Las neuronas espejo son un tipo especial de células cerebrales que se activan tanto cuando un animal realiza una acción como cuando observa la misma acción realizada por otro individuo. Fueron descubiertas inicialmente en monos y se cree que existen en humanos, aunque su existencia directa en humanos es inferida principalmente a través de estudios de neuroimagen.

En los monos, las neuronas espejo se han encontrado principalmente en la corteza premotora ventral y en el lóbulo parietal inferior. En humanos, se cree que existen sistemas similares en áreas homólogas, incluyendo el área de Broca, la corteza premotora, y el lóbulo parietal inferior.

Se cree que las neuronas espejo juegan un papel importante en la empatía al permitirnos «simular» internamente las acciones y emociones de otros. Esta simulación podría ayudarnos a comprender mejor las experiencias de los demás, facilitando la empatía emocional y cognitiva.

No se sabe con certeza si todas las personas tienen el mismo número de neuronas espejo. La actividad y eficiencia del sistema de neuronas espejo puede variar entre individuos, y se ha sugerido que estas diferencias podrían estar relacionadas con variaciones en habilidades sociales y empatía.

Algunos investigadores han propuesto la «teoría del espejo roto», sugiriendo que una disfunción en el sistema de neuronas espejo podría explicar algunos síntomas del autismo. Sin embargo, esta teoría es controvertida y no todos los estudios la respaldan. El autismo es un trastorno complejo que probablemente involucra múltiples factores neurobiológicos.