TR también refuerza la importancia de considerar factores comórbidos y ambientales en la evaluación y tratamiento del insomnio. Se incluyó información actualizada sobre intervenciones, enfatizando la eficacia de la terapia cognitivo-conductual para el insomnio (TCC-I) como tratamiento de primera línea.

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