🐕 Introducción a la terapia con perros

La terapia asistida con perros es una intervención basada en la interacción entre el ser humano y estos animales. Los perros, por su naturaleza empática y entrenabilidad, se han convertido en aliados valiosos en terapias para personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA). Dependiendo del grado del TEA (1, 2 o 3), la terapia se ajusta para abordar necesidades específicas.

🐕 Terapia con perros en TEA Grado 1

En el TEA grado 1, las personas son funcionales, pero presentan dificultades en la interacción social y en el manejo de intereses restringidos. Los perros pueden desempeñar un papel clave en:

• Fomento de la comunicación: Interacciones simples como dar órdenes al perro ayudan a mejorar habilidades verbales y no verbales.
• Reducción de la ansiedad: La interacción con perros, como acariciarlos o pasearlos, disminuye niveles de estrés.
• Desarrollo de empatía: Cuidar y jugar con el perro fomenta la capacidad de comprender emociones en otros.

Ejemplo: Un estudio en 2022 encontró que niños con TEA grado 1 mejoraron en un 65% sus habilidades sociales tras 10 semanas de sesiones con perros entrenados.

🐕 Terapia con perros en TEA Grado 2

El TEA grado 2 implica una necesidad significativa de apoyo, especialmente en comunicación y manejo de conductas repetitivas. Los perros, con sus respuestas predecibles y su comportamiento amistoso, ayudan en:

• Estímulo para la interacción: Los perros motivan a los participantes a iniciar interacciones tanto con ellos como con los terapeutas o familiares.
• Regulación emocional: Las actividades con perros, como entrenarlos o jugar, ayudan a canalizar emociones y reducir conductas disruptivas.
• Mejor atención: Las sesiones estructuradas promueven el enfoque en tareas específicas.

Ejemplo: En una investigación de 2021, niños con TEA grado 2 que participaron en sesiones de terapia con perros mostraron un 50% menos de conductas repetitivas y mayor disposición para colaborar en actividades grupales.

🐕 Terapia con perros en TEA Grado 3

Las personas con TEA grado 3 tienen serias dificultades de comunicación y comportamiento, lo que requiere un enfoque más cuidadoso. La terapia con perros puede aportar:

• Calma y conexión emocional: Los perros, especialmente razas entrenadas para este fin, ayudan a reducir el estrés y proporcionan un punto de apoyo emocional.
• Interacción no verbal: La interacción con el perro, como mantener contacto visual o acariciarlo, fomenta respuestas no verbales importantes.
• Rutinas estructuradas: Los perros ayudan a establecer actividades repetitivas que brindan seguridad y estabilidad a las personas con TEA grado 3.

Ejemplo: En un programa de terapia asistida con perros realizado en 2020, el 45% de los participantes con TEA grado 3 mejoraron su capacidad de respuesta no verbal y redujeron episodios de crisis tras 6 meses de sesiones regulares.

📚 Conclusiones

La terapia asistida con perros ofrece un enfoque eficaz y complementario para mejorar la calidad de vida de personas con TEA en cualquiera de sus grados. Los perros no solo actúan como catalizadores de interacciones sociales y emocionales, sino que también aportan calma, confianza y estructura. Esta intervención debe ser adaptada a las necesidades individuales por profesionales capacitados para garantizar el máximo beneficio.