Iluminación: La luz natural es generalmente más beneficiosa para el estado de ánimo y la productividad. La luz artificial puede ser funcional, pero ciertos tipos (como la luz amarilla) pueden generar fatiga o afectar el ánimo.

Colores de las paredes: Los colores cálidos tienden a energizar y estimular, mientras que los colores fríos pueden promover la calma y la concentración. Los colores neutros proporcionan equilibrio, pero pueden parecer monótonos si no se combinan con otros elementos.

Tipo de espacio: Los espacios abiertos fomentan la creatividad y la interacción social, mientras que los espacios cerrados y compactos favorecen la concentración y la privacidad.

Materiales usados: Los materiales naturales, como la madera y la piedra, tienden a generar una sensación de bienestar y conexión con la naturaleza. Los materiales artificiales, aunque duraderos, pueden generar un ambiente más frío y estéril.