¿Procesa el cerbero con alexitimia menos emociones?

La alexitimia es una característica de personalidad por la que se muestra una carencia en el procesamiento emocional, ¿pero qué características tiene su cerebro?

Alexitimia y Procesamiento Emocional

Aclarar que no se trata de una enfermedad, ni de un trastorno, sino de un rasgo de personalidad que todos tenemos en mayor o menor grado, tal como sería con el pscicoticismo o el neuroticismo de la teoría de Eysenck (Ver artículo ¿Tienes una personalidad saludable?).
Algunos autores defienden que se trata de un carácter de la personalidad cualitativo, es decir, se tiene o no o se tiene, y que afecta uno de cada diez persona, por lo que es más frecuente de lo que se suele pensar.
A veces suele confundir con la anhedonía, es decir, la falta consecución de «placer» por aquellos aspectos que antes sí lo generaban; siendo una de estas características del trastorno del estado de ánimo por Depresión Mayor. La anhedonía supone un estado anterior «normal» de «placer» que se pierde. En la alexitimia no existe ese estado «anterior».
La causa de la alexitimia no se conoce, aunque se apunta que puede tener un importante componente genético; y las personas que «nacen» con ello le acompaña durante toda su vida.
Se ha comprobado que las personas que tienen altos niveles de alexitimia van a mostrar mayores dificultades para relacionarse con los demás, debido a que solemos usar las «claves» emocionales para casi todos los aspectos de nuestra vida cotidiana (ver artículo sobre ¿Es posible enfermar por las vivencias emocionales?).
A pesar de lo «poco» que se conoce, se ha comprobado cómo existe una mayor correlación de las personas con altos niveles de alexitimia con ciertos trastornos psicosomáticos (Ver artículo sobre Alexitimia y Psicosomática).
Además suelen estar relacionados con otros rasgos como la autoexigencia, la falta de asertividad y una baja autoestima, que conforman la personalidad tipo D, que tienen a sufrir mayores número de casos de trastornos emocionales, úlceras pépticas, trastornos vasculares como hipertensión, cardiopatís isquémicas (ver artículo sobre ¿Qué papel juega la personalidad en la aparición del cáncer?).

Alexitimia y Cerebro Emocional

Un estudio conjunto realizado en el 2014 por la Universidad de Tohoku (Japón) publicado en la revista científica BioPsychoSocial Medicine,  ha permitido conocer los mecanismos cerebrales implicados en la alexitimia, pero el estudio va masa allá afirmando haber encontrado también la explicación de por qué estas personas con altos niveles de alexitimia sufren más enfermedades psicosomáticas como las anteriormente comentadas.
En el artículo se mencionan hasta tres estudios diferentes empleando todos ellos técnicas de imaginería cerebral, combinando los datos de la modificación del flujo sanguíneo (rCBF) con tomografía de emisión de positrones (PET), en donde se evaluaba el procesamiento socio-afectivo, la sensibilidad a las propias emociones y la toma de decisiones, ya que son estos los tres campos en los que mayores diferencias se han encontrado en la literatura científica entre las personas con altos y bajos niveles de alexitimia.

Alexitimia y Emoción

Los resultados indican que en el caso del procesamiento socio-afectivo, la menor «habilidad» mostrada por las personas con altos niveles de alexitimia se deben porque su cerebro muestra una menor activación en la corteza cingulada anterior (dACC) y en la insula anterior y por tanto un procesamiento emocional más «débil»; en el caso de la sensibilidad a las propias emociones el segundo estudio mostró unos niveles más elevados, con sobreactivación de las regiones del tronco cerebral, insula posterior y corteza cingulada rostral (ACC), acompañado de respuestas autónomas más fuertes; el último estudio sobre la toma de decisiones muestra una mayor activación de los ganglios basales y una menor de la corteza prefrontal.

Todo ello da muestras de un procesamiento cerebral diferente, que lleva a la persona que tiene altos niveles de alextimia a tener una vivencia emocional externa «distorsionada», lo que va motivar cambios en su comportamiento y en sus relaciones sociales; a la vez que la vivencia emocional interna está sobreactivada, lo que explicaría, según los autores de éste estudio, que estas personas presenten más casos de trastornos psicosomáticos, ya que el cuerpo se convierte en el vehículo de «expresión» de sus emociones.