¿Qué papel tiene la política en la salud psicológica?


Muchas son las variables asociadas a la salud mental, aunque no todas ellas igualmente investigadas.

Estudios sociales

Si bien los estudios tratan de acercar la investigación «a la calle», buscando que sus resultados sean válidos para el resto del mundo, la verdad es que muchos de ellos están «sesgados» por las propias características de la población en donde se realiza el estudio, ya sea por la idiosincrasia de su cultura, o incluso por las condiciones sociales y económicas del mismo.
Aspectos que en ocasiones no se tienen en cuenta y que influyen en gran medida en la disponibilidad de acceso a la ayuda psicológica clínica y no clínica cuando se requiera, lo que va a repercutir en el estado de salud mental de una población.
En los últimos años y gracias al análisis entre países se ha podido observar cómo en algunas latitudes existen más casos de depresión que en otras, o que hay «pueblos» en donde parecen ajenos al estrés, ya que entre su población apenas se presentan trastornos asociados al mismo, pero ¿Qué papel tiene la política en la salud psicológica?

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El Bienestar psicológico

Esto es lo que ha tratado de responderse con una investigación realizada desde la Universidad Médica Estatal Orenburg (Rusia) junto con la Universidad de Ciencias Sociales y Humanidades (Polonia) cuyos resultados han sido publicados en el 2017 en la revista científica Journal of Education, Health and Sport.
En el estudio participaron ciento doce adultos, con edades comprendidas entre los 18 a 69 años, de los cuales noventa y tres fueron mujeres.
A todos ellos se les administró el Ryff Psychological Well-being Scale para conocer el nivel de salud psicológica; el Oxford Happiness Questionnaire para evaluar la felicidad; el Beck Depression Inventory para detectar sintomatología depresiva, y el Proactive Coping Inventory para medir el modo de afrontamiento de los mismos.


Psicología y Política

Los resultados muestran diferencias significativas entre el nivel de felicidad y bienestar psicológicos, siendo mayores entre los polacos frente a los rusos.
Igualmente, los polacos puntuaron significativamente más alto en cuanto a sintomatología depresiva frente a los rusos.
Con respecto a la comparación por edades, se dividieron los datos de los participantes en dos grupos, de 18 a 25 años y de 26 en adelante.
Se hallaron diferencias significativas en cuanto a la edad entre los rusos en la variable felicidad, siendo los jóvenes los más felices.
Entre las limitaciones del estudio está que a pesar de recoger datos de ambos géneros no se ha realizado un estudio comparativo entre los resultados obtenidos entre hombres y mujeres, lo que no permite conocer si alguno de ellos es más o menos sensible.
Igualmente, la selección de los participantes en cuanto a su nacionalidad (la mitad rusos y el resto polacos), en países con una importante «carga política» impide extrapolar los resultados a otras poblaciones, por lo que se requiere de nueva investigación al respecto.
A pesar de las limitaciones anteriores, los resultados permiten comprobar cómo existen variables sociales que van a incidir directamente en la salud mental de los habitantes de un lugar, y aunque los autores señalan a las condiciones políticas como las responsables del mismo, hay que tener en cuenta que estas diferencias políticas entrañan muchas variables como el nivel de libertad percibido, la posibilidad de desplazarse y trabajar en otros lugares, la apertura al cambio,… aspectos que igualmente van a tener un papel en la salud mental que no han sido analizadas.
Tal y como afirman los autores, con este estudio se abre el campo de estudio a los países del este, a «medio camino» entre occidente y oriente, teniendo una gran influencia de dos culturas, sistemas políticos y formas de pensar que en ocasiones son contradictorias.
Comentar que la política de un país no sólo va a influir en los planes nacionales de salud, en la distribución del presupuesto y el establecimiento de prioridades en cuanto a la construcción y dotación de centros sanitarios, sino que incluso va a afectar en el nivel de felicidad percibido y bienestar psicológico según se desprende de esta investigación.