Internet: Mucho se ha dicho sobre los efectos negativos del uso de internet en el mantenimiento de relaciones sociales saludables, ¿pero es esto así en todos los casos?
El uso de internet
Los medios tecnológicos como el ordenador o los teléfonos inteligentes nos permiten estar ahora conectados con todos nuestros amigos y conocidos, e incluso con antiguos compañeros de estudio gracias a aplicaciones de internet como Facebook en éste mundo cada vez más globalizado.
Pero hasta ahora se consideraba que un uso excesivo en número de horas de estos, o de otras dirigidas al ocio como ver la televisión, o escuchar música fomentaban el aislamiento social y con ello favorecían la aparición de la depresión.
Otros estudios en cambio consideraban que encerrarse en sí mismo, evitando el contacto humano, más allá del que proporciona la pantalla del ordenador o del móvil era consecuencia de un estado depresivo previo que lo originaba.
Algo que puede parecer contradictorio con los nuevos resultados, y con la idea de que los medios de comunicación como internet que permiten estar más conectado y no aislado, entonces ¿Cómo alguien puede aislarse del mundo estando conectado a través de las redes sociales con tantas personas al otro lado de la pantalla?
El abuso de internet
Para resolver ésta cuestión se ha realizado un reciente por la Universidad de Nueva Inglaterra (Australia) publicado en Open Journal of Depression.
En el mismo se evaluó a 41 adolescentes en dos momentos diferentes con una separación de un año, donde se emplearon varias medidas para examinar tanto el estado de ánimo, como el uso social de las redes a través de internet donde se tenía en cuenta no sólo el tiempo invertido sino también la calidad de las comunicaciones.
Los resultados a pesar de apoyar una relación entre el estado de ánimo deprimido y el uso masivo de los medios de comunicación a través de internet, establece que ésta relación es de tipo positivo, es decir, la persona van a encontrar el apoyo necesario entre las persona con las que interactúa para sobrellevar sus situaciones personales negativas, convirtiéndose así en una herramienta de prevención de la depresión.
Estas madres están rompiendo el silencio sobre la depresión post-parto subiendo sus fotos a INTERNET. https://t.co/kLfnu85MHz
La diferencia con los resultados anteriores puede estar en que en éste estudio no se tiene en cuenta sólo el número de horas diarias invertidas en la comunicación masiva, que se ha demostrado estar relacionado con personas con tendencia a la depresión e incluso que puede ser determinante para un problema de adicción a las nuevas tecnologías, sino que también se ha evaluado la calidad de la misma, observando que una comunicación de calidad, es decir, donde se interaccione con personas significativas, que pueden servir de modelo o de ejemplo o simplemente sepan escuchar y apoyar cuando hace falta, es suficiente para ayudar a las personas a no caer en depresión.
A pesar del escaso número de participantes del estudio, las conclusiones parecen explicar los contradictorio resultados anteriores introduciendo un nuevo factor no tenido en cuenta hasta ahora, la calidad de la comunicación, siendo éste el determinante para que la relación tecnología-salud mental sea positiva o no.
Comunicando el dolor: El dolor es una señal que sirve al organismo para saber que algo no va bien, y con ello poner los mecanismos necesarios para su «corrección», pero cuando supera las posibilidad del propio organismo requiere la «ayuda» externa, y para ello ha de comunicarlo para que pueda ponerse el tratamiento adecuado.
Una de las ventajas de nuestra capacidad lingüística es la posibilidad de transmitir, emociones, sentimientos y pensamientos a los demás, entre ellas las sensaciones de dolor cuando estas se producen, algo fundamental en el ámbito de la salud ya que va a dar muchas pistas de dónde y cómo intervenir, así como de qué tal va evolucionando el tratamiento.
La palabra se convierte en uno de los elementos principales para evaluar el dolor, ya sea mediante el uso de escalas numéricas o mediante preguntas abiertas. A través del lenguaje, la persona puede expresar la localización del dolor, su frecuencia e intensidad, elementos necesarios para el diagnóstico y el tratamiento del mismo.
¿Pero qué sucede cuando no existe ésta capacidad de comunicación del lenguaje, ya sea porque no se han desarrollado las habilidades necesarias como en el caso de los niños, o porque ésta se haya «perdido» como en el caso de los mayores con habilidades disminuidas, o pacientes que han sufrido algún tipo de traumatismo craneoencefálico que lo impida o incluso las personas en coma.
Es precisamente en éste segundo colectivo, en donde existe una mayor dificultad a la hora de tratarles, ya que su dificultad o incapacidad para comunicar los estados de dolor hacen que las intervenciones terapéuticas puedan conllevar un dolor elevado, o que el tratamiento no sea el adecuado debido a las señales de dolor que provoca en la zona afectada o en otras zonas, pero entonces, ¿Cómo se puede saber el estado de dolor de un paciente sino se le puede preguntar?
Es precisamente a esa respuesta a la que ha tratado de responder un reciente estudio realizado por diversas instituciones de Canadá, el Hospital General Judío, la Red de Investigación e Intervención en Enfermería de Quebec, la Universidad de McGill, la Universidad de Montreal, y el Hospital de San Miguel, publicado en Pain Research and Treatment.
De todos los posibles participantes que tienen limitada o imposibilitada la comunicación, el estudio se realizó con aquellos que habían sufrido una lesión cerebral traumática incapacitante para el habla, en concreto fueron 45 pacientes los que participaron en el estudio.
Se realizaron varias medidas comparando un estado basal con el de dolor inducido y controlado para observar diversas variables asociadas a señales vitales como la sístole, diástole, la frecuencia cardíaca, la frecuencia respiratoria, la cantidad de CO2 consumido, la presión intracraneal,…
A pesar del número y de las dificultades de la evaluación, de todas las medidas únicamente se observó que únicamente la frecuencia respiratoria parecía correlacionar positivamente con los momentos de dolor del paciente, descartando así cualquier otro signo vital como indicio fiable para ello.
El estudio que cuenta con notable limitaciones en cuanto al número de participantes es un primer paso hacia el desarrollo de técnicas no invasivas que permitan conocer qué siente el paciente, incluso aunque éste no pueda declararlo, algo fundamental si estamos hablando del dolor, y más cuando estos pacientes están impedidos para la transmitirlo a través de palabras, ya sea en personas en coma, o como en este caso que han sufrido un traumatismo craneoencefálico incapacitante para la comunicación.
El estado de ánimo influye en mucho de lo que hacemos, incluida la cantidad y calidad de alimentos que ingerimos al menos así lo afirma un reciente estudio.
La depresión influye en mucho de lo que pensamos y hacemos, incluida la cantidad y calidad de alimentos que ingerimos al menos así lo afirma un reciente estudio.
La alimentación es uno de los procesos sensibles al estado de ánimo junto con el sueño, lo que hace que cuando se produzca un cambio brusco ya sea por euforia o por depresión, se van a producir cambios en la cantidad y calidad de lo que comemos.
De hecho uno de los criterios diagnósticos de la depresión que hay que explorar para poder establecer el diagnóstico es precisamente el cambio de los hábitos alimenticios y de sus consecuencias en el organismo, siendo la más evidente la variación en el peso.
Aunque no se establece que ésta variación deba de ser por aumento o por pérdida, ya que ambos se pueden dar, así una persona con síntomas depresivos puede sentirse decaído y desanimado, sin ganas de salir y menos de ir a comprar comida al supermercado, ni de «perder tiempo» preparándolo, por lo que recurre a la «comida basura» o «comida chatarra» de rápida preparación y que quita el hambre, o por el contrario, una persona con síntomas depresivos, que en muchos casos van asociados con la ansiedad (ansioso-depresivo) se quita las penas comiendo, atiborrándose con todo lo que cae en sus manos.
Sea cual sea la manera, el peso va a variar aumentando o disminuyendo, debido al cambio de hábito de alimentación saludable que se llevaba hasta ese momento, ¿pero puede detectarse si una persona sufre síntomas depresivos basándonos en su alimentación?
Al menos así lo afirma un reciente artículo realizado por la Universidad Umea (Suecia) publicado en Open Journal of Depression.
En dicho artículo la autora explora la relación entre la alimentación y la salud mental, estableciendo que en cuanto a salud físicas es más «fácil» hallar esa relación, si te falta una determinada sustancia en el organismo o la tienes por exceso debido a la alimentación eso va a conllevar una serie de problemas físicos bien conocidos (Ver Enfermedad de Willson), pero no está tan clara esa relación en cuanto a salud mental se refiere.
A pesar de que las personas que sufren síntomas de depresión tienen a aumentar los alimentos como el chocolate que contiene polifenoles que es un cardioprotector natural, se ha constatado que en personas con depresión tiene una menor incidencia; incluso si la persona comiese bananas ricas en precursores de L-triptófano con lo que corregir la deficiencia de serotonina asociado a la depresión no conseguiría «reequilibrar» el organismo por sí mismo.
El artículo revisa los distintos hallazgos que muestran una escasa eficacia de la corrección alimenticia y la administración de suplementos de vitaminas para corregir problemas de salud mental, aunque estuviese en su origen, como en el caso de la depresión la cual se «autoalimenta» con los pensamientos recurrentes y la rumiación.
La autora indica que para hacer frente a los síntomas de la depresión es preciso realizar un abordaje múltiple donde se cambien tanto los hábitos alimenticios con la incorporación de dietas «correctoras» de las deficiencias o excesos, así como incorporar ejercicio físico moderado, así como eliminar los hábitos poco saludables como la ingesta de alcohol, fumar o el abuso de sustancias, además de una necesaria intervención psicoterapéutica.
A pesar de las indicaciones de la autora, parece claro que algunos alimentos son más sanos que otros, y que incluso sirven como protectores de la salud, lo que se señala en éste artículo es que sólo con alimentos no se puede «curar» una enfermedad mental.
Entrevista a Dª. Inmaculada Gómez Pastor, Directora Gerente del Centro de Referencia Estatal de Atención al Daño Cerebral (Ceadac) quien nos hablará de la labor que realizan con pacientes con daño cerebral así como sobre la investigación que desarrollan en dicho centro.
A continuación se transcribe entrevista realizada a Dª. Inmaculada Gómez Pastor, Directora Gerente del Centro de Referencia Estatal de Atención al Daño Cerebral (Ceadae)quien nos habla de la importante labor que realizan en éste centro de referencia.
¿Qué es Ceadac y cuál es su objetivo?
El Ceadac es un centro perteneciente al Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, y en concreto al IMSERSO (Instituto de Mayores y Servicios Sociales). Fue creado por la Orden TAS/55/2002 de 8 de enero, BOE de 17 de enero de 2002 , De acuerdo con su misión el CEADAC tiene los siguientes objetivos de actuación: 1º La promoción de autonomía personal de las personas con Daño Cerebral Adquirido (en adelante DCA), 2º El impulso en todos los territorios del Estado de la rehabilitación y la mejora de la calidad de vida de dichos afectados y sus familias, 3º La información y asistencia técnica a las Administraciones Públicas, Instituciones, Entidades públicas o privadas y a cuantas personas lo soliciten sobre la atención y rehabilitación socio sanitaria de personas con discapacidad con DCA.
¿Cómo surge Ceadac y cuál es la labor que realizan?
El Ceadac surge como centro de referencia intentando dar respuesta a la necesidad de una población que va en aumento y para la que existían pocos recursos especializados. Para nosotros el concepto de plasticidad cerebral es muy importante para la consecución del objetivo fundamental del centro que no es otro que las personas a las que se atiende consigan la mayor autonomía posible y así como realizar gestión de conocimiento y exportar buenas prácticas.
¿Con qué personal cuenta Ceadac?
El Ceadac tiene con una plantilla de 135 empleados públicos, entre los que se encuentran profesionales especializados en la promoción de autonomía personal de personas con Daño Cerebral Adquirido.
¿Cuenta Ceadac con psicólogos y cuál es su función?
Contamos con tres neuropsicólogos, que coordinan junto a tres médicos rehabilitadores todo el tratamiento del usuario, que se realiza mediante un abordaje holístico en el que se trabaja con la persona como un todo único, de tal manera que no hay dos programas de rehabilitación iguales.
Además cuenta con un psicólogo cuya función está encaminada a la atención de las familias y a trabajar con el usuario en aspectos emocionales de aceptación de la nueva situación.
¿Con equipamiento cuenta Ceadac?
El Ceadac es un edificio de 12000 metros cuadrados, totalmente accesible de hecho estamos certificados en la norma UNE 170001-2:2007 por AENOR, y preparado para que las personas que reciben tratamiento trabajen en la consecución de la máxima autonomía personal posible. Cuenta con dos gimnasios, salas de terapia ocupacional, logopedia, además de espacios en los que se realizan diferentes talleres, algunos cognitivos, liderados por el neuropsicólogo e impartidos en su gran mayoría por terapeutas ocupacionales, y otros más relacionados con los aspectos motóricos. Además hay un espacio para realización de deporte encaminado a la consecución de objetivos de autonomía personal., un taller de informática, otro de horticultura y uno de pintura.
Mención especial precisan los espacios destinados ala referencia, entre los que se encuentra una biblioteca dotada con revistas especializadas en DCA, además de un espacio tecnológico de consulta y un salón de actos en el que realizan actividades formativas.
¿Cuál es el perfil de los usuarios del Ceadac?
Cuando se hizo el proyecto del centro hace 15 años se pensó que el perfil de usuario que se atendería iba a ser varón entre 20 y25 años, cuyo DCA había sido por traumatismo craneoencefálico, sin embargo esto ha cambiado y ahora mismo sigue siendo la mayoría varón, pero el número de mujeres se va acercando , la edad está entre 30 y 35 años y la etiología del DCA es Accidentes Cerebro Vasculares.
¿Cuáles son las principales líneas de investigación de Ceadac?
Tenemos varias líneas abiertas entre las que merece la pena destacar la aplicación de las nuevas tecnologías como apoyo a la rehabilitación.
¿Cuáles son los principales logros alcanzados en cada una de dicha líneas de estudio de Ceadac?
Creo que lo más importante hasta ahora ha sido la validación del modelo de atención que se da en nuestro centro, y que podemos considerar que mejora notablemente la autonomía del usuario y la mejora de la calidad de vida propia y de su familia.
¿Particia Ceadac en algún proyecto europeo o internacional?, de ser así ¿En cuál?
El Ceadac si participa en proyectos como por ejemplo:
– Desarrollo de «Sistemas de valoración y tratamiento en la prácticas de tareas duales en relación con el equilibrio y la marcha».
– Desarrollo del proyecto «aQRdate», como sistema para la asistencia en la realización de tareas cotidianas en usuarios con daño cerebral adquirido mediante el empleo de códigos QR Codes, teléfonos móviles.
– Colaboración en el desarrollo del proyecto «Pair» (Personal Ambient Intelligent Reminders), como sistema para ayudar a los cuidadores de personas con trastorno de memoria, en un entorno inteligente, permitiendo definir actividades cotidianas que el usuario debe realizar cada día y recordarle las que no se hayan realizado en el momento adecuado avisando al cuidador.
– Desarrollo del estudio: «Comparación entre dos test de valoración de la funcionalidad del miembro superior en pacientes con daño cerebral adquirido: aplicabilidad y correlación».
– Colaboración en el desarrollo del proyecto: «Aplicaciones de ACT en DCA».
Se trata de delimitar posibles aplicaciones de la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) en evaluación e intervención en pacientes con Daño Cerebral Adquirido (DCA) durante la etapa de rehabilitación intensiva. El proyecto se plantea con una orientación de poder valorar en qué medida la ACT puede contribuir en los protocolos de evaluación e intervención en el Ceadac.
– Desarrollo y validación para DCA de una nueva herramienta denominada GaitTracer, Apoyo a la comunicación en personas con afasia.
– Diseño e implantación de un protocolo de valoración y medida de resultados de la función del miembro superior en daño cerebral para la aplicación sistemática en Ceadac
– Utilización de la Terapia Asistida con Animales como herramienta complementaria para la mejora de la orientación tras DCA
– Adaptación de la información sobre títulos de transporte para personas con discapacidad Redes Neurales implicadas en la recuperación de recuerdos episódicos
– Disfunción ejecutiva atencional y relación con habilidades denominativas y pragmáticas en la afasia
– Diagnóstico diferencial de los trastornos motores del habla (apraxia verbal/disartria)
– Estudio sobre el diagnóstico diferencial entre la apatía y depresión en el daño cerebral adquirido
Es importante destacar los documentos y guías publicadas sobre diferentes temas relacionados con el daño Cerebral Adquirido y que están en formato electrónico en nuestra página web, wwwceadac.es.
¿Cuáles son los objetivos a alcanzar en un futuro por Ceadac?
Seguir afianzando nuestra vocación de referencia en la rehabilitación de las personas con Daño Cerebral Adquirido, mediante la gestión del conocimiento y la exportación de buenas prácticas siempre encaminadas a mejorar la calidad de vida del usuario.
Formas de contacto con el Centro de Referencia Estatal de Atención al Daño Cerebral (Ceadac):
c/ Río Bullaque, 1 – 28034 Madrid
+34 917 355 190 – +34 917 364 670
De lunes a viernes de 9:00 a 14:00 horas
Autobuses: líneas 124, 133, 83 y 67.
Metro: línea 9, estaciones Barrio del Pilar o Herrera Oria.
Renfe: Estación Ramón y Cajal de la líneas de cercanías C-3, C-7 y C-8. Info@ceadac.es – Http://www.ceadac.es/ceadac_01/index.htm
Redes Social:
– Twitter
– Facebook
Desde aquí mi más sincero agradecimiento a Dª. Inmaculada Gómez Pastor, Directora Gerente del Centro de Referencia Estatal de Atención al Daño Cerebral.
Algunas enfermedades suelen diagnosticarse tarde, sobre todo cuando los síntomas son parecidos al de otras, tal y como sucede con la enfermedad de Wilson.
Es un trastorno genético poco frecuente, afectando a 1 entre 30.000 personas, en donde el hígado no puede eliminar el cobre, presente en muchos alimentos como el chocolate, frutos secos o champiñones, lo que provoca una acumulación de ésta sustancia, lo que va a «envenenar» a todo el organismo poco a poco, principalmente en hígado, riñones y cerebro, afectando por igual a hombres y mujeres.
La dificultad de su diagnóstico radica tanto, en que hasta que no está muy avanzado, no se observan sus síntomas, y además estos suelen expresarse de forma que es fácil confundirlo con otros trastornos, debido además a que los síntomas se presentan en función del órgano más afectado inicialmente.
Así puede mostrarse signos físicos como agrandamiento del abdomen, dificultad para mover brazos y piernas, y ataxia (dificultad para caminar), piel y ojos amarillentos, movimientos musculares espasmódicos.
Pero además, se puede presentar una serie de sintomatología psicológica como fatiga, irritabilidad, hipersomnia, confusión o delirio, labilidad emocional, cambios de personalidad, fobias y demencia. La expresión de algunos de estos síntomas psicológicos por sí solos pueden ser constitutivos de otras patologías neuropsicológicas asociadas a deficiencias prefrontales.
Actualmente no existe cura para la enfermedad de Wilson, pero sí existen medicamentos que facilitan expulsar gran parte de la cantidad acumulada de cobre en el cuerpo y con ello reducir los síntomas que estos provocan. Una medicación que debe de mantenerse el resto de la vida como forma de «controlar» la dicha enfermedad, pero ¿Se diagnostica de forma incorrecta la enfermedad de Wilson?.
Esto es lo que se ha tratado de averiguar con una investigación realizada desde la Universidad de San Buenaventura de Bogotá y el Hospital Universitario La Samaritana (Colombia) cuyos resultados han sido publicados en el 2014 en la revista científica Psychology.
Esta investigación se realiza sobre un único participante, cuyas características son, varón, de 33 años, que padece la enfermedad de Wilson, diagnosticado inicialmente erróneamente como ataxia cerebelosa, debido a los síntomas de movimientos de extremidades, aunque las causas suelen ser asociados a intoxicaciones, virus, esclerosis múltiple o insecticidas.
Hizo falta nuevas pruebas neurológicas para descartar el diagnóstico inicial, dejando así el tratamiento administrado, para pasar al diagnóstico correcto de la enfermedad de Wilson.
El paciente mostró deficiencias en la atención y la memoria, asociados a procesos prefrontales, con una menor velocidad de procesamiento, con un comportamiento desinhibido e impulsivo, con falta de flexibilidad cognitiva.
De lo cual se puede entender que es importante que establecer un diagnóstico diferencial claro, debido a que de ésta forma se evite aplicar un tratamiento que no es el que corresponde, retrasando de ésta forma el tratamiento correspondiente a la enfermedad de Wilson.
Los pequeños con TDAH muestran mayor actividad a la vez que una menor atención, es importante saber qué funciones están afectadas para tratarle adecuadamente.
Los niños ya desde edades muy tempranas pueden mostrar un comportamiento que rápidamente los identifica con ser inquietos, revoltosos e intranquilos, con facilidad para distraerse, en incluso con dificultad para aprender por no poderse estar quietos y atender en clase, lo que normalmente desespera a profesores e incluso a los padres; cuando éste comportamiento se convierte en una situación crónica y mantenida en el tiempo puede que estemos antes un caso de trastorno por déficit de atención, el cual se puede acompañar de hiperactividad o no, definiéndose en cada caso como TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad) o TDASH (trastorno por déficit de atención sin hiperactividad).
El TDAH se caracteriza por mostrar comportamientos compulsivos, interrupciones en las conversaciones, sin dejar terminar a la otra persona de hablar, con habla excesiva, sin respetar los turnos al hablar ni en el juego, no para de levantarse y correr, y cuando está sentado mueve constantemente los pies.
El TDASH se caracteriza por dificultades para atender y seguir instrucciones, no terminar las tareas encomendadas, falta de organización en sus tareas, con pérdidas frecuentes de sus pertenencias por no atender dónde lo dejó, y con facilidad para distraerse con cualquier ruido.
Éste trastorno, aunque se desconoce su causa, suele «desaparecer» gracias al proceso madurativo, aunque en un pequeño porcentaje se mantiene en la vida adulta. Además las personas que lo padecen van desarrollando estrategias «compensatorias» de forma natural que permiten un normal desempeño en su vida tanto académica como laboralmente.
A pesar de ello, puede ser fuente de conflicto y una carga emocional para los pequeños tanto en el ámbito escolar como en la casa, por lo que la detección temprana es fundamental para poder establecer el diagnóstico adecuado y diseñar el tratamiento específico que el ayude a superar la situación.
Dentro de la categoría de TDAH se pueden a su vez subdividir en tres categorías, TDAH predominantemente inatento (TDAH-I), TDAH predominantemente hiperactivo (TDAH-H); y TDAH combinado entre inatento e hiperactivo (TDAHC).
A pesar de los grandes avances que se han realizado, todavía quedan muchos «flecos» por conocer del TDAH, como por ejemplo la cuestión del Ejecutivo Central, como posible causa explicativa de la inatención. El Ejecutivo Central asociado a los lóbulos frontales, hace referencia a la capacidad de la persona de establecer y seguir metas, diseñar y organizar planes, anticipar resultados, todo por lo contrario por lo que se caracteriza un niño con TDAH-I.
Un reciente estudio llevado a acabo por la Universidad Normal del Este de China (China) y la Universidad de Kyushu (Japón) publicado en Journal of Behavioral and Brain Science aborda ésta cuestión para tratar de comprender la relación entre el Ejecutivo Central y el TDAH-I.
En el estudio participaron 16 niños diagnosticados con TDAH-I, los cuales no habían recibido medicación en los tres meses anteriores, comparado con otros 21 niños de la misma edad.
El Ejecutivo Central se evaluó en sus cuatro dominios diferentes: planeación, memoria de trabajo, flexibilidad y respuesta de inhibición, mostrando unas diferencias significativas los resultados de los niños con TDAH-I frente a los control, en planeación y memoria de trabajo e inhibición, pero los resultados de la flexibilidad no resultaron diferentes.
Esto quiere decir que los niños con TDAH-I tienen cierta inmadurez en el Ejecutivo Central, ya que necesitan mucho más tiempo que el resto en establecer una planeación de funciones, que en muchas ocasiones no llegan a terminar; igualmente se «pierden» con facilidad, «olvidándose» de lo que estaban haciendo, lo que les dificulte que puedan cumplir sus propios planes o las instrucciones de los demás, debido a un escaso rendimiento en la memoria de trabajo; y por último tiene una escasa capacidad de inhibición, lo que implica que cualquier estímulo que se presente va a captar su atención, ya que tiene poca «voluntad» de concentrarse y omitir atención a otros estímulos.
Éste estudio abre una vía de trabajo para poder distinguir mediante pruebas específicas entre los distintos tipos de TDAH, y en función de eso poder establecer un tratamiento adaptado; igualmente conocer en qué áreas muestra carencias el pequeño permite diseñar intervenciones concretas para paliar o compensar sus carencias, sobre todo en los dominios donde muestran menor «desarrollo» del Ejecutivo Central, de forma que pueda desarrollar una actividad «normal» y mostrar así un desempeño como el resto de sus compañeros.
Este sitio web utiliza cookies para mejorar la experiencia del usuario y ofrecer servicios personalizados. Al continuar navegando en este sitio, aceptas el uso de cookies. Puedes obtener más información y configurar tus preferencias en nuestra Política del Sitio.