¿Qué papel juegan los padres ante la actitud desafiante de los hijos?

En ocasiones la actitud desafiante de los hijos va más allá de un comportamiento caprichoso, con rabietas y enojo, pudiendo desencadenar en un Trastorno.
El Trastorno de oposición desafiante es uno de los problemas más importantes dentro de las escuelas, ya que los menores no suelen atender a las demandas propias de la institución, llegando a perturbar el normal desarrollo de las clases.

actitud desafiante de los hijos

Muchos son los problemas de comportamiento que se pueden presentar en la infancia y en la adolescencia, pero quizás el más grave de ellos es el Trastorno de oposición desafiante. Un trastorno escasamente diagnosticado, y en el cual los padres y profesores llegan a sufrir bastante debido a que no entienden lo que le pasa el menor y, sobre todo, porque no saben cómo manejar la situación adecuadamente.
El Trastorno de oposición desafiante se define como por un comportamiento disruptivo caracterizado por altos niveles de hostilidad que se traducen en insultos, agresiones, con actitudes desafiantes especialmente dirigidas hacia las figuras de autoridad, ya sean estos los padres o los profesores en el ámbito educativo. Además, se muestra vengativo, susceptible a la opinión de los demás, echando la culpa de todo lo que hace a otros, y con brotes de ira.
Eso hace que el pequeño rápidamente pierda las amistades, debido a que continuamente está “metiéndose” con ellos, perdiendo el cariño y la atención de los adultos, debido a su difícil carácter. Un trastorno que a pesar de ser escasamente diagnosticado afecta a cerca de uno de cada cinco niños, y que si no se trata correctamente puede convertirse en un trastorno de personalidad antisocial de adulto.
Hay que tener en cuenta que este trastorno se puede presentar además junto con otros como es en el caso del Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad. En estos casos, el diagnóstico es fundamental para establecer el diagnóstico entre ambos, y para poder diseñar el tratamiento más oportuno para el menor, pero ¿Qué papel juegan los padres ante la actitud desafiante de los hijos?


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Trastorno de oposición desafiante

Esto es precisamente lo que trata de investigar desde la Universidad de Ahvaz y la Universidad de la ciudad de Shadegan (Iran) cuyos resultados han sido recientemente publicados en la revista científica Indian Journal of Fundamental and Applied Life Sciences.
En el estudio participaron 50 alumnos, extraídos al azar entre los estudiantes varones de quinto grado matriculados entre 2014 y 2015 en la ciudad de Shadegan.
A todos ellos se les administró una prueba estandarizada para comprobar su nivel de actitud desafiante mediante el Oppositional Defiant Questionnaire (ODD), el cual proporciona una puntuación entre 0 y 54, entendiendo que existe presencia de actitud desafiante a partir de obtener 20 puntos o más, siendo más severo a medida que la puntuación alcanzada es más próxima a 54.
Igualmente, y para evaluar el modelo parental de relación con el pequeño se evaluó con el Baumrind parenting scale el cual fue respondido por las madres de los estudiantes, el cual permite separar entre tres modelos diferentes, el permisivo, el autoritario y el razonable.
Ambos resultados se analizaron para observar si existían relaciones significativas entre el tipo de estilo parental y la presencia de actitud desafiante en los pequeños.
No se obtuvieron resultados significativos en cuanto a la relación de la de actitud desafiante con los estilos permisivo y razonable, pero sí con el estilo autoritario. Esto es, a mayor presión autoritaria ejercida por los padres, mayor probabilidad de que exista una de actitud desafiante en los pequeños.

Trastorno negativista, desafiante por oposición

Hay que tener en cuenta las características poblaciones y la idiosincrasia de la cultura iraní, por lo que las conclusiones deben de ser refutadas por nuevas investigaciones en otras poblaciones para poder llegar a una conclusión al respecto.
Igualmente, al incluir sólo a niños y no a niñas en el estudio, hace que las conclusiones sólo se puedan aplicar a este género, necesitándose de nueva investigación que incluya también a niñas para establecer si existen diferencias entre ambos grupos.
Además, el fijarse en un solo rango de edad, lo alumnos de quinto grado, hace que no se pueda conocer cómo va evolucionando estas relaciones significativas, si se mantienen en el tiempo o no, por lo que se precisa de estudios longitudinales, con evaluaciones en distintos momentos temporales para poder concluir al respecto.
A pesar de las limitaciones anteriores, el encontrar esta relación significativa entre el estilo autoritario y la actitud desafiante en los pequeños, hace que se tenga que replantear la terapia tal y como ahora mismo se contempla, “tratando” al pequeño.
Una terapia familiar en que también se trabaje el estilo parental parece más de acorde según estos resultados, de forma que se logre la “normalización” del pequeño, dentro de un ambiente permisivo o razonable, con lo que evitar las consecuencias negativas de este trastorno, y lo más importante, atajarlo para que no se convierta en la edad adulta en un trastorno de personalidad antisocial que es mucho más difícil de tratar.