Terapia Ecuestre: una terapia muy aconsejable con caballos


Terapia Ecuestre: Entrevista a Dª. Noa Calleja Bárcena, directora de Equura Terapias Ecuestres, quien nos adentra en el mundo de los caballos y de su capacidad de ayudar en distintas patologías.




A continuación transcribo entrevista con Dª. Noa Calleja Bárcena, quien nos habla sobre su empresa Equura Terapias Ecuestres y la labor que realizan.

– ¿Qué es Equura Terapias Ecuestres y cuál es su objetivo?

Equura Terapias Ecuestres es una Asociación sin ánimo de lucro dedicada a las intervenciones Asistidas con Caballos (IAC) para personas con discapacidad y/o en riesgo de exclusión social, así como personas con problemas psicológicos leves.
Dos de sus objetivos más importantes son:
1. La promoción de la intervención socioeducativa en el deporte ecuestre
2. Facilitar en acceso a este tipo de terapias a personas con escasos recursos económicos.

– ¿Cómo surge Equura Terapias Ecuestres y cuál es la labor que realizan?

Equura surge después de muchos años de que sus fundadores hubiésemos observado la poca accesibilidad que existe en el mundo del caballo, ya no solo a nivel terapéutico, sino también a nivel deportivo, ya que es un mundo poco accesible sobre todo a nivel económico. La idea con la que se fundó Equura fue proyectar y fomentar las Intervenciones Asistidas con Caballos para que sean más reconocidas en nuestro país, así como hacerlas más accesibles a las personas que puedan beneficiarse de ellas, combinando nuestra pasión por los caballos con nuestra vocación profesional.
Equura realizamos sesiones a nivel particular y/o para entidades que trabajan con los mismos colectivos que nosotros.
Además, estamos en constante búsqueda de financiación para llevar a cabo la oferta de becas de Terapias Ecuestres para personas con escasos recursos económicos.

– ¿A quién va dirigido Equura Terapias Ecuestres?

A cualquier persona con discapacidad (intelectual, física o sensorial), a personas en riesgo de exclusión social, y a personas con problemas psicológicos leves o problemas sociales.
Actualmente tratamos de manera semanal trastornos como: Síndrome de Asperger, Mucopolisacaridosis tipo III o Síndrome de San Filippo, TEA, TGD, TDAH, Parálisis Cerebral, TDAH, niños con problemas de inserción social, altas capacidades, hidrocefalia, trastorno del desarrollo intelectual, niños con baja autoestima y enfermedad mental.

– ¿Cómo trabaja Equura Terapias Ecuestres de forma individual o colectiva?

Normalmente trabajamos de forma individual y periódica (semanal o bisemanalmente), de manera que la sesión está totalmente personalizada para el usuario y sus necesidades y capacidades.
Las sesiones se basan en un plan de trabajo individual personalizado, que se realiza tras una entrevista personal con los padres/tutores del usuario y otros profesionales que trabajan con él, así como un plazo de observación y evaluación del jinete de cerca de un mes. En este plan de trabajo se plasman los objetivos a conseguir en el plazo de un curso escolar en 5 áreas distintas: cognitiva, social, emocional, motora y habilidades ecuestres.
Cuando trabajamos con centros que nos hacen visitas puntuales, trabajamos de forma colectiva adaptando la Intervención a las capacidades generales del grupo y dividiendo la sesión en actividades por tiempos, de manera que cada usuario reciba una atención personalizada que se adapte a sus capacidades.

– ¿Con qué medios materiales y de persona cuenta Equura Terapias Ecuestres?

Equura Terapias Ecuestres cuenta con un equipo multidisciplinar de profesionales de la salud y la educación que lo formamos:
Una Educadora Social especialista en Pedagogía Terapéutica, experta en IAC por la Federación Española de Terapias Ecuestres. Jinete de salto desde el año 1994.
Una psicóloga especialista en mujeres y salud, doctorando en educación emocional, jinete de doma.
Colaboran con nosotras: Una fisioterapeuta neurológica, una terapeuta ocupacional, una psicóloga técnico en Intervenciones Asistidas con Animales y una Psicopedagoga.
También contamos con alumnos en prácticas del último curso de la Facultad de Psicología de la Universidad de Comillas que están con nosotros a lo largo de todo el curso escolar.
Disponemos de diferentes pistas y localizaciones donde realizar las actividades: 1 pista de 10x20m descubierta, 1 pista de 20x60m descubierta, 1 pista redonda de cuerda, boxes de 2x2m, guadarnés, 1 aula para proyecciones, charlas, clases teóricas… todo esto sumado a la posibilidad de salir al campo.
Además, el centro cuenta con club social para hacer más amena la espera de los padres, así como para resguardarse de las inclemencias del tiempo.
El material con el que trabajamos consta de:
Material didáctico vario
Material de estimulación orofacial
Material de comunicación aumentativa y alternativa
Material de estimulación sensorial
Material de estimulación neuromotora
Material de evaluación psicológica
Material de estimulación y entrenamiento cognitivo
Material de entrenamiento para la transición a la vida adulta
Equipo del caballo adaptado

– ¿Cuenta con algún psicólogo Equura Terapias Ecuestres? y de ser así ¿Qué papel desempeña?

De manera permanente, desde la fundación de la Asociación, Equura cuenta una psicóloga especialista en mujeres y salud, doctorando, que, tras más de 4 años siendo voluntaria como auxiliar de terapias ecuestres, ahora desempeña el papel de monitora de terapias ecuestres, planificando y llevando a cabo sesiones de usuarios.
De manera puntual, también contamos con una Psicopedagoga y otra Psicóloga que intervienen cuando se hacen sesiones en grupo, llevando a cabo la actividad planificada.
Por último, desde hace ya dos años, tenemos un convenio de colaboración de prácticas con la Facultad de Psicología de la Universidad de Comillas, formando a sus alumnos que realizan las prácticas en nuestro centro a lo largo de todo el curso escolar.

– ¿Con cuántos caballos cuenta Equura Terapias Ecuestres?

EQUURA contamos con más de 10 ponys y caballos especialmente entrenados para llevar a cabo nuestra actividad.

– ¿Cuáles son los logros alcanzados por Equura Terapias Ecuestres?

A pesar de la juventud de la Asociación, en el último año de actividad, EQUURA ha ofrecido sus servicios a más de 60 usuarios con diversas capacidades, fomentando las Intervenciones Asistidas con Caballos, la práctica de la Equitación Adaptada, la inclusión en el Deporte Ecuestre, la formación de profesionales y el voluntariado activo.
Algunas de las entidades participantes en nuestras actividades han sido: “CPEE María Montessori”, “ASTEA Henares”, o Cruz Roja Madrid.
Un alumno y su entrenadora hemos participado en las I Jornadas Nacionales de Paraecuestre en Segovia, formándonos para el entrenamiento y la competición y como resultado de los esfuerzos de los dos últimos años, en el año 2014 podemos decir que el EQUURA Terapias Ecuestres tiene a varios de sus alumnos compitiendo a nivel Social, Territorial y Nacional tanto en Doma Clásica como en Doma Paraecuestre.
Además, podemos añadir que hemos conseguido subvención para que 3 personas hayan recibido y sigan recibiendo un año entero de sesiones de terapias ecuestres con Equura, de forma totalmente gratuita para ellos y sus familias.

– ¿Cuáles son los objetivos a alcanzar en un futuro por Equura Terapias Ecuestres?

Nos gustaría llegar a ser un centro de referencia de Intervenciones Asistidas con Caballos y de Equitación Adaptada.
Continuando con la entrevista Dª. Noa Calleja Bárcena, nos habla en profundidad sobre la aplicación y beneficios de la Terapias Ecuestres.

– ¿Qué es y cómo surge la Terapia Ecuestre?

Las terapias ecuestres son un conjunto de terapias que utilizan al caballo como instrumento motivacional y medio terapéutico para la mejora de la salud y calidad de vida de personas que presentan alguna alteración física, de desarrollo y/o aprendizaje, emocional, cognitiva, comportamental y/o sociorrelacional.
El caballo funciona como co-terapeuta, ofreciendo respuestas inmediatas a las acciones del jinete en un contexto rico en estímulos, lejos del aula o de una mesa de tratamiento habitual, lo que favorece la predisposición del usuario a trabajar.
Los efectos que produce el caballo sobre el jinete, junto con el trabajo de los monitores, se traducen en los beneficios mencionados anteriormente.
Cuando hablamos de Terapias Ecuestres hablamos de diferentes maneras de intervenir con los caballos como co-terapeutas. Es necesario distinguir entre Hipoterapia, Equitación Terapéutica, Equinoterapia Social y Equitación Adaptada:
HIPOTERAPIA: La hipoterapia (activa o pasiva) se basa en los beneficios físicos que el caballo proporciona al usuario por medio del contacto físico, los impulsos rítmicos y su patrón de locomoción.
EQUITACIÓN TERAPÉUTICA: El caballo y el entorno son la principal motivación en alumnos con diversidad funcional para conseguir los objetivos planteados con cada usuario.
EQUINOTERAPIA SOCIAL: Es la Equitación Terapéutica enfocada a usuarios en situación de riesgo de exclusión social.
EQUITACIÓN ADAPTADA: Consiste en la enseñanza de la equitación deportiva adaptándonos a las características físicas, psíquicas o sensoriales del jinete.
La Terapia Ecuestre, como podemos ver más adelante, surge ya en la Antigua Grecia y a lo largo de su existencia se han ido fundamentando sus beneficios.

– ¿Está la Terapia Ecuestre fundamentada en una base teórica o solo experiencial?

Para contestar a esta pregunta, hablaré lo más brevemente posible de la historia de las Terapias Ecuestres.
Remontándonos a la Antigua Grecia, ya se recomendaba dar paseos a caballo para aumentar la autoestima de las personas que padecían enfermedades crónicas. En el año 460 a.C., fueron reconocidos los beneficios terapéuticos del caballo por Hipócrates, quien hablaba del saludable ritmo del caballo en su libro Las Dietas, aconsejando la equitación para regenerar la salud, mejorar el tono muscular y preservar el cuerpo de muchas dolencias y sobre todo en el tratamiento del insomnio.
Asclepiades de Prusia (124-40 a.c.), y Galeno (médico personal de Marco Aurelio) también recomendaban el movimiento del caballo a pacientes epilépticos y paralíticos, o como una manera de desempeñarse con mayor rapidez.
Dando un salto hasta el siglo XVI, Mekurialis, en su obra El arte de la gimnasia, señala que la equitación ejercita también los sentidos. Además afirma que la equitación puede curar y prevenir algunas enfermedades.
En 1747, Samuel J. Quelmaz, médico alemán, inventó una máquina que imitaba los efectos inducidos por el movimiento del caballo. En su obra La salud a través de la equitación, encontramos por primera vez una referencia al movimiento tridimensional del dorso del caballo.
Las primeras investigaciones para demostrar el valor terapéutico de la equitación se fijan en 1875, cuando el neurólogo francés Chassaignac descubrió que un caballo en movimiento mejora el equilibrio, el movimiento articular y el control muscular, a la vez que mejora el estado de ánimo y que es particularmente beneficioso para pacientes con trastornos neurológicos y físicos.
A finales del siglo XVIII, Gustavo Zander, fisioterapeuta, fue el primero en afirmar que la vibraciones transmitidas al cerebro de 180 oscilaciones por minuto, estimulan el sistema nervioso simpático y el Doctor Rieder corroboró cien años después que estas vibraciones corresponden exactamente a las recibidas sobre el dorso del caballo al paso. Para aquel entonces, y ya entrado en el siglo XIX, la literatura médica ya contenía referencia sobre los beneficios de montar a caballo.
En el siglo XX, Elisabeth Bodiker, fisioterapeuta, tras tratar a su amiga Liz Hartel a través de la monta terapéutica, quien se desplazaba en silla de ruedas, y conseguir que obtuviera una medalla de plata en 1952 en los juegos olímpicos de Helsinki, monta a caballo a jóvenes discapacitados de su clínica. Los resultados son tan positivos que las autoridades noruegas en 1953 abren un centro ecuestre para niños con discapacidad intelectual y motora. A la vez, en Francia, se abren dos grandes centros dedicados a las Terapias Ecuestres.
A partir de los años 60, varios centros especializados ven la luz a lo largo de todo el mundo, basados en el modelo alemán, dónde fundamentan el tratamiento en los movimientos del caballo y la respuesta del paciente. A estos centros se asocian médicos, fisioterapeutas, educadores, psicólogos….
En las últimas décadas, científicos y profesionales de la salud y la intervención social, siguen investigando y estudiando los beneficios y los fundamentos de las Terapias Ecuestres y la Equitación.

– ¿Para qué tipo de patologías está recomendado la Terapia Ecuestre?

Son altamente recomendables para personas con discapacidades o alteraciones motóricas, como por ejemplo Parálisis Cerebral, lesiones medulares, Síndrome de Rett, Hemiparesia… ; para personas con discapacidad cognitiva (TEA, TGD, TDAH, Síndrome de Down, discapacidad intelectual…); para personas con alteraciones sensoriales (auditivas, visuales, problemas de integración sensorial…); para personas y colectivos en riesgo de exclusión social; para personas con problemas comportamentales y/o socio-relacionales; para personas con problemas emocionales y psicológicos leves como procesos depresivos, trastornos alimenticios, mutismo selectivo…; y para personas con altas capacidades.

– ¿Qué tiene de especial el caballo frente a otros animales para las terapias?

La gran ventaja del caballo es que el jinete puede beneficiarse de los movimientos del animal.
Un caballo al paso transmite al jinete entre 90 y 120 impulsos por minuto en una serie de oscilaciones tridimensionales como son avance y retroceso, elevación descenso, desplazamiento y rotación, lo que estimula al jinete física y neurológicamente. Este proceso permite que el cerebro sea consciente e identifique músculos y partes de su cuerpo favoreciendo el envío de instrucciones a estos.
La cadencia rítmica y constante del caballo al andar proporciona una forma ideal de trabajo y estimulación. La posibilidad de variar las cadencias, aumentando o disminuyendo los ritmos del movimiento, así como la variación de los aires del caballo (paso, trote y galope), permiten una gran variedad de posibilidades de estimulación.
– A nivel psicológico y social, el caballo es un gran igualador, ya que el hecho físico de montar a caballo rompe con el aislamiento del usuario y lo pone en igualdad de condiciones con los jinetes sin discapacidad.
– A nivel emocional, el manejo de un animal de 500 kilos y la consecución de logros personales o deportivos en el día a día junto con el caballo, aumenta enormemente la autoestima.
– A nivel social, el caballo permite que el jinete se integre en un grupo social que realiza un deporte, la equitación, y que lo realiza en el mismo lugar y al mismo tiempo que la persona recibe su sesión.
Además, para los niños, el caballo pasa a ser un compañero de juegos en un entorno que no relacionan con los contextos de terapias y en el que se relacionan con otros niños, por lo que entienden la sesión como un rato de ocio y muestran mucha más disponibilidad para la consecución de los objetivos.

– ¿Sirve cualquier tipo de caballo para la Terapia Ecuestre?

En primer lugar, debe ser un caballo con un carácter adecuado (tranquilo, poco asustadizo, que sea sociable…), con una morfología adecuada y un movimiento regular en los tres aires.
Tras seleccionar al caballo por su carácter, éste pasa por una fase de entrenamiento especialmente adecuado a las actividades que va a realizar y los usuarios con los que va a trabajar, donde se le desensibiliza a elementos que no está acostumbrado a ver o escuchar en su contexto habitual (pelotas de colores, pompas, sillas de ruedas, sonidos de juguetes, material didáctico…)

– ¿Hay alguna contraindicación en la Terapia Ecuestre?

Hay casos contraindicados para la realización de Terapias Ecuestres, como por ejemplo la osteoporosis severa, la escoliosis estructural mayor de 30 grados o la epilepsia descontrolada o muy severa entre otros, por eso es muy importante contar siempre con un certificado médico que apruebe la realización de la actividad que Equura pide a todos sus jinetes.

– ¿Existe algún riesgo para la persona en la Terapia Ecuestre?

Equura exige a sus alumnos el uso de elementos de seguridad como el casco y pone a disposición del jinete elementos suficientes para reducir todos los riesgos. En la Equitación Terapéutica, trabajamos en una pista dos profesionales con el usuario y un caballo, este último va normalmente controlado por un profesional que lo agarra con un ramal de seguridad. En el caso de la equitación adaptada, y/o cuando los alumnos comienzan a manejar el caballo de manera independiente (sin nadie que guie al caballo del ramal) evidentemente el riesgo aumenta ligeramente, no hay que olvidar que estamos haciendo deporte y trabajando con un ser vivo, y como animal, siente, se mueve, y se comporta como tal. Pero el entorno está siempre controlado por los profesionales y los caballos especialmente entrenados para obedecer sus órdenes desde la distancia, lo que reduce los riesgos a un porcentaje muy bajo.

– ¿Qué beneficios alcanzan con la Terapia Ecuestre?

Son muchos los beneficios que se alcanzan con las Terapias Ecuestres. Podemos dividirlos en diferentes áreas: área física o motora; área emocional, psicológica y comportamental, área social y área cognitiva y sensorial.
A nivel motor y físico algunos de sus beneficios son: La mejora del tono muscular; la movilización del tronco y la pelvis; facilita el mantenimiento del tronco erguido; entrena la motricidad gruesa y fina además de la coordinación; incrementa la elasticidad, la agilidad y la fuerza muscular; favorece la adquisición de la lateralidad; mejora la propiocepción; permite trabajar disociación de miembros; facilita la precisión de movimientos y beneficia al sistema cardiovascular por medio de la disminución de la presión arterial entre otros.
A nivel psicológico, emocional y comportamental, podemos hablar de beneficios como: la mejora del estado de ánimo, el aumento de las conductas afectivas y positivas, la regulación de la impulsividad y el control emocional, el favorecimiento de la superación de temores, el aumento de la autoestima, el desarrollo de la confianza en uno mismo y en los demás, la estimulación y mejora de la concentración, la memoria y la atención, la estimulación de la intención comunicativa, el favorecimiento del respeto por los demás y por los animales y el aumento de la capacidad de adaptación a nuevas experiencias entre otros.
A nivel social, estos son algunos de sus beneficios: la motivación para el uso del lenguaje oral y no oral, el aumento del nivel de interacción social con otros usuarios o jinetes del centro y con los terapeutas, facilitando la inclusión social y el favorecimiento de la integración en grupos, con la consiguiente canalización para el diálogo social.
A nivel cognitivo, podemos hablar de beneficios como el aumento de los niveles de atención y conexión con el entorno, el favorecimiento de la localización temporal y espacial y la mejora de las funciones cognitivas en general (memoria, atención, lenguaje, percepción, solución de problemas, planificación).
Además, a nivel sensorial, el caballo y su entorno son una fuente de estímulos (olores, colores, sonidos, texturas, temperatura) que potencian las experiencias sensoriales.

– ¿Cuántas sesiones se precisan para conseguir beneficios con la Terapia Ecuestre?

Depende del tipo de usuario y de su motivación, de si hablamos de beneficios a nivel físico, cognitivo, social… de si se esta interviniendo con él en otras terapias complementarias… Hay personas a las que se les pueden observar mejoras desde la primera sesión y otras personas que necesitan meses para mostrar algún avance.
Lo ideal para obtener avances de manera más rápida, es tener un jinete que esté motivado, con una familia o tutores que se comprometan a seguir ciertas pautas que ayuden a conseguir los objetivos marcados, que se esté interviniendo con él en otro tipo de terapias complementarias (fisioterapia, logopedia, terapia ocupacional…) y que todas las personas implicadas se encaminen hacia la consecución de unos objetivos comunes.

– ¿Cómo se organiza EQUURA una sesión de Terapia Ecuestre?

Las sesiones, normalmente de 45 minutos, se suelen estructurar de la siguiente manera: Llegada del alumno, saludo a terapeutas y caballos, cepillado del caballo (y en algunos casos equipar al caballo), monta, actividades, bajada del caballo y despedida de terapeutas y caballo.
Una vez montados, se realizan varias actividades diferentes con una duración determinada dependiendo de la edad y capacidad del jinete. Por ejemplo, un niño de 4 años puede realizar más de 5 actividades distintas en esos 45 minutos, con descansos entre cada actividad para adaptarnos a su nivel de concentración. Un adulto sin discapacidad intelectual no necesita tantas actividades diferentes o tantos descansos entre ellas, ya que puede mantener su capacidad de concentración durante más tiempo.
De manera que las actividades que se realizan, siempre dependen del usuario, sus capacidades y su edad, y no existe una estructura general válida para todos.
La tercera, para aquellas personas interesadas, la forma de contacto con usted o con Equura Terapias Ecuestres.

Pueden contactar conmigo y con Equura Terapias Ecuestres en este teléfono: 675 39 25 51
O en los siguientes emails: noacalleja@gmail.com/info@equura.com




Desde aquí mi más sincero agradecimiento a Dª. Noa Calleja Bárcena, directora de Equura Terapias Ecuestres, quien nos ha acercado a una realidad de la que no todos estábamos suficientemente informados.