¿Tienen los niños con autismo problemas visuales y de imitación?

Cada día se va descubriendo nuevas limitaciones en los pequeños con autismo, sobre los que se puede intervenir incluso en la escuela.

Imitación Autismo

Cuando uno piensa en problemas relacionados con el autismo, lo suele hacer en relación con la comunicación, principalmente con el habla, pero además existen una serie de problemas asociados que en ocasiones no se tienen en cuenta debido a que la intervención se focaliza en el «principal» problema comunicativo. Entre la sintomatología que se puede observar entre los pequeños con autismo son deficiencias sensoriales, de percepción, de motricidad gruesa e incluso de imitación.
La capacidad visual, es esencial en el mundo en que nos movemos, pero más en el ámbito de las relaciones sociales, ya que es a través de la vista como vemos los gestos y movimientos de los demás; igualmente en el ámbito educativo, es fundamental poder seguir las enseñanzas que se escriben en las pizarras y que tan usadas son por los maestros.
Igualmente en cuanto a la imitación, hay que tener en cuenta que vivimos en un mundo social, y que la forma de relacionarnos se aprende observando e imitiando el comportamiento de los demás.
Ya desde los años setenta se conoce la importancia «del otro», en lo que se ha denominado «aprendizaje vicario», por el cual somos capaces de aprender sobre las consecuencias de los actos que otros realizan, imitando así los comportamientos con los que el otro consigue su recompensan y no imitando aquellos en los que el otro no lo recibe, o a cambio tiene un castigo por dicho comportamiento.
Por tanto, la imitación se convierte en una herramienta social fundamental, sobre la que se sustentan los más pequeños para desarrollarse.
Procesos que de por sí pudiesen parecer «menores» pero que van a dificultar que pueden dificultar en sobremanera el «normal» desarrollo de los pequeños con autismo, pero ¿Tienen los niños con autismo problemas visuales y de imitación?

Capacidad Motora Autismo

Esto es precisamente lo que ha tratado de analizarse desde la Universidad Tecnológica MARA (Malasia) cuyos resultados han sido publicados en la revista científica Procedia – Social and Behavioral Sciences.
En el estudio participaron 20 pequeños, 11 niños y 9 niñas, con edades comprendidas entre los 4 a 9 años y seis meses, todos ellos diagnosticados con autismo leve siguiendo los criterios del DSM-IV, evaluados con el cuestionario estandarizado Childhood Autism Rating Scale (CARS) y con una inteligencia normal, evaluado mediante la escala estandarizada Stanford-Binet Intelligence Scale.
Además eran capaces de seguir instrucciones verbales, y realizar copias de diseños geográficos simples. Quedando excluidos del estudio aquellos que mostraban baja capacidad visual o enfermedades visuales, y aquellos que no estaban integrados en un ambiente educativo reglado.
Todos ellos pasaron por cuatro pruebas, la primera para evaluar la capacidad visual mediante el Developmental Test of Visual Perception: Second Edition (DTVP-2); las dos siguientes, para evaluar la capacidad de imitación motor mediante el Motor imitation assessment (MIS) y el Unstructured Motor Imitation Assessment (UIA); y la última para evaluar el desempeño del menor en el ámbito escolar mediante el School Functional Assessment (SFA).
Los resultados muestran una relación significativa entre el rendimiento escolar y la habilidad visual y motora, especialmente en cuanto a la capacidad de imitación. E igualmente existe una relación significativa entre la habilidad visual y la capacidad de imitación, sin especificarse quién es la causante de cual.

Rendimiento Escolar Autismo

Al no existir un grupo control con el que comparar los resultados, no se puede concluir de que este resultado sea exclusivo del ámbito del autismo, o se de también en otros pequeños que no lo sufren.
Aunque los resultados son prometedores a la hora de tratar de explicar alguna de las disfunciones presentadas por los pequeños que tienen autismo, hay que tener en cuenta que no se han diseñado una estrategia de corrección al respecto.
Una intervención incluiría quizás la incorporación de gafas, o un entrenamiento visual para corregir las deficiencias visuales detectadas. Si a los mismos pequeños, se les evalúa en su desempeño de imitación, y se observan mejoras al respecto, se puede concluir que efectivamente existe esa relación directa, pero lo más importante, se ha diseñado un método eficaz para combatir un de los muchos síntomas que presentan los pequeños con T.E.A.
Hay que indicar que al excluir precisamente a los pequeños con T.E.A. que tenían problemas y enfermedades visuales, no se puede comprobar si es determinante un normal desarrollo visual para que se presente esta relación o no.