¿Sabes cuando los ancianos sienten más la soledad?

Cuando uno piensa en soledad lo suele hacer en personas aisladas, alejadas de su mundo, sin querer comunicarse.

El problema de la solecad

Aunque la creencia popular nos indica que la soledad es un estado permanente del individuo, una reciente investigación desde Inglaterra ha descubierto que esta varía en función de la hora del día, del día de la semana e incluso el mes del año.

Soledad por la noche

Lo primero que hay que distinguir es entre soledad y aislamiento, el primero tiene que ver más con un sentimiento propio, independientemente del número de personas que le acompañe en ese momento; mientras que el segundo hace referencia a la ausencia de cualquier otra persona alrededor.

Igualmente, puede darse el caso de que la persona viva aislada de otros, pero que no sienta la soledad, ya que esta puede verse suplida por algún animal de compañía haciendo que psicológicamente la persona no se sienta así.
Otra distinción es la que hay que realizar entre la soledad y la depresión. La segunda se trata de un problema de salud mental, en el que predominan sentimientos de tristeza, como en el caso de la soledad, pero no sólo es eso, la depresión va mucho más allá e incluye anhedonía, disrupciones del sueño y de la comida,… todo un cuadro clínico que no se observa en la soledad.

Muchas veces la soledad en los ancianos proviene de haber perdido “por el camino” a su pareja, familiares y amigos; así a mayor edad, es más probable que aquellos que ha conocido ya no estén a su lado, lo que provoca que la persona sienta esa soledad.
Un estado que hasta hace poco se creía inherente a la condición de la persona y a su edad, es decir, que esa sensación le va a acompañar durante todo el día, la semana y el mes, pero ¿Sabes cuando los ancianos sienten más la soledad?

Soledad el fin de semana

Esto es precisamente lo que trata de explorarse conjuntamente desde la Universidad de Londres y la Universidad de Kent (Inglaterra) , cuyos resultados han sido recientemente publicados en la revista científica The Open Psychology Journal.
En el estudio participaron treinta y cuatro ancianos con una media de 74 años, de los cuales únicamente el 30% mantenía su pareja, estando el resto sin pareja, ya sea por que ha enviudado (30%), separado o divorciado (20%) o simplemente no ha tenido pareja (20%).
Los datos se extrajeron durante el 2012 y 2013, empleando para ello un seguimiento mensual por correo y con posterioridad se les hizo una entrevista en profundidad, con lo que se obtuvieron cinco medidas, en Junio, Septiembre y Diciembre del 2012, y en Marzo y Junio del 2013.
Los resultados indican que durante el verano (12,96%) se sintió menos soledad que durante el invierno (46,3%).
Con respecto a la semana, los mayores sienten más soledad los fines de semana, (51,88%) frente a cualquier otro día de la semana.
Igualmente los datos indican que durante la tarde-noche (42,59%) se siente más soledad que durante el día (14,81%)

Soledad en verano

Aunque los resultados son claros, hay que tener en cuenta que el estudio se ha realizado sobre población inglesa, lo que no permite extrapolar los mismos a otras poblaciones con unos usos y costumbres e incluso climatología diferentes.
Igualmente, hay que señalar que los resultados se obtuvieron mediante autoinforme, por lo que estos datos pueden verse “alterados” por el recuerdo de la persona, por lo que se requiere de incorporación de medidas indirectas como la observación para poder concluir al respecto.
A pesar de las limitaciones del estudio, es importante señalar que los resultados pueden ser empleados para implementar algún tipo de terapia de acompañamiento para estos ancianos cuando más lo necesitan, en concreto, las “peores” fechas sería en invierno, los fines de semana, durante las noches.

Así por ejemplo en los centros de día o en las residencias, se podrían tener en cuenta estos resultados para establecer políticas de “reforzamiento” e incluso trabajar con distintas dinámicas para que los ancianos no se sientan tan solos en esos momentos.