Presentación del libro «Las claves de la motivación»


Entrevista a D. Antonio Blanco Prieto, quien nos presenta su última obra «Las claves de la motivación»




Contenido:
– En la primera parte se explican los procesos a través de los cuales elaboramos metas y expectativas así como a los factores que activan el comportamiento para dirigirse hacia los fines.
– La segunda parte se centra en los motivos, en aquellos elementos que se encuentran tras el deseo de lograr una meta y, por ello, podrían considerarse la causa de la motivación.
Para agilizar la lectura y facilitar la comprensión de conceptos, se utilizan numerosas referencias y ejemplos de personajes históricos, populares o desconocidos, así como fotografías e imágenes alusivas al texto y referencias esporádicas a la sociología, la literatura y el arte. Gracias a este mestizaje se mantiene el interés del lector por la temática narrada.

– ¿Cómo surgió la idea de Las claves de la motivación y cuál es su objetivo?

Soy una persona inquieta, y suelo estar acompañado de libretas en las que pego recortes o anoto historias que captan mi atención. Estos apuntes lo empleo luego para escribir, preparar una clase o la presentación de un acto. Hace tiempo me encontré con una de las libretas llena de anotaciones y reseñas, y al leerlas para buscar un nexo de unión entre ellas comprobé que la mayoría eran historias de constancia, de largos caminos hasta lograr metas singulares. Esto me hizo pensar en el interés que me despertaban las historias de motivación y de constancia, y comencé a engarzarlas en un hilo conductor. Podría decir por tanto que se trata de un libro que, sobre la columna vertebral de la teoría de la motivación, ofrece numerosas historias y casos que muestran la importancia de la motivación en la vida cotidiana.
Por ello, como indico en el prólogo del libro, no es un manual de autoayuda al uso ni pretende ser un escrito académico, más bien se trata de un conjunto de escritos; de pensamientos entrelazados de forma lúdica, una especie de acrobacia que facilita la fusión de teorías clásicas y contemporáneas de la motivación con ejemplos e historias de personajes unas veces populares y otras anónimos.

– ¿Hacia qué público va dirigido Las claves de la motivación?

El libro puede dirigirse a un público amplio y heterogéneo interesado por temas de no ficción. Si hubiese que acotar este público en segmentos creo que pensaría en cuatro tipos de lectores: aquellos interesados por el ensayo y la divulgación de las Ciencias Sociales; los interesados por la divulgación de la Psicología; los seguidores de manuales de autoayuda; y por último los interesados en temas de management y desarrollo laboral o directivo.

– ¿Cómo se define la motivación?

Me gusta utilizar un ejemplo de un viaje para explicar el concepto de la motivación. Supongamos que mañana debemos levantarnos a las cinco de la madrugada para asistir a una jornada de trabajo tediosa. Es muy posible que le dediquemos al despertador nuestros peores deseos y que necesitemos una buena dosis de café para afrontar el inicio del día. Imaginemos ahora que mañana nos levantamos a la misma hora, a las cinco, para coger un vuelo e iniciar unas vacaciones en las Islas Maldivas. Quizás ni siquiera sea necesario el despertador, y el espejo del baño conocerá nuestra mejor sonrisa. En este segundo caso podríamos decir que la motivación ha activado tanto nuestro organismo como nuestro pensamiento para alcanzar un objetivo. Es decir, al hablar de la motivación nos estaremos refiriendo al proceso que activa el comportamiento para avanzar, paso a paso, hacia el logro de fines en la vida cotidiana, sin necesidad de despertador y sin malhumor.

– ¿Se puede alcanzar cualquier meta con motivación?

Al mismo tiempo que fijamos metas generamos expectativas que afectan a la motivación y el comportamiento, pues comenzamos a dirigir la atención y el esfuerzo hacia aquellas actividades que nos permitan alcanzar la meta propuesta. No obstante, la simple fijación de una meta no produce este proceso de forma automática, pues será necesario que los fines elegidos sean concretos y que, en cierto modo, nos resulten interesantes y desafiantes. Además, la aceptación de una meta implica valorar el esfuerzo requerido para alcanzarla y comprometerse con el mismo, por lo que los refuerzos obtenidos durante el camino son fundamentales para no desmotivarse.
El reconocimiento del trabajo que hemos realizado por parte de un amigo, un jefe o un familiar y, sobre todo, nuestra propia valoración del rendimiento, nos aportará un incentivo necesario para aumentar la persistencia por el logro de metas a largo plazo. Por este motivo, el logro de metas a corto plazo o pequeñas metas que de forma piramidal conduzcan a la cúspide tiende a incrementar nuestro compromiso con un objetivo a largo plazo. Esto es algo imprescindible si pensamos que el camino puede provocar desaliento y especialmente en los primeros pasos, en los que suelen presentarse grandes tentaciones para dar marcha atrás y acomodarse en aquello que, a pesar de la insatisfacción que nos produce, al menos es conocido.

– ¿Qué motiva más, la motivación externa o interna?

Diferentes autores defienden la importancia de los factores internos frente a los externos para lograr una motivación estable. La cuestión sería saber cómo enfocar nuestras actividades para que nos resulten realmente satisfactorias por sí mismas y no por las recompensas que esperamos obtener. En primer lugar es importante que el comportamiento sea el resultado de decisiones personales. Además, la actividad a la que deseemos dedicarnos debe ser lo suficientemente novedosa e interesante como para despertar la curiosidad por la exploración, pues las personas tenemos la necesidad de pensar y elaborar una interpretación significativa de nuestras experiencias.
Desde esta perspectiva son muchas las actividades que pueden resultar motivadoras por sí mismas, pero, para ello, tanto el reto que nos propongamos como nuestra habilidad para su desempeño deben ser elevados, lo cual exige plantearse progresivamente nuevos retos adaptados a las capacidades que se van adquiriendo con la experiencia, logrando de este modo que las actividades nunca dejen de tener un carácter novedoso, capaz de provocar la curiosidad.

– ¿Qué papel juegan los demás en la motivación y en la consecución de objetivos?

La cuestión de la influencia de otras personas en nuestra motivación nos recuerdan la importancia de los papeles o roles en el comportamiento, pues siempre sentiremos una mayor tendencia a actuar de acuerdo con la percepción del rol que tengamos, una percepción que parte en muchas ocasiones de la visión que otros tienen de nuestro rol, sea éste el de padre, comercial o presidente de la asociación de vecinos.
El sociólogo Erving Goffman ha interpretado la vida cotidiana como una función, considerando que en la vida cotidiana actuamos en una especie de escenario en el que representamos un papel que previamente ensayamos. Para que esta actuación sea idónea, hemos de tener información suficiente del papel y de la opinión del público. Por ello, si por ejemplo una persona de un grupo no recibe información sobre su posición en el grupo, en realidad se le impide que represente su personaje, porque si no sabe qué papel ha de asumir no será capaz de presentar un buen papel ni sentirse realmente motivada con sus actuaciones en sociedad, en un grupo o en el trabajo. Y así progresivamente, iremos comprendiendo los papeles e introduciéndolos en nuestra interpretación del mundo. Lo decía La Lupe en su canción: Teatro, la vida es puro teatro.

– ¿Qué hacer cuando no se tiene motivación?

Ante todo hemos de reconocer que las “recetas” del tipo “cómo conseguir las metas que se propone” no son buenas aliadas de la motivación humana, pues ésta no es el resultado de una ecuación matemática, sino el fruto de un complejo entramado de variables individuales como las necesidades, las habilidades o la personalidad, que interactúan con un contexto social. La prudencia por tanto deberá indicarnos que, entre la ausencia de objetivos y la rígida fijación de metas, hay todo un continuo de posibilidades, siendo quizás las más correctas aquellas que nos permitan establecer un objetivo cuya dificultad sea coherente con las características individuales, especialmente nuestra capacidad.

– ¿Qué hacer cuando las circunstancias no permiten cambiar tu vida?

Al igual que haría un artesano, podríamos intentar entregarnos a la minuciosidad, preocupándonos por el buen resultado de una tarea, por desear hacer algo bien. Tal como recuerda el profesor de la London School of Economics Richard Sennett, este planteamiento puede hacer que trabajadores de bajo nivel, incluso no cualificados, se sientan orgullosos de su trabajo. Como ejemplo nos recuerda que uno de sus estudiantes, Bonnie Dill, realizó una investigación en los años setenta con trabajadoras de limpieza de Harlem, en Nueva York. Era un colectivo de mujeres negras mal remuneradas y sometidas con frecuencia al acoso y, sin embargo, al finalizar la jornada conseguían salvar algo de autoestima gracias a haber limpiado bien una casa. Y es que aunque pocas veces se lo agradeciesen, ellas percibían que la casa estaba limpia y, por tanto, su trabajo bien realizado.

– ¿Cómo encontrar un sentido de vida?

Recordaría la máxima de Kant: Sapere aude, atrévete a saber, a comprender la vida que nos rodea para luego tomar decisiones y actuar en el mundo. Si queremos atrevernos a saber debemos formularnos tres cuestiones: ¿Qué puedo saber?, ¿qué debo hacer? y ¿qué puedo esperar? Y cuando estemos buscando las respuestas, el perfeccionamiento ha de ser un imperativo, identificando actuaciones que nos permitan conocer y aplicar nuestras mayores aptitudes y talentos. Kant defiende que cada persona tiene un talento que podría hacerla destacar y, al mismo tiempo, ser útil o más interesante para los demás. Por ello es importante identificar qué actividades realizamos como fin, como disfrute en sí mismo y no como medio para obtener refuerzos externos como el dinero o el aplauso.
Muchas personas consideran este planteamiento excesivamente optimista pues no creen poseer ninguna aptitud especial, ninguna habilidad que los haga destacar por encima del promedio. Sin embargo no se trata de identificar un rasgo, físico o psíquico, que nos permita alcanzar las más altas cimas de la fama, la riqueza o el poder. No pensamos en brillar en el estrellato sino de lograr desempeñar una actividad o un trabajo para el que estemos más dotados o, al menos, de disfrutar con aquellos hobbies para los que evidenciemos mayor destreza. Como ya he indicado en otra cuestión, es uno mismo quien mejor puede conocer las actividades que más le interesen y, por ello, la clave estará en la identificación de aquello que en determinadas circunstancias nos produjo más satisfacción.

– ¿Se puede aprender a estar motivado siempre?, ¿Cómo se haría?

No podemos sentirnos constantemente motivados. No se trata de un estado fijo sino de un proceso cuya intensidad fluctúa a lo largo del tiempo. Es muy habitual que cuando nos aventuramos en un nuevo proyecto la fuerza motivacional sea muy intensa, pero también resulta habitual que esta fuerza decaiga a medida que las actividades se vuelvan cotidianas. Cuando el objetivo se percibe lejano o difícil de alcanzar, habitualmente surge la desmotivación y, para ello, se recomienda identificar objetivos intermedios a corto plazo que nos permitan llegar al objetivo final, así como reflexionar sobre el tiempo y el esfuerzo necesario para su consecución.

– ¿El libro Las claves de la motivación se basa en alguna experiencia personal y práctica?

Más que experiencia personal, he incluido en el texto numerosas experiencias de lecturas o de historias contadas. En mi experiencia docente o como ponente en charlas, he ido desarrollando un estilo propio, bastante personal, basado en la fusión de fundamentos teóricos de una disciplina con historias de sus autores, anécdotas personales y referencias esporádicas a la sociología, la literatura y el arte. Gracias a este mestizaje trato de mantener el interés de la audiencia por la temática narrada. Y este estilo, fruto de mis inquietudes personales e intelectuales, se ha plasmado en el libro y al hablar por ejemplo de un tema como las funciones de la inferioridad en nuestra conducta, hago referencia a los fundamentos de la teoría psicoanalítica de Adler, pero también a la suerte que corrió una de sus obras en el Titánic, a un imaginario Museo de Arte Contemporáneo de Lima, o a la historia actual de una pequeña aldea asturiana conocida como la Pequeña Habana.

– ¿Qué cambios puede esperar alguien que siga las indicaciones de su libro Las claves de la motivación?

Romper con la rutina, y dedicar un tiempo a la lectura, a un libro en general o a un ensayo o libro de divulgación en particular, supone reducir el ritmo de la vida cotidiana para reflexionar sobre nosotros mismos y sobre nuestras actuaciones en sociedad. Y esto ya supone un cambio, un incremento de la conciencia sobre muchos comportamientos que tenemos interiorizados y que no siempre encontramos palabras para definir ni argumentos para explicar.
De forma más concreta, espero lograr que los lectores del libro rompan las cadenas que atan la idea de la motivación a los entornos laborales, comprendiendo que los motivos de la motivación son muchos y pueden relacionarse con el trabajo, pero también con la búsqueda del amor, el conocimiento, la amistad o la búsqueda de la belleza.

El libro puede adquirirse en las principales librerías de nuestro país, o bien en formato digital.
Para contactar con el autor pueden dirigirse a Ediciones B, departamento de prensa (correo electrónico edbprensa@edicionesb.es) o bien a la agencia literaria Zarana.




Desde aquí mi más sincero agradecimiento a D. Antonio Blanco Prieto, por habernos adentrando en el conocimiento de la Educación de la mano de su última obra titulada «Las claves de la motivación».