Si algo define al ser humano a diferencia de otros animales es precisamente su capacidad de ayudar a los demás.

Las fases del Altruismo

Esto que puede ser algo menor, es lo que da consistencia a las relaciones y ayuda al establecimiento de lazos sociales.
Aunque el gesto de Ayudar puede parece «instintivo», se requiere de varios elementos, entre ellos, el detectar que la otra persona necesita ayuda, el querer ayudar y el hacerlo.
Si no somos capaces de ponernos en «la piel» del otro, para saber qué puede estar necesitando; si no tenemos la voluntad de ser solidarios o si al final, nos da «pereza», si se falla en alguna de las etapas anteriores, no se llevará a cabo la labor de ayudar a otros.
En una sociedad donde se prima el individualismo, parece que el altruismo ha quedado relegado a las instituciones religiosas o a las ONGs.
Es evidente sobre los beneficios que recibe la persona a quien se le ayuda, a la cual se suple de una necesidad que está requiriendo, pero ¿Existen otros beneficios en el altruismo?


https://youtu.be/I0tvxHa6_8s

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Investigación sobre  el Altruismo

Esto es precisamente lo que ha tratado de responderse con una reciente investigación realizada desde la Facultad de Ciencias Psicológicas y Cognitivas y el Laboratorio de Comportamiento y Salud Mental de Beijing, Universidad de Peking, junto con la Facultad de Educación, Universidad de Shanghai y la Escuela de Administración de Empresa, Universidad Capital de Economía y Empresa (China) cuyos resultados se han publicado en el 2016 en la revista científica Frontiers in Psychology.
Se realizaron cuatro estudios en donde se manipulaba experimentalmente la situación de altruismo, para observar sus respuestas.
Los participantes pasaban por una situación donde podían o no demostrar su altruismo con respecto a situaciones de catástrofes naturales, ya sean vividas, como en el caso del huracán Sandy o hipotéticos.
Posteriormente a todos ellos se les preguntó sobre cómo se habían sentido, después de ayudar o no, según la condición experimental a la que se les había asignado por azar.
Los resultados muestran que aquellas personas que tuvieron un Comportamiento altruista se sentían mejor consigo mismo después de haber ayudado.
Estimándose ésta con una evaluación subjetiva sobre los grados de calor que sentían en ese momento, Tras la ayuda; sintiéndose más «cálidos» que si no hubiesen ayudado.


Beneficios del Altruismo

Entre las limitaciones del estudio está la selección sólo de varones como sujetos experimentales, dejando fuera a las mujeres, por lo que no se puede concluir si se produce este fenómeno también entre ellas, y de producirse si se produce en la misma, mayor o menor medida.
Hay que tener en cuenta que el calor «emocional» que siente la persona Cuando realiza una «buena obra», no se corresponde con ningún signo fisiológico al respecto, es decir, No existe una elevación real de la temperatura del organismo.
A pesar de las limitaciones anteriores, el estudio proporciona una valiosa información que ayuda a comprender el fenómeno del altruismo desde el punto de vista de quien es generoso con su tiempo y con su esfuerzo.
Ya no se trata tanto de un aspecto moral o ético, ni siquiera requiere de un componente religioso como la caridad; sino que el propio comportamiento del altruismo se vería reforzado por esta sensación de calidez que se experimenta cuando se ayuda a los demás.
Todavía faltaría por explicar por parte de los autores del estudio, la utilidad fisiológica o social de Esta «calidez» del altruismo, comportamiento que ha acompañado al ser humano desde sus primeros momentos como especie.