Historia del Psicólogo Militar en España
Página 3: Expansión del Psicólogo Militar en el Siglo XX
Después de la creación del **Cuerpo Militar de Sanidad** en la década de 1970, el Psicólogo Militar en España comenzó a consolidar su presencia en el ejército, pero fue en las décadas posteriores, especialmente a partir de los años 80 y 90, cuando su rol se expandió significativamente. Este crecimiento estuvo impulsado tanto por las necesidades internas de las Fuerzas Armadas como por el contexto internacional cambiante.
Integración en Misiones Internacionales
Uno de los factores clave en la expansión del Psicólogo Militar en España fue la entrada del país en la **Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)** en 1982. Esta decisión no solo modificó la estrategia militar de España, sino que también tuvo un profundo impacto en la forma en que las Fuerzas Armadas abordaban el bienestar psicológico de sus soldados. Los psicólogos militares comenzaron a ser desplegados en misiones internacionales, inicialmente en funciones de apoyo y evaluación, y más adelante, en intervenciones directas con soldados en escenarios de conflicto.
Entre las misiones más importantes de este periodo se encuentran las operaciones en el **Líbano**, **Kosovo** y la **Guerra de los Balcanes**, donde los psicólogos militares brindaron apoyo a soldados españoles desplegados y colaboraron con tropas de otros países.
Durante estas misiones, los psicólogos militares enfrentaron nuevos desafíos, como el tratamiento de trastornos psicológicos en contextos multiculturales y el manejo de traumas causados por el contacto directo con civiles afectados por los conflictos bélicos. Estos primeros despliegues internacionales marcaron un antes y un después en la evolución del rol del psicólogo militar en España, ya que ampliaron su campo de acción más allá de los cuarteles nacionales.
El Auge del Psicólogo Militar en la Posguerra
Con el aumento de las misiones internacionales durante la década de 1990, el impacto del **Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT)** en soldados desplegados en zonas de conflicto se hizo más evidente. Esto llevó a las Fuerzas Armadas a reforzar el papel del Psicólogo Militar en la evaluación, prevención y tratamiento de estos trastornos. Las unidades militares comenzaron a establecer protocolos para el seguimiento psicológico antes, durante y después del despliegue, y los psicólogos militares adquirieron un papel indispensable en estos procesos.

Colaboración Internacional y Reconocimiento Global
A medida que España incrementaba su participación en misiones internacionales, los psicólogos militares no solo se enfocaron en el bienestar de las tropas españolas, sino que también comenzaron a trabajar en colaboración con los **cuerpos de psicólogos de otros países**. Esto permitió a los psicólogos militares de España aprender de las mejores prácticas utilizadas por otras naciones, y a la vez, compartir su experiencia en el tratamiento de trastornos derivados del combate.
Uno de los ejemplos más destacados de esta colaboración fue la participación de España en las misiones de **mantenimiento de la paz en los Balcanes**. Durante este conflicto, los psicólogos militares españoles jugaron un papel crucial en la **rehabilitación psicológica de civiles** afectados por la guerra, en colaboración con organizaciones internacionales como la **ONU** y la **OTAN**.
Finales del Siglo XX: Reconocimiento Formal
En los años finales del siglo XX, el trabajo realizado por los psicólogos militares en España empezó a ser formalmente reconocido tanto a nivel nacional como internacional. En 1999, el Ministerio de Defensa creó programas específicos para el desarrollo y formación continua de los psicólogos militares, integrándolos oficialmente en el **Cuerpo Militar de Sanidad** con derechos y responsabilidades similares a los de otros profesionales de la salud dentro de las Fuerzas Armadas.
El reconocimiento de la **importancia de la salud mental en el ámbito militar** llevó a que los psicólogos militares adquirieran mayor visibilidad, no solo dentro de las filas del ejército, sino también en la sociedad en general. Se destacaba la labor que realizaban tanto en zonas de conflicto como en la atención a soldados veteranos, quienes volvían con secuelas psicológicas de misiones internacionales complejas.