Este neuromito sostiene que los adolescentes son inherentemente irracionales y toman decisiones impulsivas debido a que sus cerebros están «incompletos» o en desarrollo. La creencia sugiere que los adolescentes son incapaces de tomar decisiones racionales hasta que sus cerebros maduren completamente.

Este mito se ha popularizado en los medios de comunicación y a veces se utiliza para justificar políticas y actitudes paternalistas hacia los adolescentes.

• Simplifica excesivamente el desarrollo cerebral y el comportamiento adolescente.
• Ignora la gran variabilidad individual en el desarrollo y comportamiento.
• Subestima la capacidad de los adolescentes para tomar decisiones racionales en muchas situaciones.
• No tiene en cuenta los factores sociales, culturales y ambientales que influyen en el comportamiento.
• Puede llevar a la estigmatización y a expectativas negativas que afectan el desarrollo de los adolescentes.

La ciencia actual sobre el desarrollo cerebral adolescente indica que:

• El cerebro adolescente está en un periodo de cambio y plasticidad, no de «incompletitud».
• Los cambios cerebrales durante la adolescencia incluyen la poda sináptica y la mielinización, procesos que aumentan la eficiencia cerebral.
• El desarrollo del córtex prefrontal continúa durante la adolescencia, pero esto no significa que los adolescentes sean incapaces de tomar decisiones racionales.
• Los adolescentes pueden ser más sensibles a las recompensas y al contexto social, lo que puede influir en su toma de decisiones.
• La toma de riesgos en la adolescencia puede tener funciones adaptativas para el desarrollo y el aprendizaje.
• Los adolescentes son capaces de razonamiento lógico y toma de decisiones racionales, especialmente en condiciones de baja presión emocional o social.

El desarrollo cerebral durante la adolescencia es un proceso complejo que incluye:

• Poda Sináptica: Eliminación de conexiones neuronales poco utilizadas para aumentar la eficiencia.
• Mielinización: Aumento de la capa de mielina que rodea los axones, mejorando la velocidad de transmisión neural.
• Desarrollo del Córtex Prefrontal: Mejora en las funciones ejecutivas como la planificación y el control de impulsos.
• Cambios en el Sistema de Recompensa: Mayor sensibilidad a las recompensas y experiencias novedosas.
• Plasticidad Neuronal: Mayor capacidad de aprendizaje y adaptación a nuevas experiencias.